'Pues' en la Biblia
- 1.Gé 1:27-Gé 34:21
- 2.Gé 35:4-Éx 14:9
- 3.Éx 16:3-Números 13:17
- 4.Números 14:9-Deuteronomio 23:7
- 5.Deuteronomio 24:4-Jueces 3:1
- 6.Jueces 3:4-Rut 3:17
- 7.Rut 4:6-1 Samuel 18:8
- 8.1 Samuel 18:11-2 Samuel 6:10
- 9.2 Samuel 6:17-1 Reyes 1:13
- 10.1 Reyes 1:21-2 Reyes 2:18
- 11.2 Reyes 3:2-1 Crónicas 23:27
- 12.1 Crónicas 24:5-2 Crónicas 30:18
- 13.2 Crónicas 30:25-Job 17:3
- 14.Job 17:10-Salmos 79:7
- 15.Salmos 86:2-Isaías 19:12
- 16.Isaías 21:16-Jeremías 11:14
- 17.Jeremías 11:17-Jeremías 51:6
- 18.Jeremías 51:26-Daniel 5:16
- 19.Daniel 6:8-Zacarías 8:19
- 20.Zacarías 9:5-Marcos 6:14
- 21.Marcos 6:17-Lucas 22:2
- 22.Lucas 22:13-Juan 21:13
- 23.Hechos 1:5-Romanos 3:9
- 24.Romanos 3:20-1 Corintios 9:9
- 25.1 Corintios 9:10-Gálatas 2:6
- 26.Gálatas 2:19-Hebreos 3:19
- 27.Hebreos 4:1-Apocalipsis 14:4
- 28.Apocalipsis 14:15-Apocalipsis 21:25
E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como su padre y su madre, pues quitó el pilar {sagrado} de Baal que su padre había hecho.
Partieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá, y el rey de Idumea; y como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército, y para las bestias que los seguían.
Pues así dice el SEÑOR: ``No veréis viento, ni veréis lluvias; sin embargo ese valle se llenará de agua, y beberéis vosotros y vuestros ganados y vuestras bestias."
y dijeron: ¡Esto es sangre! Los reyes se han revuelto, y cada uno ha dado muerte a su compañero. Ahora pues, ¡Moab, a la presa!
Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí ella no tiene hijo, y su marido es viejo.
Partió, pues, y vino al varón de Dios al monte del Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He aquí la sunamita.
Y salió uno al campo a recoger hierbas, y halló una como parra montés, y tomó de ella su manto lleno de calabazas silvestres; y volvió, y las cortó en la olla del potaje, pues no sabía lo que era.
Y el rey de Siria le dijo: Anda, ve, y yo enviaré letras al rey de Israel. Partió, pues él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.
Vino, pues, Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a la entrada de la casa de Eliseo.
Y regresó al hombre de Dios con toda su compañía, y fue y se puso delante de él, y dijo: He aquí, ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego, pues, que recibas ahora un presente de tu siervo.
Entonces Naamán dijo: Te ruego, pues, ¿no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas de esta tierra? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni sacrificio a otros dioses, sino al SEÑOR.
Y él le dijo: Vete en paz. Partióse pues de él, y caminó como el espacio de una milla.
Se fue, pues, con ellos; y cuando llegaron al Jordán, cortaron la madera.
Cocimos, pues, mi hijo, y le comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido su hijo.
Y Eliseo sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos; y el rey envió a él un varón. Mas antes que el mensajero viniera a él, dijo él a los ancianos: ¿No habéis visto como este hijo del homicida me envía a quitarme la cabeza? Mirad, pues, y cuando viniere el mensajero, cerrad la puerta, e impedidle la entrada; ¿no viene tras él el estruendo de los pies de su amo?
Si hablaremos de entrar en la ciudad, por el hambre que hay en la ciudad moriremos en ella; y si nos quedamos aquí, también moriremos. Vamos, pues, ahora, y pasémonos al ejército de los Sirios; si ellos nos dieren la vida, viviremos; y si nos dieren la muerte, moriremos.
Se levantaron, pues, en el principio de la noche, para irse al campamento de los sirios; y llegando a las primeras estancias de los sirios, no había allí hombre.
