'Tierra' en la Biblia
- 1.Gé 1:1-Gé 12:7
- 2.Gé 12:10-Gé 41:43
- 3.Gé 41:44-Éx 8:16
- 4.Éx 8:17-Levítico 16:22
- 5.Levítico 17:13-Números 14:23
- 6.Números 14:24-Deuteronomio 3:18
- 7.Deuteronomio 3:20-Deuteronomio 23:20
- 8.Deuteronomio 24:4-Josué 6:22
- 9.Josué 6:27-Jueces 11:15
- 10.Jueces 11:17-2 Samuel 18:28
- 11.2 Samuel 19:9-2 Reyes 18:32
- 12.2 Reyes 18:33-2 Crónicas 21:17
- 13.2 Crónicas 23:13-Job 37:13
- 14.Job 37:17-Salmos 75:3
- 15.Salmos 75:8-Salmos 143:10
- 16.Salmos 146:4-Isaías 19:17
- 17.Isaías 19:18-Isaías 52:10
- 18.Isaías 53:2-Jeremías 16:19
- 19.Jeremías 17:4-Jeremías 43:12
- 20.Jeremías 43:13-Ezequiel 12:13
- 21.Ezequiel 12:19-Ezequiel 36:17
- 22.Ezequiel 36:18-Joel 1:2
- 23.Joel 1:6-Zacarías 5:11
- 24.Zacarías 6:5-Lucas 8:15
- 25.Lucas 8:26-Hebreos 12:26
- 26.Santiago 5:5-Apocalipsis 21:24
no podrá su primer marido, que la despidió, volverla a tomar para que sea su esposa, después que fue amancillada; porque es abominación delante de Jehová, y no has de pervertir la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad.
No oprimirás al jornalero pobre y menesteroso, ya sea de tus hermanos o de tus extranjeros que están en tu tierra dentro de tus ciudades:
Y acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto; por tanto, yo te mando que hagas esto.
será que, si el delincuente mereciere ser azotado, entonces el juez lo hará echar en tierra, y le hará azotar delante de sí, según su delito, por cuenta,
Pesas cumplidas y justas tendrás; efa cabal y justo tendrás; para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Será pues, cuando Jehová tu Dios te hubiere dado reposo de tus enemigos alrededor, en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredar para que la poseas, que raerás la memoria de Amalec de debajo del cielo: no te olvides.
Y será que, cuando hubieres entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad, y la poseyeres, y habitares en ella;
entonces tomarás de las primicias de todos los frutos de la tierra, que sacares de tu tierra que Jehová tu Dios te da, y lo pondrás en un canastillo, e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre.
Y llegarás al sacerdote que fuere en aquellos días, y le dirás: Reconozco hoy a Jehová tu Dios que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos había de dar.
y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel.
Y ahora, he aquí, he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de Jehová tu Dios.
Mira desde la morada de tu santidad, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye leche y miel.
Y será que, el día que pasareis el Jordán a la tierra que Jehová tu Dios te da, te has de levantar piedras grandes, las cuales revocarás con cal:
Y escribirás en ellas todas las palabras de esta ley, cuando hubieres pasado para entrar en la tierra que Jehová tu Dios te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová el Dios de tus padres te ha dicho.
Y será que, si oyeres diligente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra;
Bendito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y el fruto de tu bestia, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas.
Jehová mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Jehová es invocado sobre ti, y te temerán.
Y te hará Jehová sobreabundar en bienes, en el fruto de tu vientre, y en el fruto de tu bestia, y en el fruto de tu tierra, en el país que juró Jehová a tus padres que te había de dar.
Y Jehová te abrirá su buen depósito, el cielo, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no tomarás prestado.
Maldito el fruto de tu vientre, y el fruto de tu tierra, y la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
Jehová hará que se te pegue mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para poseerla.
Y tu cielo que está sobre tu cabeza será de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza: de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.
Jehová te entregará herido delante de tus enemigos: por un camino saldrás a ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos: y serás removido hacia todos los reinos de la tierra.
Y será tu cuerpo muerto por comida a toda ave del cielo, y bestia de la tierra, y no habrá quien las espante.
El fruto de tu tierra y todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y sólo serás oprimido y quebrantado todos los días.
Todos tus árboles y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.
Jehová traerá contra ti una nación de lejos, desde lo último de la tierra, que vuele como águila, nación cuya lengua no entenderás;
y comerá el fruto de tu ganado y el fruto de tu tierra, hasta que perezcas: y no te dejará grano, ni mosto, ni aceite, ni la cría de tus vacas, ni los rebaños de tus ovejas, hasta destruirte.
Y te pondrá sitio en todas tus ciudades, hasta que tus muros altos y fortificados en que tú confías caigan en toda tu tierra; te sitiará, pues, en todas tus ciudades y en toda tu tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.
