301 casos en 6 traducciones

'La' en la Biblia

Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías.

éste es el que ha de venir tras mí, el cual es antes de mí; del cual yo no soy digno de desatar la correa del zapato.

Estas cosas acontecieron en Betábara, de la otra parte del Jordán, donde Juan bautizaba.

Les dice: Venid y ved. Vinieron, y vieron dónde moraba, y permanecieron con él aquel día; porque era como la hora décima.

Y era Felipe de Betsaida, la ciudad de Andrés y de Pedro.

Felipe halló a Natanael, y le dice: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret.

Le dice Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera te vi.

Respondió Jesús y le dijo: Porque te dije, te vi debajo de la higuera, crees; cosas mayores que éstas verás.

Y les dijo: Sacad ahora, y llevadla al maestresala. Y se la llevaron.

Y estaba cerca la Pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén.

y a los que vendían las palomas, dijo: Quitad de aquí esto; no hagáis la Casa de mi Padre casa de mercado.

Por tanto, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron que les había dicho esto; y creyeron a la Escritura, y a la palabra que Jesús había dicho.

Y estando en Jerusalén en la Pascua, en el día de la Fiesta, muchos creyeron en su nombre, viendo las señales que hacía.

Pasado esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.

Y vinieron á Juan, y dijéronle: Rabbí, el que estaba contigo de la otra parte del Jordán, del cual tú diste testimonio, he aquí bautiza, y todos vienen á él.

Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a José su hijo.

(Porque sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.)

La mujer le dice: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes el agua viva?

La mujer le dice: Señor, dame esta agua, para que no tenga sed, ni venga acá a sacarla.

porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad.

Le dice Jesús: Mujer, créeme, que la hora viene, cuando ni en este monte, ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

Le dice la mujer: Sé que el Mesías (el Ungido) ha de venir, el cual se dice el Cristo; cuando él viniere nos declarará todas las cosas.

Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella?

Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a aquellos hombres:

¿No decís vosotros que aún hay cuatro meses y la siega viene? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos, y mirad el campo, porque ya está blanco para la siega.

Y cuando vino a Galilea, los galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalén en la Fiesta; porque también ellos habían ido a la Fiesta.

Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a su encuentro y {le} suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte.

Le dice Jesús: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó a la palabra que Jesús le dijo, y se fue.

Entonces él les preguntó a qué hora comenzó a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a la séptima le dejó la fiebre.

Esta también es la segunda señal que Jesús hizo, cuando vino de Judea a Galilea.

Y hay en Jerusalén a la puerta de las ovejas un estanque, que en hebreo es llamado Betesda, el cual tiene cinco portales.

Y el que había sido sanado, no sabía quién era; porque Jesús se había apartado de la multitud que estaba en aquel lugar.

No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz,

Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él dio testimonio a la verdad.

El era la lámpara que ardía y alumbraba, y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.

PASADAS estas cosas, fuése Jesús de la otra parte de la mar de Galilea, que es de Tiberias.

Y estaba cerca la Pascua, la Fiesta de los judíos.

Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar: y recostáronse como número de cinco mil varones.

Aquellos hombres entonces, como vieron la señal que Jesús había hecho, decían: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo.

Y entrando en un barco, venían de la otra parte de la mar hacia Capernaum. Y era ya oscuro, y Jesús no había venido á ellos.

Y como hubieron navegado como veinticinco ó treinta estadios, ven á Jesús que andaba sobre la mar, y se acercaba al barco: y tuvieron miedo.

Y ellos le recibieron de buena gana en el navío; y luego el navío llegó a la tierra donde iban.

El día siguiente, la multitud que estaba al otro lado del mar, como vio que no había allí otra navecilla sino una, en la cual habían entrado sus discípulos, y que Jesús no había entrado con sus discípulos en el navío, sino que sus discípulos se habían ido solos;

cuando vio pues la multitud que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron ellos en las navecillas, y vinieron a Capernaum buscando a Jesús.

Y hallándole de la otra parte de la mar, dijéronle: Rabbí, ¿cuándo llegaste acá?

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