68 casos en 6 traducciones

'La' en la Biblia

(Compuestas por el orden alfabético Hebreo) Alef: ¡Cómo está sentada sola la Ciudad antes populosa! La grande entre las naciones se ha vuelto como viuda, la princesa de provincias es hecha tributaria.

Guímel: Se fue Judá en cautiverio, a causa de la aflicción y de la grandeza de servidumbre. Ella mora entre los gentiles, y no halla descanso. Todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras.

He: Sus enemigos han sido hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados; porque el SEÑOR la afligió por la multitud de sus rebeliones; sus niños fueron en cautividad delante del enemigo.

Vau: Se fue de la hija de Sion toda su hermosura; sus príncipes fueron como ciervos que no hallan pasto, y anduvieron sin fortaleza delante del perseguidor.

Zain: Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien le ayudara, entonces se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos; la miraron los enemigos, y escarnecieron de sus sábados.

Chet: Pecado grave cometió Jerusalén; por lo cual ella ha sido removida; todos los que antes la honraban la han menospreciado, porque vieron su vergüenza; y ella también suspira, y es vuelta atrás.

Su inmundicia está en sus faldas; no consideró su futuro, y ha caído de manera sorprendente; no hay quien la consuele. Mira, oh SEÑOR, mi aflicción, porque se ha engrandecido el enemigo.

Caf: Todo su pueblo buscó su pan suspirando; dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh SEÑOR, y ve que soy tornada vil.

Lámed: ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad, y ved si hay dolor como mi dolor que me ha venido; porque el SEÑOR me ha angustiado en el día de la ira de su furor.

Atado ha sido el yugo de mis transgresiones, Por la mano del SEÑOR han sido entrelazadas, Han caído sobre mi cuello. El ha hecho que me falten las fuerzas; El Señor me ha entregado en manos {Contra las cuales} no puedo resistir.

Sámec: El Señor ha hollado todos mis fuertes en medio de mí; llamó contra mi compañía para quebrantar mis jóvenes, como lagar ha pisado el Señor a la Virgen hija de Judá.

Sión extendió sus manos, no tiene quien la consuele; Jehová dió mandamiento contra Jacob, que sus enemigos lo cercasen: Jerusalem fué en abominación entre ellos.

Resh: Mira, oh SEÑOR, que estoy atribulada; mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque me rebelé desaforadamente; de fuera me desahijó la espada, de dentro aparece la muerte.

Alef: ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su ira.

Bet: Destruyó el Señor, y no perdonó; destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob; echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, contaminó el Reino y sus príncipes.

Guímel: Cortó con la ira de su furor todo el cuerno de Israel; hizo volver atrás su diestra delante del enemigo; y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado alrededor.

Dálet: Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y mató toda cosa hermosa a la vista en la tienda de la hija de Sion; derramó como fuego su enojo.

He: Fue el Señor como enemigo; destruyó a Israel, destruyó todos sus palacios, disipó sus fortalezas, y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el luto.

Vau: Y traspasó como de huerto su tabernáculo, destruyó su congregación. El SEÑOR hizo olvidar en Sion solemnidades y sábados; y desechó en la ira de su furor rey y sacerdote.

Zain: Desechó el Señor su altar, menospreció su Santuario, entregó en mano del enemigo los muros de sus palacios; dieron grito en la Casa del SEÑOR como en día de fiesta.

Chet: El SEÑOR determinó destruir el muro de la hija de Sion; extendió el cordel, no retrajo su mano de destruir; se enlutó el antemuro y el muro; fueron destruidos juntamente.

Se han hundido en la tierra sus puertas, El ha destruido y quebrado sus cerrojos. Su rey y sus príncipes están entre las naciones; {ya} no hay ley; tampoco sus profetas hallan visión del SEÑOR.

Caf: Mis ojos desfallecieron de lágrimas, rugieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, desfalleciendo el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.

Lámed: Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo y el vino? Desfalleciendo como muertos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres.

¿Qué testigo te traeré, ó á quién te haré semejante, hija de Jerusalem? ¿A quién te compararé para consolarte, oh virgen hija de Sión? Porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará?

Sámec: Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti. Silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalén, diciendo: ¿Es ésta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra?

Han abierto contra ti su boca todos tus enemigos; silban y rechinan los dientes, dicen: {La} hemos devorado. Ciertamente este es el día que esperábamos; {lo} hemos alcanzado, {lo} hemos visto.

Tsade: El corazón de ellos clamaba al Señor: Oh muro de la hija de Sion, echa lágrimas como un arroyo día y noche; no descanses, ni calle la niña de tu ojo.

Cof: Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.

Como en día de fiesta solemne convocaste mis terrores de todas partes; y no hubo en el día de la ira del SEÑOR quien escapara ni sobreviviera. A los que crié y mantuve, mi enemigo los exterminó.

Alef: Yo soy un hombre que ve aflicción en la vara de su enojo.

Zain: Acuérdate de mi aflicción y de mi lloro, del ajenjo y de la hiel.

Cof: Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias.

Lámed: Para desmenuzar debajo de sus pies todos los encarcelados de la tierra,

Lámed: Para hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo,

Sámec: Te cubriste de nube, para que no pasara la oración nuestra.

Sin: Tú has oído la afrenta de ellos, oh SEÑOR, todas sus maquinaciones contra mí;

Dálet: La lengua del niño de pecho, de sed se pegó a su paladar; los cachorros pidieron pan, y no hubo quien lo partiere.

Vau: Y se aumentó la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, que fue trastornada en un momento, y no asentaron sobre ella compañías.

Zain: Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más resplandecientes que la leche; su compostura más encendida que las piedras preciosas cortadas del zafiro;

Chet: Oscura más que la negrura es la forma de ellos; no los conocen por las calles. Su piel está pegada a sus huesos, seco como un palo.

Tet: Más dichosos fueron los muertos a espada que los muertos del hambre. Porque éstos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra.

Yod: Las manos de las mujeres piadosas cocieron a sus hijos; les fueron comida en el quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

Lámed: Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, creyeron que el enemigo y el adversario entrara por las puertas de Jerusalén.

Sin: Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz, aun hasta ti pasará el cáliz; te embriagarás, y vomitarás.

Al egipcio y al asirio dimos la mano, para saciarnos de pan.

Con peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan delante de la espada del desierto.

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