99 casos

'Había' en la Biblia

Ocozías murió conforme a la palabra del SEÑOR que Elías había hablado. Y Joram reinó en su lugar durante el año segundo de Joram, hijo de Josafat, rey de Judá, porque Ocozías no tenía ningún hijo.

También recogió el manto de Elías que se le había caído, y regresó y se paró a la orilla del Jordán.

Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: `` ¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías?" Y cuando él golpeó también las aguas, éstas se dividieron a uno y a otro lado, y Eliseo pasó.

Volvieron a Eliseo que se había quedado en Jericó, y él les dijo: `` ¿No les dije: `No vayan'?"

Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, aunque no como su padre y su madre, pues quitó el pilar {sagrado} de Baal que su padre había hecho.

Entonces el rey de Israel fue con el rey de Judá y el rey de Edom; y después de dar un rodeo de siete días de camino, no había agua para el ejército ni para los animales que los seguían.

Entonces tomó a su hijo primogénito que había de reinar en su lugar, y lo ofreció en holocausto sobre la muralla. Y hubo gran ira contra los Israelitas, quienes se apartaron de allí y regresaron a {su} tierra.

Un día pasaba Eliseo por Sunem, donde había una mujer distinguida, y ella lo persuadió a que comiera. Y sucedía que siempre que pasaba, entraba allí a comer.

Pero la mujer concibió y dio a luz un hijo al año siguiente en el tiempo que Eliseo le había dicho.

Cuando Eliseo regresó a Gilgal, había hambre en la tierra. Estando sentados los hijos de los profetas delante de él, dijo a su criado: ``Pon la olla grande y prepara un potaje para los hijos de los profetas."

Pero Eliseo les dijo: ``Tráiganme harina." Y la echó en la olla, y dijo: ``Sírvanlo a la gente para que coman." Y {ya} no había nada malo en la olla.

Naamán, capitán del ejército del rey de Aram, era un gran hombre delante de su señor y tenido en alta estima, porque por medio de él el SEÑOR había dado la victoria (salvación) a Aram. También el hombre era un guerrero valiente, {pero} leproso.

Al oír Eliseo, el hombre de Dios, que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió {aviso} al rey diciéndole: `` ¿Por qué ha rasgado sus vestidos? Que venga él a mí ahora, y sabrá que hay profeta en Israel."

Entonces el rey de Israel envió {gente} al lugar que el hombre de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo él, se cuidó {de ir} allí, {y esto} no una ni dos veces.

Había cuatro leprosos a la entrada de la puerta, y se dijeron el uno al otro: `` ¿Por qué estamos aquí sentados esperando la muerte?

Los leprosos se levantaron al anochecer para ir al campamento de los Arameos, y cuando llegaron a las afueras del campamento de los Arameos, resultó que no había nadie allí.

Porque el Señor había hecho que el ejército de los Arameos oyera estruendo de carros y ruido de caballos, el estruendo de un gran ejército, de modo que se dijeron el uno al otro: ``Ciertamente el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los Hititas y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros."

Así que fueron y llamaron a los porteros de la ciudad, y les informaron: ``Fuimos al campamento de los Arameos, y vimos que no había nadie allí, ni siquiera {se oía} voz de hombre; solamente los caballos atados, también los asnos atados y las tiendas intactas."

El rey había puesto a cargo de la puerta de la ciudad al oficial real en cuyo brazo se apoyaba; pero el pueblo lo atropelló junto a la puerta y murió, tal como había dicho el hombre de Dios, el cual habló cuando el rey descendió a verlo.

Aconteció tal como el hombre de Dios había hablado al rey, cuando dijo: ``Mañana a estas horas a la Puerta de Samaria dos medidas de cebada serán {vendidas} a un siclo y una medida de flor de harina a un siclo."

Y el oficial real, había respondido al hombre de Dios, diciendo: ``Mira, aunque el SEÑOR hiciera ventanas en los cielos, ¿podría suceder tal cosa?" Y {Eliseo} le dijo: ``Bien, tú lo verás con tus propios ojos, pero no comerás de ello."

Eliseo habló a la mujer, a cuyo hijo él había devuelto la vida, diciéndole: ``Levántate y vete, tú y tu casa, y reside donde puedas residir, porque el SEÑOR ha llamado al hambre que vendrá sobre la tierra por siete años."

