18 Versículo de la Biblia sobre el desempeño

Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.

Ahora pues, llevad también á cabo el hecho, para que como estuvisteis prontos á querer, así también lo estéis en cumplir conforme á lo que tenéis.

No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, Ni se complace en las piernas del hombre.

Y díjome Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

Plenamente convencido de que todo lo que había prometido, era también poderoso para hacerlo.

A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual habéis oído ya por la palabra verdadera del evangelio:

Habiendo oído vuestra fe en Cristo Jesús, y el amor que tenéis á todos los santos,

Y estaban bajo la mano de los hijos de Aarón, para ministrar en la casa de Jehová, en los atrios y en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la demás obra del ministerio de la casa de Dios;

Y ser hallado en él, no teniendo mi justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

Tómalo de ellos, y será para el servicio del tabernáculo del testimonio: y lo darás á los Levitas, á cada uno conforme á su ministerio.

Conforme á la fe murieron todos éstos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra.

Y CUANDO alguna persona pecare, que hubiere oído la voz del que juró, y él fuere testigo que vió, ó supo, si no lo denunciare, él llevará su pecado.

Ahora pues, Jehová Dios, la palabra que has hablado sobre tu siervo y sobre su casa, despiértala para siempre, y haz conforme á lo que has dicho.

Porque el fin de la ley es Cristo, para justicia á todo aquel que cree.

Y dijo: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que habló de su boca á David mi padre, y con su mano lo ha cumplido, diciendo:

En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados:

Jesús le dice: ¿No te he dicho que, si creyeres, verás la gloria de Dios?

¿Tan necios sois? ¿habiendo comenzado por el Espíritu, ahora os perfeccionáis por la carne?