'Uno' en la Biblia
Las asnas de Cis, padre de Saúl, se habían perdido, por lo cual Cis dijo a su hijo Saúl: ``Toma ahora contigo uno de los criados, levántate, y ve en busca de las asnas."
(Antiguamente en Israel, cuando uno iba a consultar a Dios, decía: ``Vengan, vamos al vidente;" porque al que hoy {se le llama} profeta, antes se le llamaba vidente.)
"De allí seguirás más adelante, llegarás hasta la encina de Tabor, y allí te encontrarás con tres hombres que suben a Dios en Betel, uno llevando tres cabritos, otro llevando tres tortas de pan y otro llevando un odre de vino;
Entonces Samuel dio al pueblo las ordenanzas del reino, y {las} escribió en el libro, el cual puso delante del SEÑOR. Y despidió Samuel a todo el pueblo, cada uno a su casa.
Y Saúl escogió para sí 3,000 hombres de Israel, de los cuales 2,000 estaban con Saúl en Micmas y en la región montañosa de Betel (Casa de Dios), y 1,000 estaban con Jonatán en Geba de Benjamín. Y al resto del pueblo lo despidió, cada uno a su tienda.
Y entre los desfiladeros por donde Jonatán intentaba cruzar a la guarnición de los Filisteos, {había} un peñasco puntiagudo por un lado, y un peñasco puntiagudo por el otro lado; el nombre de uno era Boses y el nombre del otro Sene.
Uno de los peñascos se levantaba al norte, frente a Micmas, y el otro al sur, frente a Geba.
Entonces uno del pueblo {le} dijo: ``Tu padre puso bajo estricto juramento al pueblo y dijo: `Maldito sea el hombre que tome alimento hoy.'" Y el pueblo estaba desfallecido.
Y Saúl añadió: ``Dispérsense entre el pueblo, y díganles: `Tráigame cada uno de ustedes su buey o su oveja; máten{los} aquí y coman, pero no pequen contra el SEÑOR comiendo {carne} con sangre.'" Y aquella noche todo el pueblo trajo cada cual su buey consigo, y {los} mataron allí.
Entonces Saúl dijo: ``Descendamos contra los Filisteos de noche, tomemos despojo de entre ellos hasta el amanecer, y no dejemos {ni} uno de ellos." Y ellos dijeron: ``Haz lo que te parezca bien." Entonces el sacerdote dijo: ``Acerquémonos a Dios aquí."
Y respondió uno de los mancebos: ``Yo he visto a un hijo de Isaí, el de Belén, que sabe tocar, es poderoso y valiente, un hombre de guerra, prudente en su hablar, hombre bien parecido y el SEÑOR está con él."
"Su siervo ha matado tanto al león como al oso; y este Filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente."
"Ni quitarás tu misericordia de mi casa para siempre, ni aun cuando el SEÑOR haya quitado de la superficie de la tierra a cada uno de los enemigos de David?"
Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David {lloró} más.
Y Jonatán dijo a David: ``Vete en paz, ya que nos hemos jurado el uno al otro en el nombre del SEÑOR, diciendo: `El SEÑOR esté entre tú y yo, y entre mi descendencia y tu descendencia para siempre.'" {David} se levantó y se fue, y Jonatán entró en la ciudad.
Y uno de los siervos de Saúl estaba allí aquel día, detenido delante del SEÑOR; se llamaba Doeg el Edomita, jefe de los pastores de Saúl.
Y David dijo a sus hombres: ``Cíñase cada uno su espada." Y cada hombre se la ciñó. David también se ciñó la suya, y unos 400 hombres subieron tras David, mientras que otros 200 se quedaron cuidando el equipaje.
Pero uno de los criados avisó a Abigail, mujer de Nabal: ``David envió mensajeros desde el desierto a saludar a nuestro señor, pero él los ha tratado mal.
Y David dijo a Abner: `` ¿No eres tú un hombre? ¿Quién es como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has protegido a tu señor el rey? Porque uno del pueblo vino para matar a tu señor el rey.
