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3

Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: ``No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu" --dice el SEÑOR de los ejércitos.

5

Sus pies se posarán aquel día en el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, {formando} un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.

6

Diles, pues: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Volveos a mí' --declara el SEÑOR de los ejércitos-- `y yo me volveré a vosotros' --dice el SEÑOR de los ejércitos.

7

Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. El hablará paz a las naciones, y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.

8

`No seáis como vuestros padres, a quienes los antiguos profetas proclamaron, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras.'" Pero no me escucharon ni me hicieron caso' --declara el SEÑOR.

9

Y les dije: Si os parece bien, dad{me} mi paga; y si no, dejadla. Y pesaron como mi salario treinta {piezas} de plata.

10

He aquí, viene el día del SEÑOR cuando serán repartidos tus despojos en medio de ti.

12

`Pero mis palabras y mis estatutos que yo ordené a mis siervos los profetas ¿no alcanzaron a vuestros padres? Por eso se arrepintieron y dijeron: ``Como el SEÑOR de los ejércitos se propuso hacer con nosotros conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, así ha hecho con nosotros."'"

14

la familia de la casa de Leví por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de los simeítas por su lado, y sus mujeres por su lado;

15

El día veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebat, el año segundo de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:

16

Como aquella plaga así será la plaga del caballo, del mulo, del camello, del asno y de todos los animales que haya en aquellos campamentos.

17

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Sean fuertes vuestras manos, vosotros que escucháis en estos días estas palabras de la boca de los profetas, los cuales {hablaron} el día en que se pusieron los cimientos de la casa del SEÑOR de los ejércitos para la reedificación del templo.

18

todas las demás familias, cada familia por su lado, y sus mujeres por su lado.

19

Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias. Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala.

20

Y el hombre que estaba entre los mirtos respondió y dijo: Estos son los que el SEÑOR ha enviado a recorrer la tierra.

21

Y ellos respondieron al ángel del SEÑOR que estaba entre los mirtos y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí, toda la tierra está en paz y tranquila.

22

Entonces dije: ¿Quiénes son éstos, señor mío? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Te mostraré quienes son éstos.

23

Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y respondí: No, señor mío.

25

Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Proclama, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Estoy celoso en gran manera por Jerusalén y por Sion,

26

Y he aquí, cuando el ángel que hablaba conmigo salía, otro ángel le salió al encuentro,

27

Entonces respondió el ángel del SEÑOR y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo seguirás sin compadecerte de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales has estado indignado estos setenta años?

28

Y el SEÑOR respondió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas, palabras consoladoras.

29

y con gran enojo estoy yo enojado contra las naciones que están confiadas; porque cuando yo estaba un poco enojado, ellas contribuyeron al mal.'

30

Entonces vino la palabra del SEÑOR a Zacarías, diciendo:

31

Proclama de nuevo, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Otra vez rebosarán mis ciudades de bienes, otra vez el SEÑOR consolará a Sion y de nuevo escogerá a Jerusalén.'"

32

Pasarán por el mar {de} la angustia, y El herirá las olas en el mar y se secarán todas las profundidades del Nilo; y será abatido el orgullo de Asiria y apartado el cetro de Egipto.

33

Después alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro cuernos.

34

Y dije: ¿Qué vienen a hacer éstos? Y él respondió, diciendo: Aquéllos son los cuernos que dispersaron a Judá, de modo que nadie ha podido levantar la cabeza; pero estos {artesanos} han venido para aterrorizarlos, para derribar los cuernos de las naciones que alzaron {sus} cuernos contra la tierra de Judá para dispersarla.

35

``Porque antes de aquellos días no había paga para hombre ni paga para el ganado; y no había paz para el que salía o entraba a causa del enemigo, y yo puse a todos los hombres unos contra otros.

36

``Por tanto, así dice el SEÑOR: `Me volveré a Jerusalén con compasión; en ella será reedificada mi casa' --declara el SEÑOR de los ejércitos-- `y el cordel será tendido sobre Jerusalén.'"

37

Briosos salían, impacientes por ir a recorrer la tierra. Y El dijo: Id, recorred la tierra. Y recorrieron la tierra.

38

Entonces el SEÑOR me mostró cuatro artesanos.

