48 Versículo de la Biblia sobre la gracia de Dios

Empero por la gracia de Dios soy lo que soy: y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos: pero no yo, sino la gracia de Dios que fué conmigo.

Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios:

Gracia y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Mas la gracia de nuestro Señor fué más abundante con la fe y amor que es en Cristo Jesús.

Gracia sea á vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén.

Sea con vosotros gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y en amor.

Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia por gracia.

Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús.

Si es que habéis oído la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros,

Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo.

Porque la gracia de Dios que trae salvación á todos los hombres, se manifestó.

Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

Así también, aun en este tiempo han quedado reliquias por la elección de gracia.

Gracias doy á mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os es dada en Cristo Jesús;

Porque la ley por Moisés fué dada: mas la gracia y la verdad por Jesucristo fué hecha.

Y ASI nosotros, como ayudadores juntamente con él, os exhortamos también á que no recibáis en vano la gracia de Dios,

Porque todas estas cosas padecemos por vosotros, para que abundando la gracia por muchos, en el hacimiento de gracias sobreabunde á gloria de Dios.

Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

Del cual yo soy hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su potencia.

Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.

Por tanto es por la fe, para que sea por gracia; para que la promesa sea firme á toda simiente, no solamente al que es de la ley, mas también al que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.

Antes por la gracia del Señor Jesús creemos que seremos salvos, como también ellos.

Y ahora, hermanos, os encomiendo á Dios, y á la palabra de su gracia: el cual es poderoso para sobreedificar, y daros heredad con todos los santificados.

¿Pues qué? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo de la ley, sino bajo de la gracia? En ninguna manera.

Mas no como el delito, tal fué el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios á los muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo.

En el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia,

Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.

Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.

En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salud te he socorrido: he aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud:)

Y el niño crecía, y fortalecíase, y se henchía de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.

Por el cual también tenemos entrada por la fe á esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado á su gloria eterna por Jesucristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, coforme, corrobore y establezca.

Lleguémonos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y hallar gracia para el oportuno socorro.

Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado:

El Señor Jesucristo sea con tu espíritu. La gracia sea con vosotros. Amén. \'

De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme á la medida de la fe;

Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; á fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra:

PUES tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.

No desecho la gracia de Dios: porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.

Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia.

¿PUES qué diremos? Perseveraremos en pecado para que la gracia crezca?

Empero Noé halló gracia en los ojos de Jehová.

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo.

El cual ha llegado hasta vosotros, como por todo el mundo; y fructifica y crece, como también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,