130 casos

'Rey de Israel' en la Biblia

¿Tras quién ha salido el rey de Israel? ¿á quién persigues? ¿á un perro muerto? ¿á una pulga?

No caiga pues ahora mi sangre en tierra delante de Jehová: porque ha salido el rey de Israel á buscar una pulga, así como quien persigue una perdiz por los montes.

Y dijeron los príncipes de los Filisteos: ¿Qué hacen aquí estos Hebreos? Y Achîs respondió á los príncipes de los Filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl rey de Israel, que ha estado conmigo algunos días ó algunos años, y no he hallado cosa en él

Volvió luego David para bendecir su casa: y saliendo Michâl á recibir á David, dijo: ­Cuán honrado ha sido hoy el rey de Israel, desnudándose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se desnudara un juglar!

En el año veinte de Jeroboam rey de Israel, Asa comenzó á reinar sobre Judá.

Y hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos.

Y subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó á Rama, para no dejar salir ni entrar á ninguno de Asa, rey de Judá.

Alianza hay entre mí y ti, y entre mi padre y el tuyo: he aquí yo te envío un presente de plata y oro: ve, y rompe tu alianza con Baasa rey de Israel, para que me deje.

Y hubo guerra entre Asa y Baasa rey de Israel, todo el tiempo de ambos.

Y envió mensajeros á la ciudad á Achâb rey de Israel, diciendo:

Y el rey de Israel respondió, y dijo: Como tú dices, rey señor mío, yo soy tuyo, y todo lo que tengo.

Entonces el rey de Israel llamó á todos los ancianos de la tierra, y díjoles: Entended, y ved ahora cómo éste no busca sino mal: pues que ha enviado á mí por mis mujeres y mis hijos, y por mi plata y por mi oro; y yo no se lo he negado.

Y el rey de Israel respondió, y dijo: Decidle, que no se alabe el que se ciñe, como el que ya se desciñe.

Y he aquí un profeta se llegó á Achâb rey de Israel; y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿Has visto esta grande multitud? he aquí yo te la entregaré hoy en tu mano, para que conozcas que yo soy Jehová.

Y salió el rey de Israel, é hirió la gente de á caballo, y los carros; y deshizo los Siros con grande estrago.

Llegándose luego el profeta al rey de Israel, le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que has de hacer; porque pasado el año, el rey de Siria ha de venir contra ti.

Llegándose entonces el varón de Dios al rey de Israel, hablóle diciendo: Así dijo Jehová: Por cuanto los Siros han dicho, Jehová es Dios de los montes, no Dios de los valles, yo entregaré toda esta grande multitud en tu mano, para que conozcáis que yo soy

Entonces sus siervos le dijeron: He aquí, hemos oído de los reyes de la casa de Israel que son reyes clementes: pongamos pues ahora sacos en nuestros lomos, y sogas en nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel: por ventura te salvará la vida.

Ciñeron pues sus lomos de sacos, y sogas á sus cabezas, y vinieron al rey de Israel, y dijéronle: Tu siervo Ben-adad dice: Ruégote que viva mi alma. Y él respondió: Si él vive aún, mi hermano es.

Y como tu siervo estaba ocupado á una parte y á otra, él desapareció. Entonces el rey de Israel le dijo: Esa será tu sentencia: tú la has pronunciado.

Pero él se quitó presto el velo de sobre sus ojos, y el rey de Israel conoció que era de los profetas.

Y el rey de Israel se fué á su casa triste y enojado, y llegó á Samaria.

Levántate, desciende á encontrarte con Achâb rey de Israel, que está en Samaria: he aquí él está en la viña de Naboth, á la cual ha descendido para tomar posesión de ella.

Y aconteció al tercer año, que Josaphat rey de Judá descendió al rey de Israel.

Y el rey de Israel dijo á sus siervos: ¿No sabéis que es nuestra Ramoth de Galaad? y nosotros callamos en orden á tomarla de mano del rey de Siria.

Y dijo á Josaphat: ¿Quieres venir conmigo á pelear contra Ramoth de Galaad? Y Josaphat respondió al rey de Israel: Como yo, así tú; y como mi pueblo, así tu pueblo; y como mis caballos, tus caballos.

Y dijo luego Josaphat al rey de Israel: Yo te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová.

Entonces el rey de Israel juntó los profetas, como cuatrocientos hombres, á los cuales dijo: ¿Iré á la guerra contra Ramoth de Galaad, ó la dejaré? Y ellos dijeron: Sube; porque el Señor la entregará en mano del rey.

Y el rey de Israel respondió á Josaphat: Aun hay un varón por el cual podríamos consultar á Jehová, Michêas, hijo de Imla: mas yo le aborrezco porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josaphat dijo: No hable el rey así.

Entonces el rey de Israel llamó á un eunuco, y díjole: trae presto á Michêas hijo de Imla.

Y el rey de Israel y Josaphat rey de Judá estaban sentados cada uno en su silla, vestidos de sus ropas reales, en la plaza junto á la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas profetizaban delante de ellos.

