48 Versículo de la Biblia sobre el miedo y la preocupación
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Mas cuando os entregaren, no os apuréis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado qué habéis de hablar.
Mas ¿quién de vosotros podrá, acongojándose, añadir a su estatura un codo?
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dijo el SEÑOR.
Y cuando os trajeren a las sinagogas, y a los magistrados y potestades, no estéis solícitos cómo o qué hayáis de responder, o qué habréis de decir;
Vosotros, pues, no procuréis qué tengáis de comer, o qué tengáis de beber; ni andéis elevados.
Mas os digo, amigos míos: No temáis de los que matan el cuerpo, y después no tienen más que hacer.
No tendrás temor de espanto nocturno, ni de saeta que vuele de día;
Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Confiad, YO SOY; no tengáis miedo.
Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente.
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
Por nada estéis afanosos; sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en todo con oración y ruego y acción de gracias.
porque todos le veían, y se turbaron. Mas luego habló con ellos, y les dijo: Alentaos; YO SOY, no temáis.
Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar; temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Por tanto os digo: No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
¿Y a quién reverenciaste y temiste? ¿Por qué mientes; que no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he disimulado desde tiempos antiguos, y nunca me has temido?
y me dijo: Varón de deseos, no temas; paz a ti; ten buen ánimo, y aliéntate. Y hablando él conmigo cobré yo vigor, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.
echando toda vuestra solicitud en él; porque él tiene cuidado de vosotros.
No tendrás temor del pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere;
Así que, no os acongojéis por lo de mañana; que el mañana traerá su congoja: basta al día su aflicción.
No os acongojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos?
El SEÑOR está por mí; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el Reino.
Y oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva.
será que la espada que teméis, os alcanzará allí en tierra de Egipto, y el hambre de que tenéis temor, allá en Egipto se os pegará; y allí moriréis.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
No temas, que yo estoy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Cuando te acostares, no tendrás temor; antes te acostarás, y tu sueño será suave.
Mem De mala fama no tendrá temor, Nun su corazón está firme, confiado en el SEÑOR.
Ahora pues, no temas, hija mía, yo haré contigo todo lo que tú dijeres, pues que todos los de la puerta de mi pueblo saben que eres mujer valiente.
Mas también si alguna cosa padecéis por hacer bien, sois bienaventurados. Por tanto, no temáis por el temor de ellos, ni seáis turbados;
El temor a los hombres es peligroso; mas el que confía en el SEÑOR será levantado.
y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se enternezca tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y del sirio, y del hijo de Remalías.
Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos.
Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que temía.
Y volverán los alcaldes a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y cobarde de corazón? Vaya, y vuelva a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como su corazón.
Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.
Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no la temerás; y de temor, porque no se acercará a ti.
No tenga tu corazón envidia de los pecadores, antes persevera en el temor del SEÑOR en todo tiempo;
Entonces os dije: No temáis, ni tengáis miedo de ellos.
Decid a los medrosos de corazón: Confortaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago, el mismo Dios vendrá, y os salvará.
Entonces el Señor dijo de noche en visión a Pablo: No temas, sino habla, y no calles;
No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa;
De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre.
Lámed No tendrá temor de la nieve por su familia, porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
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