'Uno' en la Biblia
Entonces Manahem exigió este dinero a Israel, a todos los ricos poderosos, de cada uno cincuenta siclos (570 gr) de plata para pagar al rey de Asiria. Y el rey de Asiria se volvió y no se detuvo allí en el país.
Y el rey de Asiria ordenó: ``Lleven allá a uno de los sacerdotes que ustedes llevaron al destierro, y que él vaya y habite allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra."
Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel (Casa de Dios), y les enseñó cómo habían de temer al SEÑOR.
`No escuchen a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: ``Hagan la paz conmigo y salgan a mí, y coma cada uno de su vid y cada uno de su higuera, y beba cada cual de las aguas de su cisterna,
Y Joacim dio la plata y el oro a Faraón, e impuso contribuciones al país para entregar el dinero conforme al mandato de Faraón. Exigió la plata y el oro del pueblo del país, a cada uno conforme a sus bienes, para dárselo a Faraón Necao.
A Heber le nacieron dos hijos, el nombre de uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra, y el nombre de su hermano {era} Joctán.
Matatías, uno de los Levitas, el primogénito de Salum Coreíta, era responsable de las cosas que se preparaban en sartenes.
Después de él, Eleazar, hijo de Dodo el Ahohíta; él {era uno} de los tres valientes.
Y repartió a todos en Israel, tanto hombre como mujer, a cada uno una torta de pan, una porción {de carne} y una torta de pasas.
Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa, y David se volvió para bendecir su casa.
"Y sucederá que cuando se cumplan tus días para que vayas {a estar} con tus padres, levantaré {a uno} de tus descendientes después de ti, que será de tus hijos; y estableceré su reino.
Sucedió después de esto que hubo guerra en Gezer contra los Filisteos. Entonces Sibecai el Husatita mató a Sipai, uno de los descendientes de los gigantes, los cuales fueron dominados.
También Hosa, {uno} de los hijos de Merari, tuvo hijos: Simri el primero (aunque no era el primogénito, su padre lo hizo el primero),
de Judá, Eliú, {uno} de los hermanos de David; de Isacar, Omri, hijo de Micael;
Y las alas de los dos querubines medían 9 metros; el ala de uno, de 2.25 metros, tocaba la pared de la casa, y {su} otra ala, de 2.25 metros, tocaba el ala del otro querubín.
escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque sólo Tú conoces el corazón de los hijos de los hombres),
Y doce leones estaban allí de pie en las seis gradas a uno y otro lado; nada semejante se hizo para ningún {otro} reino.
Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; {y} así año tras año.
Cuando todo Israel {vio} que el rey no los escuchaba, el pueblo respondió al rey: `` ¿Qué parte tenemos nosotros con David? No {tenemos} herencia con el hijo de Isaí. ¡Cada uno a su tienda, Israel! ¡Mire ahora por su casa, David!" Y todo Israel se fue a sus tiendas.
`Así dice el SEÑOR: ``No subirán ni pelearán contra sus hermanos; vuelva cada uno a su casa, porque de Mí ha venido esto."'" Y ellos escucharon las palabras del SEÑOR y desistieron de ir contra Jeroboam.
Y Asa durmió con sus padres. Murió el año cuarenta y uno de su reinado.
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con {sus} mantos, en la era, a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.
El mensajero que fue a llamar a Micaías le advirtió: ``Mira, las palabras de los profetas son unánimes en favor del rey. Por esto te ruego que tu palabra sea como la de uno de ellos, y hables favorablemente."
Y él respondió: ``Vi a todo Israel Esparcido por los montes, Como ovejas sin pastor; Y el SEÑOR dijo: `Estos no tienen señor; Que cada uno vuelva a su casa en paz.'"
"Y el SEÑOR dijo: ` ¿Quién persuadirá a Acab, rey de Israel, para que suba y caiga en Ramot de Galaad?' Y uno decía de una manera, y otro de otra.
"Los Levitas rodearán al rey, cada uno con sus armas en la mano; y cualquiera que entre en la casa será muerto. Ustedes estarán con el rey cuando entre y cuando salga."
Y los Levitas y todo Judá hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Cada uno de ellos tomó sus hombres, los que habían de entrar en el día de reposo, junto con los que habían de salir el día de reposo, porque el sacerdote Joiada no despidió a {ninguno} de los grupos.
Pero a sus hijos no les dio muerte, sino que {hizo} conforme a lo que está escrito en la ley en el Libro de Moisés, tal como el SEÑOR ordenó: ``No se dará muerte a los padres por {culpa de} los hijos, ni se dará muerte a los hijos por {culpa de} los padres, sino que a cada uno se le dará muerte por su propio pecado."
Y Judá fue derrotado por Israel, y huyeron, cada uno a su tienda.
Uzías tenía un ejército listo para la batalla, que salía al combate por divisiones conforme al número de su alistamiento, preparado por el escriba Jeiel y el oficial Maasías, bajo la dirección de Hananías, uno de los oficiales del rey.
