'Los' en la Biblia
Y tenía tratos con Joab hijo de Sarvia, y con Abiatar, el sacerdote, los cuales ayudaban a Adonías.
Mas Sadoc, el sacerdote, Benaía hijo de Joiada, Natán, el profeta, Simei, Rei, y todos los grandes de David, no seguían a Adonías.
Y matando Adonías ovejas y vacas y animales engordados junto a la peña de Zohelet, que está cerca de la fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey;
mas no convidó a Natán, el profeta, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano.
Ha sacrificado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, y a Abiatar, el sacerdote, y a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha convidado.
Rey señor mío, los ojos de todo Israel están sobre ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él.
Porque hoy ha descendido, y ha sacrificado bueyes, y animales engordados, y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también a Abiatar, el sacerdote; y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho: ¡Viva el rey Adonías!
Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y haced subir a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo a Gihón.
Y descendió Sadoc, el sacerdote, y Natán, el profeta, y Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, e hicieron subir a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.
Y lo oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el sonido del shofar, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con estruendo?
Y el rey ha enviado con él a Sadoc, el sacerdote y a Natán, el profeta, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los cereteos y a los peleteos, los cuales le hicieron subir en la mula del rey;
Y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama.
Ellos entonces se espantaron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino.
Mas Adonías, temiendo de la presencia de Salomón, se levantó y se fue, y tomó los cuernos del altar.
Y fue hecho saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón; porque ha tomado los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo.
Llegaron los días de David para morir, y mandó a Salomón su hijo, diciendo:
Guarda los mandatos del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas,
Y ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner, y a Amasa hijo de Jeter, los cuales él mató, derramando en paz la sangre de guerra, y poniendo la sangre de guerra en su talabarte que tenía sobre sus lomos, y en sus zapatos que tenía en sus pies.
"Haz, pues, conforme a tu sabiduría, y no permitas que sus canas desciendan al Seol (región de los muertos) en paz.
Mas a los hijos de Barzilai, el galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron así a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano.
Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años; siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.
Y vino la noticia hasta Joab; porque también Joab se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo del SEÑOR, y tomó los cuernos del altar.
Y el SEÑOR hará tornar su sangre sobre su cabeza; que él ha dado muerte a dos varones más justos y mejores que él, a los cuales mató a espada sin que mi padre David supiera nada: a Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del ejército de Judá.
Pero aconteció al cabo de tres años, que dos de los siervos de Simei huyeron a Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei, diciéndo{le:} He aquí, tus siervos están en Gat.
Y Salomón hizo parentesco con el Faraón rey de Egipto, porque tomó por mujer a la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa del SEÑOR, y los muros de Jerusalén alrededor.
Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos; porque aún no había casa edificada al nombre del SEÑOR hasta aquellos tiempos.
Mas Salomón amó al SEÑOR, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba perfumes en los lugares altos.
Y fue del agrado a los ojos del Señor que Salomón pidiera esto.
Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria; tal, que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.
Y éstos fueron los príncipes que tuvo: Azarías hijo de Sadoc, el sacerdote;
Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, los escribas; Josafat hijo de Ahilud, el escritor de las crónicas;
Benaía hijo de Joiada era sobre el ejército; y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes;
Azarías hijo de Natán era sobre los gobernadores; Zabud hijo de Natán era el sacerdote, compañero especial del rey;
Ahisar, {era} el mayordomo; y Adoniram, hijo de Abda, {estaba} sobre los hombres sujetos a trabajos forzados.
Y tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecer por un mes en el año.
Y éstos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín;
El hijo de Abinadab, en todos los términos de Dor; éste tenía por mujer a Tafat hija de Salomón;
Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, y en la tierra de Sehón rey de los amorreos, y de Og rey de Basán; y además de éstos había un gobernador general en toda la tierra.
Los de Judá y de Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo y bebiendo y alegrándose.
Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos, desde el río hasta la tierra de los filisteos, hasta el término de Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.
Diez bueyes engordados, y veinte bueyes de pasto, y cien ovejas; sin los ciervos, cabras, búfalos, y aves engordados.
Porque él señoreaba en toda la región que estaba al otro lado del río y desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes del otro lado del río; y tuvo paz por todos lados en derredor suyo.
Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.
Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno su mes; y hacían que nada faltara.
Y traían también cebada y paja para los caballos, y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba, cada uno conforme al cargo que tenía.
Que fue mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los hijos del oriente, y que toda la sabiduría de los egipcios.
Y aun fue más sabio que todos los hombres; más que Etán, el ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue nombrado entre todas las naciones de alrededor.
También disertó de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó de los animales, de las aves, de las serpientes, y de los peces.
Y venían de todos los pueblos a oír la sabiduría de Salomón, y de todos los reyes de la tierra, donde había llegado la fama de su sabiduría.
