426 casos en 6 traducciones

'Señor' en la Biblia

¡Oh gente que ofende, pueblo cargado de iniquidad, generación de malignos, hijos corruptos! Dejaron al SEÑOR, provocaron a ira al Santo de Israel; se tornaron atrás.

Si el SEÑOR de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedara un remanente pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.

Príncipes de Sodoma, oíd la palabra del SEÑOR; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

¿Para qué me sirve la multitud de vuestros sacrificios? dirá el SEÑOR. Hastiado estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

si no quisiereis, y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada, porque la boca del SEÑOR lo ha dicho.

Por tanto, dice el Señor DIOS de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios;

Y acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el Monte de la Casa del SEÑOR por cabeza de los montes; y será ensalzado sobre los collados; y correrán a él todos los gentiles;

Venid, oh casa de Jacob, y caminemos a la luz del SEÑOR.

La altivez de los ojos del hombre será abatida; y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.

Y la altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo el SEÑOR será ensalzado en aquel día.

Y se meterán en las cavernas de las peñas, y en las aberturas de la tierra, por la presencia espantosa del SEÑOR, y por el resplandor de su majestad, cuando él se levantará para herir la tierra.

y se meterán en las hendiduras de las piedras, y en las cavernas de las peñas, delante de la presencia temerosa del SEÑOR, y del resplandor de su majestad, cuando se levantare para herir la tierra.

Porque he aquí que el Señor DIOS de los ejércitos quita de Jerusalén y de Judá al sustentador y la sustentadora, todo sustento de pan y todo socorro de agua;

Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra el SEÑOR, para irritar los ojos de su majestad.

El SEÑOR está en pie para litigar, y está para juzgar a los pueblos.

El SEÑOR vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo, y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas.

¿Qué pensáis vosotros que majáis a mi pueblo, y moléis las caras de los pobres? Dice el Señor DIOS de los ejércitos.

Asimismo dice el SEÑOR: Por cuanto las hijas de Sion se ensoberbecen, y andan con cuello erguido y los ojos descompuestos; y cuando andan, van como danzando, y haciendo son con los pies;

Aquel día quitará el Señor el atavío del calzado, y las redecillas, y las lunetas;

Y creará el SEÑOR sobre toda la morada del Monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá cobertura.

Ciertamente la viña del SEÑOR de los ejércitos es la casa de Israel, y todo hombre de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí opresión; justicia, y he aquí clamor.

Ha llegado a mis oídos de parte del SEÑOR de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.

Pero el SEÑOR de los ejércitos será ensalzado con juicio; y el Dios Santo será santificado con justicia.

Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la paja es desecha por la llama, así será su raíz como pudrición, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley del SEÑOR de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

Por esta causa se encendió el furor del SEÑOR contra su pueblo; y extendiendo contra él su mano, lo hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.

Y yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y respondió él: Hasta que las ciudades estén asoladas, y sin morador, ni hombre en las casas, y la tierra sea tornada en desierto;

hasta que el SEÑOR quite lejos los hombres, y haya gran soledad en la tierra.

Entonces dijo el SEÑOR a Isaías: Sal ahora al encuentro de Acaz, tú, y Sear-jasub tu hijo, al extremo del conducto de la pesquera de arriba, en el camino de la heredad del Lavador,

Y habló más el SEÑOR a Acaz, diciendo:

El SEÑOR hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, es a saber, al rey de Asiria.

Y acontecerá que aquel día silbará el SEÑOR a la mosca que está en el fin de los ríos de Egipto, y a la abeja que está en la tierra de Asiria.

En aquel día raerá el Señor con navaja alquilada, con los que habitan del otro lado del río, es a saber, con el rey de Asiria, cabeza y pelos de los pies; y aun la barba también quitará.

Y me dijo el SEÑOR: Tómate un gran volumen, y escribe en él en estilo vulgar Maher-salal-hasbaz. Date prisa al despojo, apresúrate a la presa.

Y me junté con la profetisa, la cual concibió, y dio a luz un hijo. Y me dijo el SEÑOR: Ponle por nombre Maher-salal-hasbaz.

Otra vez me tornó el SEÑOR a hablar, diciendo:

he aquí, por tanto, que el Señor hace subir sobre ellos aguas de río, impetuosas y muchas, es a saber, al rey de Asiria con todo su poder: el cual subirá sobre todos sus ríos, y pasará sobre todas sus riberas;

Porque el SEÑOR me dijo de esta manera con mano fuerte, y me enseñó que no caminara por el camino de este pueblo, diciendo:

Al SEÑOR de los ejércitos, a él santificad; El sea vuestro temor, y él sea vuestro miedo.

