1061 casos

'Hombre' en la Biblia

Vino entonces un hombre de Baal-salisa, el cual trajo al varón de Dios panes de primicias, veinte panes de cebada, y trigo nuevo en su espiga. Y él dijo: Da al pueblo para que coman.

Naamán, general del ejército del rey de Siria, era gran varón delante de su señor, y en alta estima, porque el SEÑOR había dado salud a la Siria por él. Era este hombre valeroso de virtud, pero leproso.

Y cuando el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.

El entonces le dijo: ¿No fue también mi corazón, cuando el hombre volvió de su carro a recibirte? ¿Es tiempo de tomar plata, y de tomar vestidos, olivares, viñas, ovejas y bueyes, siervos y siervas?

Y Eliseo les dijo: No es este el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, que yo os guiaré al hombre que buscáis. Y los guió a Samaria.

Se levantaron, pues, en el principio de la noche, para irse al campamento de los siros; y llegando a las primeras estancias de los siros, no había allí hombre.

Y vinieron, y dieron voces a los guardas de la puerta de la ciudad, y les declararon, diciendo: Nosotros fuimos al campamento de los siros, y he aquí que no había allí hombre, ni voz de hombre, sino los caballos atados, los asnos atados, y el campamento como se estaba.

Después salió Jehú a los siervos de su señor, y le dijeron: ¿Hay paz? ¿Para qué entró a ti aquel loco? Y él les dijo: Vosotros conocéis al hombre y a sus palabras.

Y aconteció que queriendo unos sepultar un hombre, súbitamente vieron al ejército, y arrojaron al hombre en el sepulcro de Eliseo; y el muerto tocó los huesos de Eliseo, y revivió, y se levantó sobre sus pies.

El mismo venció a un egipcio, hombre de cinco codos de estatura; y el egipcio traía una lanza como un rodillo de un telar; mas él descendió a él con un bastón, y arrebató al egipcio la lanza de la mano, y lo mató con su misma lanza.

Y aun esto, oh Dios, te ha parecido poco, pues que has hablado de la casa de tu siervo para más lejos, y me has mirado como a un hombre excelente, oh SEÑOR Dios.

Y volvió a haber guerra en Gat, donde hubo un hombre de grande estatura, el cual tenía seis dedos en sus pies y seis dedos en sus manos, en todos veinticuatro; y también era hijo del gigante.

Tú tienes contigo muchos oficiales, canteros, albañiles, y carpinteros, y todo hombre experto en toda obra.

Mas Dios me dijo: Tú no edificarás Casa a mi nombre; porque eres hombre de guerra, y has derramado sangre.

Dijo también el rey David a toda la asamblea: A solo Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno, y la obra es grande; porque la casa no es para hombre, sino para el SEÑOR Dios.

Envíame, pues, ahora un hombre sabio, que sepa obrar en oro, y en plata, y en bronce, y en hierro; en púrpura, y en grana, y en cárdeno, y que sepa esculpir figuras con los maestros que están conmigo en Judá y en Jerusalén, los cuales previno mi padre.

Yo pues te he enviado un hombre hábil y entendido, que fue de Hiram mi padre,

¿Es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte; ¿cuánto menos esta Casa que he edificado?

toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, o cualquiera que conociere su aflicción y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos a esta Casa,

Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te airares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos a tierra de enemigos, lejos o cerca,

Y clamó Asa al SEÑOR su Dios, y dijo: SEÑOR, no tienes tú más con el grande que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu Nombre venimos contra este ejército. Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.

Y Asa, y el pueblo que con él estaba, los siguió hasta Gerar; y cayeron los etíopes hasta no quedar en ellos hombre con vida; porque fueron deshechos delante del SEÑOR y de su ejército. Y les tomaron muy grande despojo.

y que cualquiera que no buscase al SEÑOR el Dios de Israel, muriese, grande o pequeño, hombre o mujer.

de Benjamín, Eliada, hombre muy poderoso, y con él doscientos mil armados de arco y escudo;

Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aun hay aquí un hombre por el cual podemos preguntar al SEÑOR; mas yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino siempre mal. Este es Micaías, hijo de Imla. Y respondió Josafat: No hable así el rey.

