'Él' en la Biblia
- 1.Gé 1:11-Gé 27:22
- 2.Gé 27:24-Gé 42:12
- 3.Gé 42:38-Éx 18:2
- 4.Éx 18:11-Levítico 8:2
- 5.Levítico 8:7-Números 14:36
- 6.Números 15:14-Deuteronomio 15:22
- 7.Deuteronomio 16:8-Josué 17:1
- 8.Josué 17:4-Jueces 13:25
- 9.Jueces 14:4-1 Samuel 14:39
- 10.1 Samuel 15:3-1 Samuel 30:21
- 11.1 Samuel 31:5-2 Samuel 17:5
- 12.2 Samuel 17:9-1 Reyes 9:11
- 13.1 Reyes 9:24-1 Reyes 22:17
- 14.1 Reyes 22:18-2 Reyes 9:11
- 15.2 Reyes 9:12-1 Crónicas 16:32
- 16.1 Crónicas 16:40-2 Crónicas 24:20
- 17.2 Crónicas 24:21-Nehemías 3:30
- 18.Nehemías 3:31-Job 13:16
- 19.Job 14:6-Job 36:30
- 20.Job 36:31-Salmos 47:9
- 21.Salmos 48:14-Salmos 107:6
- 22.Salmos 107:9-Proverbios 30:5
- 23.Proverbios 30:6-Isaías 42:1
- 24.Isaías 42:10-Jeremías 41:2
- 25.Jeremías 41:3-Ezequiel 36:20
- 26.Ezequiel 37:19-Oseas 12:14
- 27.Oseas 13:15-Mateo 5:41
- 28.Mateo 5:45-Mateo 26:18
- 29.Mateo 26:23-Marcos 9:15
- 30.Marcos 9:19-Lucas 5:14
- 31.Lucas 5:15-Lucas 14:4
- 32.Lucas 14:8-Lucas 24:38
- 33.Lucas 24:43-Juan 10:39
- 34.Juan 10:41-Hechos 8:27
- 35.Hechos 8:30-Hechos 28:8
- 36.Hechos 28:23-Colosenses 2:6
- 37.Colosenses 2:7-1 Juan 3:22
- 38.1 Juan 3:24-Apocalipsis 22:18
Y subió la hija de Faraón de la ciudad de David a su casa que Salomón le había edificado; entonces edificó él a Milo.
Y ofrecía Salomón tres veces cada año holocaustos y sacrificios de paz sobre el altar que él edificó a Jehová, y quemaba incienso sobre el altar que estaba delante de Jehová. Así terminó la casa.
Seis gradas tenía el trono, y lo alto de él era redondo por el respaldo; y tenía apoyos en ambos lados cerca del asiento, junto a los cuales estaban colocados dos leones.
y le había mandado acerca de esto, que no siguiese dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.
Hadad huyó, y con él algunos varones edomitas de los siervos de su padre, y se fue a Egipto, siendo Hadad aún un muchacho.
Y le respondió Faraón: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.
Y había juntado gente contra él, y se había hecho capitán de una compañía, cuando David deshizo a los de Soba. Después se fueron a Damasco, y habitaron allí y le hicieron rey en Damasco.
(pero él tendrá una tribu, por amor de David mi siervo, y por amor de Jerusalén, ciudad que yo he elegido de todas las tribus de Israel);
Pero no quitaré todo el reino de sus manos, sino que lo retendré por príncipe todos los días de su vida, por amor de David mi siervo, al cual yo elegí, y él guardó mis mandamientos y mis estatutos:
Y él les dijo: Idos, y de aquí a tres días volved a mí. Y el pueblo se fue.
Pero él dejó el consejo que los ancianos le habían dado, y pidió consejo de los jóvenes que se habían criado con él, y estaban delante de él.
Entonces los jóvenes que se habían criado con él, le respondieron, diciendo: Así hablarás a este pueblo que te ha dicho estas palabras: Tu padre agravó nuestro yugo; mas tú disminúyenos algo; así les hablarás: Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
Entonces instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los quince del mes, conforme a la fiesta solemne que se celebraba en Judá; y sacrificó sobre el altar. Así hizo en Betel, ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y estableció en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había edificado.