La tierna y delicada entre vosotros, que no osaría poner la planta de su pie sobre la tierra por delicadeza y ternura, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija,
Y será que tal como Jehová se gozó sobre vosotros para haceros bien, y para multiplicaros, así se gozará Jehová sobre vosotros para arruinaros, y para destruiros; y seréis arrancados de sobre la tierra, a la cual entráis para poseerla.
Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo de ella; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.
Éstas son las palabras del pacto que Jehová mandó a Moisés que hiciera con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que Él hizo con ellos en Horeb.
Moisés, pues, llamó a todo Israel, y les dijo: Vosotros habéis visto todo lo que Jehová ha hecho delante de vuestros ojos en la tierra de Egipto a Faraón y a todos sus siervos, y a toda su tierra;
y tomamos su tierra, y la dimos por heredad a Rubén y a Gad, y a la media tribu de Manasés.
Porque vosotros sabéis cómo habitamos en la tierra de Egipto, y cómo hemos pasado a través de las naciones por las que habéis pasado;
Y dirá la generación venidera, vuestros hijos que vendrán después de vosotros, y el extranjero que vendrá de lejanas tierras, cuando vieren las plagas de esta tierra, y sus enfermedades de que Jehová la hizo enfermar
(Azufre y sal, calcinada está toda su tierra; no será sembrada, ni producirá, ni crecerá en ella hierba alguna, como en la destrucción de Sodoma y de Gomorra, de Adma y de Zeboim, que Jehová destruyó en su furor y en su ira);
Dirán, pues, todas las naciones: ¿Por qué hizo esto Jehová a esta tierra? ¿Qué significa el ardor de este gran furor?
Y responderán: Por cuanto dejaron el pacto de Jehová el Dios de sus padres, que Él hizo con ellos cuando los sacó de la tierra de Egipto,
Se encendió por tanto, el furor de Jehová contra esta tierra, para traer sobre ella todas las maldiciones escritas en este libro;
y Jehová los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran indignación, y los echó a otra tierra, como sucede hoy.
Y Jehová tu Dios te hará volver a la tierra que heredaron tus padres, y la poseerás; y Él te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.
Y Jehová tu Dios te hará abundar en toda obra de tus manos, en el fruto de tu vientre, en el fruto de tu ganado y en el fruto de tu tierra, para bien; porque Jehová volverá a gozarse sobre ti para bien, de la manera que se gozó sobre tus padres;
Porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para poseerla.
Yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra a la cual vais, pasando el Jordán, para poseerla.
Al cielo y a la tierra llamo hoy como testigos contra vosotros, de que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu simiente;
y que ames a Jehová tu Dios, y obedezcas su voz, y te acerques a Él; porque Él es tu vida y la largura de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar.
Y Jehová hará con ellos como hizo con Sehón y con Og, reyes de los amorreos, y con su tierra, a quienes destruyó.
Y llamó Moisés a Josué, y le dijo a vista de todo Israel: Esfuérzate y sé valiente; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se la harás heredar.
y para que los hijos de ellos que no supieron, oigan, y aprendan a temer a Jehová vuestro Dios, mientras viváis en la tierra adonde vais, cruzando el Jordán para poseerla.
Y Jehová dijo a Moisés: He aquí tú vas a dormir con tus padres, y este pueblo se levantará y fornicará tras los dioses ajenos de la tierra adonde va para estar en medio de ellos; y me dejará, y quebrantará mi pacto que he concertado con él.
Porque cuando yo los introduzca en la tierra que juré a sus padres, la cual fluye leche y miel, comerán y se saciarán, y engordarán; y luego se volverán a dioses ajenos y les servirán, y me enojarán y quebrantarán mi pacto.
Y sucederá que cuando les sobrevinieren muchos males y angustias, entonces este cántico responderá en su cara como testigo, pues no será olvidado de la boca de su linaje; porque yo conozco lo que se proponen, aun hoy, antes que los introduzca en la tierra que juré darles.
Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y sé valiente, pues tú meterás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.
Congregad a mí a todos los ancianos de vuestras tribus, y a vuestros oficiales, y hablaré a sus oídos estas palabras, y llamaré como testigos contra ellos al cielo y a la tierra.
Escuchad, oh cielos, y hablaré; Y oiga la tierra los dichos de mi boca.
Lo halló en tierra desierta, en desierto horrible y yermo; lo condujo alrededor, lo instruyó, lo guardó como la niña de su ojo.
Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, y comió los frutos del campo, e hizo que chupase miel de la peña, y aceite del duro pedernal;
Porque fuego se ha encendido en mi furor, y arderá hasta lo profundo del infierno; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.
Serán consumidos de hambre, y devorados de fiebre ardiente y de destrucción amarga; diente de fieras enviaré también sobre ellos, con veneno de serpientes de la tierra.