Mientras él contaba al rey cómo había devuelto la vida a un muerto, en ese momento la mujer a cuyo hijo había devuelto la vida, imploró al rey por su casa y por su campo. Y Giezi dijo: ``Oh rey señor mío, ésta es la mujer y éste es su hijo, al que Eliseo devolvió la vida."

Y anduvo en el camino de los reyes de Israel, tal como había hecho la casa de Acab (porque la hija de Acab era su mujer); e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR.

Sin embargo, el SEÑOR no quiso destruir a Judá por amor a David Su siervo, ya que le había prometido darle una lámpara por medio de sus hijos para siempre.

El también anduvo en el camino de la casa de Acab, e hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como {había hecho} la casa de Acab, porque era yerno de Acab.

Y Jehú, hijo de Josafat, hijo de Nimsi, conspiró contra Joram. El rey Joram, con todo Israel, había estado defendiendo a Ramot de Galaad contra Hazael, rey de Aram,

pero Joram había regresado a Jezreel para ser curado de las heridas que los Arameos le habían hecho cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Y Jehú dijo: ``Si es el deseo de ustedes, que nadie se escape ni salga de la ciudad para ir a anunciar{lo} en Jezreel."

Entonces Jehú montó en un carro y fue a Jezreel, porque Joram estaba allí en cama. Y Ocozías, rey de Judá, había descendido para ver a Joram.

En el año once de Joram, hijo de Acab, Ocozías había comenzado a reinar sobre Judá.

Cuando llegó a Samaria, mató a todos los que quedaban de Acab en Samaria, hasta acabar con ellos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado a Elías.

Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: ``El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él."

Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia real.

Y los capitanes de centenas hicieron conforme a todo lo que había ordenado el sacerdote Joiada. Y cada uno de ellos tomó sus hombres, los que habían de entrar en el día de reposo, junto con los que habían de salir el día de reposo, y vinieron al sacerdote Joiada.

Pero el sacerdote Joiada dio orden a los capitanes de centenas que estaban al mando del ejército: ``Sáquenla de entre las filas, y al que la siga, mátenlo a espada." Porque el sacerdote había dicho: `No la maten en la casa del SEÑOR.'

Y todo el pueblo del país se regocijó, y la ciudad quedó tranquila, porque Atalía había sido muerta a espada en la casa del rey.

Cuando veían que había mucho dinero en el cofre, el escriba del rey y el sumo sacerdote subían y {lo} ponían en sacos, y contaban el dinero que se encontraba en la casa del SEÑOR.

Y entregaban el dinero que había sido contado en manos de los que hacían el trabajo, los cuales tenían a su cargo la casa del SEÑOR, y ellos lo traían {para pagar} a los carpinteros y a los constructores que trabajaban en la casa del SEÑOR,

Pues a Joacaz no le había quedado del ejército más que cincuenta hombres de a caballo, diez carros y 10,000 hombres de a pie, porque el rey de Aram los había destruido y los había hecho como polvo de trilla.

Cuando Eliseo se enfermó con la enfermedad de la cual había de morir, Joás, rey de Israel, descendió a él y lloró sobre su rostro, y dijo: `` ¡Padre mío, padre mío, los carros de Israel y sus hombres de a caballo!"

Hazael, rey de Aram, había oprimido a Israel todos los días de Joacaz.

Entonces Joás, hijo de Joacaz, recobró de nuevo de mano de Ben Adad, hijo de Hazael, las ciudades que {éste} había tomado en guerra de mano de su padre Joacaz. Tres veces Joás lo derrotó y recobró las ciudades de Israel.

Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, pero no como su padre David; hizo conforme a todo lo que su padre Joás había hecho.

El restableció la frontera de Israel desde la entrada de Hamat hasta el Mar de Arabá, conforme a la palabra que el SEÑOR, Dios de Israel, había hablado por medio de Su siervo el profeta Jonás, hijo de Amitai, que {era} de Gat Hefer.

Porque el SEÑOR había visto la aflicción de Israel, {que era} muy amarga; pues no había siervo ni libre, ni nadie que ayudara a Israel.

El SEÑOR no había dicho que borraría el nombre de Israel de debajo del cielo, y los salvó por mano de Jeroboam, hijo de Joás.

Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que su padre Amasías había hecho.

Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR; hizo conforme a todo lo que su padre Uzías había hecho.

Acaz {tenía} veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó dieciséis años en Jerusalén; pero no hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR su Dios como su padre David {había hecho.}

Anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar a su hijo por el fuego, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había arrojado de delante de los Israelitas.

Y el sacerdote Urías edificó un altar; conforme a todo lo que el rey Acaz había enviado de Damasco, así {lo} hizo el sacerdote Urías antes del regreso del rey Acaz de Damasco.

Y el sacerdote Urías hizo conforme a todo lo que el rey Acaz le había ordenado.

Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como {había hecho} año tras año. Por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel.

Esto sucedió porque los Israelitas habían pecado contra el SEÑOR su Dios, que los había sacado de la tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto, y habían reverenciado a otros dioses;

y anduvieron en las costumbres de las naciones que el SEÑOR había arrojado de delante de los Israelitas, y {en las costumbres} de los reyes de Israel que ellos habían introducido.

Quemaron incienso allí en todos los lugares altos, como las naciones que el SEÑOR se había llevado al destierro de delante de ellos; e hicieron cosas malas provocando al SEÑOR.

Y sirvieron a ídolos, acerca de los cuales el SEÑOR les había dicho: ``Ustedes no harán esto."

Desecharon Sus estatutos y el pacto que El había hecho con sus padres, y Sus advertencias con las cuales los había amonestado. Siguieron la vanidad y se hicieron vanos, y {fueron} en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el SEÑOR les había ordenado que no hicieran como ellas.

Tampoco Judá guardó los mandamientos del SEÑOR su Dios, sino que anduvieron en las costumbres que Israel había introducido.

Los Israelitas anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos,

hasta que el SEÑOR quitó a Israel de Su presencia, como El había hablado por medio de todos Sus siervos los profetas. E Israel fue llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria, hasta hoy.

Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen (reverencian) al SEÑOR, ni siguen sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el SEÑOR había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel,

Quitó los lugares altos, derribó los pilares {sagrados} y cortó la Asera (deidad femenina). También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho, porque hasta aquellos días los Israelitas le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán.

porque se apegó al SEÑOR; no se apartó de El, sino que guardó los mandamientos que el SEÑOR había ordenado a Moisés.

porque no obedecieron la voz del SEÑOR su Dios, sino que quebrantaron Su pacto, {es decir,} todo lo que Moisés, siervo del SEÑOR, había ordenado; no escucharon, ni {lo} cumplieron.

En aquel tiempo Ezequías quitó {el oro de} las puertas del templo del SEÑOR, y {de} los postes {de las puertas} que {el mismo} Ezequías, rey de Judá, había revestido {de oro,} y lo entregó al rey de Asiria.

Entonces el Rabsaces volvió y halló al rey de Asiria peleando contra Libna, pues había oído que {el rey} había partido de Laquis.

` ¿No has oído? Hace mucho tiempo que lo hice, Desde la antigüedad lo había planeado. Ahora lo he realizado, Para que conviertas las ciudades fortificadas En montones de ruinas.

El profeta Isaías clamó al SEÑOR, y El hizo volver atrás la sombra diez grados en las gradas por las que había declinado, en las gradas de Acaz.

En aquel tiempo Berodac Baladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y un regalo a Ezequías, porque oyó que Ezequías había estado enfermo.

Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había desposeído delante de los Israelitas.

Porque reedificó los lugares altos que su padre Ezequías había destruido; levantó también altares a Baal e hizo una Asera (deidad femenina), como había hecho Acab, rey de Israel, y adoró a todo el ejército de los cielos y los sirvió.

Edificó además altares en la casa del SEÑOR, de la cual el SEÑOR había dicho: ``En Jerusalén pondré Mi nombre."

Colocó la imagen tallada de Asera (deidad femenina) que él había hecho, en la casa de la cual el SEÑOR había dicho a David y a su hijo Salomón: ``En esta casa y en Jerusalén, que he escogido de entre todas las tribus de Israel, pondré Mi nombre para siempre.

Pero ellos no escucharon, y Manasés hizo que se extraviaran para que hicieran lo malo, más que las naciones que el SEÑOR había destruido delante de los Israelitas.

Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, como había hecho su padre Manasés.

