'Entonces' en la Biblia
Entonces el espíritu inmundo, causándole convulsiones, gritó a gran voz y salió de él.
Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la fiebre, y les servía.
Entonces le apercibió, y le despidió luego,
Entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico, que era traído por cuatro.
Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto.
Mas vendrán días, cuando el Esposo les será quitado de ellos; y entonces, en aquellos días ayunarán.
Nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo, porque entonces el remiendo {al encogerse} tira de él, lo nuevo de lo viejo, y se produce una rotura peor.
Y nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque entonces el vino romperá el odre, y se pierde el vino {y también} los odres; sino que {se echa} vino nuevo en odres nuevos.
Entonces los fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen tus discípulos en sábado lo que no es lícito?
Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio.
Entonces les dijo*: ¿Es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar? Pero ellos guardaban silencio.
Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra.
Entonces saliendo los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él, para matarle.
Entonces Jesús se retiró al mar con Sus discípulos, y una gran multitud de Galilea {Lo} siguió. Y {también} de Judea,
Nadie puede saquear las alhajas del hombre fuerte entrando en su casa, si antes no atare al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa.
Entonces llegaron* su madre y sus hermanos, y quedándose afuera, mandaron llamarle.
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
pero no tienen raíz {profunda} en sí mismos, sino que {sólo} son temporales. Entonces, cuando viene la aflicción o la persecución por causa de la palabra, enseguida tropiezan {y caen.}
El estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; entonces le despertaron* y le dijeron*: Maestro, ¿no te importa que perezcamos?
Entonces les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?
Entonces le rogaba con insistencia que no los enviara fuera de la tierra.
Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad.
Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña.
Entonces llamó* a los doce y comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos;
Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan Bautista.
Entonces los apóstoles se reunieron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado.
Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, {los} bendijo, y partió los panes {y los} iba dando a los discípulos para que se los sirvieran; también repartió los dos peces entre todos.
Entonces se juntaron a Él los fariseos, y ciertos de los escribas, que habían venido de Jerusalén.
Entonces los fariseos y los escribas le preguntaron*: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen con manos inmundas?
Entonces le dice: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija.
Entonces {Jesús,} tomándolo aparte de la multitud, a solas, le metió los dedos en los oídos, y escupiendo, le tocó la lengua {con la saliva;}
Entonces mandó a la multitud que se recostara en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dio a sus discípulos que pusieran delante; y los pusieron delante a la multitud.
Entonces salieron los fariseos y comenzaron a discutir con El, buscando de El una señal del cielo para ponerle a prueba.
Entonces les dijo: `` ¿Aún no entienden?"
Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, y poniéndole las manos encima, le preguntó si veía algo.
Entonces {Jesús} puso otra vez las manos sobre sus ojos, y él miró fijamente y fue restaurado; y lo veía todo con claridad.
Entonces él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: ¡Tú eres el Cristo!
Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó a reprender.
Entonces respondiendo Pedro, dice a Jesús: Maestro, bien será que nos quedemos aquí, y hagamos tres tabernáculos: para ti uno, y para Moisés otro, y para Elías otro;
Entonces se formó una nube, cubriéndolos, y una voz salió de la nube: Este es mi Hijo amado; a El oíd.
Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían que estaba muerto.
Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.
Entonces Jesús les dijo: ``Por la dureza del corazón de ustedes, Moisés les escribió este mandamiento.
El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi juventud.
Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto).
Entonces Jesús, mirando alrededor, dice a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!
Y ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, entonces, podrá ser salvo?
Entonces Jesús mirándolos, dice: Para los hombres es imposible; mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido.
Y estaban en el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo; entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron a él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos.
Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el vaso que yo bebo, o ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado?
Entonces vienen a Jericó; y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Entonces Jesús parándose, mandó llamarle; y llaman al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.
El entonces, echando su capa, se levantó, y vino a Jesús.
Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron.
Entonces trajeron* el pollino a Jesús y echaron encima sus mantos, y {Jesús} se sentó sobre él.
Entonces Jesús respondiendo, dijo a la higuera: Nunca más coma nadie fruto de ti para siempre. Y lo oyeron sus discípulos.
Entonces Pedro acordándose, le dice: Maestro, he aquí la higuera que maldijiste, se ha secado.
Y Jesús respondiendo entonces, les dice: Os preguntaré también yo una palabra; y respondedme, y os diré con qué facultad hago estas cosas.
Entonces ellos pensaron dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creisteis?
Y respondiendo, dicen a Jesús: No sabemos. Entonces respondiendo Jesús, les dice: Tampoco yo os diré con qué facultad hago estas cosas.
Entonces comenzó a hablarles en parábolas: Un hombre PLANTO UNA VIÑA Y LA CERCO CON UN MURO, CAVO UN ESTANQUE DEBAJO DEL LAGAR Y EDIFICO UNA TORRE; la arrendó a labradores y se fue de viaje.
¿Qué hará, entonces, el dueño de la viña? Vendrá y destruirá a los labradores, y dará la viña a otros.
Entonces él, como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea.
Entonces Jesús les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de El.
Entonces vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo:
Entonces respondiendo Jesús, les dice: ¿No erráis por eso, porque no sabéis las Escrituras, ni la potencia de Dios?
Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él;
Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dice: No estás lejos del Reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
Entonces llamando a sus discípulos, les dice: De cierto os digo, que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca;
Pero cuando viereis la abominación de asolamiento, (que fue dicha por el profeta Daniel,) que estará donde no debe, el que lee, entienda, entonces los que estuvieren en Judea huyan a los montes;
Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; o, He aquí, allí está, no le creáis.
y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria.
Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.
Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, vino a los príncipes de los sacerdotes, para entregárselo.
Entonces ellos comenzaron a entristecerse, y a decirle cada uno por sí, por ventura: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo?
Jesús entonces les dice: Todos seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán derramadas las ovejas.
Entonces Pedro le dijo: Aunque todos sean escandalizados, yo no.
Entonces vino* y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No pudiste velar ni por una hora?
Entonces ellos echaron en él sus manos, y le prendieron.
Entonces dejándole todos sus discípulos, huyeron.
Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo:
Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes algo? ¿Qué atestiguan éstos contra ti?
Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestidos, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?
Pero él {lo} negó, diciendo: ``Ni sé, ni entiendo de qué hablas." Entonces Pedro salió al portal, y un gallo cantó.
Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: No conozco a este hombre de quien habláis.
Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y se echó a llorar.
Entonces Pilato les contestó, diciendo: ¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?
Y Pilato, tomando de nuevo la palabra, les decía: ¿Qué haré, entonces, con el que llamáis el Rey de los judíos?
Entonces Pilato les dijo: ¿Pues qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aun más: ¡Crucifícale!
Entonces los soldados le llevaron dentro del patio, es a saber al Pretorio; y convocaron toda la cuadrilla.
Entonces uno corrió y empapó una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber, diciendo: Dejad, veamos si Elías viene a bajarle.
Entonces el velo del Templo se rasgó en dos, de alto abajo.
Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios.
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