39

Yo los fortaleceré en el SEÑOR, y en su nombre andarán --declara el SEÑOR.

40

Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y me respondió: Estos son los cuernos que dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén.

41

``Pero ahora yo no {trataré} al remanente de este pueblo como en los días pasados" --declara el SEÑOR de los ejércitos.

42

Entonces el SEÑOR me dijo: Arrójalo al alfarero ({ese} magnífico precio con que me valoraron). Tomé pues, las treinta {piezas} de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR.

44

Entonces me llamó y me habló, diciendo: Mira, los que salen hacia la tierra del norte aplacan mi espíritu en la tierra del norte.

45

Después dijo: Que le pongan un turbante limpio en la cabeza. Y le pusieron un turbante limpio en la cabeza y le vistieron con ropas {de gala}; y el ángel del SEÑOR estaba allí.

47

y le dijo: Corre, habla a ese joven, y dile: ``Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganados dentro de ella.

48

Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esto es el efa que sale. Y añadió: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra.

49

Y quebré mi segundo cayado, Unión, para romper la hermandad entre Judá e Israel.

50

Y sucederá que los de las familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, no recibirán lluvia sobre ellos.

51

Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Tal como me propuse haceros mal cuando vuestros padres me hicieron enojar" --dice el SEÑOR de los ejércitos-- ``y no me he arrepentido,

52

Y vino la palabra del SEÑOR a mí, diciendo:

55

`` ¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel, {te convertirás en} llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de ` ¿Gracia, gracia a ella!'"

57

``Escucha ahora, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan ante ti, que son hombres de presagio, pues he aquí, yo voy a traer a mi siervo, el Renuevo.

58

Porque entesaré a Judá como mi arco, y cargaré el arco con Efraín. Incitaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia, y te haré como espada de guerrero.

59

``Porque he aquí la piedra que he puesto delante de Josué, sobre {esta} única piedra hay siete ojos. He aquí, yo grabaré una inscripción en ella" --declara el SEÑOR de los ejércitos-- ``y quitaré la iniquidad de esta tierra en un solo día.

60

Y el SEÑOR me dijo: Toma otra vez los aperos de un pastor insensato.

61

Entonces el ángel del SEÑOR amonestó a Josué, diciendo:

62

¿Ea, ea! Huid de la tierra del norte --declara el SEÑOR-- porque como a los cuatro vientos del cielo os dispersé yo --declara el SEÑOR.

64

`Sí, El reedificará el templo del SEÑOR, y El llevará gloria y se sentará y gobernará en su trono. Será sacerdote sobre su trono y habrá consejo de paz entre los dos oficios.'"

65

Y si la familia de Egipto no sube ni viene, entonces sobre ellos no {habrá lluvia;} será la plaga con la cual el SEÑOR herirá a las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.

66

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Si andas en mis caminos, y si guardas mis ordenanzas, también tú gobernarás mi casa; además tendrás a tu cargo mis atrios y te daré libre acceso entre éstos que están {aquí}.

67

Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que os despojaron, porque el que os toca, toca la niña de su ojo:

68

Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:

69

Profecía de la palabra del SEÑOR contra la tierra de Hadrac y Damasco, su lugar de reposo (porque hacia el SEÑOR están {puestos} los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel),

70

Y me respondió: A la tierra de Sinar para edificarle un templo; y cuando esté preparado, será asentado allí sobre su base.

71

Porque he aquí, yo voy a levantar en la tierra un pastor que no se preocupará de la que perece, ni buscará a la descarriada, ni curará a la herida, ni sustentará a la fuerte, sino que comerá la carne de la cebada y arrancará sus pezuñas.

72

¿Pues quién ha menospreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; {estos son} los ojos del SEÑOR que recorren toda la tierra.

73

Y he aquí, una tapa de plomo fue levantada, y había una mujer sentada dentro del efa.

74

¿Ay del pastor inútil que abandona el rebaño! ¿{Caiga} la espada sobre su brazo y sobre su ojo derecho! Su brazo se secará por completo, y su ojo derecho totalmente se oscurecerá.

75

He aquí, de noche vi un hombre que iba montado en un caballo rojo; él estaba entre los mirtos que había en la quebrada, y detrás de él, caballos rojos, castaños y blancos.

