Versículos Más Populares de la Biblia en Lucas
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Capítulo
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para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas.
Y al sexto mes, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,
Y he aquí, cierto intérprete de la ley se levantó, y para ponerle a prueba dijo: Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño que nacerá será llamado Hijo de Dios.
Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un censo de todo el mundo habitado.
Y decía a todos:
Y aconteció que cuando Jesús entró en casa de uno de los principales de los fariseos un día de reposo para comer pan, ellos le estaban observando cuidadosamente.
Llegó a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo, y se levantó a leer.
Mientras iban ellos de camino, El entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos.
Y les refería {Jesús} una parábola para enseñar{les} que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer,
Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto
Uno de los fariseos le pedía que comiera con él; y entrando en la casa del fariseo, se sentó {a la mesa.}
Por cuanto muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas,
Después de esto, el Señor designó a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había de ir.
No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
Y Jesús decía:
Pero el primer {día} de la semana, al rayar el alba, {las mujeres} vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado.
Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora de la ofrenda de incienso.
Pero El le dijo:
Pero aconteció que mientras Zacarías ejercía su ministerio sacerdotal delante de Dios según el orden {indicado} a su grupo,
Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias, {lo} partió, y les dio, diciendo:
Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás:
Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre El para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret,
Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús {para ver} si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle.
Y les dijo:
Y he aquí que aquel mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros de Jerusalén.
Entonces El le dijo:
conforme a la costumbre del sacerdocio, fue escogido por sorteo para entrar al templo del Señor y quemar incienso.
Uno de la multitud le dijo: Maestro, dile a mi hermano que divida la herencia conmigo.
Todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban a Jesús para oírle;
Y cuando comenzó {su ministerio}, Jesús mismo tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, {quien era hijo} de Elí,
Respondiendo él, dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
En esa misma ocasión había allí algunos que le contaron acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
En el año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños {durante} las vigilias de la noche.
Volviendo su vista hacia sus discípulos, decía:
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.
Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.
Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas acerca de El se divulgaron por toda {aquella} comarca.
Entonces ellos comenzaron a discutir entre sí quién de ellos sería el que iba a hacer esto.
Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado: y mientras El oraba, el cielo se abrió,
Y les dijo:
Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David;
Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, El, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Y como ocho días después de estas palabras, {Jesús} tomó consigo a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
Decía también {Jesús} a los discípulos:
Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, {Jesús} les respondió, y dijo:
Y comenzando por Moisés y {continuando} con todos los profetas, les explicó lo referente a El en todas las Escrituras.
Sus padres acostumbraban ir a Jerusalén todos los años a la fiesta de la Pascua.
Y aconteció que mientras iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea,
Reuniendo a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades.
Mientras ellos relataban estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo:
Y Jesús, clamando a gran voz, dijo:
diciendo:
``TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS {se volverán} CAMINOS LLANOS;
porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.
Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y {Jesús,} recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.
Y poco después, El comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con El {iban} los doce,
Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo, reaccionó diciendo a la multitud: Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en esos {días} y sed sanados, y no en día de reposo.
y les dijo:
Y cierto {hombre} prominente le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?
Aconteció poco después que {Jesús} fue a una ciudad llamada Naín; y sus discípulos iban con El acompañados por una gran multitud.
En esos días El se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios.
Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían;
Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca:
Entonces Zacarías dijo al ángel: ¿Cómo podré saber esto? Porque yo soy anciano y mi mujer es de edad avanzada.
Respondiendo Jesús, dijo:
Mas el ángel les dijo: No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo;
Y he aquí, concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
En esos días María se levantó y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá;
Y El les dijo:
Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.
y el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo, {que decía:} Tú eres mi Hijo amado, en ti me he complacido.
Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: ``Ve", y va; y a otro: ``Ven", y viene; y a mi siervo: ``Haz esto", y lo hace.
Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se extrañaba de su tardanza en el templo.
Bendito {sea} el Señor, Dios de Israel, porque {nos} ha visitado y ha efectuado redención para su pueblo,
Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace.
Cuando se cumplieron los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor
Juan respondió, diciendo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
De la misma manera {tomó} la copa después de haber cenado, diciendo:
Navegaron hacia la tierra de los gadarenos que está al lado opuesto de Galilea;
Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano; y {había} una gran multitud de sus discípulos, y una gran muchedumbre del pueblo, de toda Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón,
Y entrando el {ángel,} le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres.