Y se dijeron el uno al otro: No hacemos bien; hoy es día de dar la buena nueva, y nosotros callamos; y si esperamos hasta la luz de la mañana, seremos tomados en la iniquidad. Vamos pues, ahora, entremos y demos la nueva en casa del rey.
Tomaron pues dos caballos de un carro, y envió el rey tras el campamento de los sirios, diciendo: Id, y ved.
Aconteció, pues, de la manera que el varón de Dios había hablado al rey, diciendo: Dos seah de cebada por un siclo, y el seah de flor de harina será vendido por un siclo mañana a estas horas, a la puerta de Samaria.
Tomó, pues, Hazael en su mano un presente de todos los bienes de Damasco, cuarenta camellos cargados, y le salió a recibir; y llegó, y se puso delante de él, y dijo: Tu hijo Ben-adad, rey de Siria, me ha enviado a ti, diciendo: ¿He de sanar de esta enfermedad?
Fue, pues, el joven, el siervo del profeta, a Ramot de Galaad.
Fue, pues, el de a caballo a reconocerlos, y dijo: El rey dice así: ¿Hay paz? Y Jehú le dijo: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Vuélvete tras mí. El atalaya dio luego aviso, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, y no vuelve.
Entonces {Jehú} dijo a su oficial Bidcar: Tóma{lo} y tíralo en la porción del campo de Nabot de Jezreel, pues recuerdo cuando tú y yo íbamos juntos montados detrás de su padre Acab, que el SEÑOR pronunció esta sentencia contra él:
Que yo vi ayer la sangre de Nabot, y la sangre de sus hijos, dijo el SEÑOR; y que te las tengo que devolver en esta heredad, dijo el SEÑOR. Tómale pues, ahora, y échalo en la heredad, conforme a la palabra del SEÑOR.
Cuando él entró, comió y bebió; entonces dijo: Encargaos ahora de esta maldita y enterradla, pues es hija de rey.
Pero ellos temieron en gran manera y dijeron: He aquí, los dos reyes no pudieron sostenerse delante de él; ¿cómo, pues, podremos sostenernos nosotros?
Partiendo luego de allí se encontró con Jonadab hijo de Recab; y después que lo hubo saludado, le dijo: ¿Es recto tu corazón, como el mío es recto con el tuyo? Y Jonadab dijo: Lo es. Pues si lo es, dame la mano. Y él le dio su mano y lo hizo subir consigo en el carro.
Y le dijo: Ven conmigo, y verás mi celo por el SEÑOR. Lo pusieron, pues, en su carro.
Llamadme, pues, luego a todos los profetas de Baal, a todos sus siervos, y a todos sus sacerdotes; que no falte ninguno, porque tengo un gran sacrifico para Baal; cualquiera que faltare, no vivirá. Esto hacía Jehú con astucia, para destruir a los que servían a Baal.
Los centuriones pues, hicieron todo como el sacerdote Joiada les mandó: y tomando cada uno los suyos, es á saber, los que habían de entrar el sábado, y los que habían salido el sábado, viniéronse á Joiada el sacerdote.
Diéronle pues lugar, y como iba el camino por donde entran los de á caballo á la casa del rey, allí la mataron.
Con todo eso los lugares altos no se quitaron; pues el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Llamando entonces el rey Joás al sacerdote Joiada y a los sacerdotes, les dijo: ¿Por qué no reparáis las aberturas de la Casa? Ahora pues, no toméis más el dinero de vuestros familiares, sino dadlo para reparar las aberturas del templo.
Pues Josachâr hijo de Simaath, y Jozabad hijo de Somer, sus siervos, hiriéronle, y murió. Y sepultáronle con sus padres en la ciudad de David, y reinó en su lugar Amasías su hijo.
Mas Joacaz se entristeció delante del SEÑOR, y el SEÑOR lo oyó; porque miró la aflicción de Israel, pues el rey de Siria los afligía.
Porque no le había quedado pueblo a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros, y diez mil hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para hollar.
Hazael pues, rey de Siria, afligió á Israel todo el tiempo de Joachâz.
Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo aún sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Ciertamente has herido a Edom, y tu corazón te ha envanecido; gloríate pues, mas estate en
Porque el SEÑOR había visto la aflicción de Israel, {que era} muy amarga; pues no había siervo ni libre, ni nadie que ayudara a Israel.
Con todo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo todavía sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Pues subió Manahem hijo de Gadi, de Thirsa, y vino á Samaria, é hirió á Sallum hijo de Jabes en Samaria, y matólo, y reinó en su lugar.
Con todo eso los lugares altos no fueron quitados; pues el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en los lugares altos. Este también edificó la puerta más alta de la Casa del SEÑOR.
Y atendióle el rey de Asiria; pues subió el rey de Asiria contra Damasco, y tomóla, y trasportó los moradores á Kir, y mató á Resín.
Pues servían á los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto;
Pues siguió a Jehová y no se apartó de Él, sino que guardó los mandamientos que Jehová prescribió a Moisés.
`Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos.
¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán, al menor de los siervos de mi señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y su gente de a caballo?
Y ellos le dijeron: Así dice Ezequías: ``Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz.
``Tal vez el SEÑOR tu Dios oirá todas las palabras del Rabsaces, a quien su señor, el rey de Asiria, ha enviado para injuriar al Dios vivo, y {lo} reprenderá por las palabras que el SEÑOR tu Dios ha oído. Eleva, pues, una oración por el remanente que aún queda."
Vinieron pues los siervos del rey Ezequías a Isaías.
Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna, pues había oído que {el rey} había partido de Laquis.
Ahora, pues, oh SEÑOR Dios nuestro, sálvanos ahora de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que tú solo eres el SEÑOR Dios.
``Porque te has airado contra mí, y porque tu arrogancia ha subido hasta mis oídos, pondré, pues, mi garfio en tu nariz y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra del SEÑOR que has hablado es buena. Pues pensaba: ¿No es así, si hay paz y seguridad en mis días?
Pues anduvo en todo el camino en que su padre había andado, sirvió a los ídolos a los que su padre había servido y los adoró.
asimismo por la sangre inocente que derramó, pues llenó a Jerusalén de sangre inocente; por tanto el SEÑOR no quiso perdonar.
Fué pues la ira de Jehová contra Jerusalem y Judá, hasta que los echó de su presencia. Y Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Tomado, pues, el rey, le trajeron al rey de Babilonia a Ribla, y profirieron contra él sentencia.
Fueron, pues, los hijos de Rubén, primogénito de Israel: Hanoc, Falú, Hezrón y Carmi.
Muchos, pues, cayeron muertos, porque la guerra {era} de Dios. Y habitaron en su lugar hasta el destierro.
Estos, pues, con sus hijos quedaron: de los hijos de Coat, Hemán cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel;
Y estas son sus moradas, conforme a sus campamentos dentro de sus territorios. A los hijos de Aarón, de las familias de los coatitas (pues a ellos les tocó la suerte {primero}),
Les dieron pues á Hebrón en tierra de Judá, y sus ejidos alrededor de ella.
Engendró, pues, de Hodes su mujer, a Jobab, Sibia, Mesa, Malcam,
Así pues, ellos y sus hijos {estuvieron} encargados de las puertas de la casa del SEÑOR, {es decir,} la casa de la tienda.
Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel, conforme a la palabra del SEÑOR por medio de Samuel.
De los tres fue más ilustre que los otros dos, pues era el capitán de ellos; pero no igualó a los tres primeros.
Entonces se envistió el espíritu en Amasai, príncipe de treinta, y dijo: Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Jessé. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes de la cuadrilla.
Ellos ayudaron a David contra la banda de merodeadores, pues todos eran hombres fuertes y valientes, y fueron capitanes en el ejército.
Pues los filisteos habían venido y hecho una incursión en el valle de Refaim.
Subieron pues á Baal-perasim, y allí los hirió David. Dijo luego David: Dios rompió mis enemigos por mi mano, como se rompen las aguas. Por esto llamaron el nombre de aquel lugar Baal-perasim.
Hizo, pues, David como Dios le mandó, e hirieron al ejército de los filisteos desde Gabaón hasta Gezer.
pues por no haberlo hecho así vosotros la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios hizo en nosotros rotura, por cuanto no le buscamos según su ordenanza.
