'Vida' en la Biblia
Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah.)
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que me cercan por la vida.
de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
Vida te demandó, y le diste largura de días por siglos y siglos.
Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.
No juntes con los pecadores mi alma, ni con los varones de sangre mi vida,
El SEÑOR es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.
Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
para librar sus almas de la muerte, y para darles vida en el hambre.
Lámed ¿Quién es el hombre que desea vida, que ama muchos días para ver el bien?
Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Restaura mi alma de sus quebranta-mientos, mi vida de los leones.
Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.
Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla; vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean.
El SEÑOR lo guarde, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra, y no lo entregues a la voluntad de sus enemigos.
De día mandará el SEÑOR su misericordia, y de noche su canción será conmigo, oración al Dios de mi vida.
(Porque la redención de su vida es de gran precio, y no lo pueden hacer)
Ciertamente Dios rescatará mi vida de la mano del Seol, cuando me tomará. (Selah.)
Porque mientras viviere, será su vida bendita; y tú serás loado cuando fueres próspero.
Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda.
Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.
Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida; en tu Nombre alzaré mis manos.
Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
El es el que puso nuestra alma en vida, y no permitió que nuestros pies resbalaran.
Sean avergonzados y confusos los que buscan mi vida; sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal desean.
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males; volverás y me darás vida, y de los abismos de la tierra volverás a levantarme.
Dispuso el camino a su furor; no eximió el alma de ellos de la muerte, sino que entregó su vida a la mortandad.
Así no nos volveremos de ti; nos darás vida, e invocaremos tu Nombre.
¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti?
Porque mi alma está harta de males, y mi vida llega al Seol.
Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salud.
A la viuda y al extranjero asesinan, y a los huérfanos quitan la vida.
Se ponen en ejército contra la vida del justo, y condenan la sangre inocente.
el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y misericordia;
Al SEÑOR cantaré en mi vida; a mi Dios diré salmos mientras viviere.
Bendígate el SEÑOR desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
Sino que me puse en silencio, e hice callar mi alma, sea yo como el destetado de su madre; como el destetado de mi propia vida.
como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.
Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociera; no tuve refugio, no había quién volviera por mi vida.
Porque ha perseguido el enemigo mi alma; ha quebrantado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
Alabaré al SEÑOR en mi vida; diré salmos a mi Dios mientras viviere.