Estando ellos oyendo estas cosas, continuando {Jesús,} dijo una parábola, porque El estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.
Entonces Jesús les dijo:
Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.
Los setenta regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, el nombre dado por el ángel antes de que El fuera concebido en el seno materno.
Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Entonces les dijo:
También les refirió una parábola, diciendo:
Cuando {Jesús} terminó todas sus palabras al pueblo que le oía, se fue a Capernaúm.
Y había en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón; y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra,
Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?
Y El respondió:
Y mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó, diciendo:
En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo:
Y dijo a sus discípulos:
Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El.
Después de esto, {Jesús} salió y se fijó en un recaudador de impuestos llamado Leví, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo:
Y {Jesús} dijo a sus discípulos:
Se suscitó también entre ellos un altercado, {sobre} cuál de ellos debería ser considerado como el mayor.
Y les decía:
Entonces Jesús les dijo:
Y uno de {aquellos} días, entró en una barca con sus discípulos, y les dijo:
Cuando le llevaban, tomaron a un cierto Simón de Cirene que venía del campo y le pusieron la cruz encima para que la llevara detrás de Jesús.
Cuando llegaron al lugar llamado ``La Calavera", crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.
Porque él será grande delante del Señor; no beberá ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre.
Y otros, para ponerle a prueba, demandaban de El una señal del cielo.
E irá delante de El en el espíritu y poder de Elías PARA HACER VOLVER LOS CORAZONES DE LOS PADRES A LOS HIJOS, y a los desobedientes a la actitud de los justos, a fin de preparar para el Señor un pueblo {bien} dispuesto.
Y uno de los malhechores que estaban colgados {allí} le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
Y le traían aun a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver {esto} los discípulos, los reprendían.
Y un día que El estaba enseñando, había {allí} sentados {algunos} fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y {de} Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar.
Jesús le respondió:
Cuando uno de los que estaban sentados con El {a la mesa} oyó esto, le dijo: ¡Bienaventurado todo el que coma pan en el reino de Dios!
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con {su} marido siete años después de su matrimonio,
Levantando {Jesús} la vista, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el {arca del} tesoro.
Y se dijeron el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón dentro de nosotros mientras nos hablaba en el camino, cuando nos abría las Escrituras?
Y saliendo, se encaminó, como de costumbre, hacia el monte de los Olivos; y los discípulos también le siguieron.
En estas circunstancias, cuando una multitud de miles y miles se había reunido, tanto que se atropellaban unos a otros, {Jesús} comenzó a decir primeramente a sus discípulos:
Y aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por unos sembrados, y sus discípulos arrancaban y comían espigas, restregándo{las} entre las manos.
También les dijo:
Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que le seguía:
Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo.
Entonces el Señor le respondió, y dijo:
para inscribirse junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta.
Entonces los condujo fuera {de la ciudad,} hasta cerca de Betania, y alzando sus manos, los bendijo.
Y mientras ellos iban por el camino, uno le dijo: Te seguiré adondequiera que vayas.
Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.
Pero Jesús le dijo:
Y cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.
Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena
{Cainán,} de Enós; {Enós,} de Set; {Set,} de Adán; {y Adán,} de Dios.
Mas Jesús, llamándolos a su lado, dijo:
Pero El les dijo:
Llevándole a una altura, {el diablo} le mostró en un instante todos los reinos del mundo.
Por eso, decía a las multitudes que acudían para que él las bautizara: ¡Camada de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?
Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que {se dignó} mirar{me} para quitar mi afrenta entre los hombres.
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Y aconteció que cuando Elisabet oyó el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,
Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se preguntaban en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo,
Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
Llegó el día {de la fiesta} de los panes sin levadura en que debía sacrificarse {el cordero de} la Pascua.
Se acercaba la fiesta de los panes sin levadura, llamada la Pascua.
Entonces {el diablo} le llevó a Jerusalén y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí,
Pasaba {Jesús} por ciudades y aldeas, enseñando, mientras proseguía camino a Jerusalén.
Y cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y El, tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida.
Estaba {Jesús} echando fuera un demonio, que era mudo, y sucedió que cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
y {también} algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios,
entonces hicieron señas a sus compañeros {que estaban} en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían.
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, {había allí} un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Entonces El les dijo:
El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto.
Y después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó por cinco meses, diciendo:
En ese momento llegaron unos fariseos diciéndole: Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y no te guías por las apariencias, sino que enseñas con verdad el camino de Dios.
Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David,
Tomando aparte a los doce, {Jesús} les dijo:
Y mientras algunos estaban hablando del templo, de cómo estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, {Jesús} dijo:
Y descendió a Capernaúm, ciudad de Galilea. Y les enseñaba en los días de reposo;
Y El les dijo:
Y comenzó a decirles:
Y acercándose {a El} algunos de los saduceos (los que dicen que no hay resurrección), le preguntaron,
Como la multitud se aglomeraba, comenzó a decir:
Pero El les dijo:
Cuando a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, dio a luz un hijo.
Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre:
Habiéndose congregado una gran multitud, y los que de varias ciudades acudían a El, {les} habló por parábola:
Entonces toda la asamblea de ellos se levantó, y llevaron a Jesús ante Pilato.
Y dijo también al que le había convidado:
Y cuando los que habían sido enviados regresaron a la casa, encontraron sano al siervo.
Pero algunos de ellos dijeron: El echa fuera los demonios por Beelzebú, príncipe de los demonios.
pues escrito está: ``A SUS ANGELES TE ENCOMENDARA PARA QUE TE GUARDEN",
Y soltó al que ellos pedían, al que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, pero a Jesús lo entregó a la voluntad de ellos.
Pero conociendo El sus pensamientos, les dijo:
Se acercaron a la aldea adonde iban, y El hizo como que iba más lejos.
(Porque había como cinco mil hombres.) Y {Jesús} dijo a sus discípulos:
Y también el hacha ya está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
Mateo y Tomás; Jacobo, {hijo} de Alfeo, y Simón, al que llamaban el Zelote;
Y al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El.
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.
Pero ella se turbó mucho por estas palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería éste.
Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y {los} partió, y {los} iba dando a los discípulos para que {los} sirvieran a la gente.
y: ``EN LAS MANOS TE LLEVARAN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA."
Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho;
Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas {llenas}.
Y ellos le instaron, diciendo: Quédate con nosotros, porque está atardeciendo, y el día ya ha declinado. Y entró a quedarse con ellos.
Simón, a quien también llamó Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo y Juan; Felipe y Bartolomé;
Cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se alejó de El esperando un tiempo {oportuno.}
Vinieron también unos recaudadores de impuestos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?
Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron.
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y {Jesús} dijo:
Judas, {hijo} de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser traidor.
Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte:
Extendiendo {Jesús} la mano, lo tocó, diciendo:
Y toda la multitud procuraba tocarle, porque de El salía un poder que a todos sanaba.
El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y {Jesús} se lo entregó a su madre.
Fueron a toda prisa, y hallaron a María y a José, y al Niño acostado en el pesebre.
Y no podían sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo; y maravillados de su respuesta, callaron.
diciendo que el Hijo del Hombre debía ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, y al tercer día resucitar.
Entonces ellos respondieron, y dijeron: {Unos,} Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado.
Y DE GENERACION EN GENERACION ES SU MISERICORDIA PARA LOS QUE LE TEMEN.
Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero El desapareció de {la presencia de} ellos.
Mirándolo Jesús, dijo:
Respondiendo Jesús, le dijo:
Y dijo a los discípulos:
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta ha surgido entre nosotros, y: Dios ha visitado a su pueblo.
En esa misma hora curó a muchos de enfermedades y aflicciones, y malos espíritus, y a muchos ciegos les dio la vista.
Pero El, advirtiéndoles severamente, {les} mandó que no dijeran esto a nadie,
que habían ido para oírle y para ser sanados de sus enfermedades; y los que eran atormentados por espíritus inmundos eran curados.
Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oír{le} y ser sanadas de sus enfermedades.
Entonces El les dijo:
Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo:
Y {Pedro} le dijo: Señor, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte.
(como está escrito en la Ley del Señor: TODO VARON QUE ABRA LA MATRIZ SERA LLAMADO SANTO PARA EL SEÑOR),
Y El le mandó que no se lo dijera a nadie.
Pero Herodes el tetrarca, siendo reprendido por él por causa de Herodías, mujer de su hermano, y por todas las maldades que Herodes había hecho,
Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
Y por el Espíritu Santo se le había revelado que no vería la muerte sin antes ver al Cristo del Señor.
Y al instante se levantó delante de ellos, tomó {la camilla} en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios.
Y le avisaron: Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte.
Y todos los que {lo} oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.
