Parallel Verses
La Biblia de las Américas
Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
Biblia del Jubileo 2000 (Grátis)
Y acercándose a él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado él, increpó al viento y a la furia del agua; y cesaron, y fue hecha grande bonanza.
Reina Valera 1909
Y llegándose á él, le despertaron, diciendo: Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado él increpó al viento y á la tempestad del agua; y cesaron, y fué hecha bonanza.
La Nueva Biblia de los Hispanos
Llegándose a Jesús, Lo despertaron, diciendo: `` ¡Maestro, Maestro, que perecemos!" Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
Spanish: Sagradas Escrituras 1569
Y llegándose a él , le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado él, increpó al viento y a la furia del agua; y cesaron, y fue hecha grande bonanza.
Spanish: Reina Valera Gómez
Y viniendo a Él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado Él, reprendió al viento y al levantamiento de las aguas; y cesaron, y fue hecha bonanza.
New American Standard Bible
They came to Jesus and woke Him up, saying, "Master, Master, we are perishing!" And He got up and rebuked the wind and the surging waves, and they stopped, and it became calm.
Artículos
Referencias Cruzadas
Salmos 65:7
el que calma el rugido de los mares, el estruendo de las olas, y el tumulto de los pueblos.
Lucas 4:39
E inclinándose sobre ella, reprendió la fiebre, {y la fiebre} la dejó; y al instante ella se levantó y les servía.
Salmos 69:1-2
Para el director del coro; según Sosanim. {Salmo} de David.Sálvame, oh Dios, porque las aguas {me} han llegado hasta el alma.
Salmos 104:6-9
La cubriste con el abismo como con un vestido; las aguas estaban sobre los montes.
Salmos 107:25-29
Pues El habló, y levantó un viento tempestuoso que encrespó las olas del mar.
Salmos 116:3-4
Los lazos de la muerte me rodearon, y los terrores del Seol vinieron sobre mí; angustia y tristeza encontré.
Salmos 142:4-5
Mira a la derecha, y ve, porque no hay quien me tome en cuenta; no hay refugio para mí; no hay quien cuide de mi alma.
Isaías 50:2
¿Por qué cuando vine no había nadie, {y} cuando llamé no había quien respondiera? ¿Acaso es tan corta mi mano que no puede rescatar, o no tengo poder para librar? He aquí, con mi reprensión seco el mar, convierto los ríos en desierto; sus peces hieden por falta de agua, mueren de sed.
Jeremías 5:22
`` ¿No me teméis?" --declara el SEÑOR. `` ¿No tembláis delante de mí, que puse la arena como frontera del mar, límite perpetuo que no traspasará? Aunque se agiten las olas, no prevalecerán; aunque rujan, no pasarán sobre ella.
Lamentaciones 3:54-56
Cubrieron las aguas mi cabeza, dije: ¡Estoy perdido!
Nahúm 1:4
El reprende al mar y lo hace secar, y todos los ríos agota. Languidecen Basán y el Carmelo, y las flores del Líbano se marchitan.
Mateo 14:30
Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Lucas 5:5
Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes.
Juan 2:2-6
y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda.
2 Corintios 1:9-10
De hecho, dentro de nosotros mismos {ya} teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos,
Información sobre el Versículo
Lecturas contextuales
23
Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro.
24 Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
25
Y El les dijo: