69 Versículo de la Biblia sobre La fe, la naturaleza de
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Y sin fe es imposible agradar {a Dios;} porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que El existe, y que es remunerador de los que le buscan.
{Salmo} de David.A ti, oh SEÑOR, elevo mi alma. Dios mío, en ti confío; no sea yo avergonzado, que no se regocijen sobre mí mis enemigos.
{Salmo} de David.Hazme justicia, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado, y en el SEÑOR he confiado sin titubear.
El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el SEÑOR estará seguro.
que por medio de El sois creyentes en Dios, que le resucitó de entre los muertos y le dio gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios.
Algunos {confían} en carros, y otros en caballos; mas nosotros en el nombre del SEÑOR nuestro Dios confiaremos.
Habéis arado iniquidad, habéis segado injusticia, habéis comido fruto de mentira. Porque has confiado en tu camino, en la multitud de tus guerreros,
El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que anda con sabiduría será librado.
Serán vueltos atrás {y} completamente avergonzados, los que confían en ídolos, los que dicen a las imágenes fundidas: Vosotros sois nuestros dioses.
En cuanto a Dios, su camino es perfecto; acrisolada es la palabra del SEÑOR; El es escudo a todos los que a El se acogen.
El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; mi Dios, mi roca en quien me refugio; mi escudo y el cuerno de mi salvación, mi altura inexpugnable. Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos. Los lazos de la muerte me cercaron, y los torrentes de iniquidad me atemorizaron;Leer más.
los lazos del Seol me rodearon; las redes de la muerte surgieron ante mí. En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de El llegó a sus oídos.
{Hubiera yo desmayado,} si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes. Espera al SEÑOR; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.
{y} quien cuando le ultrajaban, no respondía ultrajando; cuando padecía, no amenazaba, sino que {se} encomendaba a aquel que juzga con justicia;
Porque tengo presente la fe sincera {que hay} en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y {en} tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos {le} hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo.
Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y la esterilidad de la matriz de Sara; sin embargo, respecto a la promesa de Dios, {Abraham} no titubeó con incredulidad, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, y estando plenamente convencido de que lo que {Dios} había prometido, poderoso era también para cumplirlo.
Pues los que han servido bien como diáconos obtienen para sí una posición honrosa y gran confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura.
Y al instante Jesús, extendiendo la mano, lo sostuvo y le dijo*: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?
Al instante el padre del muchacho gritó y dijo: Creo; ayúda{me en} mi incredulidad.
Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino. Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré. Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino* y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros.Leer más.
Luego dijo* a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío!
Jesús le dijo*: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y {sin embargo} creyeron.
al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella recibieron aprobación los antiguos. Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia.
Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en {tierra} extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa, porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
Por la fe bendijo Isaac a Jacob y a Esaú, aun respecto a cosas futuras. Por la fe Jacob, al morir, bendijo a cada uno de los hijos de José, y adoró, {apoyándose} sobre el extremo de su bastón. Por la fe José, al morir, mencionó el éxodo de los hijos de Israel, y dio instrucciones acerca de sus huesos.
Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado, considerando como mayores riquezas el oprobio de Cristo que los tesoros de Egipto; porque tenía la mirada puesta en la recompensa.
por medio de quien hemos recibido la gracia y el apostolado para {promover la} obediencia a la fe entre todos los gentiles, por amor a su nombre;
Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva, como también a ellos; pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que {la} oyeron.
pero que ahora ha sido manifestado, y por las Escrituras de los profetas, conforme al mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para {guiarlas a} la obediencia de la fe,
Por la prueba dada por esta ministración, glorificarán a Dios por {vuestra} obediencia a vuestra confesión del evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.
Y así lo hizo Noé; conforme a todo lo que Dios le había mandado, así hizo.
Por la fe Noé, siendo advertido {por Dios} acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe.
Entonces Abram se fue tal como el SEÑOR le había dicho; y Lot fue con él. Y Abram {tenía} setenta y cinco años cuando partió de Harán.
Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.
Aconteció que después de estas cosas, Dios probó a Abraham, y le dijo: ¡Abraham! Y él respondió: Heme aquí. Y {Dios} dijo: Toma ahora a tu hijo, tu único, a quien amas, a Isaac, y ve a la tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré. Abraham se levantó muy de mañana, aparejó su asno y tomó con él a dos de sus mozos y a su hijo Isaac; y partió leña para el holocausto, y se levantó y fue al lugar que Dios le había dicho.Leer más.
Al tercer día alzó Abraham los ojos y vio el lugar de lejos. Entonces Abraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a vosotros. Tomó Abraham la leña del holocausto y la puso sobre Isaac su hijo, y tomó en su mano el fuego y el cuchillo. Y los dos iban juntos. Y habló Isaac a su padre Abraham, y {le} dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, hijo mío. Y dijo {Isaac:} Aquí están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y Abraham respondió: Dios proveerá para sí el cordero para el holocausto, hijo mío. Y los dos iban juntos. Llegaron al lugar que Dios le había dicho y Abraham edificó allí el altar, arregló la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso en el altar sobre la leña. Entonces Abraham extendió su mano y tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo.