Sacrificó, pues, sobre el altar que él había hecho en Betel, a los quince del mes octavo, el mes que él había inventado de su propio corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
Y aquel mismo día dio una señal, diciendo: Ésta es la señal de que Jehová ha hablado; he aquí que el altar se quebrará, y la ceniza que está sobre él se derramará.
Y sucedió que cuando el rey Jeroboam oyó la palabra del varón de Dios, que había clamado contra el altar de Betel, extendiendo su mano desde el altar, dijo: ¡Prendedle! Mas la mano que había extendido contra él, se le secó, de manera que no pudo volverla hacia sí.
Y él dijo a sus hijos: Enalbardadme el asno. Y ellos le enalbardaron el asno, y subió en él.
Y fue tras el varón de Dios, y le halló sentado debajo de un alcornoque; y le dijo: ¿Eres tú el varón de Dios que vino de Judá? Y él dijo: Yo soy.
Mas él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo; ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar.
Entonces volvió con él, y comió del pan en su casa, y bebió del agua.
Y yéndose, le topó un león en el camino, y le mató; y su cuerpo estaba echado en el camino, y el asno estaba junto a él, y el león también estaba junto al cuerpo.
Y él fue, y halló su cuerpo tendido en el camino, y el asno y el león estaban junto al cuerpo; el león no había comido el cuerpo, ni dañado al asno.
Y puso su cuerpo en su propio sepulcro e hicieron luto por él, diciendo: ¡Ay, hermano mío!
Porque sin duda vendrá lo que él dijo a voces por palabra de Jehová contra el altar que está en Betel, y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria.
Y toma en tu mano diez panes, y turrones, y una botija de miel, y ve a él; que te declare lo que ha de ser de este niño.
Y todo Israel lo endechará, y le enterrarán; porque sólo él de los de Jeroboam entrará en sepultura; porque algo bueno se ha hallado en él delante de Jehová Dios de Israel, en la casa de Jeroboam.
Y Jehová sacudirá a Israel, al modo que la caña se agita en las aguas; y Él arrancará a Israel de esta buena tierra que había dado a sus padres, y los esparcirá hacia el otro lado del río, por cuanto han hecho sus imágenes de Asera, enojando a Jehová.
Y Él entregará a Israel por los pecados de Jeroboam, el cual pecó, y ha hecho pecar a Israel.
Y lo enterraron, y lo endechó todo Israel, conforme a la palabra de Jehová, que Él había hablado por mano de su siervo Ahías profeta.
Y anduvo en todos los pecados de su padre, que éste había hecho antes de él; y su corazón no fue perfecto para con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre.
Mas por amor de David, le dio Jehová su Dios lámpara en Jerusalén, levantándole a su hijo después de él, y sosteniendo a Jerusalén:
También metió en la casa de Jehová lo que su padre había dedicado, y lo que él dedicó; oro, y plata, y vasos.
Y Baasa hijo de Ahías, el cual era de la casa de Isacar, conspiró contra él; y lo hirió Baasa en Gibetón, que era de los filisteos; porque Nadab y todo Israel tenían sitiado a Gibetón.
Y sucedió que cuando él reinó, hirió a toda la casa de Jeroboam, sin dejar alma viviente de los de Jeroboam, hasta raerlo, conforme a la palabra de Jehová que Él habló por su siervo Ahías silonita;
por los pecados de Jeroboam que él había cometido, y con los cuales hizo pecar a Israel; y por su provocación con que provocó a enojo a Jehová Dios de Israel.
El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, le comerán los perros; y el que de él fuere muerto en el campo, lo comerán las aves del cielo.
Y conspiró contra él su siervo Zimri, comandante de la mitad de los carros. Y estando él en Tirsa, bebiendo y embriagado en casa de Arsa su mayordomo en Tirsa,
Y subió Omri de Gibetón, y con él todo Israel, y sitiaron a Tirsa.
Por causa de sus pecados que él había cometido, haciendo lo malo ante los ojos de Jehová, y andando en los caminos de Jeroboam, y en su pecado que cometió, haciendo pecar a Israel.
Y compró él de Semer el monte de Samaria por dos talentos de plata, y edificó en el monte: y llamó el nombre de la ciudad que edificó, Samaria, del nombre de Semer, que fue dueño de aquel monte.