76

Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sion; porque he aquí, vengo, y habitaré en medio de ti --declara el SEÑOR.

77

Pues ¡cuánta es su gracia y cuánta su hermosura! El trigo hará florecer a los jóvenes y el mosto a las doncellas.

79

``Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis bendición. No temáis, {mas} sean fuertes vuestras manos."

80

``Aquel día" --declara el SEÑOR de los ejércitos-- ``convidaréis cada uno a su prójimo bajo {su} parra y bajo {su} higuera."

81

Entonces el SEÑOR aparecerá sobre ellos, y saldrá como un rayo su flecha; el Señor DIOS tocará la trompeta, y caminará en los torbellinos del sur.

82

Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos {la} acabarán. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros.

83

``Y vendrán muchos pueblos y naciones poderosas a buscar al SEÑOR de los ejércitos en Jerusalén y a implorar el favor del SEÑOR."

84

Y háblale, diciendo: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `He aquí un hombre cuyo nombre es Renuevo, porque El brotará del lugar donde está y reedificará el templo del SEÑOR.

85

¿Ea, Sion, tú que moras con la hija de Babilonia, escápate!

86

El SEÑOR de los ejércitos los defenderá; ellos devorarán y pisotearán las piedras de la honda, beberán {y} alborotarán como {embriagados} de vino, se llenarán como tazón de sacrificio, {empapados} como las esquinas del altar.

87

Entonces dijo: Esta es la Maldad. Y la arrojó al interior del efa y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura.

88

En aquel día estará {grabado} en los cascabeles de los caballos: SANTIDAD AL SEÑOR. Y serán las ollas en la casa del SEÑOR como los tazones delante del altar.

89

así me he propuesto en estos días volver a hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá. ¡No temáis!

90

Los salvará el SEÑOR su Dios aquel día como rebaño de su pueblo; porque {como} piedras de una corona brillan sobre su tierra.

91

Toma {ofrendas} de los desterrados, de Heldai, de Tobías y de Jedaías; y el mismo día ve y entra en la casa de Josías, hijo de Sofonías, adonde ellos han llegado de Babilonia.

92

He aquí, alzaré mi mano contra ellas, y serán despojo para sus esclavos. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado.

93

Entonces hablé, y le dije: ¿Qué son estos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro?

94

Y sucederá aquel día que haré de Jerusalén una piedra pesada para todos los pueblos; todos los que la levanten serán severamente desgarrados. Y contra ella se congregarán todas las naciones de la tierra.

95

sino que los dispersé en torbellino entre todas las naciones que no conocían. Y la tierra fue desolada tras ellos, sin que nadie fuera ni viniera; convirtieron la tierra deseable en desolación.

98

Y sucedió que, como yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y yo no quise escuchar --dice el SEÑOR de los ejércitos--

99

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``En aquellos días diez hombres de todas las lenguas de las naciones asirán el vestido de un judío, diciendo: `Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.'"

100

Entonces el ángel que hablaba conmigo volvió, y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño.

101

Aquel día el SEÑOR defenderá a los habitantes de Jerusalén, y el débil entre ellos aquel día será como David, y la casa de David {será} como Dios, como el ángel del SEÑOR delante de ellos.

103

Luego alcé los ojos y miré, y he aquí dos mujeres salían con el viento en sus alas; y tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.

104

Y se unirán muchas naciones al SEÑOR aquel día, y serán mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a ti.

105

Y se lamentará la tierra, cada familia por su lado: la familia de la casa de David por su lado, y sus mujeres por su lado; la familia de la casa de Natán por su lado, y sus mujeres por su lado;

106

Aquel día habrá gran lamentación en Jerusalén, como la lamentación de Hadad-rimón en la llanura de Meguido.

108

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``El ayuno del cuarto {mes}, el ayuno del quinto, el ayuno del séptimo y el ayuno del décimo se convertirán para la casa de Judá en gozo, alegría y fiestas alegres. Amad, pues, la verdad y la paz."

109

Toma plata y oro, haz una corona y pon{la} en la cabeza del sumo sacerdote Josué, hijo de Josadac.

110

Entonces alcé los ojos y miré, y he aquí, {vi} un hombre con un cordel de medir en la mano.

