'Un' en la Biblia
Juan estaba vestido de pelo de camello, tenía un cinto de cuero a la cintura, y comía langostas (saltamontes) y miel silvestre.
Yendo un poco más adelante, Jesús vio a Jacobo (Santiago), el {hijo} de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.
En ese momento estaba en la sinagoga de ellos un hombre con un espíritu inmundo, el cual comenzó a gritar:
Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús salió y fue a un lugar solitario, y allí oraba.
Un leproso vino rogando a Jesús, y arrodillándose, Le dijo: ``Si quieres, puedes limpiarme."
Entonces vinieron y Le trajeron un paralítico llevado entre cuatro {hombres.}
"Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque entonces el remiendo {al encogerse} tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor.
Aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por los sembrados, y Sus discípulos, mientras se abrían paso, comenzaron a arrancar espigas.
Otra vez entró Jesús en una sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca (paralizada).
"Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar.
"Pero nadie puede entrar en la casa de un {hombre} fuerte y saquear sus bienes si primero no lo ata; entonces podrá saquear su casa.
Porque decían: ``Tiene un espíritu inmundo."
"Otra {parte} cayó en un pedregal donde no tenía mucha tierra; y enseguida brotó por no tener profundidad de tierra.
Jesús decía también: ``El reino de Dios es como un hombre que echa semilla en la tierra,
"{Es} como un grano de mostaza, el cual, cuando se siembra en la tierra, aunque es más pequeño que todas las semillas que hay en la tierra,
Cuando Jesús salió de la barca, enseguida se acercó a El, de entre los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo,
Jesús les dio permiso. Y saliendo los espíritus inmundos, entraron en los cerdos; y la manada, unos 2,000, se precipitó por un despeñadero al mar, y en el mar se ahogaron.
y les ordenó que no llevaran nada para el camino, sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja, ni dinero en el cinto;
Pero otros decían: ``Es Elías." Y decían otros: {``Es} un profeta, como uno de los profetas {antiguos}".
porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo mantenía protegido. Cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo.
Llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea;
Al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan. Y él fue y lo decapitó en la cárcel,
Y El les dijo: ``Vengan, apártense de los demás a un lugar solitario y descansen un poco." Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.
Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado.
Pero cuando ellos Lo vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar;
``Pero ustedes dicen: `Si un hombre dice al padre o a la madre: ``Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda {a Dios})'",
sino que enseguida, al oír {hablar} de El, una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo, fue y se postró a Sus pies.
Entonces salieron los Fariseos y comenzaron a discutir con El, buscando de El una señal (un milagro) del cielo para poner a prueba a Jesús.
Los discípulos se habían olvidado de tomar panes, y no tenían consigo en la barca sino sólo un pan.
Llegaron a Betsaida, y trajeron a Jesús un ciego y Le rogaron que lo tocara.
"O, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?
"O, ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
Seis días después, Jesús tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y los llevó a ellos solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.
Y uno de la multitud Le respondió: ``Maestro, Te he traído a mi hijo que tiene un espíritu mudo,
Tomando a un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándolo en los brazos les dijo:
``El que reciba a un niño como éste en Mi nombre, Me recibe a Mí; y el que Me recibe a Mí, no Me recibe a Mí, sino a Aquél que Me envió."
Pero Jesús dijo: ``No se lo impidan, porque no hay nadie que haga un milagro en Mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de Mí.
"Porque cualquiera que les dé a ustedes a beber un vaso de agua, por razón de su nombre como {seguidores} de Cristo, en verdad les digo que no perderá su recompensa.
"Cualquiera que haga pecar a uno de estos pequeñitos que creen en Mí, mejor le fuera si le hubieran atado al cuello una piedra de molino de {las que mueve un} asno, y lo hubieran echado al mar.
"Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,
Se acercaron {algunos} Fariseos, {y} para poner a prueba a Jesús, Le preguntaban si era lícito a un hombre divorciarse de su mujer.
"En verdad les digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él."
Cuando Jesús salía para irse, vino un hombre corriendo, y arrodillándose delante de El, Le preguntó: ``Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?"
"Es más fácil para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios."
Entonces llegaron a Jericó. Y cuando El salía de Jericó con Sus discípulos y una gran multitud, un mendigo ciego {llamado} Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino.
Arrojando su manto, se levantó de un salto y fue a Jesús.
y les dijo: ``Vayan a la aldea enfrente de ustedes, y tan pronto como entren en ella, encontrarán un pollino atado en el cual nadie se ha montado todavía; desátenlo y tráiganlo.
Ellos fueron y encontraron un pollino atado junto a la puerta, afuera en la calle, y lo desataron.
" ¿Pero si decimos: `De los hombres'?" {Pero} temían a la multitud, porque todos consideraban que Juan verdaderamente había sido un profeta.
Entonces Jesús comenzó a hablarles en parábolas: ``Un hombre PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, CAVO UN ESTANQUE DEBAJO DEL LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE; la arrendó a labradores y se fue de viaje.
"Al tiempo {de la vendimia} envió un siervo a los labradores para recibir de los labradores {su parte} de los frutos de la viña.
"Todavía le quedaba uno, un hijo amado; y les envió a este último, diciendo: `Respetarán a mi hijo.'
" ¿Pagaremos o no pagaremos?" Pero El, dándose cuenta de su hipocresía, les preguntó: `` ¿Por qué Me están poniendo a prueba? Traigan un denario (moneda Romana) para verlo."
Llegó una viuda pobre y echó dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante.
"{Es} como un hombre que se fue de viaje, {y} al salir de su casa dejó a sus siervos encargados, {asignándole} a cada uno su tarea, y ordenó al portero que estuviera alerta.
pero decían: ``No durante la fiesta, no sea que haya un tumulto del pueblo."
Estando El en Betania, sentado {a la mesa} en casa de Simón el leproso, vino una mujer con un frasco de alabastro de perfume muy costoso de nardo puro; {y} rompió el frasco y lo derramó sobre la cabeza de Jesús.
Cuando ellos {lo} oyeron, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él buscaba cómo entregar a Jesús en un momento oportuno.
El envió a dos de Sus discípulos, diciéndoles: ``Vayan a la ciudad, y {allí} les saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; síganlo;
"Y él les mostrará un gran aposento alto, amueblado {y} preparado; hagan los preparativos para nosotros allí."
Después de cantar un himno, salieron para el Monte de los Olivos.
Llegaron a un lugar que se llama Getsemaní, y Jesús dijo a Sus discípulos: ``Siéntense aquí hasta que Yo haya orado."
Adelantándose un poco, se postró en tierra y oraba que si fuera posible, pasara de El aquella hora.
Y dirigiéndose Jesús {a ellos,} les dijo: `` ¿Como contra un ladrón han salido con espadas y palos para {asegurarse} que Me arrestaban?
Pero él {lo} negó, diciendo: ``Ni sé, ni entiendo de qué hablas." Entonces Pedro salió al portal, y un gallo cantó.
Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: ``Antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces." Y se echó a llorar.
Ahora bien, en cada fiesta Pilato acostumbraba soltarles un preso, el que ellos pidieran.
Pero Jesús, dando un fuerte grito, expiró.
quien compró un lienzo de lino, y bajando el cuerpo {de la cruz,} Lo envolvió en el lienzo de lino y Lo puso en un sepulcro que había sido excavado en la roca; e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro.
Entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado al {lado} derecho, vestido con ropaje blanco; y ellas se asustaron.
Y saliendo ellas, huyeron del sepulcro, porque un {gran} temblor y espanto se había apoderado de ellas; y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo.