333 casos en 6 traducciones

'La' en la Biblia

Entonces David dijo a Gad: Estoy en gran angustia; ruego que yo caiga en la mano del SEÑOR; porque sus misericordias son muchas en extremo, y que no caiga yo en manos de hombres.

Y envió el SEÑOR el ángel a Jerusalén para destruirla; pero estando él destruyendo, miró el SEÑOR, y se arrepintió de aquel mal. Y dijo al ángel que destruía: Basta; detén tu mano. Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo.

Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR, que estaba entre el cielo y la tierra, teniendo una espada desnuda en su mano extendida contra Jerusalén. Entonces David y los ancianos se postraron sobre sus rostros, cubiertos de cilicio.

Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; mas estas ovejas, ¿qué han hecho? SEÑOR Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no haya plaga en tu pueblo.

Y dijo el ángel del SEÑOR a Gad que dijera a David, que subiera y compusiera un altar al SEÑOR en la era de Ornán, el jebuseo.

Entonces David subió, conforme a la palabra de Gad que le había dicho en nombre del SEÑOR.

Y viniendo David a Ornán, miró Ornán y vio a David; y saliendo de la era, se postró en tierra ante David.

Y dijo David a Ornán: Dame este lugar de la era, en que edifique un altar al SEÑOR, y dámelo por su cabal precio, para que cese la plaga del pueblo.

Y Ornán dijo a David: Tóma{lo} para ti, y que mi señor el rey haga lo que sea bueno ante sus ojos. Mira, daré los bueyes para holocaustos y los trillos para leña y el trigo para la ofrenda de cereal; {lo} daré todo.

Entonces el rey David dijo a Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio; porque no tomaré para el SEÑOR lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto sin costo.

Y cuando el SEÑOR habló al ángel, él volvió su espada a la vaina.

Entonces viendo David que el SEÑOR le había oído en la era de Ornán, el jebuseo, sacrificó allí.

mas David no pudo ir allá a consultar a Dios, porque estaba espantado a causa de la espada del ángel del SEÑOR.

Después mandó David que se juntaran los extranjeros que estaban en la tierra de Israel, e hizo de ellos canteros, que labraran piedras para edificar la Casa de Dios.

Asimismo aparejó David mucho hierro para la clavazón de las puertas, y para las junturas; y mucho bronce sin peso, y madera de cedro sin cuenta.

Y dijo David: Salomón mi hijo es aún muchacho y tierno, y la Casa que se ha de edificar al SEÑOR ha de ser magnífica por excelencia, para nombre y honra en todas las tierras; ahora pues yo le aparejaré lo necesario. Y preparó David antes de su muerte en gran abundancia.

Mas vino a mí palabra del SEÑOR, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has traído grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.

Ahora pues, hijo mío, el SEÑOR sea contigo para que prosperes y edifiques la casa del SEÑOR tu Dios tal como El ha hablado de ti.

Y el SEÑOR te dé entendimiento y prudencia, y él te dé mandamientos para Israel; y que tú guardes la ley del SEÑOR tu Dios.

He aquí, yo en mi estrechez he preparado para la Casa del SEÑOR cien mil talentos de oro, y un millar de millares de talentos de plata; no tiene peso el bronce ni el hierro, porque es mucho. Asimismo he preparado madera y piedra, a lo cual tú añadirás.

Del oro, de la plata, del bronce, y del hierro, no hay número. Levántate pues, y a la obra; que el SEÑOR será contigo.

¿No es con vosotros el SEÑOR vuestro Dios, el cual os ha dado quietud de todas partes? Porque él ha entregado en mi mano los moradores de la tierra, y la tierra ha sido sujetada delante del SEÑOR, y delante de su pueblo.

Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestras almas en buscar al SEÑOR vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario del SEÑOR Dios, para traer el arca del pacto del SEÑOR, y los santos vasos de Dios, a la Casa edificada al nombre del SEÑOR.

De éstos, veinticuatro mil para dar prisa a la obra de la Casa del SEÑOR; y gobernadores y jueces, seis mil;

Y los hijos de Moisés, varón de Dios, fueron contados en la tribu de Leví.