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía a su único {hijo;}
Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha. Y tú, levanta tu vara y extiende tu mano sobre el mar y divídelo; y los hijos de Israel pasarán por en medio del mar, sobre tierra seca.
Entonces Caleb calmó al pueblo delante de Moisés, y dijo: Debemos ciertamente subir y tomar posesión de ella, porque sin duda la conquistaremos.
Si el SEÑOR se agrada de nosotros, nos llevará a esa tierra y nos la dará; es una tierra que mana leche y miel. Sólo que no os rebeléis contra el SEÑOR, ni tengáis miedo de la gente de la tierra, pues serán presa nuestra. Su protección les ha sido quitada, y el SEÑOR está con nosotros; no les tengáis miedo.
Entonces Josué dijo al pueblo: Consagraos, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre vosotros. Y habló Josué a los sacerdotes, diciendo: Tomad el arca del pacto y pasad delante del pueblo. Y ellos tomaron el arca del pacto y fueron delante del pueblo. Y el SEÑOR dijo a Josué: Hoy comenzaré a exaltarte a los ojos de todo Israel, para que sepan que tal como estuve con Moisés, estaré contigo.Leer más.
Además, ordenarás a los sacerdotes que llevan el arca del pacto, diciendo: ``Cuando lleguéis a la orilla de las aguas del Jordán, os detendréis en el Jordán." Entonces Josué dijo a los hijos de Israel: Acercaos y oíd las palabras del SEÑOR vuestro Dios. Y Josué añadió: En esto conoceréis que el Dios vivo está entre vosotros, y que ciertamente expulsará de delante de vosotros a los cananeos, a los hititas, a los heveos, a los ferezeos, a los gergeseos, a los amorreos y a los jebuseos. He aquí, el arca del pacto del Señor de toda la tierra va a pasar el Jordán delante de vosotros. Ahora pues, tomad doce hombres de las tribus de Israel, un hombre de cada tribu. Y sucederá que cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca del SEÑOR, el Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán quedarán cortadas, {y} las aguas que fluyen de arriba se detendrán en un montón.
Y el SEÑOR dijo a Josué: Mira, he entregado en tu mano a Jericó y a su rey {con sus} valientes guerreros. Marcharéis alrededor de la ciudad todos los hombres de guerra rodeando la ciudad una vez. Así lo harás por seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete trompetas de cuerno de carnero delante del arca; y al séptimo día marcharéis alrededor de la ciudad siete veces, y los sacerdotes tocarán las trompetas.Leer más.
Y sucederá que cuando toquen un sonido prolongado con el cuerno de carnero, y cuando oigáis el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y la muralla de la ciudad se vendrá abajo; entonces el pueblo subirá, cada hombre derecho hacia adelante.
Por la fe cayeron los muros de Jericó, después de ser rodeados por siete días.
Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Entonces Jesús les dijo*: Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No. Y El les dijo: Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis {pesca.} Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces.
Por consiguiente, oh rey Agripa, no fui desobediente a la visión celestial,
¿De qué sirve, hermanos míos, si alguno dice que tiene fe, pero no tiene obras? ¿Acaso puede esa fe salvarlo? Si un hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo necesario para {su} cuerpo, ¿de qué sirve?Leer más.
Así también la fe por sí misma, si no tiene obras, está muerta. Pero alguno dirá: Tú tienes fe y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan. Pero, ¿estás dispuesto a admitir, oh hombre vano, que la fe sin obras es estéril? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre cuando ofreció a Isaac su hijo sobre el altar? Ya ves que la fe actuaba juntamente con sus obras, y como resultado de las obras, la fe fue perfeccionada; y se cumplió la Escritura que dice: Y ABRAHAM CREYO A DIOS Y LE FUE CONTADO POR JUSTICIA, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis que el hombre es justificado por {las} obras y no sólo por {la} fe. Y de la misma manera, ¿no fue la ramera Rahab también justificada por {las} obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque así como el cuerpo sin {el} espíritu está muerto, así también la fe sin {las} obras está muerta.
Pero aunque yo sea derramado como libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me regocijo y comparto mi gozo con todos vosotros.
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre vuestra obra de fe, vuestro trabajo de amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo;
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad,
Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;
Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada, sino la fe que obra por amor.
Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que {hay} entre vosotros, y {de} vuestro amor por todos los santos,
Paz sea a los hermanos, y amor con fe de Dios el Padre y del Señor Jesucristo.
Pero ahora Timoteo ha regresado de vosotros a nosotros, y nos ha traído buenas noticias de vuestra fe y amor y de que siempre tenéis buen recuerdo de nosotros, añorando vernos, como también nosotros a vosotros;
Pero puesto que nosotros somos del día, seamos sobrios, habiéndonos puesto la coraza de la fe y del amor, y por yelmo la esperanza de la salvación.
Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor {nacido} de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe sincera.
No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe {y} pureza.
Pero la {semilla} en la tierra buena, éstos son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con {su} perseverancia.
Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, éste es el que oye la palabra y la entiende, éste sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta.
Y otros son aquellos en que se sembró la semilla en tierra buena; los cuales oyen la palabra, la aceptan y dan fruto, unos a treinta, otros a sesenta y otros a ciento por uno.
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo {el} que da fruto, lo poda para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.Leer más.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.
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