Ha quitado a los poderosos de {sus} tronos; y ha exaltado a los humildes;
Respondiéndoles Jesús, dijo:
Entonces él les respondió: No exijáis más de lo que se os ha ordenado.
Y también con muchas otras exhortaciones {Juan} anunciaba las buenas nuevas al pueblo.
¿Por qué me ha acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?
Y cuando {lo} vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño.
Cuando los mensajeros de Juan se fueron, {Jesús} comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan:
y para ofrecer un sacrificio conforme a lo dicho en la Ley del Señor: UN PAR DE TORTOLAS O DOS PICHONES.
Cuando los hombres llegaron a El, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: `` ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?"
Y este dicho que se decía de El, se divulgó por toda Judea y por toda la región circunvecina.
Entonces los escribas y fariseos comenzaron a discurrir, diciendo: ¿Quién es éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?
Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Cerrando el libro, {lo} devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El.
Pero {Jesús le} dijo:
Y les dijo:
Y Pedro dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.
Pero algunos de los fariseos dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito en el día de reposo?
Entonces {Jesús} le dijo:
Y llamando Juan a dos de sus discípulos, los envió al Señor, diciendo: ¿Eres tú el que ha de venir, o esperamos a otro?
Y el siervo de cierto centurión, a quien éste apreciaba mucho, estaba enfermo y a punto de morir.
Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús le trajeron para cumplir por El el rito de la ley,
y cuando El bajó a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa, sino en los sepulcros.
Habiéndole arrestado, se lo llevaron y le condujeron a la casa del sumo sacerdote; mas Pedro {le} seguía de lejos.
Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de El, y dijo en alta voz: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Pero ellos, aterrorizados y asustados, pensaron que veían un espíritu.
Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús.
Cuando todo el pueblo y los recaudadores de impuestos {le} oyeron, reconocieron la justicia de Dios, siendo bautizados con el bautismo de Juan.
Pero respondiendo El, les dijo:
{Judá,} de Joana; {Joana,} de Resa; {Resa,} de Zorobabel; {Zorobabel,} de Salatiel; {Salatiel,} de Neri;
y levantándose, le echaron fuera de la ciudad, y le llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para despeñarle.
Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: ``SI EL HERMANO DE ALGUNO MUERE, teniendo MUJER, Y NO DEJA HIJOS, que SU HERMANO TOME LA MUJER Y LEVANTE DESCENDENCIA A SU HERMANO."
diciendo:
{Eliaquim,} de Melea; {Melea,} de Mainán; {Mainán,} de Matata; {Matata,} de Natán; {Natán,} de David;
{José,} de Matatías; {Matatías,} de Amós; {Amós,} de Nahúm; {Nahúm,} de Esli; {Esli,} de Nagai;
vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes.
Y todos en la sinagoga se llenaron de ira cuando oyeron estas cosas,
Y los fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los recaudadores de impuestos y con los pecadores?
{y Elí,} de Matat; {Matat,} de Leví; {Leví,} de Melqui; {Melqui,} de Jana; {Jana,} de José;
Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes.
Y Leví le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados {a la mesa} con ellos.
Respondiendo ellos, le dijeron*: ¿Dónde, Señor? Y El les dijo:
Pero mientras ellos navegaban, El se durmió; y una violenta tempestad descendió sobre el lago, y comenzaron a anegarse y corrían peligro.
Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena?
Cuando llegó al lugar, les dijo:
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos.
Entonces algunos de los fariseos de {entre} la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.
porque él ama a nuestro pueblo y fue él quien nos edificó la sinagoga.
{Nagai,} de Maat; {Maat,} de Matatías; {Matatías,} de Semei; {Semei,} de José; {José,} de Judá;
Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús.
Conociendo Jesús sus pensamientos, respondió y les dijo:
Durante el día enseñaba en el templo, pero al oscurecer salía y pasaba la noche en el monte llamado de los Olivos.
Y lo trajeron a Jesús, y echando sus mantos sobre el pollino, pusieron a Jesús {sobre él.}
Cuando ellos llegaron a Jesús, le rogaron con insistencia, diciendo: {El centurión} es digno de que le concedas esto;
Al oír {hablar} de Jesús, {el centurión} envió a El unos ancianos de los judíos, pidiéndole que viniera y salvara a su siervo.
Mientras desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino?