111

Y sucederá aquel día que me dispondré a destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén.

112

Dije entonces al ángel que hablaba conmigo: ¿Adónde llevan el efa?

113

no traméis en vuestro corazón el mal uno contra otro, ni améis el juramento falso; porque todas estas cosas son las que odio" --declara el SEÑOR.

114

Y fue roto aquel día; así los afligidos del rebaño que me observaban, conocieron que era la palabra del SEÑOR.

115

Entonces la palabra del SEÑOR de los ejércitos vino a mí, diciendo:

117

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``{Y será} que aun vendrán pueblos y habitantes de muchas ciudades;

118

Entonces él dijo: Estos son los dos ungidos que están de pie junto al Señor de toda la tierra.

119

Y vino la palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo:

120

Y el ángel del SEÑOR dijo a Satanás: El SEÑOR te reprenda, Satanás. Repréndate el SEÑOR que ha escogido a Jerusalén. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego?

121

Así dice el SEÑOR mi Dios: Apacienta las ovejas {destinadas} para la matanza.

122

Aquel día haré de los jefes {de familias} de Judá como brasero de fuego entre leños, y como antorcha ardiendo entre gavillas, y consumirán a diestra y a siniestra a todos los pueblos de alrededor, y Jerusalén será habitada de nuevo en su lugar, en Jerusalén.

123

Fortaleceré la casa de Judá y la casa de José salvaré, y los haré volver porque me he compadecido de ellos; y serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy el SEÑOR su Dios, y les responderé.

124

Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He aquí, veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima;

125

Aquel día --declara el SEÑOR-- heriré a todo caballo de espanto, y a su jinete, de locura. Pero sobre la casa de Judá abriré mis ojos, mientras hiero de ceguera a todo caballo de los pueblos.

126

Gime, ciprés, porque ha caído el cedro, porque los {árboles} majestuosos han sido derribados; gemid, encinas de Basán, porque ha caído el bosque impenetrable.

127

Y destruí a los tres pastores en un mes, pues mi alma se impacientó con ellos y su alma también se cansó de mí.

128

Apacenté, pues, las ovejas {destinadas} para la matanza, esto es, los afligidos del rebaño. Y tomé para mí dos cayados: a uno lo llamé Gracia y al otro lo llamé Unión; y apacenté las ovejas.

129

El SEÑOR salvará primero las tiendas de Judá, para que la gloria de la casa de David y la gloria de los habitantes de Jerusalén no se engrandezca sobre Judá.

130

Y tomé mi cayado Gracia y lo quebré para romper el pacto que yo había hecho con todos los pueblos.

131

De él saldrá la piedra angular, de él la clavija, de él el arco de guerra, de él todo gobernante; juntos

132

Contra los pastores se enciende mi ira, y a los machos cabríos castigaré; porque el SEÑOR de los ejércitos ha visitado su rebaño, la casa de Judá, y hará de ellos como su caballo de honor en la batalla.

133

Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y los montes {eran} montes de bronce.

134

Y Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel.

135

Y me respondió, diciendo: ¿No sabes qué son éstos? Y yo dije: No, señor mío.

136

Este será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.

137

Alcé de nuevo mis ojos y miré, y he aquí un rollo que volaba.

138

y los habitantes de una irán a otra, diciendo: `Vamos sin demora a implorar el favor del SEÑOR, y a buscar al SEÑOR de los ejércitos. Yo también iré.'

139

Hablé por segunda vez, y le dije: ¿Qué son las dos ramas de olivo que están junto a los dos tubos de oro, que vierten de sí el {aceite} dorado?

140

Entonces los jefes {de familias} de Judá dirán en su corazón: ``Gran apoyo para nosotros son los habitantes de Jerusalén por el SEÑOR de los ejércitos, su Dios."

141

Pues yo no me compadeceré más de los habitantes de esta tierra --declara el SEÑOR-- sino que he aquí, haré que los hombres caigan cada uno en manos de otro y en manos de su rey; y ellos herirán la tierra y yo no {los} libraré de sus manos.

142

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días.

143

Y toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al SEÑOR de los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader en la casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel día.

144

serán como valientes, que en la batalla huellan {al enemigo} en el barro de las calles; pelearán, porque el SEÑOR {estará} con ellos, y serán avergonzados los que montan a caballo.

