43 Versículos de la Biblia sobre la conciencia

que con hipocresía hablarán mentiras; teniendo cauterizada su conciencia;

mostrando ellos, la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia y sus pensamientos, acusándose o aun excusándose unos a otros,

La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué se ha de juzgar mi libertad por la conciencia de otro?

Por tanto, es necesario que os sujetéis, no sólo por la ira, sino también por causa de la conciencia.

Pero si alguien os dice: Esto fue sacrificado a los ídolos; no lo comáis, por causa de aquel que lo declaró, y por causa de la conciencia; porque del Señor es la tierra y su plenitud.

acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

Si algún no creyente os convida, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.

Porque ésta es nuestra gloria; el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y más abundantemente con vosotros.

De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia;

reteniendo la fe y buena conciencia, la cual desechando algunos, naufragaron en cuanto a la fe.

Porque si te ve alguno a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en el templo de los ídolos, la conciencia de aquel que es débil, ¿no será incitada a comer de lo sacrificado a los ídolos?

Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.

Mas mirad que esta vuestra libertad de ninguna manera venga a ser tropezadero a los que son débiles.

A la figura de lo cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como testimonio de una buena conciencia delante de Dios) por la resurrección de Jesucristo,

que tengan el misterio de la fe con limpia conciencia.

teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo.

Pues el fin del mandamiento es el amor de corazón puro, y de buena conciencia, y de fe no fingida,

Y por esto yo procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo.

Porque uno cree que se ha de comer de todo, otro, que es débil, come legumbres.

De otra manera cesarían de ofrecerse, ya que los adoradores, limpios una vez, no tendrían más conciencia de pecado.

Doy gracias a Dios, a quien sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día;

De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.

Lo cual era figura de aquel tiempo presente, en el cual se presentaban ofrendas y sacrificios que no podían hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que servía con ellos;

¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?

Conociendo, pues, el temor del Señor, persuadimos a los hombres, mas a Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras conciencias seamos manifiestos.

Pero no en todos hay este conocimiento; porque algunos con conciencia del ídolo hasta ahora, comen como sacrificado a ídolos; y su conciencia, siendo débil, se contamina.

Orad por nosotros; porque confiamos que tenemos buena conciencia; deseando conducirnos en todo con honestidad.

Porque si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y Él conoce todas las cosas.

Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos para con Dios;

Pero el que duda, si come, se condena, porque come sin fe, y todo lo que no es de fe, es pecado.

porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto; porque Dios se lo manifestó.

¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba.

Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.

Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, no teniendo ley, son ley a sí mismos,

Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, que escudriña lo más recóndito del vientre.

Mi justicia tengo asida, y no la cederé: No me reprochará mi corazón en el tiempo de mi vida.

Todas las cosas son puras para los puros; mas para los corrompidos e incrédulos nada es puro; pues aun su mente y su conciencia están corrompidas.