'Hombres' en la Biblia
- 1.Gé 4:26-Números 12:3
- 2.Números 13:2-Josué 10:2
- 3.Josué 10:6-Jueces 20:38
- 4.Jueces 20:39-1 Samuel 30:21
- 5.1 Samuel 30:22-1 Reyes 20:17
- 6.1 Reyes 20:29-1 Crónicas 26:32
- 7.1 Crónicas 28:1-Job 15:10
- 8.Job 17:6-Proverbios 20:6
- 9.Proverbios 22:29-Jeremías 38:16
- 10.Jeremías 39:4-Daniel 5:21
- 11.Daniel 6:5-Marcos 10:27
- 12.Marcos 11:30-Hechos 17:12
- 13.Hechos 17:24-Santiago 3:9
- 14.1 Pedro 2:4-Apocalipsis 21:3
El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres? Respondedme.
Y si dijéremos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos juzgaban de Juan, que verdaderamente era profeta.
Y viniendo ellos, le dicen: Maestro, ya sabemos que eres hombre de verdad, y que no te cuidas de nadie; porque no miras a la apariencia de hombres, antes con verdad enseñas el camino de Dios: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? ¿Daremos, o no daremos?
Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.
Gloria en las alturas á Dios, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.
Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres.
y asimismo a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora tomarás hombres.
Y he aquí unos hombres, que traían sobre un lecho un hombre que estaba paralítico; y buscaban por dónde meterle, y ponerle delante de él.
Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os denostaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por el Hijo del hombre.
¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres dijeren bien de vosotros! Porque así hacían sus padres a los falsos profetas.
Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.
Pues cada árbol por su fruto se conoce. Porque {los hombres} no recogen higos de los espinos, ni vendimian uvas de una zarza.
Y como los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro?
Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?
Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta.
Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
Poned vosotros en vuestros oídos estas palabras; porque ha de acontecer que el Hijo del hombre será entregado en manos de hombres.
porque el Hijo del hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
La reina del austro se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación, y los condenará; porque vino de los fines de la tierra a oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio contra esta generación, y la condenarán; porque a la predicación de Jonás se arrepintieron; y he aquí más que Jonás en este lugar.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
Y él dijo: ¡Ay de vosotros también, doctores de la ley! Que cargáis a los hombres con cargas que no pueden llevar; mas vosotros ni aun con un dedo tocáis las cargas.
Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;
mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.
Y si así viste Dios á la hierba, que hoy está en el campo, y mañana es echada en el horno; ¿cuánto más á vosotros, hombres de poca fe?
y vosotros semejantes a hombres que esperan cuando su señor ha de volver de las bodas; para que cuando viniere, y tocare, luego le abran.
O aquellos dieciocho, sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron llamados, gustará mi Cena.
¿O qué rey, cuando sale al encuentro de otro rey para la batalla, no se sienta primero y delibera si con diez mil {hombres} es {bastante} fuerte como para enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?
Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
Y entrando en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos,
Comían, bebían, los hombres tomaban mujeres, y las mujeres maridos, hasta el día que entró Noé en el arca; y vino el diluvio, y destruyó á todos.
Dos hombres subieron al Templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano.
El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Y él les dijo: Lo que es imposible para con los hombres, posible es para Dios.
El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres?
Y si dijéremos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están ciertos que Juan era profeta.
desfalleciendo los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra; porque las virtudes de los cielos serán conmovidas.
Y los hombres que tenían a Jesús, se burlaban de él hiriéndole;
diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea colgado en un madero, y resucite al tercer día.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y esta es la condenación: porque la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.
Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a aquellos hombres:
Gloria de los hombres no recibo.
Entonces Jesús dijo: Haced recostar los hombres. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como número de cinco mil varones.
Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
Y en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.
He manifestado tu Nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y guardaron tu palabra.
Mientras Jesús ascendía, estando ellos mirando fijamente al cielo, se les presentaron dos hombres en vestiduras blancas,
Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo en que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,
Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo.
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once {apóstoles}, alzó la voz y les declaró: ``Hombres de Judea y todos los que viven en Jerusalén, sea esto de su conocimiento y presten atención a mis palabras.
``Hombres de Israel, escuchen estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre ustedes con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio de ustedes a través de El, tal como ustedes mismos saben.