David respondió: ``Aquí está la lanza del rey. Que pase acá uno de los jóvenes y la recoja.
"El SEÑOR pagará a cada uno {según} su justicia y su fidelidad; pues el SEÑOR lo entregó hoy en {mi} mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del SEÑOR.
Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Pero David se fortaleció en el SEÑOR su Dios.
Llamando David a uno de los jóvenes, {le} dijo: ``Ve, mátalo." Y él lo hirió, y murió.
Y David trajo a los hombres que {estaban} con él, cada uno con su familia; y habitaron en las ciudades de Hebrón.
Cada uno agarró a su adversario por la cabeza, y {metió} su espada en el costado del adversario de manera que cayeron juntos. Por eso aquel lugar fue llamado Helcat Hazurim, el cual está en Gabaón.
Abner le dijo: ``Desvíate a tu derecha o a tu izquierda, apodérate de uno de los jóvenes y toma para ti sus despojos." Pero Asael no quería dejar de perseguirlo.
El hijo de Saúl {tenía} dos hombres que eran jefes de bandas: el nombre de uno era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón el Beerotita, de la tribu de Benjamín (porque Beerot es también considerado {parte} de Benjamín,
porque cuando uno me avisó: `Saúl ha muerto,' pensando que me traía buenas noticias, yo lo prendí y lo maté en Siclag, lo cual fue el pago que le di por {sus} noticias.
Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, una torta de pan, una de dátiles y una de pasas a cada uno. Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.
Respondió Siba al rey: ``Conforme a todo lo que mi señor el rey mande a su siervo, así hará su siervo." Y Mefiboset comió a la mesa de David como uno de los hijos del rey.
Entonces David dijo al mensajero: ``Así dirás a Joab: `No tengas pesar por esto, porque la espada devora tanto a uno como al otro. Haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela'; y tú aliéntalo."
Entonces el SEÑOR envió a Natán a David. Y Natán vino a él y le dijo: ``Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
"Pues, ¿adónde iría yo con mi deshonra? Y tú serías como uno de los insensatos de Israel. Ahora pues, te ruego que hables al rey, que él no me negará a ti."
Y los siervos de Absalón hicieron a Amnón tal como Absalón {les} había mandado. Entonces todos los hijos del rey se levantaron, y montándose cada uno en su mulo, huyeron.
Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: ``Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos."
``Su sierva tenía dos hijos; lucharon entre sí en el campo, y no habiendo quien los apartara, uno hirió al otro y lo mató.
Y la mujer dijo: `` ¿Por qué, pues, ha pensado tal cosa contra el pueblo de Dios? Porque al decir esta palabra, el rey {se hace} como uno que es culpable, {ya que} el rey no hace volver a su desterrado.
David subía a la cuesta del {Monte de los} Olivos, y mientras iba, lloraba con la cabeza cubierta y {los pies} descalzos. Entonces todo el pueblo que {iba} con él cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.
El consejo que Ahitofel daba en aquellos días {era} como si uno consultara la palabra de Dios. Así era {considerado} todo consejo de Ahitofel tanto por David como por Absalón.
"Así que iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra. De él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno.
Cuando uno de los hombres vio {esto,} avisó a Joab: ``Yo vi a Absalón colgado de una encina."
Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda.
Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: ``Miren, el rey está sentado a la puerta," entonces todo el pueblo vino delante del rey. Pero {los de} Israel habían huido, cada uno a su tienda.
Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, el Benjamita; y {éste} tocó la trompeta y dijo: ``No tenemos parte con David, Ni tenemos heredad con el hijo de Isaí; ¡Israel, cada uno a sus tiendas!"
Y junto a Amasa estaba uno de los jóvenes de Joab, y dijo: ``Quien esté por Joab y quien esté por David, que siga a Joab."
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue {a hablar} a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se {la} arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
Y después de él, Eleazar, hijo de Dodo el Ahohíta, uno de los tres valientes {que estaban} con David cuando desafiaron a los Filisteos que se habían reunido allí para la batalla y se habían retirado los hombres de Israel.