Y Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, e hizo peor que todos los que habían sido antes de él;
Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que fueron antes que él.
E hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria.
Hizo también Acab una imagen de Asera; y Acab hizo provocar a ira a Jehová Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel que antes de él habían sido.
Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:
Y él fue, e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y asentó junto al arroyo de Querit, que está antes del Jordán.
Entonces él se levantó, y se fue a Sarepta. Y como llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.
Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.
Entonces ella fue, e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella y su casa, muchos días.
Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa, y la enfermedad fue tan grave, que no quedó en él aliento.
Y él le dijo: Dame acá tu hijo. Entonces él lo tomó de su regazo, y lo llevó a la cámara donde él estaba, y le puso sobre su cama.
Y se tendió sobre el niño tres veces, y clamó a Jehová, y dijo: Jehová Dios mío, te ruego que el alma de este niño vuelva a él.
Y Jehová oyó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.
Y él respondió: Yo soy; ve, di a tu amo: He aquí Elías.
Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que tú entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?
Vive Jehová tu Dios, que no ha habido nación ni reino adonde mi señor no haya enviado a buscarte; y respondiendo ellos: No está aquí; él ha hecho jurar al reino o nación que no te han hallado.
Y acontecerá que, luego que yo me haya ido de ti, el Espíritu de Jehová te llevará adonde yo no sepa; y cuando yo venga y dé las nuevas a Acab, y él no te halle, me matará; y tu siervo teme a Jehová desde su juventud.
¿Y ahora dices tú: Ve, di a tu amo: Aquí está Elías; para que él me mate?
Y Elías le dijo: Vive Jehová de los ejércitos, delante del cual estoy, que hoy me mostraré a él.
Y él respondió: Yo no he turbado a Israel, sino tú y la casa de tu padre, dejando los mandamientos de Jehová, y siguiendo a los Baales.
Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se acercó a él: y él reparó el altar de Jehová que estaba arruinado.
Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.
Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te detenga.
Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Baste ya, oh Jehová, quítame la vida; pues no soy yo mejor que mis padres.
Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y un vaso de agua: y comió y bebió y se volvió a dormir.
Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas: y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Y él le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
Y al oírla Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se paró a la puerta de la cueva. Y he aquí vino una voz a él, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Y él respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos; porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.
Y partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas de bueyes delante de sí; y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?
Y se volvió de en pos de él, y tomó un par de bueyes, y los mató, y con el arado de los bueyes coció la carne de éstos, y la dio al pueblo y ellos comieron. Después se levantó y fue tras Elías, y le servía.
Entonces Benadad rey de Siria juntó a todo su ejército, y con él a treinta y dos reyes, con caballos y carros; y subió y sitió a Samaria, y la combatió.
Entonces él respondió a los embajadores de Benadad: Decid al rey mi señor: Haré todo lo que mandaste a tu siervo al principio; pero esto no lo puedo hacer. Y los embajadores fueron, y le dieron la respuesta.
Y respondió Acab: ¿Por mano de quién? Y él dijo: Así dice Jehová: Por mano de los jóvenes de los príncipes de las provincias. Y dijo Acab: ¿Quién comenzará la batalla? Y él respondió: Tú.
Entonces él pasó revista a los jóvenes de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos treinta y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, que fueron siete mil.
Y salieron al mediodía. Pero Benadad estaba bebiendo, emborrachándose en las tiendas, él y los reyes, los treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda.
Él entonces dijo: Si han salido por paz, tomadlos vivos; y si han salido para pelear, tomadlos vivos.
Y mató cada uno al que venía contra él: y huyeron los sirios, siguiéndolos los de Israel. Y el rey de Siria, Benadad, se escapó en un caballo con alguna gente de caballería.
Y tú, fórmate otro ejército como el ejército que perdiste, caballos por caballos, y carros por carros; luego pelearemos con ellos en el valle, y veremos si no los vencemos. Y él les dio oído, y lo hizo así.
Ciñeron, pues, sus lomos de cilicio y pusieron cuerdas sobre sus cabezas, y vinieron al rey de Israel y le dijeron: Tu siervo Benadad dice: Te ruego que viva mi alma. Y él respondió: Si él vive aún, mi hermano es.