Al ver {esto,} Pedro dijo al pueblo: ``Hombres de Israel, ¿por qué se maravillan de esto, o por qué nos miran {así,} como si por nuestro propio poder o piedad le hubiéramos hecho andar?
Pero muchos de los que habían oído el mensaje creyeron, llegando el número de los hombres como a cinco mil.
Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les conocían que habían estado con Jesús.
diciendo: ¿Qué hemos de hacer a estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar.
Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? Y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios.
Entonces Pedro le {dijo:} `` ¿Por qué se pusieron de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, los pies de los {hombres} que sepultaron a tu marido están a la puerta, y te sacarán {también} a ti."
Y los que creían en el Señor se aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres.)
Pero alguien se presentó y les informó: Mirad, los hombres que pusisteis en la cárcel están en el templo enseñando al pueblo.
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario persuadir a Dios antes que a los hombres.
Pero cierto fariseo llamado Gamaliel, maestro de la ley, respetado por todo el pueblo, se levantó en el concilio y ordenó que sacaran fuera a los hombres por un momento.
Y les dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros acerca de estos hombres en lo que habéis de hacer.
Porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien; al que se agregó un número de hombres como cuatrocientos, el cual fue muerto; y todos los que le creyeron fueron dispersos, y reducidos a nada.
Y ahora os digo: Dejaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá;
Por tanto, hermanos, escoged de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu {Santo} y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.
Entonces, en secreto persuadieron a {algunos} hombres para que dijeran: Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y {contra} Dios.
Sin embargo, el Altísimo no habita en {casas} hechas por manos {de hombres;} como dice el profeta:
Y {algunos} hombres piadosos sepultaron a Esteban, y lloraron a gran voz por él.
Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas; y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel.
Pero cuando creyeron a Felipe, que les anunciaba el Evangelio del Reino de Dios y el Nombre de Jesús el Cristo, se bautizaban hombres y mujeres.
y demandó de él letras para Damasco a las sinagogas, para que si hallara algunos hombres o mujeres de este camino, los trajera presos a Jerusalén.
Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie.
Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No te detengas en venir hasta nosotros.
Envía pues ahora hombres a Jope, y haz venir a un Simón, que tiene por sobrenombre Pedro.
Y estando Pedro dudando dentro de sí qué sería la visión que había visto, he aquí, los hombres que habían sido enviados por Cornelio, que, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.
Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu Santo: He aquí, tres hombres te buscan.
Entonces Pedro, descendiendo a los hombres que eran enviados por Cornelio, dijo: He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido?
~`Envía {unos hombres} a Jope, y haz llamar a Simón, que también se llama Pedro; él está hospedado en casa de Simón {el} curtidor, junto al mar.'
Diciendo: ¿Por qué has entrado á hombres incircuncisos, y has comido con ellos?
Y he aquí, luego sobrevinieron tres hombres a la casa donde yo estaba, enviados a mí de Cesarea.
"Y él nos contó cómo había visto al ángel de pie en su casa, el cual le dijo: `Envía {unos hombres} a Jope y haz traer a Simón, que también se llama Pedro,
Pero había algunos de ellos, hombres de Chipre y de Cirene, los cuales al llegar a Antioquía, hablaban también a los griegos, predicando al Señor Jesús.
Pablo se levantó, y haciendo señal con la mano, dijo: Hombres de Israel, y vosotros que teméis a Dios, escuchad:
Pero los judíos instigaron a las mujeres piadosas {y} distinguidas, y a los hombres más prominentes de la ciudad, y provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de su comarca.
Entonces la multitud, visto lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses semejantes a hombres han descendido a nosotros.
y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todo lo que está en ellos;
para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales es llamado mi nombre, dice el Señor, que hace todas estas cosas.
Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, escoger de entre ellos {algunos} hombres para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres prominentes entre los hermanos,
nos pareció bien, habiendo llegado a un común acuerdo, escoger {algunos} hombres para enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,
hombres que han expuesto sus vidas por el Nombre de nuestro Señor Jesús, el Cristo.
Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Alto, los cuales os anuncian el camino de salud.
y presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra ciudad,
Cuando fue de día, los magistrados enviaron los alguaciles, diciendo: Deja ir a aquellos hombres.
Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
Entonces los judíos que eran desobedientes, teniendo celos, tomaron consigo a algunos ociosos, hombres malos, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo a la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Así que creyeron muchos de ellos; y mujeres griegas honestas, y no pocos hombres.
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