'Les' en la Biblia
Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, {es decir,} a los que creen en su nombre,
Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo en agua, {pero} entre vosotros está Uno a quien no conocéis.
Jesús se volvió, y viendo que le seguían, les dijo*: ¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: Rabí (que traducido quiere decir, Maestro), ¿dónde te hospedas?
El les dijo*: Venid y veréis. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se quedaron con El aquel día, porque era como la hora décima.
Jesús les dijo*: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde.
Entonces les dijo*: Sacad ahora {un poco} y llevadlo al maestresala. Y {se} lo llevaron.
Jesús respondió y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.
Pero El les dijo: Yo tengo para comer una comida que vosotros no sabéis.
Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.
Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre.
Pero él les respondió: El mismo que me sanó, me dijo: ``Toma tu camilla y anda."
Pero El les respondió: Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo.
Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera.
Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere.
Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo.
Pero El les dijo*: Soy yo; no temáis.
Jesús les respondió y dijo: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque hayáis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado.
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que El ha enviado.
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: ``LES DIO A COMER PAN DEL CIELO."
Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Respondió Jesús y les dijo: No murmuréis entre vosotros.
Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
Pero Jesús, sabiendo en su interior que sus discípulos murmuraban por esto, les dijo: ¿Esto os escandaliza?
Jesús les respondió: ¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y {sin embargo} uno de vosotros es un diablo?
Entonces Jesús les dijo*: Mi tiempo aún no ha llegado, pero vuestro tiempo es siempre oportuno.
Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.
Respondió Jesús y les dijo: Una sola obra hice y todos os admiráis.
Entonces los alguaciles vinieron a los principales sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: ¿Por qué no le trajisteis?
Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar?
Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo*:
Y al amanecer, vino otra vez al templo, y todo el pueblo venía a El; y sentándose, les enseñaba.
Pero como insistían en preguntarle, {Jesús} se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea {el} primero en tirarle una piedra.
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.
Entonces les dijo de nuevo: Yo me voy, y me buscaréis, y moriréis en vuestro pecado; adonde yo voy, vosotros no podéis ir.
Y {Jesús} les decía: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.
Entonces le decían: ¿Tú quién eres? Jesús les dijo: ¿Qué os he estado diciendo {desde} el principio?
No comprendieron que les hablaba del Padre.
Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
Jesús les dijo: Si Dios fuera vuestro Padre, me amaríais, porque yo salí de Dios y vine {de El}, pues no he venido por mi propia iniciativa, sino que El me envió.
Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.
Entonces los fariseos volvieron también a preguntarle cómo había recibido la vista. Y él les dijo: Me puso barro sobre los ojos, y me lavé y veo.
y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
Sus padres entonces les respondieron, y dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo, y que nació ciego;
Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
El les contestó: Ya os lo dije y no escuchasteis; ¿por qué queréis oír{lo} otra vez? ¿Es que también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y {sin embargo,} a mí me abrió los ojos.
Jesús les dijo: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero ahora, {porque} decís: ``Vemos", vuestro pecado permanece.
Jesús les habló {por medio de} esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso.
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en el nombre de mi Padre, éstas dan testimonio de mí.
y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano.
Jesús les dijo: Os he mostrado muchas obras buenas {que son} del Padre. ¿Por cuál de ellas me apedreáis?
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: ``YO DIJE: SOIS DIOSES"?
Por eso procuraban otra vez prenderle, pero se les escapó de entre las manos.
Entonces Jesús, por eso, les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo*: Desatadlo, y dejadlo ir.
Pero algunos de ellos fueron a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada,
Jesús les respondió*, diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
Jesús entonces les dijo: Todavía, por un poco de tiempo, la luz estará entre vosotros. Caminad mientras tenéis la luz, para que no os sorprendan las tinieblas; el que anda en la oscuridad no sabe adónde va.
Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose {a la mesa} otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
Si yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado, pero ahora no tienen excusa por su pecado.
Jesús sabía que querían preguntarle, y les dijo: ¿Estáis discutiendo entre vosotros sobre esto, porque dije: ``Un poco más, y no me veréis, y de nuevo un poco, y me veréis"?
Jesús les respondió: ¿Ahora creéis?
porque yo les he dado las palabras que me diste; y {las} recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste.
Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno:
Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos.
Jesús, pues, sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir, salió y les dijo*: ¿A quién buscáis?
Ellos le respondieron: A Jesús el Nazareno. El les dijo*: Yo soy. Y Judas, el que le entregaba, estaba con ellos.
Y cuando El les dijo: Yo soy, retrocedieron y cayeron a tierra.
Entonces Pilato les dijo: Llevadle vosotros, y juzgadle conforme a vuestra ley. Los judíos le dijeron: A nosotros no nos es permitido dar muerte a nadie.
Pilato le preguntó*: ¿Qué es la verdad? Y habiendo dicho esto, salió otra vez adonde {estaban} los judíos y les dijo*: Yo no encuentro ningún delito en El.
Pilato salió otra vez, y les dijo*: Mirad, os lo traigo fuera, para que sepáis que no encuentro ningún delito en El.
Jesús entonces salió fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Y {Pilato} les dijo*: ¡He aquí el Hombre!
Entonces, cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, gritaron, diciendo: ¡Crucifíca{le!} ¡Crucifíca{le!} Pilato les dijo*: Tomadle vosotros, y crucificad{le,} porque yo no encuentro ningún delito en El.
Entonces ellos gritaron: ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Crucifícale! Pilato les dijo*: ¿He de crucificar a vuestro Rey? Los principales sacerdotes respondieron: No tenemos más rey que el César.
Los judíos entonces, como era el día de preparación {para la Pascua,} a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.
Entonces corrió* y fue* a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo*: Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto.
Y ellos le dijeron*: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les dijo*: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.
Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas {del lugar} donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo*: Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor.
Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, {así} también yo os envío.
Después de decir esto, sopló sobre {ellos} y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo.
A quienes perdonéis los pecados, {éstos} les son perdonados; a quienes retengáis los {pecados, éstos} les son retenidos.
Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.
Simón Pedro les dijo*: Me voy a pescar. Ellos le dijeron*: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada.
Entonces Jesús les dijo*: Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No.
Y El les dijo: Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis {pesca.} Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces.
Jesús les dijo*: Traed algunos de los peces que habéis pescado ahora.
Jesús les dijo*: Venid {y} desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor.
Pedro, volviéndose, vio* que {les} seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho {de Jesús} y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar?