40 casos

'Desciende' en la Biblia

Y el SEÑOR dijo a Moisés: Desciende, requiere al pueblo que no traspasen el término por ver al SEÑOR, porque caerá multitud de ellos.

Y el SEÑOR le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el término por subir al SEÑOR, para que no haga en ellos estrago.

Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido.

Y me dijo el SEÑOR: Levántate, desciende presto de aquí; que tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido; presto se han apartado del camino que yo les mandé; se han hecho una imagen de fundición.

Después torna este término desde Baala hacia el occidente al monte de Seir; y pasa al lado del monte de Jearim hacia el norte, ésta es Quesalón, y desciende a Bet-semes, y pasa a Timna.

y de Janoa desciende a Atarot, y a Naarat, y toca en Jericó, y sale al Jordán.

Y desciende este término al arroyo de Caná, hacia el mediodía del arroyo. Estas ciudades de Efraín están entre las ciudades de Manasés; y el término de Manasés es desde el norte del mismo arroyo, y sus salidas son al mar.

y de allí pasa aquel término a Luz, por el lado de Luz (ésta es Bet-el) hacia el mediodía. Y desciende este término de Atarot-adar al monte que está al mediodía de Bet-horón la de abajo.

y desciende este término al cabo del monte que está delante del valle del hijo de Hinom, que está en la campiña de los gigantes hacia el norte; desciende luego al valle de Hinom, al lado del jebuseo al mediodía, y de allí desciende a la fuente de Rogel;

y pasa al lado que está delante de la campiña del norte, y desciende a los llanos;

Y aconteció que aquella noche el SEÑOR le dijo: Levántate, y desciende al campamento; porque yo lo he entregado en tus manos.

Y viendo Gaal el pueblo, dijo a Zebul: He allí pueblo que desciende de las cumbres de los montes. Y Zebul le respondió: La sombra de los montes te parece hombres.

Mas Gaal volvió a hablar, y dijo: He allí pueblo que desciende por medio de la tierra, y un escuadrón viene camino de la campiña de Meonenim.

Entonces David volvió a consultar al SEÑOR. Y el SEÑOR le respondió, y dijo: Levántate, desciende a Keila, que yo entregaré en tus manos a los filisteos.

Por tanto, rey, desciende ahora presto, según todo el deseo de tu alma, y nosotros lo entregaremos en la mano del rey.

Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Y saliendo Urías de casa del rey, le fue enviada comida real.

Y a la séptima vez dijo: He aquí una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje.

Levántate, desciende a encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaria; he aquí él está en la viña de Nabot, a la cual ha descendido para tomar posesión de ella.

Volvió el rey a enviar a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta; y le habló, y dijo: Varón de Dios, el rey ha dicho así: Desciende presto.

Entonces el ángel del SEÑOR dijo a Elías: Desciende con él; no tengas miedo de él. Y él se levantó, y descendió con él al rey.

Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;

como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.

Oh SEÑOR, abaja tus cielos y desciende; toca los montes, y humeen.

Desciende, y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia; siéntate en la tierra, sin trono, hija de los caldeos, que nunca más te llamarán tierna, y delicada.

Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace engendrar, y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come;

El Espíritu del SEÑOR los pastoreó, como a una bestia, que desciende al valle; así pastoreaste tu pueblo, para hacerte nombre glorioso.

Así dijo el SEÑOR: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allí esta palabra,

Desciende de la gloria, siéntate en seco, moradora hija de Dibón; porque el destruidor de Moab subió contra ti, disipó tus fortalezas.

Y como vino a aquel lugar Jesús, mirando, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose en tu casa.

El del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi niño muera.

Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado.

Porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal, diabólica.

Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá fuera; y escribiré sobre él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la Ciudad de mi Dios, que es la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi Nombre nuevo.

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