{Er,} de Josué; {Josué,} de Eliezer; {Eliezer,} de Jorim; {Jorim,} de Matat; {Matat,} de Leví;
Y El les dijo:
Jesús iba con ellos, pero cuando ya no estaba lejos de la casa, el centurión envió a unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes más, porque no soy digno de que entres bajo mi techo;
Y el asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios; y se llenaron de temor, diciendo: Hoy hemos visto cosas extraordinarias.
Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca.
(Este había sido echado en la cárcel por un levantamiento ocurrido en la ciudad, y por homicidio.)
{Leví,} de Simeón; {Simeón,} de Judá; {Judá,} de José; {José,} de Jonán; {Jonán,} de Eliaquim;
{Naasón,} de Aminadab; {Aminadab,} de Admín; {Admín,} de Aram; {Aram,} de Esrom; {Esrom,} de Fares; {Fares,} de Judá;
{Neri,} de Melqui; {Melqui,} de Adi; {Adi,} de Cosam; {Cosam,} de Elmodam; {Elmodam,} de Er;
Entonces salieron, e iban por las aldeas anunciando el evangelio y sanando por todas partes.
Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste nada malo ha hecho.
también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírte{las} ordenadamente, excelentísimo Teófilo,
Entonces Jesús le preguntó:
Mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su ropa {se hizo} blanca {y} resplandeciente.
por eso ni siquiera me consideré digno de ir a ti, tan sólo di la palabra y mi siervo será sanado.
Entonces Herodes dijo: A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, éste de quien oigo tales cosas? Y procuraba verle.
Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que apareció en público a Israel.
Y aconteció que al acercarse a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando.
Ahora, Señor, permite que tu siervo se vaya en paz, conforme a tu palabra;
Entonces los enviados fueron y {lo} encontraron como El les había dicho.
Pero El le dijo:
diciendo:
Y he aquí, dos hombres hablaban con El, los cuales eran Moisés y Elías,
Y los que iban delante lo reprendían para que se callara; pero él gritaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!
Y el Señor dijo:
Y ellos contaban sus experiencias en el camino, y cómo le habían reconocido en el partir del pan.
Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, {se lo} restituiré cuadruplicado.
y les dijo:
{Judá,} de Jacob; {Jacob,} de Isaac; {Isaac,} de Abraham; {Abraham,} de Taré; {Taré,} de Nacor;
diciendo:
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y escogió doce de ellos, a los que también dio el nombre de apóstoles:
Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados;
Y había un hombre llamado José, miembro del concilio, varón bueno y justo
Y comenzó a referir una parábola a los invitados, cuando advirtió cómo escogían los lugares de honor {a la mesa}, diciéndoles:
Y comenzó a referir al pueblo esta parábola:
otros, que Elías había aparecido, y otros, que algún profeta de los antiguos había resucitado.
Y levantándose, {salió} de la sinagoga y entró en casa de Simón. Y la suegra de Simón se hallaba sufriendo con una fiebre muy alta, y le rogaron por ella.
Y vio también a una viuda pobre que echaba allí dos pequeñas monedas de cobre;
Por tanto, dad frutos dignos de arrepentimiento; y no comencéis a deciros a vosotros mismos: ``Tenemos a Abraham por padre", porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.
Y sucedió que mientras decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó su voz y le dijo: ¡Dichosa la matriz que te concibió y los senos que te criaron!
Cuando Jesús volvió, la multitud le recibió {con gozo}, porque todos le habían estado esperando.
Pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.
Y respondiendo El, les dijo:
Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.
Entonces decía:
y El dijo:
Por eso dijo:
Y habiendo tomado una copa, después de haber dado gracias, dijo:
y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos.
Entonces El les refirió esta parábola, diciendo:
que decían: Es verdad que el Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón.
Entonces su madre y sus hermanos llegaron a {donde} El {estaba,} pero no podían acercarse a El debido al gentío.
Pero El dijo:
Y de repente apareció con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, alabando a Dios y diciendo:
Respondiendo Jesús, le dijo:
a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María.
Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Les dijo también una parábola:
Eran María Magdalena y Juana y María, la {madre} de Jacobo; también las demás {mujeres} con ellas referían estas cosas a los apóstoles.
Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico,
Como ellos todavía no {lo} creían a causa de la alegría y que estaban asombrados, les dijo:
Y todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Respondiendo el ángel, le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy en la presencia de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte estas buenas nuevas.
y Juana, mujer de Chuza, mayordomo de Herodes, y Susana, y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.
Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben.
Y llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos con El.
Respondiendo {Jesús,} les dijo:
y poniéndose detrás {de El} a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y {los} secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y {los} ungía con el perfume.