Ezequías designó las clases de los sacerdotes y de los Levitas, cada uno en su clase, según su servicio, {tanto} sacerdotes {como} Levitas, para los holocaustos y para las ofrendas de paz, para que ministraran, dieran gracias y alabaran en las puertas del campamento del SEÑOR.
Pero Necao le envió mensajeros, diciéndole: `` ¿Qué tenemos que ver el uno con el otro, oh rey de Judá? No {vengo} hoy contra ti, sino contra la casa con la que estoy en guerra, y Dios me ha ordenado que me apresure. Por tu propio bien, deja de {oponerte a} Dios, que está conmigo, para que El no te destruya."
Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de los desterrados que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad,
Y Secanías, hijo de Jehiel, uno de los hijos de Elam, dijo a Esdras: ``Hemos sido infieles a nuestro Dios, y nos hemos casado con mujeres extranjeras de los pueblos de esta tierra; pero todavía hay esperanza para Israel a pesar de esto.
vino Hananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá, y les pregunté por los Judíos, los que habían escapado {y} habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén.
A su lado hizo reparaciones Uziel, hijo de Harhaía, de los orfebres; y junto a él hizo reparaciones Hananías, uno de los perfumistas. Ellos restauraron a Jerusalén hasta la Muralla Ancha.
Más arriba de la Puerta de los Caballos, los sacerdotes hicieron reparaciones cada uno frente a su casa.
Después de él, Malquías, uno de los orfebres, hizo reparaciones hasta la casa de los sirvientes del templo y de los mercaderes, frente a la Puerta de la Inspección y hasta el aposento alto de la esquina.
Sucedió que nuestros enemigos se enteraron que conocíamos {sus} propósitos y que Dios había desbaratado sus planes; entonces todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.
Cada uno de los que reedificaban tenía ceñida al lado su espada mientras edificaba. El que tocaba la trompeta {estaba} junto a mí.
Y dije a los nobles, a los oficiales y al resto del pueblo: ``La obra es grande y extensa, y estamos separados en la muralla, lejos el uno del otro.
Ni yo, ni mis hermanos, ni mis criados, ni los hombres de la guardia que me seguían, ninguno de nosotros se quitó la ropa; cada uno {llevaba} su arma {aun} en el agua.
Se rebeló mi corazón dentro de mí, y reprendí a los nobles y a los oficiales y les dije: ``Ustedes están cobrando en exceso cada uno a su hermano." Por tanto congregué contra ellos una gran asamblea.
Pero yo dije: `` ¿Huir un hombre como yo? ¿Y acaso uno como yo entraría al templo para salvar su vida? No entraré."
Estos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, {aquéllos} que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad,
El pueblo salió y trajeron las ramas y se hicieron tabernáculos, cada uno en su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la Puerta de las Aguas y en la plaza de la Puerta de Efraín.
Puestos de pie, {cada uno} en su lugar, una cuarta parte del día estuvieron leyendo en el Libro de la Ley del SEÑOR su Dios, y {otra} cuarta parte, estuvieron confesando y adorando al SEÑOR su Dios.
Los jefes del pueblo habitaron en Jerusalén, pero el resto del pueblo echó suertes a fin de traer uno de cada diez para que habitara en Jerusalén, la ciudad santa, mientras los otros nueve {se quedarían} en las {otras} ciudades.
El resto de Israel, de los sacerdotes {y} de los Levitas {estaban} en todas las ciudades de Judá, cada uno en su heredad.
También descubrí que las porciones de los Levitas no se {les} habían dado, por lo que los Levitas y los cantores que hacían el servicio se habían ido, cada uno a su campo.
Y puse al frente de los almacenes al sacerdote Selemías, al escriba Sadoc, y a Pedaías, uno de los Levitas; además de éstos estaba Hanán, hijo de Zacur, hijo de Matanías; porque se les consideraba dignos de confianza, y su responsabilidad {era} repartir {las raciones} a sus parientes.
Aun uno de los hijos de Joiada, hijo del sumo sacerdote Eliasib, {era} yerno de Sanbalat el Horonita, y lo eché de mi lado.
Así los purifiqué de todo lo extranjero, y designé oficios para los sacerdotes y Levitas, cada uno en su ministerio,
Entonces Ester llamó a Hatac, uno de los eunucos que el rey había puesto a su servicio, y le ordenó {que fuera} a Mardoqueo para saber qué {era} aquello y por qué.
y el manto y el caballo sean entregados en mano de uno de los príncipes más nobles del rey, y vistan al hombre a quien el rey quiere honrar, lo lleven a caballo por la plaza de la ciudad y anuncian delante de él: `Así se hace al hombre a quien el rey quiere honrar.'"
Entonces Harbona, uno de los eunucos que {estaban} delante del rey, dijo: ``Precisamente, la horca de 22.5 metros de alto está en la casa de Amán, la cual Amán había preparado para Mardoqueo, quien había hablado bien en favor del rey." ``Ahórquenlo en ella," ordenó el rey.
Sus hijos acostumbraban ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos.
