364 casos

'Mar' en la Biblia

Y el temor y el pavor de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar. En vuestra mano son entregados.

Todos éstos se juntaron en el valle de Sidim, que es el Mar Salado.

Y tú has dicho: Ciertamente yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.

Y acopió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta que dejó de contar, porque no tenía número.

Zabulón en puertos de mar habitará, y será para puerto de navíos; y su término hasta Sidón.

Y Jehová volvió un viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y la arrojó en el Mar Rojo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto.

Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.

Habla a los hijos de Israel que den la vuelta, y acampen delante de Pihahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-zefón; delante de él acamparéis, junto al mar.

Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron acampando junto al mar, al lado de Pihahirot, delante de Baal-zefón.

Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo; y entren los hijos de Israel por medio del mar en seco.

Entonces los hijos de Israel entraron por medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda:

Y siguiéndolos los egipcios, entraron tras ellos hasta el medio del mar, toda la caballería de Faraón, sus carros, y su gente de a caballo.

Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros, y sobre su caballería.

Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en su fuerza, y los egipcios dieron contra él; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.

Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el mar; no quedó de ellos ni uno.

Y los hijos de Israel caminaron por medio del mar en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.

Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.

Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico a Jehová, y dijeron: Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo y al jinete.

Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus príncipes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo.

Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas; Se juntaron las corrientes como en un montón; Los abismos se cuajaron en medio del mar.

Soplaste con tu viento, los cubrió el mar: Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.

Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por medio del mar.

Y Miriam les respondía: Cantad a Jehová; porque en extremo se ha engrandecido, echando en el mar al caballo, y al que en él subía.

E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua.

Y yo fijaré tu término desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el río: porque pondré en vuestras manos los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.

Esto comeréis de todas las cosas que están en las aguas: todas las cosas que tienen aletas y escamas en las aguas del mar, y en los ríos, aquellas comeréis.

Mas todas las cosas que no tienen aletas ni escamas en el mar y en los ríos, así de todo reptil de agua como de toda cosa viviente que está en las aguas, las tendréis en abominación.

¿Se han de degollar para ellos ovejas y bueyes que les basten? ¿O se juntarán para ellos todos los peces del mar para que tengan abasto?

Y salió un viento de Jehová, y trajo codornices del mar, y las dejó sobre el campamento, un día de camino a un lado, y un día de camino al otro lado, en derredor del campamento, y casi dos codos sobre la faz de la tierra.

Amalec habita en la tierra del sur; y el heteo, y el jebuseo, y el amorreo, habitan en las montañas; y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán.

Ahora bien, el amalecita y el cananeo habitan en el valle; volveos mañana, y salid al desierto, camino del Mar Rojo.

Y partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se abatió el ánimo del pueblo por el camino.

Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová: Lo que hizo en el Mar Rojo, y en los arroyos de Arnón;

Y partiendo de Pi-hahirot, pasaron por medio del mar al desierto, y anduvieron camino de tres días por el desierto de Etam, y asentaron en Mara.

Y partieron de Elim y acamparon junto al Mar Rojo.

Y partieron del Mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.

Tendréis el lado del sur desde el desierto de Zin hasta los términos de Edom; y os será el término del sur al extremo del Mar Salado hacia el oriente.

Y el término occidental os será el Mar Grande; este término os será el término occidental.

Y éste será el término del norte: desde el Mar Grande os señalaréis el monte de Hor;

y bajará este término desde Sefam a Ribla, al oriente de Aín; y descenderá el término, y llegará a la costa del mar de Cineret al oriente;

después descenderá este término al Jordán, y serán sus salidas al Mar Salado: Ésta será vuestra tierra, por sus términos alrededor.

Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel a este lado del Jordán en el desierto, en la llanura frente al Mar Rojo, entre Parán, Tofel, Labán, Haserot y Dizahab.

Volveos, e id al monte del amorreo, y a todas sus comarcas, en el llano, en el monte, en los valles, en el sur, en la costa del mar, en la tierra del cananeo y el Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates.

Luego volvimos y nos fuimos al desierto, camino del Mar Rojo, como Jehová me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por muchos días.

También la llanura, con el Jordán como límite, desde Cineret hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, hasta las vertientes abajo del Pisga al oriente.

y toda la llanura de este lado del Jordán, al oriente, hasta el mar del Arabá, hasta las vertientes de las aguas abajo del Pisga.

y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros; cómo hizo que las aguas del Mar Rojo cayeran sobre ellos cuando venían tras vosotros, y Jehová los destruyó hasta hoy;

Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro; desde el desierto y el Líbano, desde el río, el río Éufrates, hasta el mar postrero será vuestro término.

Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos?

y a todo Neftalí, y la tierra de Efraín y de Manasés, toda la tierra de Judá hasta el mar occidental;

Desde el desierto y este Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el Mar Grande donde se pone el sol, será vuestro término.

Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros, cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.

las aguas que venían de arriba, se pararon como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Zaretán; y las que descendían al mar del Arabá, el Mar Salado, se acabaron y fueron partidas; y el pueblo pasó frente a Jericó.

Porque Jehová vuestro Dios secó las aguas del Jordán delante de vosotros, hasta que habíais pasado, a la manera que Jehová vuestro Dios lo había hecho en el Mar Rojo, al cual secó delante de nosotros hasta que pasamos:

Y aconteció que cuando todos los reyes de los amorreos, que estaban al otro lado del Jordán al occidente, y todos los reyes de los cananeos, que estaban cerca del mar, oyeron cómo Jehová había secado las aguas del Jordán delante de los hijos de Israel hasta que hubieron pasado, desfalleció su corazón, y no hubo más espíritu en ellos delante de los hijos de Israel.

