82 Versículos de la Biblia sobre Nombres y Títulos Para el cristiano

Y más creyentes se añadían al Señor, multitudes, así de hombres como de mujeres;

Ninguno tenga en poco tu juventud; sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en pureza.

A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos. Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha escogido Dios a los pobres de este mundo, ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?

Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.

de que no nos harás mal, como nosotros no te hemos tocado, y como solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz. Tú eres ahora bendito de Jehová.

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

Mas vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos.

Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.

Entonces respondiendo Él, les dijo: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios, y la ponen por obra.

Jesús le dijo: No me toques; porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.

entre los cuales estáis también vosotros, los llamados de Jesucristo.

Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni pondréis calva sobre vuestros ojos por muerto;

y no solamente por aquella nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.

En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo el que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

Y acontecerá que en el lugar donde les fue dicho: Vosotros no sois mi pueblo, allí serán llamados hijos del Dios viviente.

para que seáis hijos de vuestro Padre que está en el cielo; porque Él hace que su sol salga sobre malos y buenos; y envía lluvia sobre justos e injustos.

Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando nada a cambio; y vuestro galardón será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque Él es benigno para con los ingratos y malos.

Sabed, por tanto, que los que son de la fe, éstos son hijos de Abraham.

oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.

Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son contados por simiente.

Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.

Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre.

El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino; y la cizaña son los hijos del malo.

Alégrese Israel en su Hacedor; los hijos de Sión se gocen en su Rey.

Vosotros también, hijos de Sión, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia moderadamente, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.

Y Jesús les dijo: ¿Pueden, los que están de bodas tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Mas los días vendrán, cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.

Y alabó el señor al mayordomo injusto por haber hecho astutamente; porque los hijos de este siglo son en su generación más astutos que los hijos de luz.

Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor: Andad como hijos de luz

Porque todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas.

Porque no pueden morir ya más; pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido; para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó; y porque consultó a una pitonisa,

Y le dijo el Señor: Ve; porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;

y hallándole, le trajo a Antioquía. Y sucedió que por todo un año se congregaron allí con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía.

Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.

Engaño hay en el corazón de los que piensan el mal; pero alegría en el de los que piensan el bien.

Sed, pues, seguidores de Dios como hijos amados;

Entonces dijo Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;

En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de longanimidad;

Pablo, siervo de Dios, y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento de la verdad que es según la piedad,

siendo manifiesto que sois carta de Cristo ministrada por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón.

sino a los santos que están en la tierra, y a los íntegros, en quienes está toda mi complacencia.

a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

«Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.

Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.

Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios;

que los gentiles sean coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de su promesa en Cristo por el evangelio,

Y les fueron dadas vestiduras blancas a cada uno de ellos, y les fue dicho que reposasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

¿No eres tú nuestro Dios, que echaste a los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la simiente de Abraham tu amigo para siempre?

Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado por justicia, y fue llamado: Amigo de Dios.

Yo vine a mi huerto, oh hermana mía, esposa mía: He recogido mi mirra y mis aromas; he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi leche he bebido. Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados.

Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; mas os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído de mi Padre.

Sabed, pues, que Jehová hizo apartar al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a Él clamare.

Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;

Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo; si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos también glorificados.

Así que ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.

Asimismo, vosotros, maridos, habitad con ellas sabiamente, dando honor a la esposa como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de vida; para que vuestras oraciones no sean estorbadas.

Y si vosotros sois de Cristo, entonces simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa.

Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, lo confirmó con juramento;

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de salvación?

Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos.

Os conjuro por el Señor, que esta carta sea leída a todos los santos hermanos.

Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;

Y su poder se fortalecerá, mas no por su propio poder, y destruirá maravillosamente, y prosperará; y hará arbitrariamente, y destruirá a los fuertes y al pueblo de los santos.

Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y nación santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

y para exaltarte sobre todas las naciones que Él hizo, para loor, y fama, y gloria; y para que seas pueblo santo a Jehová tu Dios, como Él ha dicho.

Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada.

Vosotros también, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo.

Pues aún quedará en ella una décima parte, y volverá a ser consumida, como la encina y el roble, de los cuales en la tala queda el tronco, así será el tronco de ella la simiente santa.

El justo camina en su integridad, bienaventurados serán sus hijos después de él.

He aquí se enorgullece aquel cuya alma no es recta en él; mas el justo por su fe vivirá.

y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios y su Padre; a Él sea la gloria y el poder por siempre jamás. Amén.

Como pastor apacentará su rebaño; con su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.

Y cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí Señor, tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos.

Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.

Hijitos, aún un poco estaré con vosotros. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo a vosotros ahora: A donde yo voy, vosotros no podéis venir.

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡Dios me libre!

porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.