Y el rey de Israel dijo á Josaphat: ¿No te lo había yo dicho? Ninguna cosa buena profetizará él acerca de mí, sino solamente mal.

Entonces el rey de Israel dijo: Toma á Michêas, y vuélvelo á Amón gobernador de la ciudad, y á Joas hijo del rey;

Subió pues el rey de Israel con Josaphat rey de Judá á Ramoth de Galaad.

Y el rey de Israel dijo á Josaphat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla: y tú vístete tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en la batalla.

Mas el rey de Siria había mandado á sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis vosotros ni con grande ni con chico, sino sólo contra el rey de Israel.

Y como los capitanes de los carros vieron á Josaphat, dijeron: Ciertamente éste es el rey de Israel; y viniéronse á él para pelear con él; mas el rey Josaphat dió voces.

Viendo entonces los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, apartáronse de él.

Y un hombre disparando su arco á la ventura, hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura; por lo que dijo él á su carretero: Toma la vuelta, y sácame del campo, que estoy herido.

Y Josaphat hijo de Asa comenzó á reinar sobre Judá en el cuarto año de Achâb rey de Israel.

Y Josaphat hizo paz con el rey de Israel.

Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones.

Mas muerto Achâb, el rey de Moab se rebeló contra el rey de Israel.

Partieron pues el rey de Israel, y el rey de Judá, y el rey de Idumea; y como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, faltóles el agua para el ejército, y para las bestias que los seguían.

Entonces el rey de Israel dijo: ­Ah! que ha llamado Jehová estos tres reyes para entregarlos en manos de los Moabitas.

Mas Josaphat dijo: ¿No hay aquí profeta de Jehová, para que consultemos á Jehová por él? Y uno de los siervos del rey de Israel respondió y dijo: Aquí está Eliseo hijo de Saphat, que daba agua á manos á Elías.

Y Josaphat dijo: Este tendrá palabra de Jehová. Y descendieron á él el rey de Israel, y Josaphat, y el rey de Idumea.

Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve á los profetas de tu padre, y á los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque ha juntado Jehová estos tres reyes para entregarlos en manos de los Moabitas.

Y díjole el rey de Siria: Anda, ve, y yo enviaré letras al rey de Israel. Partió pues él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de vestidos.

Tomó también letras para el rey de Israel, que decían así: Luego en llegando á ti estas letras, sabe por ellas que yo envío á ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra.

Y luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe á mí á que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.

Y como Eliseo, varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió á decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora á mí, y sabrá que hay profeta en Israel.

Y el varón de Dios envió á decir al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los Siros van allí.

Entonces el rey de Israel envió á aquel lugar que el varón de Dios había dicho y amonestádole; y guardóse de allí, no una vez ni dos.

Y el corazón del rey de Siria fué turbado de esto; y llamando á sus siervos, díjoles: ¿No me declararéis vosotros quién de los nuestros es del rey de Israel?

Entonces uno de los siervos dijo: No, rey, señor mío; sino que el profeta Eliseo está en Israel, el cual declara al rey de Israel las palabras que tú hablas en tu más secreta cámara.

Y cuando el rey de Israel los hubo visto, dijo á Eliseo: ¿Herirélos, padre mío?

Y pasando el rey de Israel por el muro, una mujer le dió voces, y dijo: Salva, rey señor mío.

Porque el Señor había hecho que en el campo de los Siros se oyese estruendo de carros, ruido de caballos, y estrépito de grande ejército; y dijéronse los unos á los otros: He aquí el rey de Israel ha pagado contra nosotros á los reyes de los Heteos, y á l

En el quinto año de Joram hijo de Achâb rey de Israel, y siendo Josaphat rey de Judá, comenzó á reinar Joram hijo de Josaphat rey de Judá.

En el año doce de Joram hijo de Achâb rey de Israel, comenzó á reinar Ochôzías hijo de Joram rey de Judá.

De veintidós años era Ochôzías cuando comenzó á reinar, y reinó un año en Jerusalem. El nombre de su madre fué Athalía hija de Omri rey de Israel.

Entonces Joram dijo: Unce. Y uncido que fué su carro, salió Joram rey de Israel, y Ochôzías rey de Judá, cada uno en su carro, y salieron á encontrar á Jehú, al cual hallaron en la heredad de Naboth de Jezreel.

Y dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey,

Y tornóle á decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, díjole: Hiere la tierra. Y él hirió tres veces, y cesó.

EN el año segundo de Joas hijo de Joachâz rey de Israel, comenzó á reinar Amasías hijo de Joas rey de Judá.

Entonces Amasías envió embajadores á Joas, hijo de Joachâz hijo de Jehú, rey de Israel, diciendo: Ven, y veámonos de rostro.

Y Joas rey de Israel envió á Amasías rey de Judá esta respuesta: El cardillo que está en el Líbano envió á decir al cedro que está en el Líbano: Da tu hija por mujer á mi hijo. Y pasaron las bestias fieras que están en el Líbano, y hollaron el cardillo.

Mas Amasías no dió oídos; por lo que subió Joas rey de Israel, y viéronse de rostro él y Amasías rey de Judá, en Beth-semes, que es de Judá.