Y aconteció que cuando se acercó a Betfagé y a Betania, cerca del monte que se llama de los Olivos, envió a dos de los discípulos,
quienes apareciendo en gloria, hablaban de la partida de Jesús, que El estaba a punto de cumplir en Jerusalén.
por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
Y un ángel del Señor se les presentó, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor.
Y cuando regresaron, prepararon especias aromáticas y perfumes. Y en el día de reposo descansaron según el mandamiento.
Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor.
Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz.
Al ver {esto,} sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo y los consuma?
Y aconteció que en uno de los días cuando El enseñaba a la gente en el templo y anunciaba el evangelio, {se le} enfrentaron los principales sacerdotes y los escribas con los ancianos,
A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
Entonces El les dijo:
Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que {Jesús} estaba sentado {a la mesa} en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
Al ver {esto,} Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador!
Y al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre.
Simeón los bendijo, y dijo a su madre María: He aquí, este {Niño} ha sido puesto para la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción
Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, que pertenecía al número de los doce;
Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
También les dijo una parábola:
Y aconteció que estando ellas perplejas por esto, de pronto se pusieron junto a ellas dos varones en vestiduras resplandecientes;
(y una espada traspasará aun tu propia alma) a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.
Y se le apareció un ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
Cuando Jesús oyó {esto,} le dijo:
Pero el Señor le dijo:
Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo, un Rey.
También {algunos} soldados le preguntaban, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y él les dijo: A nadie extorsionéis, ni {a nadie} acuséis falsamente, y contentaos con vuestro salario.
Y El dijo:
Pero Pedro se levantó y corrió al sepulcro; e inclinándose para mirar {adentro,} vio* sólo las envolturas de lino; y se fue a su casa, maravillado de lo que había acontecido.
Y Jesús les dijo:
Y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la multitud: No encuentro delito en este hombre.
Entonces el Señor dijo:
{David,} de Isaí; {Isaí,} de Obed; {Obed,} de Booz; {Booz,} de Salmón; {Salmón,} de Naasón;
Y acechándole, enviaron espías que fingieran ser justos, para sorprenderle en alguna declaración a fin de entregarle al poder y autoridad del gobernador.
Los fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de El.
Y le seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres que lloraban y se lamentaban por El.
Cuando se hizo de día, se reunió el concilio de los ancianos del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su concilio, diciendo:
diciendo: ¿BENDITO EL REY QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¿Paz en el cielo y gloria en las alturas!
Y aconteció que al día siguiente, cuando bajaron del monte, una gran multitud le salió al encuentro.
Herodes el tetrarca se enteró de todo lo que estaba pasando, y estaba muy perplejo, porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos,
Y les dijo esta parábola:
Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón.
Cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente.
Y se suscitó una discusión entre ellos, sobre quién de ellos sería el mayor.
porque han visto mis ojos tu salvación
Pilato entonces le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y {Jesús} respondiéndole, dijo:
Y el pueblo estaba {allí} mirando; y aun los gobernantes se mofaban de El, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido.
Y respondiendo Juan, dijo: Maestro, vimos a uno echando fuera demonios en tu nombre, y tratamos de impedírselo porque no anda con nosotros.
Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril.
diciendo:
Cuando terminó de hablar, dijo a Simón:
Y María se quedó con Elisabet como tres meses, y {después} regresó a su casa.
Y les dijo:
Y aconteció que cuando los ángeles se fueron al cielo, los pastores se decían unos a otros: Vayamos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha dado a saber.
Respondiendo El, dijo:
Y El les dijo:
Y el diablo le dijo: Todo este dominio y su gloria te daré; pues a mí me ha sido entregado, y a quien quiero se lo doy.
{Nacor,} de Serug; {Serug,} de Ragau; {Ragau,} de Peleg; {Peleg,} de Heber; {Heber,} de Sala;
Cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar solitario; y las multitudes le buscaban, y llegaron adonde El {estaba} y procuraron detenerle para que no se separara de ellos.
por cuarenta días, siendo tentado por el diablo. Y no comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.
Y Jesús le dijo:
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
Mientras todavía estaba El hablando, he aquí, {llegó} una multitud, y el que se llamaba Judas, uno de los doce, iba delante de ellos, y se acercó a Jesús para besarle.
Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de Siria.
El bieldo está en su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero; pero quemará la paja en fuego inextinguible.
