'Nuestros' en la Biblia
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
Ahora han cercado nuestros pasos; tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
En ti esperaron nuestros padres: Esperaron, y tú los libraste.
Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Masquil» Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.
Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.
Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales con nuestros ejércitos.
Nos pusiste por vergüenza a nuestros vecinos, por escarnio y por burla a los que nos rodean.
No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni nuestros pasos se han apartado de tu camino;
Él sujetará a los pueblos debajo de nosotros, y a las naciones debajo de nuestros pies.
Ciertamente, tú, oh Dios, que nos habías desechado; y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos.
En Dios haremos proezas; y Él hollará a nuestros enemigos.
Él es quien preserva nuestra alma en vida, y no permite que nuestros pies resbalen.
Nos metiste en la red; pusiste aflicción en nuestros lomos.
las cuales hemos oído y entendido; que nuestros padres nos las contaron.
Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel; la cual mandó a nuestros padres que la enseñasen a sus hijos;
Somos afrentados de nuestros vecinos, escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.
Ayúdanos, oh Dios, salvación nuestra, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y aplácate sobre nuestros pecados por amor de tu nombre.
Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.
Y da a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.
Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan entre sí.
Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu rostro.
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años como un pensamiento.
Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.
De mañana sácianos de tu misericordia; y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Pecamos como nuestros padres, hicimos iniquidad, hicimos impiedad.
Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas; no se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias; sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
¿No eres tú, oh Dios, el que nos habías desechado, y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?
En Dios haremos proezas; y Él hollará a nuestros enemigos.
De parte de Jehová es esto; es maravilloso a nuestros ojos.
Nuestros pies estuvieron en tus puertas, oh Jerusalén;
He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios; hasta que tenga misericordia de nosotros.
y nos rescató de nuestros enemigos, porque para siempre es su misericordia.
Como quien hiende y rompe la tierra, son esparcidos nuestros huesos a la boca de la sepultura.
Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; Nuestras hijas como las esquinas labradas a manera de las de un palacio;
Nuestros graneros llenos, provistos de toda clase de grano; nuestros ganados, se multipliquen de millares y decenas de millares en nuestros campos:
Que nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; que no tengamos asalto, ni que hacer salida, ni grito de alarma en nuestras plazas.