Manda pues ahora que me corten cedros del Líbano; y mis siervos estarán con los tuyos, y yo te daré por tus siervos el salario que tú dijeres; porque tú sabes bien, que ninguno hay entre nosotros que sepa labrar la madera como los sidonios.
El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto.
los cuales enviaba al Líbano de diez mil en diez mil, cada mes por su turno, viniendo así a estar un mes en el Líbano, y dos meses en sus casas; y Adoniram estaba sobre aquel tributo.
sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, eran tres mil trescientos, los cuales tenían a su cargo el pueblo que hacía la obra.
Y mandó el rey que trajeran grandes piedras, piedras de precio, para los cimientos de la Casa, y piedras labradas.
Y los albañiles de Salomón, y los de Hiram, y los aparejadores, cortaron y aparejaron la madera y la cantería para labrar la casa.
Y fue en el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, en el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, que él comenzó a edificar la Casa del SEÑOR.
y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel.
Edificó los veinte codos del fondo de la casa con tablas de cedro desde el suelo hasta el techo; así le edificó el santuario interior, el lugar santísimo.
La altura de uno de los querubines {era} de diez codos, y asimismo la del otro querubín.
Y puso estos querubines en la casa de adentro; los querubines extendían sus alas, de modo que el ala del uno tocaba a la pared, y el ala del otro querubín tocaba a la otra pared, y las otras dos alas se tocaban la una a la otra en la mitad de la Casa.
Y recubrió de oro los querubines.
Y a la entrada del oráculo hizo puertas de madera de oliva; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.
Las dos puertas eran de madera de oliva; y entalló en ellas figuras de querubines y de palmas y de flores abiertas, y las recubrió de oro; recubrió también de oro los querubines y las palmas.
Las dos puertas eran de madera de haya; y los dos lados de una puerta eran redondos, y los otros dos lados de la otra puerta también redondos.
En el cuarto año, en el mes de Zif, se pusieron los cimientos de la Casa del SEÑOR.
Todas las puertas y los postes {tenían} marcos cuadrados, una ventana frente a la otra en tres filas.
Todas aquellas obras fueron de piedras de precio, cortadas y aserradas con sierras según las medidas, así por de dentro como por de fuera, desde el cimiento hasta los remates, y asimismo por de fuera hasta el gran atrio.
E hizo unas trenzas a manera de red, y unas cintas a manera de cadenas, para los capiteles que se habían de poner sobre las cabezas de las columnas; siete para cada capitel.
Y cuando hubo hecho las columnas, hizo también dos órdenes de granadas alrededor en el enredado, para cubrir los capiteles que estaban en las cabezas de las columnas con las granadas; y de la misma forma hizo en el otro capitel.
Los capiteles que estaban sobre las columnas tenían forma de lirios como las que se veían en el portal, por cuatro codos.
Los capiteles que estaban sobre las dos columnas tenían también doscientas granadas en dos órdenes alrededor en cada capitel, encima del vientre del capitel, el cual vientre estaba delante del enredado.
Y estaba asentado sobre doce bueyes; tres miraban al norte, y tres miraban al poniente, y tres miraban al mediodía, y tres miraban al oriente; sobre éstos se apoyaba el mar, y los traseros de ellos estaban hacia la parte de adentro.
El diseño de las basas {era} éste: tenían bordes y los bordes estaban entre las molduras,
y sobre aquellas cintas que estaban entre las molduras, figuras de leones, y de bueyes, y de querubines; y sobre las molduras de la basa, así encima como debajo de los leones y de los bueyes, había unas añadiduras de bajo relieve.
Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce con cardinales (ejes con bisagras) de bronce; y en sus cuatro esquinas había unos hombrillos, los cuales nacían de fundición a cada lado de aquellas añadiduras, para estar debajo de la fuente.
Y la boca de la fuente entraba un codo en el remate que salía para arriba de la base; y era su boca redonda, de la hechura del mismo remate, y éste era de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus tableros, los cuales eran cuadrados, no redondos.
Las cuatro ruedas estaban debajo de las cintas, y los ejes de las ruedas nacían en la misma basa. La altura de cada rueda era de un codo y medio.
Asimismo los cuatro hombrillos a las cuatro esquinas de cada basa; y los hombrillos eran de la misma basa.
Y en lo alto de la base había medio codo de altura redondo por todas partes; y encima de la base sus molduras y tableros, los cuales salían de ella misma.
E hizo en las tablas de las molduras, y en los tableros, entalladuras de querubines, y de leones, y de palmeras, con proporción en el espacio de cada una, y alrededor otros adornos.
