'Decir' en la Biblia
Por lo cual el Dios de Israel movió el espíritu de Pul, rey de Asiria, o sea, el espíritu de Tilgat Pilneser, rey de Asiria, quien los llevó al destierro, es decir, a los Rubenitas, los Gaditas y a la media tribu de Manasés, llevándolos a Halah, Habor, Hara y al río de Gozán, hasta el día de hoy.
es decir, Naamán, Ahías y Gera; éste los llevó al destierro, y fue el padre de Uza y de Ahiud.
Así pues, ellos y sus hijos {estuvieron} encargados de las puertas de la casa del SEÑOR, {es decir,} la casa de la tienda.
Entonces David fue con todo Israel a Jerusalén, es decir, Jebús, y allí estaban los Jebuseos, habitantes de la tierra.
Los habitantes de Jebús dijeron a David: ``Usted no entrará aquí." Pero David capturó la fortaleza de Sion, es decir, la ciudad de David.
Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, es decir, con todos los jefes.
David subió con todo Israel a Baala, {es decir,} a Quiriat Jearim, que pertenece a Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios el SEÑOR, que está {sobre} los querubines, donde se invoca {Su} nombre.
" ¿Qué más te puede {decir} David en cuanto al honor {concedido} a Tu siervo? Porque Tú conoces a Tu siervo.
Estos fueron los hijos de Leví conforme a sus casas paternas, {es decir,} los jefes de las {casas} paternas de los que fueron contados, en la cuenta de nombres según su censo, de veinte años para arriba, {los cuales} hacían la obra del servicio de la casa del SEÑOR.
Los hijos de Laadán, hijos de los Gersonitas de Laadán, {es decir,} los Jehielitas, {eran} los jefes de las {casas} paternas de Laadán el Gersonita.
David reunió en Jerusalén a todos los oficiales de Israel, los jefes de las tribus, los capitanes de las divisiones que servían al rey, los capitanes de millares, los capitanes de centenas y los administradores de toda la hacienda y del ganado del rey y de sus hijos, con los oficiales y los poderosos, es decir, a todos los hombres valientes.
y oro acrisolado por peso para el altar del incienso; y oro para el diseño del carro, {es decir,} de los querubines, que extendían {sus alas} y cubrían el arca del pacto del SEÑOR.
{es decir,} 102 toneladas de oro, del oro de Ofir, y 238 toneladas de plata acrisolada para revestir las paredes de los edificios;
de oro para las {cosas de} oro, y de plata para las {cosas de} plata, es decir, para toda la obra hecha por los artesanos. ¿Quién, pues, está dispuesto a dar su ofrenda hoy al SEÑOR?"
Así fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y todos los utensilios, {y los} puso en los tesoros de la casa de Dios.
{es decir,} a sus descendientes que habían quedado en la tierra después de ellos, a quienes los Israelitas no habían destruido, Salomón les impuso leva de {servidumbre} hasta el día de hoy.
Entonces vinieron algunos y dieron aviso a Josafat: ``Viene contra ti una gran multitud de más allá del mar, de Aram y ya están en Hazezon Tamar, es decir, En Gadi."
Joás, rey de Israel, envió {este mensaje} a Amasías, rey de Judá: ``El cardo que estaba en el Líbano, envió a decir al cedro que estaba en el Líbano: `Da a tu hija por mujer a mi hijo.' Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo.
Pues una {gran} multitud del pueblo, es decir, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado; no obstante, comieron la Pascua contrario a lo escrito. Porque Ezequías oró por ellos, diciendo: ``Que el buen SEÑOR perdone
También {designó} de sus {propios} bienes la porción del rey para los holocaustos, {es decir,} para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y los holocaustos de los días de reposo, de las lunas nuevas y de las fiestas señaladas, como está escrito en la ley del SEÑOR.
así dice el SEÑOR: ``Voy a traer mal sobre este lugar y sobre sus habitantes, {es decir,} todas las maldiciones escritas en el libro que ellos han leído en presencia del rey de Judá.
El gobernador Rehum, el escriba Simsai, y sus demás compañeros, los jueces y los gobernadores de menos categoría, los oficiales, los secretarios, los hombres de Erec, los Babilonios, los hombres de Susa, es decir, los Elamitas,
y los envié a Iddo, jefe en la localidad de Casifia. Puse en boca de ellos las palabras que debían decir a Iddo {y} a sus hermanos, los sirvientes del templo en la localidad de Casifia, para que nos trajeran ministros para la casa de nuestro Dios.