Además Joas rey de Israel tomó á Amasías rey de Judá, hijo de Joas hijo de Ochôzías, en Beth-semes: y vino á Jerusalem, y rompió el muro de Jerusalem desde la puerta de Ephraim hasta la puerta de la esquina, cuatrocientos codos.

Y Amasías hijo de Joas rey de Judá, vivió después de la muerte de Joas hijo de Joachâz rey de Israel, quince años.

EN el año veintisiete de Jeroboam, rey de Israel, comenzó á reinar Azarías hijo de Amasías rey de Judá.

En los días de Peka rey de Israel, vino Tiglath-pileser rey de los Asirios, y tomó á Ahión, Abel-beth-maachâ, y Janoa, y Cedes, y Asor, y Galaad, y Galilea, y toda la tierra de Nephtalí; y trasportólos á Asiria.

En el segundo año de Peka hijo de Remalías rey de Israel, comenzó á reinar Jotham hijo de Uzzía rey de Judá.

Entonces Resín rey de Siria, y Peka hijo de Remalías rey de Israel, subieron á Jerusalem para hacer guerra, y cercar á Achâz; mas no pudieron tomarla.

Entonces Achâz envió embajadores á Tiglath-pileser rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo: sube, y defiéndeme de mano del rey de Siria, y de mano del rey de Israel, que se han levantado contra mí.

EN el tercer año de Oseas hijo de Ela rey de Israel, comenzó á reinar Ezechîas hijo de Achâz rey de Judá.

En el cuarto año del rey Ezechîas, que era el año séptimo de Oseas hijo de Ela rey de Israel, subió Salmanasar rey de los Asirios contra Samaria, y cercóla.

Y tomáronla al cabo de tres años: esto es, en el sexto año de Ezechîas, el cual era el año nono de Oseas rey de Israel, fué Samaria tomada.

Porque él volvió á edificar los altos que Ezechîas su padre había derribado, y levantó altares á Baal, é hizo bosque, como había hecho Achâb rey de Israel: y adoró á todo el ejército del cielo, y sirvió á aquellas cosas.

Asimismo profanó el rey los altos que estaban delante de Jerusalem, á la mano derecha del monte de la destrucción, los cuales Salomón rey de Israel había edificado á Astharoth, abominación de los Sidonios, y á Chêmos abominación de Moab, y á Milcom abomin

Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová, y los tesoros de la casa real, y quebró en piezas todos los vasos de oro que había hecho Salomón rey de Israel en la casa de Jehová, como Jehová había dicho.

Todos estos fueron contados por sus generaciones en días de Jothán rey de Judá, y en días de Jeroboam rey de Israel.

Y pasó Salomón á la hija de Faraón, de la ciudad de David á la casa que él le había edificado; porque dijo: Mi mujer no morará en la casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de Jehová, son sagradas.

EN el año treinta y seis del reinado de Asa, subió Baasa rey de Israel contra Judá, y edificó á Rama, para no dejar salir ni entrar á ninguno al rey Asa, rey de Judá.

Haya alianza entre mí y ti, como la hubo entre mi padre y tu padre; he aquí yo te he enviado plata y oro, para que vengas y deshagas la alianza que tienes con Baasa rey de Israel, á fin de que se retire de mí.

Y dijo Achâb rey de Israel á Josaphat rey de Judá: ¿Quieres venir conmigo á Ramoth de Galaad? Y él respondió: Como yo, así también tú; y como tu pueblo, así también mi pueblo: iremos contigo á la guerra.

Además dijo Josaphat al rey de Israel: Ruégote que consultes hoy la palabra de Jehová.

Entonces el rey de Israel juntó cuatrocientos profetas, y díjoles: ¿Iremos á la guerra contra Ramoth de Galaad, ó estaréme yo quieto? Y ellos dijeron: Sube, que Dios los entregará en mano del rey.

Y el rey de Israel respondió á Josaphat: Aun hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar á Jehová: mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es Michêas, hijo de Imla. Y respondió Josaphat: No hable así el rey.

Entonces el rey de Israel llamó un eunuco, y díjole: Haz venir luego á Michêas hijo de Imla.

Y el rey de Israel y Josaphat rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de sus ropas; y estaban sentados en la era á la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos.

Y el rey de Israel dijo á Josaphat: ¿No te había yo dicho que no me profetizaría bien, sino mal?

Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá á Achâb rey de Israel, para que suba y caiga en Ramoth de Galaad? Y uno decía así, y otro decía de otra manera.

Entonces el rey de Israel dijo: Tomad á Michêas, y volvedlo á Amón gobernador de la ciudad, y á Joas hijo del rey.

Subió pues el rey de Israel, y Josaphat rey de Judá, á Ramoth de Galaad.

Y dijo el rey de Israel á Josaphat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla: mas tú vístete tus vestidos. Y disfrazóse el rey de Israel, y entró en la batalla.

Había el rey de Siria mandado á los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.

Y como los capitanes de los carros vieron á Josaphat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y cercáronlo para pelear; mas Josaphat clamó, y ayudólo Jehová, y apartólos Dios de él:

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