'Había' en la Biblia
Entonces dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había prometido. Y él expulsó de allí a los tres hijos de Anac.
El ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo {a los Israelitas}: ``Yo los saqué a ustedes de Egipto y los conduje a la tierra que había prometido a sus padres y les dije: `Jamás quebrantaré Mi pacto con ustedes,
El pueblo sirvió al SEÑOR todos los días de Josué, y todos los días de los ancianos que sobrevivieron a Josué, los cuales habían sido testigos de la gran obra que el SEÑOR había hecho por Israel.
También toda aquella generación fue reunida a sus padres. Y se levantó otra generación después de ellos que no conocía al SEÑOR, ni la obra que El había hecho por Israel.
Abandonaron al SEÑOR, el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y siguieron a otros dioses de {entre} los dioses de los pueblos que {estaban} a su derredor; se postraron ante ellos y provocaron a ira al SEÑOR.
Por dondequiera que iban, la mano del SEÑOR estaba contra ellos para mal, tal como el SEÑOR había dicho y como el SEÑOR les había jurado, y se angustiaron en gran manera.
Y eran para probar a Israel, para ver si obedecían los mandamientos que el SEÑOR había ordenado a sus padres por medio de Moisés.
Cuando Aod terminó de presentar el tributo, despidió a la gente que había traído el tributo.
Pero Aod había escapado mientras ellos esperaban. Pasando por los ídolos, había huido a Seirat.
Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR, porque Jabín tenía 900 carros de hierro y había oprimido duramente a los Israelitas durante veinte años.
Heber el Quenita, se había separado de los Quenitas, de los hijos de Hobab, suegro de Moisés, y había plantado su tienda cerca de la encina en Zaanaim, que está junto a Cedes.
Avisaron a Sísara que Barac, hijo de Abinoam, había subido al Monte Tabor.
Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el Quenita. Porque {había} paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el Quenita.
Los príncipes de Isacar {estaban} con Débora; Como {estaba} Isacar, así {estaba} Barac. Al valle se apresuraron pisándole los talones. Entre las divisiones de Rubén {Había} grandes resoluciones de corazón.
¿Por qué te sentaste entre los rediles, Escuchando los toques de flauta para los rebaños? Entre las divisiones de Rubén {Había} grandes indecisiones de corazón.
Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el SEÑOR le había dicho. Pero como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacer esto de día, lo hizo de noche.
Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, vieron que el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y que el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado.
Por tanto, aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, es decir, que Baal luche contra él, porque había derribado su altar.
Así lo hizo Dios aquella noche, porque solamente quedó seco el vellón y había rocío en toda la tierra.
Así que los Israelitas se olvidaron del SEÑOR su Dios que los había librado de manos de todos sus enemigos en derredor.
Tampoco mostraron bondad a la casa de Jerobaal, {es decir,} Gedeón, conforme a todo el bien que él había hecho a Israel.
Y se reunieron todos los habitantes de Siquem y todo Bet Milo, y fueron e hicieron rey a Abimelec, junto a la encina del pilar que había en Siquem.
Y peleó Abimelec contra la ciudad todo aquel día, capturó la ciudad y mató a la gente que {había} en ella. Entonces arrasó la ciudad y la sembró de sal.
Pero había una torre fortificada en el centro de la ciudad, y todos los hombres y mujeres, todos los habitantes de la ciudad, huyeron allí, se encerraron y subieron al techo de la torre.
Cuando los hombres de Israel vieron que Abimelec había muerto, cada cual se fue para su casa.
Así pagó Dios a Abimelec por la maldad que había hecho a su padre al matar a sus setenta hermanos.
Al cabo de los dos meses ella regresó a su padre, que cumplió con ella conforme al voto que había hecho; y ella no tuvo relaciones con ningún hombre. Y se hizo costumbre en Israel,
Había un hombre de Zora, de la familia de los Danitas, el cual se llamaba Manoa; su mujer era estéril y no había tenido hijos.
Pero el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con gran poder, y lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano. Pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Cuando regresó más tarde para tomarla, se apartó {del camino} para ver el cadáver del león. Y había un enjambre de abejas y miel en el cuerpo del león.