Y dijo a los jueces: Mirad lo que hacéis; para que no juzguéis en lugar de hombre, sino en lugar del SEÑOR, el cual está con vosotros en el negocio del juicio.

Asimismo Zicri, hombre poderoso de Efraín, mató a Maasías hijo del rey, y a Azricam su mayordomo, y a Elcana, segundo después del rey.

y me levanté de noche, yo y unos pocos varones conmigo, y no declaré a hombre alguno lo que Dios había puesto en mi corazón que hiciese en Jerusalén; ni había bestia conmigo, excepto la bestia en que cabalgaba.

Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién hay como yo que entre al templo y viva? No entraré.

Y les protestaste que se volviesen a tu ley; mas ellos hicieron soberbiamente, y no oyeron tus mandamientos, sino que pecaron contra tus juicios (los cuales si el hombre hiciere, en ellos vivirá); y dieron hombro renitente, y endurecieron su cerviz, y no escucharon.

Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que a mí?

Y respondiendo Satanás dijo al SEÑOR: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su alma.

Al hombre que no sabe por donde vaya, y que Dios lo encerró.

¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y que pongas sobre él tu corazón,

¿Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos,

¿Las muchas palabras no han de tener respuesta? ¿Y el hombre parlero será justificado?

He aquí, él derribará, y no será edificado; encerrará al hombre, y no habrá quien le abra.

¿Sería bueno que él os escudriñase? ¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre?

Mas cuando el hombre morirá, y será cortado; y perecerá el hombre, ¿adónde estará él?

Así el hombre yace, y no se tornará a levantar; hasta que no haya cielo no despertarán, ni recordarán de su sueño.

las piedras son quebrantadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra, de tal manera haces perder al hombre la esperanza.

¡Deseo que pudiese disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!

¿No sabes esto que fue siempre, desde el tiempo que fue puesto el hombre sobre la tierra,

Esta es la parte que Dios apareja al hombre impío, y la heredad que Dios le señala por su palabra.

¿Por ventura hablo yo a algún hombre? Y si es así ¿por qué no se ha de angustiar mi espíritu?

Los terrones del arroyo le serán ya dulces; y tras de él será llevado todo hombre, y antes de él han ido innumerables.

¿Por ventura traerá el hombre provecho a Dios? Porque para sí mismo es provechoso el sabio.

Pero el hombre pudiente tuvo la tierra; y habitó en ella el honrado.

¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano?

Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.

Sale el río junto al morador, y las aguas sin pie, más altas que el hombre, se fueron.

El hombre nunca supo su valor, ni se halla en la tierra de los vivientes.

Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría ; que conviene que Dios lo derribe, y no el hombre.

No haré ahora acepción de personas, ni usaré con hombre de títulos lisonjeros.

He aquí en esto no has hablado justamente; yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.

para quitar al hombre de la mala obra, y apartar del varón la soberbia.

Si tuviera cerca de él algún elocuente anunciador muy escogido, que anuncie al hombre su justicia;

He aquí, todas estas cosas hace Dios dos y tres veces con el hombre;

Porque dijo: De nada servirá al hombre el conformar su voluntad con Dios.

Porque él pagará al hombre según su obra, y él le hará hallar conforme a su camino.

toda carne perecería juntamente, y el hombre se tornaría en polvo.

No carga pues él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.

Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;

haciendo que reine el hombre hipócrita para escándalos del pueblo.

Los hombres de entendimiento dirán conmigo, y el hombre sabio me oirá:

Al hombre como tú dañará tu impiedad, y al hijo del hombre aprovechará tu justicia.

La cual vieron todos los hombres; y el hombre la ve de lejos.

Con la vehemencia de la lluvia encierra a todo hombre; para que todos los hombres conozcan su voz.

haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre,

Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas los gentiles delante de ti.

para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a hacer violencia el hombre de la tierra.

Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.

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