Y en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la mano derecha seca.
y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
Decía también a las multitudes:
Pero ellos no comprendieron nada de esto; este dicho les estaba encubierto, y no entendían lo que se {les} decía.
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón:
y había {allí} una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar.
Y Jesús le dijo:
Y los principales sacerdotes y los escribas buscaban cómo dar muerte a Jesús, pues temían al pueblo.
Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.
Y {Jesús} les dijo:
{Sala,} de Cainán; {Cainán,} de Arfaxad; {Arfaxad,} de Sem; {Sem,} de Noé; {Noé,} de Lamec;
Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio {aquello,} dieron gloria a Dios.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo El las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
Los soldados también se burlaban de El, acercándose y ofreciéndole vinagre,
Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba,
Entonces Herodes, con sus soldados, después de tratarle con desprecio y burlarse de El, le vistió con un espléndido manto y le envió de nuevo a Pilato.
Respondiendo el Señor, le dijo:
Y a ellos les dijo:
para mostrar misericordia a nuestros padres, y para recordar su santo pacto,
como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: ``PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS.
Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo:
Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
Y sucedió que al sentarse {a la mesa} con ellos, tomó pan, y {lo} bendijo; y partiéndo{lo,} les dio.
Y ellos dijeron: Señor, mira, aquí hay dos espadas. Y El les dijo:
Y El les dijo:
Y su padre Zacarías fue lleno del Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
No está aquí, sino que ha resucitado. Acordaos cómo os habló cuando estaba aún en Galilea,
y estando ellas aterrorizadas e inclinados sus rostros a tierra, ellos les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
y regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los once y a todos los demás.
Y a ellos estas palabras les parecieron como disparates, y no las creyeron.
Entonces Pedro dijo: Señor, ¿nos dices esta parábola a nosotros, o también a todos {los demás}?
Y ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y sus vecinos y parientes oyeron que el Señor había demostrado su gran misericordia hacia ella; y se regocijaban con ella.
PARA DAR LUZ A LOS QUE HABITAN EN TINIEBLAS Y EN SOMBRA DE MUERTE, para guiar nuestros pies en el camino de paz.
y al entrar en cierta aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia,
y les dijo:
Y El les dijo:
También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo.
Cuando terminó de hablar, un fariseo le rogó* que comiera con él; y {Jesús} entró y se sentó {a la mesa.}
Pero nosotros esperábamos que El era el que iba a redimir a Israel. Pero además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron.
Pero El, mirándolos fijamente, dijo:
Los hombres que tenían a Jesús bajo custodia, se burlaban de El y le golpeaban;
Y estaba en la sinagoga un hombre poseído por el espíritu de un demonio inmundo, y gritó a gran voz:
Y una voz salió de la nube, que decía: Este es mi Hijo, {mi} Escogido; a El oíd.
Jesús le respondió:
A otro dijo:
Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; porque irás DELANTE DEL SEÑOR PARA PREPARAR SUS CAMINOS;
Entonces El les dijo:
Entonces El les dijo:
Déja{nos} ¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios.
Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.
Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie,
Y enseñaba diariamente en el templo, pero los principales sacerdotes, los escribas y los más prominentes del pueblo procuraban matarle;
Entonces Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo,
Respondiendo Jesús, les dijo:
Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo:
concedernos que, librados de la mano de nuestros enemigos, le sirvamos sin temor
Pero al ver {esto} el fariseo que le había invitado, dijo para sí: Si éste fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora.
Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose {a El, le} dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
Mas El le dijo:
Pero todos sus conocidos y las mujeres que le habían acompañado desde Galilea, estaban a cierta distancia viendo estas cosas.
Y cuando cumplió doce años, subieron {allá} conforme a la costumbre de la fiesta;
Y El dijo:
Y alguien le dijo: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y El les dijo:
Herodes, al ver a Jesús se alegró en gran manera, pues hacía mucho tiempo que quería verle por lo que había oído hablar de El, y esperaba ver alguna señal que El hiciera.
y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
Entonces {Jesús} envió a Pedro y a Juan, diciendo:
Y las mujeres que habían venido con El desde Galilea siguieron detrás, y vieron el sepulcro y cómo fue colocado el cuerpo.
Pero ellos insistían, diciendo: El alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.
Y envió mensajeros delante de El; y ellos fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos.
Pero todos ellos gritaron a una, diciendo: ¡Fuera con éste, y suéltanos a Barrabás!