Recogió la miel en sus manos y siguió adelante, comiéndo{la} mientras caminaba. Cuando llegó {adonde estaban} su padre y su madre, les dio {miel} y ellos comieron. Pero no les contó que había recogido la miel del cuerpo del león.
Pero la mujer de Sansón fue {dada} al compañero que había sido su amigo íntimo.
El le reveló, pues, todo {lo que había} en su corazón, diciéndole: ``Nunca ha pasado navaja sobre mi cabeza, pues he sido Nazareo para Dios desde el vientre de mi madre. Si me cortan el cabello, mi fuerza me dejará y me debilitaré y seré como cualquier {otro} hombre."
Viendo Dalila que él le había declarado todo {lo que había} en su corazón, mandó llamar a los príncipes de los Filisteos y dijo: ``Vengan una vez más, porque él me ha declarado todo {lo que hay} en su corazón." Entonces los príncipes de los Filisteos vinieron a ella y trajeron el dinero en sus manos.
Ella entonces dijo: `` ¡Sansón, los Filisteos se te echan encima!" Y él despertó de su sueño, y dijo: ``Saldré como las otras veces y escaparé." Pero no sabía que el SEÑOR se había apartado de él.
El edificio estaba lleno de hombres y mujeres, y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí. Y sobre la azotea {había} como 3,000 hombres y mujeres mirando mientras Sansón {los} divertía.
Y dijo Sansón: `` ¡Muera yo con los Filisteos!" Y se inclinó con todas sus fuerzas y el edificio se derrumbó sobre los príncipes y sobre todo el pueblo que {estaba} en él. Así que los que mató al morir fueron más que los que había matado durante su vida.
Entonces descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomándolo, lo llevaron y lo sepultaron entre Zora y Estaol en la tumba de Manoa, su padre. Sansón había juzgado a Israel veinte años.
En aquellos días no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.
Había un joven de Belén (Casa del Pan) de Judá, de la familia de Judá, que era Levita y extranjero allí.
En aquellos días no había rey en Israel. Y por aquel tiempo la tribu de los Danitas buscaba para sí una heredad donde habitar, porque hasta entonces ninguna heredad se le había asignado como le correspondía entre las tribus de Israel.
Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que {había} en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los Sidonios. Porque no había gobernante humillándo{los} en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los Sidonios, y no tenían relaciones con nadie.
Entonces los Danitas tomaron lo que Micaía había hecho, y al sacerdote que le había pertenecido, y llegaron a Lais, a un pueblo tranquilo y confiado. Y los hirieron a filo de espada e incendiaron la ciudad.
Y no había nadie que la librara, porque estaba lejos de Sidón, en el valle que está cerca de Bet Rehob, y ellos no tenían trato con nadie. Después {los Danitas} reedificaron la ciudad y habitaron en ella.
Levantaron, pues, para sí la imagen tallada que Micaía había hecho, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo.
En aquellos días, cuando no había rey en Israel, había un Levita que residía en la parte más remota de la región montañosa de Efraín, el cual tomó para sí una concubina de Belén de Judá.
Cuando {estaban} cerca de Jebús, el día casi había declinado. Y el criado dijo a su señor: ``Te ruego que vengas, nos desviemos, y entremos en esta ciudad de los Jebuseos y pasemos la noche en ella."
El Levita, marido de la mujer que había sido asesinada, respondió: ``Vine con mi concubina a pasar la noche en Guibeá de Benjamín.
Entonces dijeron: `` ¿Cuál de las tribus de Israel no subió al SEÑOR en Mizpa?" Y sucedió que ninguno de Jabes Galaad había venido al campamento, a la asamblea.
Volvieron entonces {los} Benjamitas, y les dieron las mujeres que habían guardado vivas de {entre} las mujeres de Jabes Galaad. Pero no había suficientes para todos.
Y el pueblo tuvo tristeza por Benjamín, porque el SEÑOR había abierto una brecha en las tribus de Israel.
En esos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía bien ante sus propios ojos.