Y conforme a la mano bondadosa de nuestro Dios sobre nosotros, nos trajeron a un hombre con entendimiento de los hijos de Mahli, hijo de Leví, hijo de Israel, es decir, a Serebías, con sus hijos y hermanos, dieciocho {hombres;}
Entre los Levitas: Jozabad, Simei, Kelaía, (es decir, Kelita), Petaías, Judá y Eliezer.
Mardoqueo estaba criando a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, pues ella no tenía ni padre ni madre. La joven era de hermosa figura y de buen parecer, y cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la tomó como hija suya.
En el mes primero, que es el mes de Nisán, el año doce del rey Asuero, se echó el Pur, es decir la suerte, delante de Amán para cada día y cada mes hasta el mes doce, que es el mes de Adar.
Así que fueron llamados los escribas del rey en aquel momento en el mes tercero (es decir, el mes de Siván), en el {día} veintitrés; y conforme a todo lo que ordenó Mardoqueo se escribió a los Judíos, a los sátrapas, a los gobernadores y a los príncipes de las provincias que {se extendían} desde la India hasta Etiopía, 127 provincias, a cada provincia conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lengua, y a los Judíos conforme a su escritura y a su lengua.
en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, el {día} trece del mes doce (es decir, el mes de Adar).
En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el {mismo} día que los enemigos de los Judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los Judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.
Pues Amán, hijo de Hamedata, el Agagueo, enemigo de todos los Judíos, había hecho planes contra los Judíos para destruirlos, y había echado el Pur, es decir, la suerte, para su ruina y destrucción.
Yo esperé sus palabras, Escuché sus argumentos, Mientras buscaban qué decir;
Si algo tienes que decir, respóndeme; Habla, porque deseo justificarte.
``Espérame un poco, y te mostraré Que todavía hay más que decir en favor de Dios.
Enséñanos qué Le hemos de decir a Dios; No podemos ordenar {nuestro argumento} a causa de las tinieblas.
¿Habrá que contarle que yo quiero hablar? ¿O debe un hombre decir que quiere ser tragado?
Amas el mal más que el bien, La mentira más que decir lo que es justo. (Selah)
¿Por qué han de decir las naciones: `` ¿Dónde está su Dios?" Sea notoria entre las naciones, a nuestra vista, La venganza por la sangre derramada de Tus siervos.
¿Por qué han de decir las naciones: ¿Dónde está ahora su Dios?
¿Quién puede decir: ``Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado"?
Lazo es para el hombre decir a la ligera: ``Es santo," Y después de los votos investigar.
¿Hay algo de que se pueda decir: ``Mira, esto es nuevo?" Ya existía en los siglos Que nos precedieron.
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor."
"El SEÑOR hará venir sobre ti, sobre tu pueblo y sobre la casa de tu padre, días como nunca han venido desde el día en que Efraín se apartó de Judá, {es decir,} al rey de Asiria."
En aquel día, con navaja alquilada en las regiones más allá del Eufrates, {es decir,} con el rey de Asiria, el Señor afeitará la cabeza y el pelo de las piernas, y también quitará la barba.
Por tanto, el Señor va a traer sobre ellos las aguas impetuosas y abundantes del Eufrates, {Es decir,} al rey de Asiria con toda su gloria, Que se saldrá de todos sus cauces y pasará sobre todas sus riberas.
Y todo el pueblo {lo} sabe, {Es decir,} Efraín y los habitantes de Samaria, Los que con arrogancia y orgullo de corazón afirman:
"Yo sé que tú confías en el báculo de esta caña quebrada, {es decir,} en Egipto, en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él.
Y {les} oyó decir acerca de Tirhaca, rey de Cus (Etiopía): ``Ha salido a pelear contra ti," y cuando {lo} oyó, Senaquerib envió mensajeros a Ezequías, diciendo:
~` ¿Acaso los libraron los dioses de las naciones que mis padres destruyeron, {es decir,} Gozán, Harán, Resef y a los hijos de Edén que {estaban} en Telasar?
Entonces Isaías, hijo de Amoz, envió a decir a Ezequías: ``Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: `Por cuanto Me has rogado acerca de Senaquerib, rey de Asiria,
Así dice el SEÑOR su Redentor, el Santo de Israel: ``Por su causa envié a Babilonia E hice descender como fugitivos a todos ellos, Es decir, a los Caldeos, en las naves de las cuales se gloriaban.
Ninguno reflexiona; no tienen conocimiento ni inteligencia para decir: ``He quemado la mitad en el fuego, y también he cocido pan sobre sus brasas. He asado carne y {la} he comido; y del resto ¿haré una abominación? ¿Me postraré ante un pedazo de madera?"
Se alimenta de cenizas; el corazón engañado le ha extraviado. A sí mismo no se puede librar, ni decir: `` ¿No es mentira {lo que tengo} en mi diestra?"
Para decir a los presos: `Salgan'; A los que están en tinieblas: `Muéstrense.' Por los caminos pastarán, Y en todas las alturas desoladas {tendrán} sus pastos.
"Y he puesto Mis palabras en tu boca, y con la sombra de Mi mano te he cubierto al establecer los cielos, poner los cimientos de la tierra y decir a Sion: `Tú eres Mi pueblo.'"
`` ¿Cómo puedes decir: `No estoy manchada, No me he ido tras los Baales'? Mira tu proceder en el valle, Reconoce lo que has hecho. Eres una camella joven y liviana que enreda sus pasos,
¿Cómo pueden decir: `Somos sabios, Y la ley del SEÑOR está con nosotros,' Cuando {la} ha cambiado en mentira La pluma mentirosa de los escribas?
a todos los extranjeros, a todos los reyes de la tierra de Uz, a todos los reyes de la tierra de los Filisteos (es decir, Ascalón, Gaza, Ecrón y al remanente de Asdod);
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del SEÑOR.
Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el SEÑOR le había mandado que hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, diciendo: ``De cierto, morirás.
mientras el ejército del rey de Babilonia peleaba contra Jerusalén y contra todas las ciudades que quedaban en Judá, {es decir,} Laquis y Azeca, pues {sólo} éstas quedaban como ciudades fortificadas entre las ciudades de Judá.
``También les he enviado a todos Mis siervos los profetas, enviándo{los} repetidas veces, a decir{les:} `Vuélvase ahora cada uno de su mal camino, enmienden sus obras y no vayan tras otros dioses para adorarlos, y habitarán en la tierra que les he dado, a ustedes y a sus padres; pero no me prestaron atención, ni Me escucharon.
Entonces todos los oficiales enviaron a Jehudí, hijo de Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, a decir a Baruc: ``Toma en tu mano el rollo en el que has leído a oídos del pueblo y ven." Y Baruc, hijo de Nerías, tomó el rollo en su mano y fue a ellos.
Sin embargo el rey Sedequías envió a Jucal, hijo de Selemías, y al sacerdote Sofonías, hijo de Maasías, a decir al profeta Jeremías: ``Ruega ahora por nosotros al SEÑOR nuestro Dios."
Entró, pues, Jeremías en el calabozo, es decir, en la celda abovedada; y allí permaneció Jeremías muchos días.
Ismael mató también a todos los Judíos que estaban con él, {es decir,} con Gedalías, en Mizpa, y a los hombres de guerra Caldeos que se encontraban allí.
Entonces Johanán, hijo de Carea, y todos los jefes de las tropas que estaban con él, tomaron de Mizpa a todo el resto del pueblo que él había recobrado de Ismael, hijo de Netanías, después que {éste} había matado a Gedalías, hijo de Ahicam, {es decir,} a los hombres de guerra, las mujeres, los niños y los eunucos, que había traído de Gabaón.
Y hoy se lo he declarado, pero no han escuchado la voz del SEÑOR su Dios, ni en cosa alguna de lo que El me ha enviado a {decir}les.
Pero tan pronto como Jeremías terminó de hablar a todo el pueblo todas las palabras del SEÑOR su Dios, es decir, todas estas palabras con las cuales el SEÑOR su Dios le había enviado,
Azarías, hijo de Osaías, y Johanán, hijo de Carea, y todos los hombres arrogantes dijeron a Jeremías: ``Es mentira lo que dices. El SEÑOR nuestro Dios no te ha enviado a decir: `No deben entrar en Egipto para residir allí';
"Así le dirás: `Así dice el SEÑOR: ``Lo que he edificado, lo derribo, y lo que he plantado, lo arranco, es decir, toda esta tierra."