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo sucederá esto, y qué señal {habrá} cuando estas cosas vayan a suceder?
Y volviéndose hacia la mujer, le dijo a Simón:
Y levantándose en esa misma hora, regresaron a Jerusalén, y hallaron reunidos a los once y a los que estaban con ellos,
Los escribas y los principales sacerdotes procuraron echarle mano en aquella misma hora, pero temieron al pueblo; porque comprendieron que contra ellos había dicho esta parábola.
Porque ha mirado la humilde condición de {esta} su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.
Entonces gritó, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Y cuando todas las multitudes que se habían reunido para {presenciar} este espectáculo, al observar lo que había acontecido, se volvieron golpeándose el pecho.
Cuando {sus padres} le vieron, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos estado buscando llenos de angustia.
Y llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios, y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de Jerusalén.
Viendo {Jesús} la fe de ellos, dijo:
Entonces les dijo:
Pero El, volviéndose, los reprendió, y dijo:
salvación DE NUESTROS ENEMIGOS y DE LA MANO DE TODOS LOS QUE NOS ABORRECEN;
Y El les respondió:
Entonces El les dijo:
Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor.
Y esto os {servirá} de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.
Entonces el Señor se volvió y miró a Pedro. Y recordó Pedro la palabra del Señor, cómo le había dicho:
Algunos de los que estaban con nosotros fueron al sepulcro, y {lo} hallaron tal como también las mujeres habían dicho; pero a El no le vieron.
Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.
Respondiendo uno {de ellos,} llamado Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único visitante en Jerusalén que no sabe las cosas que en ella han acontecido en estos días?
durante el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
y les dijo: Me habéis presentado a este hombre como uno que incita al pueblo a la rebelión, pero habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado ningún delito en este hombre de las acusaciones que hacéis contra El.
Y el Señor dijo:
y bajándo{le,} le envolvió en un lienzo de lino, y le puso en un sepulcro excavado en la roca donde nadie había sido puesto todavía.
Y sucedió que mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos.
Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Había también una inscripción sobre El, {que decía:} ESTE ES EL REY DE LOS JUDIOS.
Y todos los que {las} oían {las} guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.
para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados,
y él fue y discutió con los principales sacerdotes y con los oficiales sobre cómo se lo entregaría.
Y todos se quedaron asombrados, y discutían entre sí, diciendo: ¿Qué mensaje es éste? Porque con autoridad y poder manda a los espíritus inmundos y salen.
Dijeron todos: Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios? Y El les respondió:
Cuando se levantó de orar, fue a los discípulos y los halló dormidos a causa de la tristeza,
Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño, pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con El.
Respondiendo Jesús, dijo:
Era el día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo.
Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.
{Lamec,} de Matusalén; {Matusalén,} de Enoc; {Enoc,} de Jared; {Jared,} de Mahalaleel; {Mahalaleel,} de Cainán;
Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de El se decían.
diciéndoles:
Por tanto, en la resurrección, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.
Y respondiendo Jesús, le dijo:
Y él pidió una tablilla y escribió lo siguiente: Su nombre es Juan. Y todos se maravillaron.
Y corriendo delante, se subió a un sicómoro para verle, porque {Jesús} estaba a punto de pasar por allí.
Pero Jesús le dijo:
trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura.
Y una sirvienta, al verlo sentado junto a la lumbre, fijándose en él detenidamente, dijo: También éste estaba con El.
Jesús entonces lo reprendió, diciendo:
Y dijo:
Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido contra El:
Pero los fariseos y los intérpretes de la ley rechazaron los propósitos de Dios para con ellos, al no ser bautizados por Juan.
Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, {Jesús} dijo a sus discípulos:
Y cuando los que rodeaban a Jesús vieron lo que iba a suceder, dijeron: Señor, ¿heriremos a espada?
Y dirigiéndose Jesús, a los intérpretes de la ley y a los fariseos, {les} habló diciendo:
Y El les dijo:
Porque he aquí, apenas la voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre.
Pero ellos guardaron silencio. Y El, tomándolo {de la mano,} lo sanó y lo despidió.
Entonces Jesús les dijo:
Si tú eres el Cristo, dínoslo. Pero El les dijo:
Y he aquí, llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga; y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa;
Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.
y nos ha levantado un cuerno de salvación en la casa de David su siervo,
Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
Cuando el fariseo vio {esto,} se sorprendió de que {Jesús} no se hubiera lavado primero antes de comer, {según el ritual judío}.