'Vete' en la Biblia
Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré;
¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por esposa? Ahora pues, he aquí tu esposa, tómala y vete.
Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
He ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea esposa del hijo de tu señor, como lo ha dicho Jehová.
Pero si yo dijere al criado así: He allí las saetas más allá de ti; vete, porque Jehová te ha enviado.
Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévalas a la ciudad.
Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, que ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová sea entre tú y yo, entre mi simiente y la simiente tuya, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad.
Y el profeta Gad dijo a David: No te quedes en la fortaleza, vete, y entra en tierra de Judá. Y David se fue, y vino al bosque de Haret.
Vuélvete, pues, y vete en paz; y no hagas lo malo en los ojos de los príncipes de los filisteos.
Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: Levántate y vete.
Entonces el rey dijo a la mujer: Vete a tu casa, y yo daré orden acerca de ti.
Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.
Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot a tus heredades, pues tú eres digno de muerte; mas no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca del Señor Jehová delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre.
Y tú levántate, y vete a tu casa; y al poner tu pie en la ciudad, morirá el niño.
Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y allí morarás: he aquí yo he mandado allí a una mujer viuda que te sustente.
Y él le dijo: Vete en paz. Se fue, pues, de él, y caminó cierta distancia.
Y habló Eliseo a aquella mujer a cuyo hijo había hecho vivir, diciendo: Levántate, vete tú y toda tu casa a vivir donde pudieres; porque Jehová ha llamado el hambre, la cual vendrá también sobre la tierra siete años.
Vete de delante del hombre necio, cuando veas que no hay en él labios de entendimiento.
Levántate, y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, y huye a tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allí:
diciendo: Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a la tierra de Israel, porque han muerto los que procuraban la muerte del niño.
Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás.
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Toma lo que es tuyo y vete; pero quiero dar a este postrero igual que a ti.
A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.
Mas Jesús no se lo permitió, sino que le dijo: Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y al instante recibió su vista, y seguía a Jesús en el camino.
Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.
Aquel mismo día vinieron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha sanado.
Entonces sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
Y ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Y disertando él de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix, se espantó, y dijo: Vete ahora, y cuando tenga oportunidad te llamaré.