Regocijaos, oh naciones, con su pueblo; porque Él vengará la sangre de sus siervos, Y tomará venganza de sus enemigos, y será misericordioso a su tierra y a su pueblo.
Porque no os es cosa vana, mas es vuestra vida; y por ellas haréis prolongar vuestros días sobre la tierra adonde vais, pasando el Jordán para poseerla.
Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, que está en la tierra de Moab, que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;
Verás, por tanto, delante de ti la tierra; pero no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.
Y de José dijo: Bendita de Jehová sea su tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío, y con el abismo que está debajo.
y con lo más precioso de la tierra y su plenitud; y la gracia del que habitó en la zarza venga sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del consagrado de sus hermanos.
Su gloria es como la del primogénito de su toro, y sus cuernos, cuernos de unicornio; con ellos acorneará a los pueblos juntos hasta los fines de la tierra; y éstos son los diez millares de Efraín, y éstos los millares de Manasés.
E Israel, la fuente de Jacob, habitará confiado solo en tierra de grano y de vino; también sus cielos destilarán rocío.
Y subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo, a la cumbre del Pisga, que está frente a Jericó. Y le mostró Jehová toda la tierra de Galaad hasta Dan,
y a todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;
Y le dijo Jehová: Ésta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu simiente la daré. Te he permitido que la veas con tus ojos, mas no pasarás allá.
Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme a la palabra de Jehová.
Y lo enterró en el valle, en tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; pero ninguno sabe dónde está su sepulcro hasta hoy.
En todas las señales y prodigios que Jehová le envió a hacer en tierra de Egipto, a Faraón, y a todos sus siervos y a toda su tierra;
Mi siervo Moisés ha muerto: levántate, pues, ahora, y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el Mar Grande donde se pone el sol, será vuestro término.
Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
Pasad por medio del campamento, y mandad al pueblo, diciendo: Preparaos provisiones; porque dentro de tres días pasaréis el Jordán, para que entréis a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da para que la poseáis.
Acordaos de la palabra que Moisés, siervo de Jehová, os mandó diciendo: Jehová vuestro Dios os ha dado reposo, y os ha dado esta tierra.
Vuestras esposas y vuestros niños y vuestras bestias quedarán en la tierra que Moisés os ha dado a este lado del Jordán; mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis;
hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos también posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da; entonces volveréis a la tierra de vuestra herencia y la disfrutaréis, la cual Moisés, siervo de Jehová, os dio, a este lado del Jordán, hacia donde nace el sol.
Y Josué, hijo de Nun, envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una mujer ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.
Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche a espiar la tierra.
Entonces el rey de Jericó, envió a decir a Rahab: Saca fuera los hombres que han venido a ti, y han entrado en tu casa; porque han venido a espiar toda la tierra.
Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país desmayan por causa de vosotros.
Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más ánimo en hombre alguno por causa de vosotros: porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
Y ellos le respondieron: Nuestra alma por vosotros hasta la muerte, si no denunciareis este nuestro asunto; y cuando Jehová nos hubiere dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.
He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y tú juntarás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre.
Y dijeron a Josué: Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros.
He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra pasa el Jordán delante de vosotros.
Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová Señor de toda la tierra, fueren asentadas sobre las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se partirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón.
Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días.
Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que toda la gente de los hombres de guerra que habían salido de Egipto, fue consumida, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra, de la cual Jehová había jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel.
Y al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas.
Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año.
Y Él respondió: No; sino que he venido ahora como Príncipe del ejército de Jehová. Entonces Josué postrándose sobre su rostro en tierra le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allá a la mujer, y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis.
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- 8.Deuteronomio 24:4-Josué 6:22
- 9.Josué 6:27-Jueces 11:15
- 10.Jueces 11:17-2 Samuel 18:28
- 11.2 Samuel 19:9-2 Reyes 18:32
- 12.2 Reyes 18:33-2 Crónicas 21:17
- 13.2 Crónicas 23:13-Job 37:13
- 14.Job 37:17-Salmos 75:3
- 15.Salmos 75:8-Salmos 143:10
- 16.Salmos 146:4-Isaías 19:17
- 17.Isaías 19:18-Isaías 52:10
- 18.Isaías 53:2-Jeremías 16:19
- 19.Jeremías 17:4-Jeremías 43:12
- 20.Jeremías 43:13-Ezequiel 12:13
- 21.Ezequiel 12:19-Ezequiel 36:17
- 22.Ezequiel 36:18-Joel 1:2
- 23.Joel 1:6-Zacarías 5:11
- 24.Zacarías 6:5-Lucas 8:15
- 25.Lucas 8:26-Hebreos 12:26
- 26.Santiago 5:5-Apocalipsis 21:24
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