Entonces todos los invitados de Adonías se aterrorizaron, y se levantaron y cada uno se fue por su camino.
Y Salomón dijo: ``Si es hombre digno, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; pero si se halla maldad en él, morirá."
Salomón tenía doce oficiales sobre todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno tenía que hacerlo un mes en el año.
Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón. No dejaban que faltara nada.
También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos {de tiro} y los corceles al lugar donde debieran estar.
También edificó pisos junto a toda la casa, cada uno de 2.25 metros de alto, y estaban asegurados a la casa con vigas de cedro.
También en el santuario interior hizo dos querubines de madera de olivo, cada uno de 4.5 metros de alto.
La altura de uno de los querubines {era} de 4.5 metros, y asimismo la del otro querubín.
Colocó los querubines en medio de la casa interior; las alas de los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba {una} pared y el ala del otro querubín tocaba la otra pared. Sus {otras dos} alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa.
escucha Tú {desde} los cielos, el lugar de Tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, {ya que} conoces su corazón, porque sólo Tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres,
Doce leones estaban de pie allí en las seis gradas a uno y otro lado; nada semejante se había hecho para ningún {otro} reino.
Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; {y} así año tras año.
`Así dice el SEÑOR: ``No subirán ni pelearán contra sus hermanos los Israelitas. Vuelva cada uno a su casa, porque de Mí ha venido esto."'" Y ellos escucharon la palabra del SEÑOR, y se volvieron para irse conforme a la palabra del SEÑOR.
Y esto fue motivo de pecado, porque el pueblo iba {aun} hasta Dan {a adorar} delante de uno {de los becerros.}
En el año treinta y uno de Asa, rey de Judá, Omri comenzó a reinar sobre Israel, {y reinó} doce años; seis años reinó en Tirsa.
Entonces Jezabel envió un mensajero a Elías, diciendo: ``Así me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu vida como la vida de uno de ellos."
Y mató cada uno a su hombre; los Arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben Adad, rey de Aram, escapó a caballo con {algunos} jinetes.
"Haga, pues, esto: quite a los reyes, cada uno de su puesto, y ponga capitanes en su lugar.
Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: ``Su siervo fue al centro de la batalla; y allí, un hombre se apartó {de las filas} y me trajo a uno, y {me} dijo: `Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida responderá por su vida o pagarás 34 kilos de plata.'
Entonces él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel lo reconoció como uno de los profetas.
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con {sus} mantos reales, en la era a la entrada de la Puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.
Y el mensajero que fue a llamar a Micaías le dijo: ``Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Te ruego que tu palabra sea como la palabra de uno de ellos, y que hables favorablemente."
Micaías respondió: ``Vi a todo Israel Esparcido por los montes, Como ovejas sin pastor; Y el SEÑOR dijo: `Estos no tienen señor, Que cada uno vuelva a su casa en paz.'"
"Y el SEÑOR dijo: ` ¿Quién persuadirá a Acab para que suba y caiga en Ramot de Galaad?' Y uno decía de una manera, y otro de otra.
A la puesta del sol, pasó un grito por el ejército que decía: ``Cada hombre a su ciudad y cada uno a su tierra."
Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó las aguas, y {éstas} se dividieron a uno y a otro lado, y los dos pasaron por tierra seca.
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: `` ¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías?" Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y Eliseo pasó.
Pero Josafat dijo: `` ¿No hay aquí un profeta del SEÑOR para que consultemos al SEÑOR por medio de él?" Y uno de los siervos del rey de Israel respondió: ``Aquí está Eliseo, hijo de Safat, el que vertía agua en las manos de Elías."
Destruyeron las ciudades, y cada uno arrojó su piedra en toda parcela de tierra buena, y las llenaron. Cegaron todas las fuentes de agua y talaron todos los árboles buenos, hasta dejar en Kir Hareset {sólo} sus piedras; no obstante, los honderos {la} rodearon y la destruyeron.
Luego llamó a su marido y {le} dijo: ``Te ruego que me envíes uno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese."