`` ¿Cómo pueden decir: `Somos poderosos guerreros, Y hombres valientes para la guerra'?
Escribió, pues, Jeremías en un solo rollo toda la calamidad que había de venir sobre Babilonia, {es decir,} todas estas palabras que han sido escritas acerca de Babilonia.
`` ¿Qué quieren decir ustedes al usar este proverbio acerca de la tierra de Israel, que dice: `Los padres comen las uvas agrias, Y los dientes de los hijos tienen la dentera'?
"Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: ` ¿No nos explicarás qué quieres decir con esto?'
"Y la porción sagrada será para éstos, {es decir,} para los sacerdotes, hacia el norte, de 13,125 metros de largo, hacia el occidente de 5,250 metros de ancho, hacia el oriente de 5,250 de ancho, y hacia el sur de 13,125 metros de largo; y el santuario del SEÑOR estará en medio de ella.
"{Pero} hay algunos Judíos a quienes usted ha puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, {es decir,} Sadrac, Mesac y Abed Nego, estos hombres, oh rey, no le hacen caso. No sirven a sus dioses ni adoran la estatua de oro que ha levantado."
"Pero yo he oído decir de ti que puedes dar interpretaciones y resolver problemas difíciles. Ahora, si puedes leer la inscripción y darme a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura y {llevarás} un collar de oro al cuello, y tendrás autoridad como tercero en el reino."
y {la verdad} acerca de los diez cuernos que {tenía} en su cabeza, y del otro {cuerno} que había surgido, delante del cual cayeron tres de ellos, es decir, el cuerno que tenía ojos y una boca que hablaba con mucha arrogancia, y cuya apariencia era mayor que la de sus compañeros.
Y el día veinticuatro del primer mes, estando yo junto a la orilla del gran río, es decir, el Tigris,
``Daniel, hombre muy estimado, entiende las palabras que te voy a decir y ponte en pie, porque ahora he sido enviado a ti," me dijo. Cuando él me dijo estas palabras, me puse en pie temblando.
¿Quién sabe si reconsidere y se apiade, Y deje tras sí bendición, {Es decir,} ofrenda de cereal y libación Para el SEÑOR su Dios?
Entre el pórtico y el altar, Lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, Y digan: ``Perdona, oh SEÑOR, a Tu pueblo, Y no entregues Tu heredad al oprobio, A la burla entre las naciones. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: `Dónde está su Dios?'"
" ¿O cómo puedes decir a tu hermano: `Déjame sacarte la mota del ojo,' cuando la viga está en tu ojo?
"Porque, ¿qué es más fácil, decir: `Tus pecados te son perdonados,' o decir: `Levántate, y anda'?
a decir a Jesús: `` ¿Eres Tú el que ha de venir, o esperaremos a otro?"
Ellos, profundamente entristecidos, comenzaron a decir uno por uno: `` ¿Acaso soy yo, Señor?"
" ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: `Tus pecados te son perdonados,' o decir{le:} `Levántate, toma tu camilla y anda'?
y recorrieron apresuradamente toda aquella región, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían {decir} que El estaba.
y vieron que algunos de Sus discípulos comían el pan con manos inmundas, es decir, sin lavar.
``Pero ustedes dicen: `Si un hombre dice al padre o a la madre: ``Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda {a Dios})'",
Porque él no sabía qué decir, pues estaban aterrados.
{Entonces} Pedro comenzó a decir a Jesús: ``Nosotros lo hemos dejado todo y Te hemos seguido."
Cuando oyó que era Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: `` ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!"
"Cuando los lleven y los entreguen, no se preocupen de antemano por lo que van a decir, sino que lo que les sea dado en aquella hora, eso hablen; porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu Santo.
Ellos comenzaron a entristecerse y a decir uno por uno: `` ¿Acaso soy yo?"
``Nosotros Le oímos decir: `Yo destruiré este templo hecho por manos, y en tres días edificaré otro no hecho por manos.'"
Cuando la sirvienta lo vio, de nuevo comenzó a decir a los que estaban allí: ``Este es {uno} de ellos."