101 Versículo de la Biblia sobre Profecías acerca de Cristo
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Yo publicaré el decreto: Jehová me ha dicho: Mi Hijo eres tú; yo te engendré hoy.
Éste será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre;
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, hecho de mujer, hecho bajo la ley,
Y estableceré mi pacto contigo y con tu simiente después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para ser Dios tuyo y de tu simiente después de ti.
En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, el cual es Cristo.
Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.
Por fe Abraham cuando fue probado, ofreció a Isaac, y él que había recibido las promesas, ofreció a su hijo unigénito, habiéndole sido dicho: En Isaac te será llamada simiente; pensando que aun de los muertos es Dios poderoso para levantar; de donde también le volvió a recibir por figura.
En verdad juró Jehová a David, no se retractará de ello: Del fruto de tus lomos pondré sobre tu trono.
Y al instante el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.
tocante a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que fue hecho de la simiente de David según la carne,
No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Silo; y a él se congregarán los pueblos.
Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para acabar la prevaricación, y concluir el pecado, y expiar la iniquidad; y para traer la justicia eterna, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; la plaza volverá a ser edificada, y el muro, en tiempos angustiosos.
Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado.
Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí una virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo,
Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo que fue dicho del Señor, por el profeta que dijo: He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emmanuel, que interpretado es: Dios con nosotros.
Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas han sido desde el principio, desde la eternidad.
Y cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos hombres sabios del oriente vinieron a Jerusalén,
Y José también subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David; para ser empadronado con María su esposa, desposada con él, la cual estaba a punto de dar a luz. Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Seba y de Sabá ofrecerán dones,
Y cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos hombres sabios del oriente vinieron a Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.Leer más.
Y convocando a todos los príncipes de los sacerdotes, y a los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo; y ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un Guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los sabios, inquirió de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo: Id y preguntad con diligencia por el niño; y cuando le hubiereis hallado, hacédmelo saber, para que yo también vaya y le adore. Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. Y entrando en la casa, vieron al niño con María su madre, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.
Así dice Jehová: Voz fue oída en Ramá, llanto y lloro amargo: Raquel que llora por sus hijos, y no quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque perecieron.
Herodes entonces, al verse burlado de los sabios, se llenó de ira, y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los sabios. Entonces se cumplió lo que fue dicho por el profeta Jeremías, que dijo: Voz fue oída en Ramá, lamentación, lloro y gemido grande, Raquel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque perecieron.
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, diciendo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.
He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá repentinamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el mensajero del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, dice Jehová de los ejércitos.
En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
Porque él irá delante de Él en el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y los desobedientes a la sabiduría de los justos, para preparar un pueblo dispuesto para el Señor.
Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto Dios, el Dios tuyo, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Y reposará sobre Él el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre Él.
Porque el que Dios envió habla las palabras de Dios, pues Dios no le da el Espíritu por medida.
cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo haciendo el bien, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios estaba con Él.
Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a Él oiréis: Conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera. Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.Leer más.
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y Él les hablará todo lo que yo le mande.
y Él envíe a Jesucristo, que os fue antes predicado; a quien ciertamente es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de todos sus santos profetas que han sido desde el principio del mundo. Porque Moisés en verdad dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará Profeta de vuestros hermanos, como yo; a Él oiréis en todas las cosas que os hablare.
Juró Jehová, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Él edificará el templo de Jehová, y Él llevará gloria y se sentará y dominará en su trono; y será sacerdote sobre su trono, y consejo de paz habrá entre ambos.
Así también Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy; como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ha ungido Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;
Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró el día sábado en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y le fue dado el libro del profeta Isaías. Y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí: Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón: Para predicar libertad a los cautivos: Y a los ciegos vista: Para poner en libertad a los quebrantados:Leer más.
Para predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó: Y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en Él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.
Aunque no será esta oscuridad tal como fue en su angustia, cuando al principio Él levemente afligió la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí; y después más gravemente los afligió por el camino del mar, al otro lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.
Y cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, se fue a Galilea; y dejando Nazaret, vino y habitó en Capernaúm, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, que dijo:Leer más.
Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz: Y a los asentados en región y sombra de muerte, luz les resplandeció.
Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén: he aquí, tu Rey vendrá a ti, Él es justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
Y cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos; entonces Jesús envió dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará.Leer más.
Todo esto fue hecho para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: Decid a la hija de Sión: He aquí tu Rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna, y un pollino hijo de animal de yugo.
y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, dice Jehová de los ejércitos.
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
Y vino por el Espíritu al templo. Y cuando los padres metieron al niño Jesús en el templo, para hacer por Él conforme a la costumbre de la ley, él entonces le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Señor, ahora despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra;Leer más.
Porque han visto mis ojos tu salvación, La cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para revelación a los gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel.
Y estaba cerca la pascua de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. Y halló en el templo a los que vendían bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y desparramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas;Leer más.
y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado.
Subirá cual renuevo delante de Él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.
¿No es Éste el carpintero, el hijo de María, hermano de Jacobo, y de José, y de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de Él.
Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo tienen nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde recostar su cabeza.
Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y grandes multitudes le seguían, y sanaba a todos. Y les encargaba rigurosamente que no le diesen a conocer:
Como pastor apacentará su rebaño; con su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; sacará el juicio a verdad.
Mas sabiéndolo Jesús, se apartó de allí; y grandes multitudes le seguían, y sanaba a todos.
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque Él nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consumió.
Abriré mi boca en parábolas; hablaré cosas escondidas desde la antigüedad;
Todas estas cosas habló Jesús por parábolas a la multitud, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta que dijo: En parábolas abriré mi boca; Enunciaré cosas que han estado escondidas desde la fundación del mundo.
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
Y respondiendo Jesús les dijo: Id, y decid a Juan las cosas que oís y veis. Los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos son limpiados y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es predicado el evangelio. Y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí.
Entonces los príncipes de los sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchos milagros.
Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Porque por amor de ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro.
Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito; Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
He venido a ser extraño a mis hermanos, y extranjero a los hijos de mi madre.
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Entonces Él será por santuario; mas a las dos casas de Israel por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red a los moradores de Jerusalén.
¿Por qué? Porque no la procuraron por fe, sino como por las obras de la ley, por lo cual tropezaron en la piedra de tropiezo,
Y: Piedra de tropiezo, y roca de escándalo a los que tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; para lo cual fueron también ordenados.
Más que los cabellos de mi cabeza son los sin causa que me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme; Sin razón son mis enemigos; he tenido que pagar lo que no he robado.
Así dice Jehová, Redentor de Israel, el Santo suyo, al menospreciado de los hombres, al abominado de las naciones, al siervo de los gobernantes. Verán reyes, y se levantarán príncipes, y adorarán por Jehová; porque fiel es el Santo de Israel, el cual te escogió.
Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora también ellos las han visto, y nos han aborrecido a mí y a mi Padre. Pero esto es para que se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me aborrecieron.
La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser cabeza del ángulo.
Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras: La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza de ángulo: El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos?
¿Acaso ha creído en Él alguno de los príncipes, o de los fariseos?
¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad? Se levantan los reyes de la tierra, y los príncipes consultan unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Y aquel mismo día Pilato y Herodes entre ellos se hicieron amigos; porque antes estaban enemistados entre sí.
Pues verdaderamente se juntaron contra tu santo Hijo Jesús, a quien tú ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel,
Aun mi íntimo amigo, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, levantó contra mí su calcañar.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él: Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía, y mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y a la casa de Dios andábamos en compañía.
No hablo de todos vosotros; yo conozco a los que he escogido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
Levántate, oh espada, sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y se dispersarán las ovejas; y volveré mi mano sobre los pequeñitos.
Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque está escrito: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
Y les dije: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y pesaron por mi salario treinta piezas de plata.
y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y convinieron con él por treinta piezas de plata.
Y me dijo Jehová: Échalo al tesoro, ¡hermoso precio con que me han apreciado! Y tomé las treinta piezas de plata, y las eché al tesoro en la casa de Jehová.
Y tomando consejo, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.
Estoy derramado como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron: Mi corazón es como cera, derretido en medio de mis entrañas. Se secó como un tiesto mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.