Entonces uno {de ellos} salió al campo a recoger hierbas, y encontró una viña silvestre y de ella llenó su manto de calabazas silvestres, y vino y las cortó en pedazos en la olla de potaje, porque no sabía {lo que eran.}
Y Giezi siguió a Naamán. Cuando Naamán vio a uno corriendo tras él, bajó de su carro a encontrarlo, y dijo: `` ¿Está todo bien?"
"Le rogamos que nos deje ir al Jordán, para que cada uno de nosotros tome de allí una viga, y nos hagamos allí un lugar donde habitar." Y él dijo: ``Vayan."
Entonces uno dijo: ``Le rogamos que consienta ir con sus siervos." Y Eliseo respondió: ``Yo iré."
Pero sucedió que cuando uno {de ellos} estaba derribando un tronco, el hierro {del hacha} se le cayó al agua; y gritó, y dijo: `` ¡Ah, señor mío, era prestado!"
Y uno de sus siervos dijo: ``No, rey señor mío, sino que Eliseo, el profeta que está en Israel, le dice al rey de Israel las palabras que tú hablas en el interior de tu alcoba."
Había cuatro leprosos a la entrada de la puerta, y se dijeron el uno al otro: `` ¿Por qué estamos aquí sentados esperando la muerte?
Porque el Señor había hecho que el ejército de los Arameos oyera estruendo de carros y ruido de caballos, el estruendo de un gran ejército, de modo que se dijeron el uno al otro: ``Ciertamente el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los Hititas y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros."
Entonces se dijeron el uno al otro: ``No estamos haciendo bien. Hoy es día de buenas nuevas, pero nosotros estamos callados; si esperamos hasta la luz de la mañana, nos vendrá castigo. Vamos pues, ahora, y entremos a dar la noticia a la casa del rey."
Entonces uno de sus siervos respondió: ``Deja que algunos {hombres} tomen cinco de los caballos que quedan, {de los} que quedan en la ciudad. Porque {en todo caso les sucederá} como a toda la multitud de Israel que queda en la ciudad, (como a toda la multitud de Israel que {ya} ha perecido), vamos a enviar{los} y veamos {qué sucede."}
El profeta Eliseo llamó a uno de los hijos de los profetas, y le dijo: ``Prepárate, toma este frasco de aceite en tu mano y ve a Ramot de Galaad.
Entonces Jehú salió a los siervos de su señor, y {uno} le dijo: `` ¿Va todo bien? ¿Por qué vino a ti este loco?" Y él les dijo: ``Ustedes conocen {bien} al hombre y sus palabras."
Entonces todos se apresuraron y cada uno tomó su manto y lo puso bajo Jehú sobre los escalones, tocaron la trompeta y dijeron: ``Jehú es rey."
Entonces Joram dijo: ``Preparen el carro." Y prepararon su carro. Y salieron Joram, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro, y fueron al encuentro de Jehú, y lo hallaron en el campo de Nabot de Jezreel.
Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: ``El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él."
"Entonces rodearán al rey, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que penetre las filas será muerto. Y estén con el rey cuando salga y cuando entre."
Y los capitanes de centenas hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Y cada uno de ellos tomó sus hombres, los que habían de entrar en el día de reposo, junto con los que habían de salir el día de reposo, y vinieron al sacerdote Joiada.
Y los guardias se colocaron cada uno con sus armas en la mano, desde el lado derecho de la casa hasta el lado izquierdo de la misma, junto al altar y junto a la casa, alrededor del rey.
Entonces Joás dijo a los sacerdotes: ``Todo el dinero de las cosas sagradas que se trae a la casa del SEÑOR en moneda corriente, {tanto} el dinero estipulado a cada persona, {como} todo el dinero que cada uno voluntariamente traiga a la casa del SEÑOR,
Pero a los hijos de los asesinos no les dio muerte, conforme a lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó, diciendo: ``No se dará muerte a los padres por causa de los hijos, ni se dará muerte a los hijos por causa de los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado."
Y Judá fue derrotado por Israel, y cada uno huyó a su tienda.