Estos son los hijos de Leví según las casas de sus padres, cabezas paternas en su censo, contados por sus nombres, por sus cabezas, los cuales hacían obra en el ministerio de la Casa del SEÑOR, de veinte años arriba.

Así que, conforme a las postreras palabras de David, fue la cuenta de los hijos de Leví de veinte años arriba.

Y su puesto era a la mano de los hijos de Aarón, para servir en la Casa del SEÑOR, en los atrios y en las cámaras, y en la purificación de toda cosa santificada, y en la obra del servicio de la Casa de Dios;

Asimismo para los panes de la proposición, para la flor de la harina para el sacrificio, para las hojuelas sin levadura, para la fruta de sartén y para lo tostado, y para toda medida y cuenta;

y para que asistieran cada mañana todos los días a confesar y alabar al SEÑOR, y asimismo por la tarde;

y para ofrecer todos los holocaustos al SEÑOR los sábados, nuevas lunas, y solemnidades por la cuenta y forma que tenían, continuamente delante del SEÑOR.

Y para que tuvieran la guarda del tabernáculo del testimonio, y la guarda del santuario, y la guarda de los hijos de Aarón sus hermanos, en el ministerio de la Casa del SEÑOR.

Y David los repartió según la función de ellos en su ministerio, siendo Sadoc de los hijos de Eleazar, y Ahimelec de los hijos de Itamar.

Repartiéronlos pues por suerte los unos con los otros: porque de los hijos de Eleazar y de los hijos de Ithamar hubo príncipes del santuario, y príncipes de la casa de Dios.

Y Semaías, hijo del escriba Natanael, uno de los levitas, los inscribió en la presencia del rey, de los príncipes, del sacerdote Sadoc, de Ahimelec, hijo de Abiatar, de los jefes de {las casas} paternas de los sacerdotes y de los levitas; una casa paterna designada para Eleazar y otra designada para Itamar.

Y la primera suerte salió por Joiarib, la segunda por Jedaías;

la tercera por Harim, la cuarta por Seorim;

la quinta por Malquías, la sexta por Mijamín;

la novena por Jesúa, la décima por Secanías;

la undécima por Eliasib, la duodécima por Jaquim;

la decimotercera por Hupa, la decimocuarta por Jesebeab;

la decimoquinta por Bilga, la decimosexta por Imer;

la decimoséptima por Hezir, la decimoctava por Afses;

la decimanovena por Petaías, la vigésima por Hezequiel;

la vigesimaprimera por Jaquín, la vigesimasegunda por Gamul;

la vigesimatercera por Delaía, la vigesimacuarta por Maazías.

Estos fueron ordenados en su ministerio, para que entraran en la Casa del SEÑOR, conforme a su derecho, en el ministerio de Aarón su padre, de la manera que le había mandado el SEÑOR Dios de Israel.

Estos también echaron suertes como sus parientes, los hijos de Aarón, en la presencia del rey David, de Sadoc, de Ahimelec y de los jefes de las {casas} paternas de los sacerdotes y de los levitas; el principal de las {casas} paternas {fue tratado} igual que el menor de sus hermanos.

Asimismo David y los príncipes del ejército apartaron para el ministerio a los hijos de Asaf, de Hemán, y de Jedutún, los cuales profetizaran con arpas, salterios, y címbalos; y el número de ellos fue, de los varones idóneos para la obra de su ministerio respectivo:

De los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías, y Asarela, hijos de Asaf, bajo la dirección de Asaf, el cual profetizaba a la mano del rey.

De Jedutún, los hijos de Jedutún: Gedalías, Zeri, Jesaías, Hasabías, y Matatías: seis, bajo la mano de su padre Jedutún, el cual profetizaba con arpa, para confesar y alabar al SEÑOR.

Y todos éstos estaban bajo la dirección de su padre en la música, en la Casa del SEÑOR, con címbalos, salterios y arpas, para el ministerio de la Casa de Dios, bajo la mano del rey, de Asaf, de Jedutún, y de Hemán.