Cuando tres amigos de Job, Elifaz, el Temanita, Bildad, el Suhita y Zofar, el Naamatita, oyeron de todo este mal que había venido sobre él, vinieron cada uno de su lugar, pues se habían puesto de acuerdo para ir juntos a condolerse de él y a consolarlo.
Y cuando alzaron los ojos desde lejos y no lo reconocieron, levantaron sus voces y lloraron. Cada uno de ellos rasgó su manto y esparcieron polvo hacia el cielo sobre sus cabezas.
Porque El me ha hecho burla del pueblo, Y soy uno a quien los hombres escupen.
Uno muere en pleno vigor, Estando completamente tranquilo y satisfecho;
¿Acaso Aquél que me hizo en el seno materno, no lo hizo {también} a él? ¿No fue uno mismo el que nos formó en la matriz?
Si hay un ángel {que sea} su mediador, Uno entre mil, Para declarar al hombre lo que es bueno para él,
Porque El paga al hombre {conforme a} su trabajo, Y retribuye a cada uno conforme a su conducta.
Porque en verdad no son falsas mis palabras; {Uno} perfecto en conocimiento está contigo.
Entonces todos sus hermanos y todas sus hermanas y todos los que le habían conocido antes, vinieron a él y comieron con él en su casa; se condolieron de él y lo consolaron por todo el mal que el SEÑOR había traído sobre él. Cada uno le dio una moneda (11.4 gr) de plata, y cada uno un anillo de oro.
Falsedad habla cada uno a su prójimo; Hablan con labios lisonjeros y con doblez de corazón.
Pero todos se han desviado, a una se han corrompido; No hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.
El es el que modela el corazón de cada uno de ellos; El es el que entiende todas las obras de ellos.
El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos es quebrantado.
Todos se han desviado, a una se han corrompido; No hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.
Porque no es un enemigo el que me reprocha, Si así fuera, podría soportar{lo;} Ni es uno que me odia el que se ha alzado contra mí, Si así fuera, podría ocultarme de él;
Sino que Dios es el Juez; A uno humilla y a otro ensalza.
Van de poder en poder, {Cada uno de ellos} comparece ante Dios en Sion.
Tú aplastaste a Egipto como a uno herido de muerte; Esparciste a Tus enemigos con Tu brazo poderoso.
Una vez hablaste en visión a Tus santos, Y dijiste: ``He ayudado a un poderoso; He exaltado a uno escogido de entre el pueblo.
Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja ante el SEÑOR.Oh SEÑOR, escucha mi oración, Y llegue a Ti mi clamor.
Las aguas cubrieron a sus adversarios, Ni uno de ellos escapó.
Tus ojos vieron mi embrión, Y en Tu libro se escribieron todos Los días que {me} fueron dados, Cuando {no existía} ni uno solo de ellos.
Porque por causa de una ramera uno es reducido a un pedazo de pan, Pero la adúltera anda a la caza de la vida preciosa.
Al instante la sigue Como va el buey al matadero, O como {uno en} grillos al castigo de un necio,
Por el fruto de su boca cada uno se saciará de bien, Y las obras de las manos del hombre volverán a él.
Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento {de vida;} el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.
Más valen dos que uno solo, Pues tienen mejor pago por su trabajo.
Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; Pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante!
Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, Pero uno solo ¿cómo se calentará?
Esto es lo que yo he visto que es bueno y conveniente: comer, beber y gozarse uno de todo el trabajo en que se afana bajo el sol en los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque ésta es su recompensa.
Alégrate en el día de la prosperidad, Y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro Para que el hombre no descubra nada {que suceda} después de él.
Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera ni de día ni de noche),
Cuando además se cierren las puertas de la calle Por ser bajo el sonido del molino, Y se levante uno al canto del ave, Y todas las hijas del canto sean abatidas;
Todos ellos manejan la espada, Son diestros en la guerra, Cada uno tiene la espada a su lado, Contra los peligros de la noche.
Salomón tenía una viña en Baal Hamón, Confió la viña a los guardas; Cada uno debía traer por su fruto mil {siclos} (11.4 kilos) de plata.
Tus gobernantes son rebeldes Y compañeros de ladrones; Cada uno ama el soborno Y corre tras las dádivas. No defienden al huérfano, Ni llega a ellos la causa de la viuda.
Y el pueblo será oprimido, El uno por el otro y cada cual por su prójimo. El joven se alzará contra el anciano, Y el indigno contra el honorable.
Por encima de El había serafines. Cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
Y el uno al otro daba voces, diciendo: ``Santo, Santo, Santo, es el SEÑOR de los ejércitos, Llena está toda la tierra de Su gloria."
Entonces voló hacia mí uno de los serafines con un carbón encendido en su mano, que había tomado del altar con las tenazas.
Todos se aterrarán; Dolores y angustias se apoderarán {de ellos,} Como mujer de parto se retorcerán; Se mirarán el uno al otro con asombro, Rostros en llamas {serán} sus rostros.
Y sucederá, que como gacela perseguida O como ovejas que nadie reúne, Cada uno volverá a su propio pueblo, Y cada uno huirá a su propia tierra.