Hiram hizo también los calderos, las palas y los tazones. Así terminó Hiram toda la obra que hizo para el rey Salomón {en} la casa del SEÑOR:
Es a saber, dos columnas, y los vasos redondos de los capiteles que estaban en lo alto de las dos columnas; y dos redes que cubrían los dos vasos redondos de los capiteles que estaban sobre la cabeza de las columnas;
y cuatrocientas granadas para las dos redes, es a saber, dos órdenes de granadas en cada red, para cubrir los dos vasos redondos que estaban sobre las cabezas de las columnas;
el mar y los doce bueyes debajo del mar;
calderos, tenazas, cuencos; y todos los otros vasos que Hiram hizo al rey Salomón, para la Casa del SEÑOR de bronce bruñido.
El rey los fundió en la llanura del Jordán, en la tierra arcillosa entre Sucot y Saretán.
Y dejó Salomón sin inquirir el peso del bronce de todos los vasos, por la gran multitud de ellos.
E hizo Salomón todos los vasos que pertenecían a la Casa del SEÑOR; un altar de oro, y una mesa sobre la cual estaban los panes de la proposición, también de oro;
y los candeleros de oro purísimo, cinco a la mano derecha, y otros cinco a la izquierda, delante del oráculo; con las flores, y las lámparas, y despabiladeras de oro;
asimismo los cántaros, vasos, cuencos, cucharros, e incensarios, de oro purísimo; también de oro los quiciales de las puertas de la Casa de adentro, es a saber del lugar santísimo, y los de las puertas de la casa del templo.
Así fue terminada toda la obra que el rey Salomón hizo {en} la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y los utensilios, {y los} puso en los tesoros de la casa del SEÑOR.
Entonces juntó Salomón los ancianos de Israel, y a todas las cabezas de las tribus, los príncipes de las familias de los hijos de Israel, al rey Salomón en Jerusalén para traer el arca del pacto del SEÑOR de la ciudad de David, que es Sion.
Y se juntaron al rey Salomón todos los varones de Israel en el mes de Etanim, que es el mes séptimo, en el día solemne.
Y vinieron todos los ancianos de Israel, y los sacerdotes tomaron el arca.
Y llevaron el arca del SEÑOR, y el tabernáculo del testimonio, y todos los vasos sagrados que estaban en el tabernáculo; los cuales llevaban los sacerdotes y levitas.
Y los sacerdotes metieron el arca del pacto del SEÑOR en su lugar, en el oráculo de la Casa, en el lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines.
Porque los querubines tenían extendidas las alas sobre el lugar del arca, y así cubrían los querubines el arca y sus varas por encima.
Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras se podían ver desde el lugar santo, {que estaba} delante del santuario interior, mas no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.
En el arca ninguna cosa había además de las dos tablas de piedra que había allí puesto Moisés en Horeb, cuando el SEÑOR cortó un pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto.
Y cuando los sacerdotes salieron del lugar santo, la nube llenó la Casa del SEÑOR.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (521)
- Éxodo (473)
- Levítico (301)
- Números (666)
- Deuteronomio (352)
- Josué (348)
- Jueces (391)
- Rut (25)
- 1 Samuel (353)
- 2 Samuel (289)
- 1 Reyes (315)
- 2 Reyes (368)
- 1 Crónicas (498)
- 2 Crónicas (498)
- Esdras (209)
- Nehemías (249)
- Ester (90)
- Job (320)
- Salmos (916)
- Proverbios (329)
- Eclesiastés (79)
- Cantares (54)
- Isaías (624)
- Jeremías (683)
- Lamentaciones (47)
- Ezequiel (582)
- Daniel (179)
- Oseas (91)
- Joel (37)
- Amós (73)
- Abdías (13)
- Jonás (10)
- Miqueas (40)
- Nahúm (23)
- Habacuc (21)
- Sofonías (33)
- Hageo (24)
- Zacarías (125)
- Malaquías (36)
- Mateo (442)
- Marcos (254)
- Lucas (413)
- Juan (278)
- Hechos (508)
- Romanos (165)
- 1 Corintios (149)
- 2 Corintios (68)
- Gálatas (59)
- Efesios (57)
- Filipenses (31)
- Colosenses (40)
- 1 Tesalonicenses (41)
- 2 Tesalonicenses (17)
- 1 Timoteo (41)
- 2 Timoteo (34)
- Tito (21)
- Filemón (2)
- Hebreos (132)
- Santiago (22)
- 1 Pedro (53)
- 2 Pedro (31)
- 1 Juan (22)
- 2 Juan (3)
- 3 Juan (8)
- Judas (14)
- Apocalipsis (201)
Artículos Relacionados
- Casas
- Commerce
- Cuatro a quinientos
- Cuatro y cinco cien
- Dios actúa desde el cielo
- El arca en el templo
- Falsos Dioses
- Imitando a los reyes malvados
- Jezabel
- La escuela de los profetas
- Los animales comen Gente
- Matar a los profetas
- El trabajo forzado
- Libros históricos
- Los ancianos reunidos
- Los profetas de otros Dioses
- Servir a Asherah
- Un lugar para el nombre de Dios