Y aconteció que cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos, y en toda la costa del Mar Grande delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos;

Éstos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar, con muchísimos caballos y carros.

Y desde el Arabá hasta el mar de Cineret, al oriente; y hasta el mar del Arabá, el Mar Salado, al oriente, por el camino de Bet-jesimot; y desde el sur debajo de las vertientes del Pisga.

Y el valle de Bet-aram, y Bet-nimra, y Sucot, y Safón, resto del reino de Sehón, rey de Hesbón; el Jordán y su término hasta el cabo del mar de Cineret al otro lado del Jordán, al oriente.

Y su frontera sur era desde la costa del Mar Salado, desde la bahía que mira hacia el sur;

El término del oriente es el Mar Salado hasta el fin del Jordán. Y el término de la parte del norte, desde la bahía del mar, desde el fin del Jordán:

Sale luego este límite al lado de Ecrón hacia el norte; y rodea el mismo término a Sicrón, y pasa por el monte de Baala, y sale a Jabneel; y sale este término al mar.

El término del occidente es el Mar Grande y su costa. Éste, es el término de los hijos de Judá en derredor, por sus familias.

Desde Ecrón hasta el mar, todas las que están a la costa de Asdod con sus aldeas.

Asdod con sus villas y sus aldeas: Gaza con sus villas y sus aldeas hasta el río de Egipto, y el Mar Grande con sus términos.

y torna a descender hacia el mar al término de Jaflet, hasta el término de Bet-horón la de abajo, y hasta Gezer; y sale al mar.

Y sale este término al mar, y a Micmetat al norte, y da vuelta este término hacia el oriente a Tanat-silo, y de aquí pasa al oriente a Janoa.

Y de Tapúa torna este término hacia el mar al arroyo de Cana, y sale al mar. Ésta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín por sus familias.

Y desciende este término al arroyo de Cana, hacia el lado sur del arroyo. Estas ciudades de Efraín están entre las ciudades de Manasés: y el término de Manasés es desde el norte del mismo arroyo, y sus salidas son al mar.

Efraín al sur, y Manasés al norte, y el mar es su término; y se encuentran con Aser al lado del norte, y con Isacar al oriente.

Y rodea este término, y da vuelta al lado del mar hacia el sur hasta el monte que está delante de Bet-horón hacia el sur; y viene a salir a Quiriat-baal, que es Quiriat-jearim, ciudad de los hijos de Judá. Éste es el lado del occidente.

Y la ribera pasaba por el lado de Bet-hogla hacia el norte, y la salida de la ribera estaba a la bahía norte del Mar Salado, en el extremo sur del Jordán: Ésta era la frontera sur.

Y su término subía hasta el mar, hasta Merala, y llegaba hasta Dabeset, y de allí llegaba hasta el arroyo que está enfrente de Jocneam;

y doblaba de allí este término hacia Ramá, hasta la ciudad fortificada de Tiro, y tornaba este término hacia Hosa, y salía al mar desde el territorio de Aczib:

He aquí os he repartido por suerte, en herencia para vuestras tribus, estas naciones, así las destruidas como las que quedan, desde el Jordán hasta el Mar Grande hacia donde el sol se pone.

Y saqué a vuestros padres de Egipto: y como llegaron al mar, los egipcios siguieron a vuestros padres hasta el Mar Rojo con carros y caballería.

Y cuando ellos clamaron a Jehová, Él puso oscuridad entre vosotros y los egipcios, e hizo venir sobre ellos el mar, el cual los cubrió; y vuestros ojos vieron lo que hice en Egipto. Después estuvisteis muchos días en el desierto.

Galaad se quedó al otro lado del Jordán; y Dan ¿por qué se estuvo junto a los navíos? Se mantuvo Aser a la ribera del mar, y se quedó en sus puertos.

Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

Mas subiendo Israel de Egipto, anduvo por el desierto hasta el Mar Rojo, y llegó a Cades.

Entonces los filisteos se juntaron para pelear con Israel; treinta mil carros, seis mil hombres de a caballo, y pueblo tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y subieron y acamparon en Micmas, al oriente de Betaven.

Aconsejo, pues, que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.

Entonces aparecieron los cauces del mar, y los fundamentos del mundo fueron descubiertos, a la reprensión de Jehová, al resoplido del aliento de su nariz.

Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose.

Y Dios dio a Salomón sabiduría, y prudencia muy grande, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

Mis siervos la llevarán desde el Líbano al mar; y yo la pondré en balsas por el mar hasta el lugar que tú me señales, y allí se desatará, y tú la tomarás; y tú cumplirás mi deseo al dar de comer a mi familia.

Hizo asimismo un mar de fundición, de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.

Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde en derredor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos hileras, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.

Y estaba asentado sobre doce bueyes; tres miraban al norte, y tres miraban al poniente, y tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre éstos se apoyaba el mar, y las traseras de ellos estaban hacia la parte de adentro.

El grueso del mar era de un palmo menor, y su borde era labrado como el borde de un cáliz, o de flor de lirio; y contenía dos mil batos.

Y puso las cinco bases a la mano derecha de la casa, y las otras cinco a la mano izquierda: y asentó el mar al lado derecho de la casa, al oriente, hacia el sur.

Hizo también el rey Salomón navíos en Ezión-geber, que está junto a Elot en la ribera del Mar Rojo, en la tierra de Edom.

Y envió Hiram en ellos a sus siervos, marineros y diestros en el mar, con los siervos de Salomón;

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