He aquí, yo y los hijos que me dio el SEÑOR, somos por señales y prodigios en Israel, de parte del SEÑOR de los ejércitos, que mora en el Monte de Sion.

La multitud del señorío, y la paz, no tendrán término sobre el trono de David, y sobre su Reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto.

Mas el SEÑOR ensalzará los enemigos de Rezín contra él, y juntará sus enemigos;

Por tanto, el Señor no tomará contentamiento en sus jóvenes, ni de sus huérfanos y viudas tendrá misericordia; porque todos son falsos y malignos, y toda boca habla despropósitos. Con todo esto no cesará su furor, antes todavía su mano está extendida.

Por la ira del SEÑOR de los ejércitos se oscureció la tierra, y será el pueblo como tragamiento del fuego; el hombre no tendrá piedad de su hermano.

Mas acontecerá que después que el Señor hubiere acabado toda su obra en el Monte de Sion, y en Jerusalén, visitaré sobre el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y sobre la gloria de la altivez de sus ojos.

Por tanto el Señor DIOS de los ejércitos, enviará flaqueza sobre sus gordos; y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como encendimiento de fuego.

Y acontecerá en aquel tiempo, que los que hubieren quedado de Israel, y los que hubieren quedado de la casa de Jacob, nunca más estriben sobre el que los hirió; sino que se apoyarán sobre el SEÑOR, el Santo de Israel con verdad.

Por tanto, el Señor DIOS de los ejércitos, hará consumación y fenecimiento en medio de toda la tierra.

Por tanto, el Señor DIOS de los ejércitos, dice así: Pueblo mío, morador de Sion, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, por la vía de Egipto;

Y levantará el SEÑOR de los ejércitos azote contra él, como la matanza de Madián a la peña de Oreb; y alzará su vara sobre el mar, por la vía de Egipto.

He aquí el Señor DIOS de los ejércitos, desgajará el ramo con fortaleza; y los de grande altura serán cortados, y los altos serán humillados.

Y acontecerá en aquel tiempo, que el SEÑOR tornará a poner otra vez su mano, para poseer el remanente de su pueblo que fue dejado de Assur, de Egipto, de Patros, de Etiopía, de Elam, de Caldea, de Hamat, y de las islas del mar.

Y secará el SEÑOR la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con fortaleza de su espíritu sobre el Río, y lo herirá en siete riberas, y hará que pasen por él con zapatos.

Y diréis en aquel día: Cantad al SEÑOR; invocad su nombre. Haced célebres en los pueblos sus obras. Recordad como su nombre es engrandecido.

Murmullo de multitud suena en los montes, como de mucho pueblo; murmullo de sonido de reinos, de gentiles reunidos; el SEÑOR de los ejércitos ordena las tropas de la batalla.

Aullad, porque cerca está el día del SEÑOR; como asolamiento por Poderoso vendrá.

Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación del SEÑOR de los ejércitos, y en el día de la ira de su furor.

Y los tomarán los pueblos, y los traerán a su lugar; y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra del SEÑOR; y cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán a los que los oprimieron.

Y será que en el día que el SEÑOR te diera reposo de tu trabajo, y de tu temor, y de la dura servidumbre en que te hicieron servir,

Quebrantó el SEÑOR el bastón de los impíos, el cetro de los señores;

Porque yo me levantaré sobre ellos, dice el SEÑOR de los ejércitos, y raeré de Babilonia el nombre y las reliquias, hijo y nieto, dice el SEÑOR.

Y la pondré en posesión de erizos, y en lagunas de aguas; y la barreré con escobas de destrucción, dice el SEÑOR de los ejércitos.

¿Y qué se responderá a los mensajeros de los gentiles? Que el SEÑOR fundó a Sion, y que en ella tendrán confianza los afligidos de su pueblo.

Esta es la palabra, que pronunció el SEÑOR sobre Moab desde aquel tiempo.

Pero ahora el SEÑOR habló, diciendo: Dentro de tres años, como cuenta los años un jornalero, será abatida la gloria de Moab, con toda su gran multitud; y sus residuos serán pocos, pequeños, y no fuertes.

Y cesará el socorro de Efraín, y el reino de Damasco; y lo que quedare de Siria, será como la gloria de los hijos de Israel, dice el SEÑOR de los ejércitos.

Y quedarán en él rebuscos, como cuando sacuden el aceituno, que quedan ahí dos o tres granos en la punta de la rama, cuatro o cinco frutos en sus ramas, dice el SEÑOR Dios de Israel.

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