'Vinieron' en la Biblia
Y vinieron al otro lado del mar a la provincia de los gadarenos.
Y vinieron* a Jesús, y vieron* al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el {mismo} que había tenido la legión; y tuvieron miedo.
Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro?
Y oyéndolo sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro.
Y cuando llegaron al otro lado, vinieron a tierra de Genesaret, y tomaron puerto.
Y vinieron los fariseos, y comenzaron a altercar con él, demandándole señal del cielo, tentándole.
Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, vinieron a Él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.
Entonces vinieron a Jericó; y saliendo Él de Jericó, con sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Y vinieron a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Y vinieron de nuevo a Jerusalén; y andando Él por el templo, vienen a Él los príncipes de los sacerdotes y los escribas, y los ancianos,
Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo:
Y fueron sus discípulos, y vinieron a la ciudad, y hallaron como les había dicho; y aderezaron la Pascua.
Y vinieron al lugar que se llama Getsemaní; y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro.
Y muy de mañana, el primer día de la semana, a la salida del sol, vinieron al sepulcro.
Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.
Y vinieron aprisa, y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Y vinieron también publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?
Y siendo ya de día salió, y se fue a un lugar desierto; y el pueblo le buscaba, y vinieron hasta él; y le detenían para que no se apartara de ellos.
E hicieron señas a los compañeros que estaban en el otro barco, que vinieran a ayudarles; y vinieron, y llenaron ambos barcos, de tal manera que se anegaban.
Y como los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Y como se juntó una grande compañía, y los que estaban en cada ciudad vinieron a él, dijo por una parábola:
Y vinieron a él su madre y hermanos; y no podían llegar a él por causa de la multitud.
Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron sentado al hombre de quien habían salido los demonios, vestido, y en su juicio, a los pies de Jesús; y tuvieron miedo.
Aquel mismo día vinieron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Y entrando en una aldea, le vinieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos,
Y aconteció un día, que enseñando Él al pueblo en el templo, y predicando el evangelio, vinieron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos,
Entonces vinieron unos de los saduceos, los cuales niegan que hay resurrección, y le preguntaron,
Y como vinieron al lugar que se llama de la Calavera, le crucificaron allí, y á los malhechores, uno á la derecha, y otro á la izquierda.
Y el primero de los sábados, muy de mañana, vinieron al monumento, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas.
y no hallando su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, los cuales dijeron que él vive.
Porque la ley por Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.
Les dice: Venid y ved. Vinieron, y vieron dónde moraba, y permanecieron con él aquel día; porque era como la hora décima.
Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen a él.
Y en esto vinieron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con aquella mujer; mas ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O, ¿Qué hablas con ella?
Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
De modo que cuando los samaritanos vinieron a El, le rogaban que se quedara con ellos; y se quedó allí dos días.
Vinieron otras barcas de Tiberias cerca del lugar donde habían comido el pan después de que el Señor había dado gracias.
cuando vio pues la multitud que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron a Capernaum buscando a Jesús.
Y los servidores vinieron a los sumo sacerdotes y a los fariseos; y ellos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis?
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas.
Y muchos vinieron a El y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad.
Y cuando Jesús la vio llorando, y a los judíos que vinieron con ella llorando también, se conmovió profundamente en el espíritu, y se entristeció,
Entonces muchos del pueblo de los judíos supieron que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, al cual había resucitado de los muertos.
Y vinieron los soldados, y a la verdad quebraron las piernas al primero, y al otro que había sido colgado de un madero con él.
Mas cuando vinieron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas;
Y salió Pedro, y el otro discípulo, y vinieron al sepulcro.
Y los otros discípulos vinieron con el navío (porque no estaban lejos de tierra, sino como doscientos codos), trayendo la red de peces.
Y hablando ellos al pueblo, los sacerdotes y el magistrado del templo y los saduceos, vinieron sobre ellos,
Y sueltos, vinieron a los suyos, y contaron todo lo que los príncipes de los sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
Y habiendo oído esto, entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, vinieron el sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen traídos.
Y he aquí, en seguida vinieron tres hombres a la casa donde yo estaba, enviados a mí de Cesarea.
Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Y vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón,
Y cuando pasaron la primera y la segunda guardia, vinieron a la puerta de hierro que va a la ciudad, la cual se les abrió de suyo; y salidos, pasaron una calle; y luego el ángel se apartó de él.
Y Herodes estaba enojado contra los de Tiro y los de Sidón; pero ellos vinieron concordes a él, y sobornado Blasto, que era el camarero del rey, pedían paz; porque las tierras de ellos eran abastecidas por las del rey.
Entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, vinieron a Iconio.
Pero vinieron {algunos} judíos de Antioquía y de Iconio, y habiendo persuadido a la multitud, apedrearon a Pablo y lo arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
Y como vinieron á Misia, tentaron de ir á Bithynia; mas el Espíritu no les dejó.
Entonces vinieron, y les suplicaron, y después de sacarlos, les rogaban que salieran de la ciudad.
Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba constreñido por el Espíritu, testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.
Y cuando vinieron a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo, desde el primer día que entré en Asia, he estado con vosotros por todo el tiempo,
sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos;
Y vinieron también con nosotros de Cesarea algunos de los discípulos, trayendo consigo a un Mnasón, cipriano, discípulo antiguo, con el cual posáremos.
los cuales vinieron a los príncipes de los sacerdotes y a los ancianos, y dijeron: Nosotros hemos hecho voto bajo maldición, que no hemos de gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo.
Y vinieron a él el príncipe de los sacerdotes y los principales de los judíos contra Pablo; y le rogaron,
Y pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea a saludar a Festo.
sobre el cual, cuando fui a Jerusalén, vinieron a mí los príncipes de los sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo venganza contra él;
Cuando los hermanos tuvieron noticia de nuestra llegada, vinieron desde allá a recibirnos hasta el Foro de Apio y Las Tres Tabernas; y cuando Pablo los vio, dio gracias a Dios y cobró ánimo.
Y habiéndoles señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el Reino de Dios, procurando persuadirles lo que es de Jesús, el Cristo, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde.
Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisión, que se destacan entre los apóstoles {y} quienes también vinieron a Cristo antes que yo.
Y estando con vosotros y teniendo necesidad, a ninguno de vosotros fui carga; porque lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros gravoso, y me guardaré.
Porque antes que vinieran unos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; mas después que vinieron, se retraía y apartaba, teniendo miedo de los que eran de la circuncisión.
Ciertamente me gocé mucho cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que hay en ti, así como tú andas en la verdad.
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