Se santificaron, pues, los sacerdotes y los levitas para subir el arca del SEÑOR, Dios de Israel.
Y Chênanías, principal de los Levitas, estaba para la entonación; pues él presidía en el canto, porque era entendido.
David pues y los ancianos de Israel, y los capitanes de los millares fueron a traer el arca del pacto del SEÑOR de casa de Obed-edom, con alegría.
Ahora pues, así dirás a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Yo te tomé del pastizal, de seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel.
Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como a un hombre excelente, oh SEÑOR Dios.
¿Qué más puede añadir David pidiendo de ti para glorificar a tu siervo? Pues tú conoces a tu siervo.
Pues hiciste a tu pueblo Israel pueblo tuyo para siempre, y tú, SEÑOR, has venido a ser su Dios.
Ahora pues, SEÑOR, la palabra que has hablado acerca de tu siervo y de su casa, sea firme para siempre, y haz como has dicho.
Permanezca, pues, y sea engrandecido tu nombre para siempre, a fin de que se diga: El SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel, es Dios para Israel. Y sea la casa de tu siervo David firme delante de ti.
Ahora pues, SEÑOR, tú eres el Dios que has hablado de tu siervo este bien;
envió a su hijo Adoram al rey David para saludarlo y bendecirlo, porque había peleado contra Hadad-ezer y lo había derrotado, pues Hadad-ezer había estado en guerra con Tou. Y {Adoram trajo} toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce,
Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, porque su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David mensajeros para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas a {ver a} Hanún para consolarlo,
Se fueron, pues, y fue dada la nueva a David de aquellos varones, y él envió a recibirles, porque estaban muy afrentados. Y les dijo el rey: Estaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y entonces volveréis.
Dijo, pues, David a Joab y a los jefes del pueblo: Id, contad a Israel desde Beerseba hasta Dan, y traedme {el resultado} para que yo sepa el número de ellos.
Sin embargo, la palabra del rey prevaleció contra Joab. Salió, pues, Joab y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén.
Escógete, o tres años de hambre; o que por tres meses seas consumido delante de tus enemigos, y que la espada de tus adversarios te alcance; o por tres días la espada del SEÑOR y pestilencia en la tierra, y que el ángel del SEÑOR destruya en todo el término de Israel; mira pues qué he de responder al que me ha enviado.
Y dijo David: Salomón mi hijo es aún muchacho y tierno, y la Casa que se ha de edificar al SEÑOR ha de ser magnífica por excelencia, para nombre y honra en todas las tierras; ahora pues yo le aparejaré lo necesario. Y preparó David antes de su muerte en gran abundancia.
``He aquí, te nacerá un hijo, que será hombre de paz; yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor, pues Salomón será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel.
Ahora pues, hijo mío, sea contigo el SEÑOR, y seas prosperado, y edifiques Casa al SEÑOR tu Dios, como él ha dicho de ti.
Entonces serás prosperado, si guardares para hacer los estatutos y derechos que el SEÑOR mandó a Moisés sobre Israel. Esfuérzate pues, y cobra ánimo; no temas, ni desmayes.
Del oro, de la plata, del bronce, y del hierro, no hay número. Levántate pues, y a la obra; que el SEÑOR será contigo.
¿No está con vosotros el SEÑOR vuestro Dios? ¿Y no os ha dado paz por todos lados? Pues El ha entregado en mi mano a los habitantes de la tierra, y la tierra está sojuzgada delante del SEÑOR y delante de su pueblo.
Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestras almas en buscar al SEÑOR vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para traer el arca del pacto del SEÑOR, y los santos vasos de Dios, a la Casa edificada al nombre del SEÑOR.
Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.
Pues de acuerdo con las últimas palabras de David, los hijos de Leví {fueron} contados de veinte años para arriba;
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- 15.Salmos 86:2-Isaías 19:12
- 16.Isaías 21:16-Jeremías 11:14
- 17.Jeremías 11:17-Jeremías 51:6
- 18.Jeremías 51:26-Daniel 5:16
- 19.Daniel 6:8-Zacarías 8:19
- 20.Zacarías 9:5-Marcos 6:14
- 21.Marcos 6:17-Lucas 22:2
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