Esto tomaron aquellos hombres por buen augurio, y presto tomaron esta palabra de su boca, y dijeron: ¡Tu hermano Benadad vive! Y él dijo: Id, y traedle. Benadad entonces se presentó a Acab, y él le hizo subir en un carro.
Y le dijo Benadad: Las ciudades que mi padre tomó al tuyo, yo las restituiré; y haz plazas en Damasco para ti, como mi padre las hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, te dejaré partir con este pacto. Hizo, pues, pacto con él, y le dejó ir.
Y él le dijo: Por cuanto no has obedecido a la palabra de Jehová, he aquí que cuando te apartes de mí, te herirá un león. Y como se apartó de él, le topó un león, y le mató.
Y como el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa; y he aquí apartándose uno, me trajo a un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si por alguna razón él llegare a faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.
Y como tu siervo estaba ocupado a una parte y a otra, él desapareció. Entonces el rey de Israel le dijo: Ésa será tu sentencia; tú la has pronunciado.
Pero él se quitó pronto la ceniza de sobre su rostro, y el rey de Israel conoció que era de los profetas.
Y él le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto soltaste de la mano el hombre de mi anatema, tu vida será por la suya, y tu pueblo por el suyo.
Y vino a él su esposa Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan triste tu espíritu, y no comes pan?
Y él respondió: Porque hablé con Nabot de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que, si más quería, le daría otra viña por ella; y él respondió: Yo no te daré mi viña.
y poned a dos hombres hijos de Belial delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.
Vinieron entonces dos hombres perversos, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres de Belial atestiguaron contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo sacaron fuera de la ciudad, y lo apedrearon con piedras, y murió.
Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria; he aquí él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella.
Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.
Él fue en gran manera abominable, caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel.
Vino, pues, al rey, y el rey le dijo: Micaías, ¿iremos a pelear contra Ramot de Galaad, o la dejaremos? Y él respondió: Sube, que serás prosperado, y Jehová la entregará en mano del rey.
Entonces él dijo: Yo vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor; y Jehová dijo: Éstos no tienen señor; vuélvase cada uno a su casa en paz.
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- 1.Gé 1:11-Gé 27:22
- 2.Gé 27:24-Gé 42:12
- 3.Gé 42:38-Éx 18:2
- 4.Éx 18:11-Levítico 8:2
- 5.Levítico 8:7-Números 14:36
- 6.Números 15:14-Deuteronomio 15:22
- 7.Deuteronomio 16:8-Josué 17:1
- 8.Josué 17:4-Jueces 13:25
- 9.Jueces 14:4-1 Samuel 14:39
- 10.1 Samuel 15:3-1 Samuel 30:21
- 11.1 Samuel 31:5-2 Samuel 17:5
- 12.2 Samuel 17:9-1 Reyes 9:11
- 13.1 Reyes 9:24-1 Reyes 22:17
- 14.1 Reyes 22:18-2 Reyes 9:11
- 15.2 Reyes 9:12-1 Crónicas 16:32
- 16.1 Crónicas 16:40-2 Crónicas 24:20
- 17.2 Crónicas 24:21-Nehemías 3:30
- 18.Nehemías 3:31-Job 13:16
- 19.Job 14:6-Job 36:30
- 20.Job 36:31-Salmos 47:9
- 21.Salmos 48:14-Salmos 107:6
- 22.Salmos 107:9-Proverbios 30:5
- 23.Proverbios 30:6-Isaías 42:1
- 24.Isaías 42:10-Jeremías 41:2
- 25.Jeremías 41:3-Ezequiel 36:20
- 26.Ezequiel 37:19-Oseas 12:14
- 27.Oseas 13:15-Mateo 5:41
- 28.Mateo 5:45-Mateo 26:18
- 29.Mateo 26:23-Marcos 9:15
- 30.Marcos 9:19-Lucas 5:14
- 31.Lucas 5:15-Lucas 14:4
- 32.Lucas 14:8-Lucas 24:38
- 33.Lucas 24:43-Juan 10:39
- 34.Juan 10:41-Hechos 8:27
- 35.Hechos 8:30-Hechos 28:8
- 36.Hechos 28:23-Colosenses 2:6
- 37.Colosenses 2:7-1 Juan 3:22
- 38.1 Juan 3:24-Apocalipsis 22:18