145

Cuando yo los esparza entre los pueblos, aun en lejanas tierras se acordarán de mí, y vivirán con sus hijos, y volverán.

146

Efraín será como un valiente, y se alegrará su corazón como por el vino; sus hijos {lo} verán y se alegrarán, {y} se regocijará su corazón en el SEÑOR.

147

Entonces dije: No os apacentaré {más.} La que ha de morir, que muera; y la que ha de ser destruida, que sea destruida; y las que queden, cómanse la carne unas a otras.

148

Y sucedió que en el año cuarto del rey Darío vino la palabra del SEÑOR a Zacarías el cuarto {día} del mes noveno, Quisleu.

150

Así dice el SEÑOR: ``Volveré a Sion y en medio de Jerusalén moraré. Y Jerusalén se llamará Ciudad de la Verdad, y el monte del SEÑOR de los ejércitos, Monte Santo."

151

Voz de gemido de pastores, porque su esplendor está arruinado; voz del rugido de leoncillos, porque derribada está la gloria del Jordán.

152

Los que las compran las matan y salen impunes, y el que las vende dice: `` ¿Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!"; y ni sus propios pastores se compadecen de ellas.

153

Y {le} dije: ¿Adónde vas? Y me respondió: A medir a Jerusalén para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud.

154

Y les silbaré para reunirlos, porque los he redimido; y serán tan numerosos como eran.

155

Salió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos y mira qué es esto que sale.

156

Los haré volver de la tierra de Egipto, y de Asiria los recogeré; los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, hasta que no haya {sitio} para ellos.

157

La corona será para Helem, Tobías, Jedaías y Hen, hijo de Sofonías, como recuerdo en el templo del SEÑOR.

158

Y los que están lejos vendrán y reedificarán el templo del SEÑOR. Entonces sabréis que el SEÑOR de los ejércitos me ha enviado a vosotros. {Esto} sucederá si escucháis obedientes la voz del SEÑOR vuestro Dios.

159

y junto a él {hay} dos olivos, uno a la derecha del depósito y el otro a la izquierda.

160

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``He celado a Sion con gran celo, sí, con gran furor la he celado."

161

Despierta, espada, contra mi pastor, y contra el hombre compañero mío --declara el SEÑOR de los ejércitos. Hiere al pastor y se dispersarán las ovejas, y volveré mi mano contra los pequeños.

162

Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado.

163

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``He aquí, salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra donde se pone el sol;

164

Continué, y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto señor mío?

165

y los traeré y habitarán en medio de Jerusalén; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios en verdad y en justicia."

166

Del primer carro {tiraban} caballos rojos, del segundo carro caballos negros,

167

Y me dijo {el ángel:} ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela; su longitud es de veinte codos y su anchura de diez codos.

169

Así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Si en aquellos días {esto} parece muy difícil a los ojos del remanente de este pueblo, ¿será también muy difícil a mis ojos?" --declara el SEÑOR de los ejércitos.

170

Habla a todo el pueblo de la tierra y a los sacerdotes, y di: ``Cuando ayunabais y os lamentabais en el quinto y el séptimo {mes} durante estos setenta años, ¿ayunabais en verdad por mí?

171

{La aldea de} Betel había enviado a Sarezer, a Regem-melec y a sus hombres a implorar el favor del SEÑOR,

172

La haré salir --declara el SEÑOR de los ejércitos-- y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras.

173

Y yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres; la mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.

174

Y el ángel contestó, y me dijo: Estos son los cuatro vientos del cielo que salen después de presentarse ante el Señor de toda la tierra.

175

Profecía de la palabra del SEÑOR acerca de Israel. El SEÑOR que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, declara:

176

Y sucederá que todo sobreviviente de todas las naciones que fueron contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, SEÑOR de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.

178

y a hablar a los sacerdotes que eran de la casa del SEÑOR de los ejércitos, y a los profetas, diciendo: ¿Debemos llorar en el mes quinto y abstenernos como lo hemos hecho durante tantos años?

179

Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR de los ejércitos, diciendo:

180

`` ¿No son {estas} las palabras que el SEÑOR proclamó por medio de los antiguos profetas, cuando Jerusalén estaba habitada y próspera con sus ciudades a su alrededor, y el Neguev y la tierra baja estaban habitados?"

181

El octavo mes del año segundo de Darío, vino la palabra del SEÑOR al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddo, diciendo:

182

y también Hamat, que linda con ella, {y} Tiro y Sidón, aunque sean muy sabias.

183

Ascalón {lo} verá y temerá, también Gaza, y se retorcerá con gran dolor, lo mismo Ecrón, pues su esperanza ha sido confundida. Además perecerá el rey de Gaza, y Ascalón no será habitada.

185

Será un día único, conocido sólo del SEÑOR, ni día ni noche; y sucederá que a la hora de la tarde habrá luz.

186

Un {pueblo} bastardo habitará en Asdod, y yo destruiré el orgullo de los filisteos.

187

Con uno de ellos salen los caballos negros hacia la tierra del norte, y los blancos salen tras ellos, mientras los tordos salen hacia la tierra del sur.

188

Entonces hablé, y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos, señor mío?

189

``Estas son las cosas que debéis hacer: decid la verdad unos a otros, juzgad con verdad y con juicio de paz en vuestras puertas,

190

Tiro se ha edificado una fortaleza, y ha amontonado plata como polvo y oro como barro de las calles.

192

Entonces saldrá el SEÑOR y peleará contra aquellas naciones, como cuando El peleó el día de la batalla.

194

Y yo acamparé junto a mi casa como un guardián para que nadie vaya ni venga, y no pasará más sobre ellos el opresor, porque ahora he visto con mis ojos.

195

Quitaré la sangre de su boca, y sus abominaciones de entre sus dientes. Entonces él será también un remanente para nuestro Dios, será como una tribu en Judá, y Ecrón {será} como el jebuseo.

196

Y sucederá en toda la tierra --declara el SEÑOR-- que dos partes serán cortadas en ella, {y} perecerán; pero la tercera quedará en ella.

197

Esta será la plaga con que el SEÑOR herirá a todos los pueblos que han hecho guerra contra Jerusalén: se pudrirá su carne estando ellos aún de pie, y se pudrirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se pudrirá en su boca.

198

He aquí, el Señor la despojará, arrojará al mar su riqueza y ella será consumida por el fuego.

199

En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén, una mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, será lo mismo en verano que en invierno.

200

He aquí, yo haré de Jerusalén una copa de vértigo para todos los pueblos de alrededor, y cuando haya asedio contra Jerusalén, también lo habrá contra Judá.

201

Y huiréis al valle de mis montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis tal como huisteis a causa del terremoto en los días de Uzías, rey de Judá. Y vendrá el SEÑOR mi Dios, {y} todos los santos con El.

202

Y {alguien} le dirá: `` ¿Qué son esas heridas en tu cuerpo?" Y él responderá: ``{Son aquéllas} con que fui herido en casa de mis amigos."

203

Y sucederá que en aquel día no habrá luz; las luminarias se oscurecerán.

204

Y sucederá aquel día --declara el SEÑOR de los ejércitos-- que eliminaré de la tierra los nombres de los ídolos, y nunca más serán recordados; también yo quitaré de la tierra a los profetas y al espíritu inmundo.

205

Toda la tierra se volverá como una llanura desde Geba hasta Rimón, al sur de Jerusalén; pero {ésta} se levantará y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta Primera, hasta la puerta del Angulo, y {desde} la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.

206

También Judá peleará en Jerusalén; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia.

207

Y sucederá que si alguno profetiza todavía, su padre y su madre que lo engendraron le dirán: ``No vivirás porque has hablado falsamente en el nombre del SEÑOR"; y su padre y su madre que lo engendraron lo traspasarán mientras profetiza.

208

También sucederá aquel día que los profetas se avergonzarán cada uno de su visión cuando profetice, y no se vestirán el manto de pelo para engañar,

209

Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará en seguridad.

210

Y sucederá aquel día que habrá entre ellos un gran pánico del SEÑOR; y cada uno agarrará la mano de su prójimo, y levantará su mano contra la mano de su prójimo.

211

sino que {cada uno} dirá: ``No soy profeta, soy labrador de la tierra, porque un hombre me vendió como esclavo en mi juventud."