Y el número de ellos con sus hermanos instruidos en la música del SEÑOR, todos los entendidos, fue doscientos ochenta y ocho.

Y la primera suerte salió a Asaf, por José; la segunda por Gedalías, quien con sus hermanos e hijos fueron doce;

la tercera por Zacur, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la cuarta por Izri, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la quinta por Netanías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la sexta por Buquías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la séptima por Jesarela, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la octava por Jesahías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la novena por Matanías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la décima por Simei, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la undécima por Azareel, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la duodécima por Hasabías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimotercera por Subael, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimocuarta por Matatías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimoquinta por Jeremot, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimosexta por Hananías, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimoséptima por Josbecasa, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimooctava por Hanani, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la decimonovena por Maloti, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigésima por Eliata, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimaprimera por Hotir, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimasegunda por Gidalti, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimatercera por Mahaziot, con sus hijos y sus hermanos, doce;

la vigesimacuarta por Romanti-ezer, con sus hijos y sus hermanos, doce.

En cuanto a la distribución de los porteros: De los coreítas: Meselemías hijo de Coré, de los hijos de Asaf.

También de Semaías su hijo nacieron hijos que fueron señores sobre la casa de sus padres; porque eran varones valientes de gran valor.

De éstos se hizo la distribución de los porteros, por los principales de los varones de la guardia contra sus hermanos de dos en dos, para ministrar en la Casa del SEÑOR.

Y cayó la suerte del oriente a Selemías. Y a Zacarías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes; y salió la suerte suya al norte.

Y por Obed-edom, al mediodía; y por sus hijos, la casa de la consulta.

Por Supim y Hosa al occidente, con la puerta de Salequet al camino de la subida, guardia contra guardia.

Al oriente seis levitas, al norte cuatro de día; al mediodía cuatro de día; y a la casa de la consulta, de dos en dos.

En la cámara de los vasos al occidente, cuatro al camino, y dos en la cámara.

Y de los levitas, Ahías tenía a su cargo los tesoros de la Casa de Dios, y de los tesoros de las cosas santificadas.

Los hijos de Jehieli, Zetam y Joel su hermano, tuvieron a su cargo los tesoros de la Casa del SEÑOR.

de lo que habían consagrado de las guerras y de los despojos, para reparar la Casa del SEÑOR.

Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saúl hijo de Cis, y Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia; y todo lo que cualquiera consagraba, estaba bajo la mano de Selomit y de sus hermanos.

De los hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres de valor, que eran mil setecientos, presidían a Israel al otro lado del Jordán, al occidente, en toda la obra del SEÑOR, y en el servicio del rey.

Y sus hermanos, hombres valientes, eran dos mil setecientos, cabezas paternas, los cuales el rey David constituyó sobre los rubenitas, gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todas las cosas de Dios, y las cosas del rey.

Y {esta es} la enumeración de los hijos de Israel, los jefes de {casas} paternas, los comandantes de miles y de cientos, y sus oficiales que servían al rey en todos los asuntos de las divisiones que entraban y salían, mes por mes durante todos los meses del año; cada división {tenía} veinticuatro mil.

Sobre la primera cuadrilla del primer mes estaba Jasobeam hijo de Zabdiel; y había en su cuadrilla veinticuatro mil.

Sobre la cuadrilla del segundo mes estaba Dodai, el ahohíta; y en su cuadrilla estaba el príncipe Miclot; en la cual había veinticuatro mil.

El jefe de la tercera división para el tercer mes era Benaías, hijo de Joiada sumo sacerdote; y en su división había veinte y cuatro mil.

Sobre los hijos de Efraín, Oseas hijo de Azazías. Sobre la media tribu de Manasés, Joel hijo de Pedaías.

Sobre la otra media tribu de Manasés en Galaad, Iddo hijo de Zacarías. Sobre los de Benjamín, Jaasiel hijo de Abner.

Joab hijo de Sarvia había comenzado a contar, mas no acabó, y por esto vino la ira sobre Israel; y así el número no fue puesto en el registro de las crónicas del rey David.

y de los que trabajaban en la labranza de las tierras en los campos, Ezri hijo de Quelub;

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