Pues anduvo en todo el camino en que su padre había andado, sirvió a los ídolos a los que su padre había servido y los adoró.

Y el rey subió a la casa del SEÑOR, y con él todos los hombres de Judá, todos los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, desde el menor hasta el mayor; y leyó en su presencia todas las palabras del Libro del Pacto que había sido hallado en la casa del SEÑOR.

Y los altares que {estaban} sobre el techo, el aposento alto de Acaz que habían hecho los reyes de Judá, y los altares que había hecho Manasés en los dos atrios de la casa del SEÑOR el rey los derribó, los destrozó allí y arrojó su polvo al torrente Cedrón.

El rey también profanó los lugares altos que {estaban} frente a Jerusalén, los que {estaban} a la derecha del monte de destrucción, que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astoret, abominación de los Sidonios, y a Quemos, abominación de los Moabitas, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas.

Además, derribó el altar que {estaba} en Betel {y} el lugar alto que había hecho Jeroboam, hijo de Nabat, {el} que hizo pecar a Israel, {o sea, derribó} también aquel altar y el lugar alto, destruyó sus piedras, las redujo a polvo y quemó la Asera.

Al regresar, Josías vio los sepulcros que {estaban} allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y {los} quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.

Josías quitó también todas las casas de los lugares altos que {estaban} en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel provocando a ira al SEÑOR. Les hizo tal y como había hecho en Betel.

{En verdad} que tal Pascua no se había celebrado desde los días de los jueces que gobernaban a Israel, ni en ninguno de los días de los reyes de Israel y de los reyes de Judá.

Josías también quitó a los adivinos y a los espiritistas, los ídolos domésticos y los {otros} ídolos, y todas las abominaciones que se veían en la tierra de Judá y en Jerusalén, con el fin de confirmar las palabras de la ley que estaban escritas en el libro que el sacerdote Hilcías había hallado en la casa del SEÑOR.

Sin embargo, el SEÑOR no desistió del furor de Su gran ira, {ya} que ardía Su ira contra Judá a causa de todas las provocaciones con que Manasés Lo había provocado.

Y el SEÑOR dijo: ``También quitaré a Judá de Mi presencia, como he quitado a Israel. Y desecharé a esta ciudad que Yo había escogido, a Jerusalén, y al templo del cual dije: `Mi nombre estará allí.'"

Entonces el SEÑOR envió contra Joacim bandas de Caldeos, bandas de Arameos, bandas de Moabitas y bandas de Amonitas. Y las envió contra Judá para destruirla, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de sus siervos los profetas.

Ciertamente por mandato del SEÑOR sucedió {esto} contra Judá para quitarlos de Su presencia, por los pecados de Manasés, por todo lo que había hecho.

El rey de Egipto no salió más de su tierra, porque el rey de Babilonia había tomado todo lo que pertenecía al rey de Egipto desde el torrente de Egipto hasta el Río Eufrates.

Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que había hecho su padre.

Nabucodonosor sacó de allí todos los tesoros de la casa del SEÑOR, los tesoros de la casa del rey, y destrozó todos los utensilios de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho en el templo del SEÑOR, tal como el SEÑOR había dicho.

Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, conforme a todo lo que había hecho Joacim.

A los nueve {días} del mes {cuarto} el hambre era tan grande en la ciudad que no había alimento para la población.

y al resto del pueblo que había quedado en la ciudad, a los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y al resto de la multitud, {los} llevó en cautiverio Nabuzaradán, capitán de la guardia.

{En cuanto a} las dos columnas, el mar y las basas que Salomón había hecho para la casa del SEÑOR; no era posible calcular el peso del bronce de todos estos objetos.

Y {en cuanto} al pueblo que quedó en la tierra de Judá, al que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había dejado, puso sobre ellos a Gedalías, hijo de Ahicam, hijo de Safán.

Cuando todos los jefes de tropas, ellos y {sus} hombres, oyeron que el rey de Babilonia había nombrado {gobernador} a Gedalías, vinieron a éste en Mizpa: Ismael, hijo de Netanías, Johanán, hijo de Carea, Seraías, hijo de Tanhumet el Netofatita, y Jaazanías, hijo del Maacateo, ellos y sus hombres.

Las citas bíblicas son tomadas Nueva Biblia de los Hispanos © 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso