32 Versículos de la Biblia sobre La madurez física,
Versículos Más Relevantes
Y Jesús crecía en sabiduría, y en edad, y en gracia para con Dios y los hombres.
Y el joven Samuel iba creciendo, y adelantando delante de Dios y delante de los hombres.
Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu: y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró á Israel.
Y el niño crecía, y fortalecíase, y se henchía de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fuí hombre hecho, dejé lo que era de niño.
Y habló Jehová á Moisés, diciendo: Cuando tomares el número de los hijos de Israel conforme á la cuenta de ellos, cada uno dará á Jehová el rescate de su persona, cuando los contares, y no habrá en ellos mortandad por haberlos contado. Esto dará cualquiera que pasare por la cuenta, medio siclo conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte óbolos: la mitad de un siclo será la ofrenda á Jehová.Leer más.
Cualquiera que pasare por la cuenta, de veinte años arriba, dará la ofrenda á Jehová. Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda á Jehová para hacer expiación por vuestras personas. Y tomarás de los hijos de Israel el dinero de las expiaciones, y lo darás para la obra del tabernáculo del testimonio: y será por memoria á los hijos de Israel delante de Jehová, para expiar vuestras personas.
Tomad el encabezamiento de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas: De veinte años arriba, todos los que pueden salir á la guerra en Israel, los contaréis tú y Aarón por sus cuadrillas.
Juntó luego Amasías á Judá, y con arreglo á las familias púsoles tribunos y centuriones por todo Judá y Benjamín; y tomólos por lista de veinte años arriba, y fueron hallados en ellos trescientos mil escogidos para salir á la guerra, que tenían lanza y es
En este desierto caerán vuestros cuerpos; todos vuestros contados según toda vuestra cuenta, de veinte años arriba, los cuales habéis murmurado contra mí;
Y habló Jehová á Moisés, diciendo: A estos se repartirá la tierra en heredad, por la cuenta de los nombres. A los más darás mayor heredad, y á los menos menor; y á cada uno se le dará su heredad conforme á sus contados.
Esto cuanto á los Levitas: de veinte y cinco años arriba entrarán á hacer su oficio en el servicio del tabernáculo del testimonio: Mas desde los cincuenta años volverán del oficio de su ministerio, y nunca más servirán:
Estos son los hijos de Leví en las familias de sus padres, cabeceras de familias en sus delineaciones, contados por sus nombres, por sus cabezas, los cuales hacían obra en el ministerio de la casa de Jehová, de veinte años arriba.
Y en el año segundo de su venida á la casa de Dios en Jerusalem, en el mes segundo, comenzaron Zorobabel hijo de Sealthiel, y Jesuá hijo de Josadec, y los otros sus hermanos, los sacerdotes y los Levitas, y todos los que habían venido de la cautividad á J
Entre nosotros también hay cano, también hay viejo Mucho mayor en días que tu padre.
Y respondió Eliú hijo de Barachêl, Buzita, y dijo: Yo soy menor de días y vosotros viejos; He tenido por tanto miedo, y temido declararos mi opinión. Yo decía: Los días hablarán, Y la muchedumbre de años declarará sabiduría. Ciertamente espíritu hay en el hombre, E inspiración del Omnipotente los hace que entiendan.Leer más.
No los grandes son los sabios, Ni los viejos entienden el derecho.
Vi entre los simples, Consideré entre los jóvenes, Un mancebo falto de entendimiento,
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor: Yo Jehová.
Y Eliú había esperado á Job en la disputa, porque eran más viejos de días que él.
Oye á tu padre, á aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
NO reprendas al anciano, sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos; A las ancianas, como á madres; á las jovencitas, como á hermanas, con toda pureza.
Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
Y ABRAHAM era viejo, y bien entrado en días; y Jehová había bendecido á Abraham en todo.
El cual será restaurador de tu alma, y el que sustentará tu vejez; pues que tu nuera, la cual te ama y te vale más que siete hijos, le ha parido.
Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas, y de gloria: y reinó en su lugar Salomón su hijo.
Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended; porque el lagar está lleno, rebosan las lagaretas: porque mucha es la maldad de ellos.
¿No decís vosotros: Aun hay cuatro meses hasta que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad las regiones, porque ya están blancas para la siega. Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.
ASI me ha mostrado Jehová: y he aquí un canastillo de fruta de verano. Y dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Un canastillo de fruta de verano. Y díjome Jehová: Venido ha el fin sobre mi pueblo Israel; no le pasaré más.
Entonces dice á sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros á su mies.
Y DESPUÉS de estas cosas, designó el Señor aun otros setenta, los cuales envió de dos en dos delante de sí, á toda ciudad y lugar á donde él había de venir. Y les decía: La mies á la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros á su mies.
Decía más: Así es el reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra; Y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y crece como él no sabe. Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;Leer más.
Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada.
Y otro ángel salió del templo, clamando en alta voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar te es venida, porque la mies de la tierra está madura.