32 casos

'Lecho' en la Biblia

Inestable como las aguas, no serás el principal; por cuanto subiste al lecho de tu padre: Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.

Por tanto, así dice Jehová: Del lecho en que subiste no descenderás, antes morirás ciertamente. Y Elías se fue.

Y ellos le respondieron: Encontramos un varón que nos dijo: Id, y volveos al rey que os envió, y decidle: Así dice Jehová: ¿Acaso no hay Dios en Israel, que tú envías a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón? Por tanto, del lecho en que subiste no descenderás, sino que de cierto morirás.

Y le dijo: Así dice Jehová: Por cuanto enviaste mensajeros a consultar a Baal-zebub dios de Ecrón, ¿acaso no hay Dios en Israel para consultar en su palabra? Por tanto, no descenderás del lecho en que subiste, sino que de cierto morirás.

Y los hijos de Rubén, primogénito de Israel (porque él era el primogénito, pero como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; y no fue contado por primogénito.

Volvió después el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Esther. Entonces dijo el rey: ¿Querrá también forzar a la reina estando yo en casa? Y al salir esta palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.

Cuando digo: Me consolará mi cama, mi lecho atenuará mis quejas;

Por sueño de visión nocturna, cuando el sueño cae sobre los hombres, cuando se adormecen sobre el lecho;

Fatigado estoy de mi gemir; toda la noche hago nadar mi cama con mis lágrimas, riego mi lecho con mi llanto.

cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.

No entraré en la morada de mi casa, ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

Si subiere al cielo, allí estás tú; y si en el infierno hiciere mi lecho, he aquí allí tú estás.

He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; nuestro lecho también florido.

Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué, y no lo hallé.

Y entraron a ella los hombres de Babilonia, al lecho de amores, y la contaminaron con su prostitución; y ella también se contaminó con ellos, y su deseo se sació de ellos.

Así dice Jehová: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria en el rincón de una cama, y al lado de un lecho.

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo entonces al paralítico): Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Y no pudiendo llegar a Él por causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.

¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?

A ti te digo: Levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.

Y al instante él se levantó, y tomando su lecho, salió delante de todos; de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: ¡Nunca tal hemos visto!

Y he aquí unos hombres que traían sobre un lecho a un hombre que estaba paralítico; y procuraban meterle, y ponerle delante de Él.

Y no hallando por dónde meterlo a causa de la multitud, subieron a la azotea y por el tejado lo bajaron con el lecho y lo pusieron en medio, delante de Jesús.

Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti digo, levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Y al instante, se levantó en presencia de ellos, y tomando el lecho en que había estado acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios.

Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era sábado aquel día.

Entonces los judíos decían a aquel que había sido sanado: Sábado es; no te es lícito llevar tu lecho.

Él les respondió: El que me sanó, Él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda.

Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda?

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