46 casos

'Muchacho' en la Biblia

Y Lamec dijo a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; mujeres de Lamec, prestad oído a mis palabras, pues he dado muerte a un hombre por haberme herido, y a un muchacho por haberme pegado.

Mas Dios dijo a Abraham: No te angusties por el muchacho ni por tu sierva; presta atención a todo lo que Sara te diga, porque por Isaac será llamada tu descendencia.

Se levantó, pues, Abraham muy de mañana, tomó pan y un odre de agua y {los} dio a Agar poniéndo{selos} sobre el hombro, y {le dio} el muchacho y la despidió. Y ella se fue y anduvo errante por el desierto de Beerseba.

Y el agua en el odre se acabó, y ella dejó al muchacho debajo de uno de los arbustos,

Y oyó Dios la voz del muchacho {que lloraba}; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas, porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está.

Levántate, alza al muchacho y sostenlo con tu mano; porque yo haré de él una gran nación.

Entonces Dios abrió los ojos de ella, y vio un pozo de agua; y fue y llenó el odre de agua y dio de beber al muchacho.

Entonces Abraham dijo a sus mozos: Quedaos aquí con el asno; yo y el muchacho iremos hasta allá, adoraremos y volveremos a vosotros.

Y {el ángel} dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; porque ahora sé que temes a Dios, ya que no me has rehusado tu hijo, tu único.

Y volvió a sus hermanos y {les} dijo: El muchacho no está {allí}; y yo, ¿adónde iré?

Y Rubén les respondió, diciendo: ¿No os dije yo: ``No pequéis contra el muchacho" y no {me} escuchasteis? Ahora hay que rendir cuentas por su sangre.

Y Judá dijo a su padre Israel: Envía al muchacho conmigo, y nos levantaremos e iremos, para que vivamos y no perezcamos, tanto nosotros como tú y nuestros pequeños.

Y nosotros respondimos a mi señor: ``El muchacho no puede dejar a su padre, pues si dejara a su padre, {éste} moriría."

Ahora pues, cuando yo vuelva a mi padre, tu siervo, y el muchacho no esté con nosotros, como su vida está ligada a la vida del muchacho,

sucederá que cuando él vea que el muchacho no está {con nosotros,} morirá. Así pues, tus siervos harán descender las canas de nuestro padre, tu siervo, con dolor al Seol.

Porque {yo,} tu siervo, me hice responsable del muchacho con mi padre, diciendo: ``Si no te lo traigo, que lleve yo la culpa delante de mi padre para siempre."

Ahora pues, te ruego que quede {este} tu siervo como esclavo de mi señor, en lugar del muchacho, y que el muchacho suba con sus hermanos.

Pues, ¿cómo subiré a mi padre no estando el muchacho conmigo, sin que yo vea el mal que sobrevendrá a mi padre?

Y dijo a Jeter su primogénito: Levántate y mátalos. Pero el joven no sacó la espada porque tenía temor, pues todavía era muchacho.

Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: ``Una mujer lo mató." Y el muchacho lo traspasó, y murió.

Y Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación?

Entonces Sansón dijo al muchacho que lo tenía de la mano: Déjame palpar las columnas sobre las que el edificio descansa, para apoyarme en ellas.

El SEÑOR volvió a llamar a Samuel por tercera vez. Y él se levantó, fue a Elí y dijo: Aquí estoy, pues me llamaste. Entonces Elí comprendió que el SEÑOR estaba llamando al muchacho.

Entonces Saúl dijo a David: Tú no puedes ir contra este filisteo a pelear con él, porque tú eres un muchacho y él ha sido un guerrero desde su juventud.

Y he aquí, enviaré al muchacho, {diciendo:} ``Ve, busca las saetas." Si digo claramente al muchacho: ``He aquí, las saetas están más acá de ti, tómalas", entonces ven porque hay seguridad para ti y no {habrá} mal, vive el SEÑOR.

A la mañana {siguiente} Jonatán salió al campo para reunirse con David, y un muchacho pequeño {iba} con él.

Y dijo al muchacho: Corre, busca ahora las saetas que voy a tirar. Y mientras el muchacho corría, tiró una saeta más allá de él.

Cuando el muchacho llegó a la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán le gritó al muchacho, y dijo: ¿No está la saeta más allá de ti?

Y Jonatán llamó al muchacho: Corre, date prisa, no te detengas. Y el muchacho de Jonatán recogió la saeta y volvió a su señor.

Pero el muchacho no estaba al tanto de nada; sólo Jonatán y David sabían del asunto.

Entonces Jonatán dio sus armas al muchacho y le dijo: Vete, lléva{las} a la ciudad.

Cuando el muchacho se fue, David se levantó del lado del sur, y cayendo rostro en tierra, se postró tres veces. Y se besaron el uno al otro y lloraron juntos, pero David {lloró} más.

Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual descendieron.

Y ahora, SEÑOR Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar.

Hadad huyó a Egipto, él y algunos edomitas de los siervos de su padre con él, {siendo} Hadad aún un muchacho.

Y se lo trajeron. Y cuando el espíritu vio a Jesús, al instante sacudió con violencia al muchacho, y {éste,} cayendo a tierra, se revolcaba echando espumarajos.

Y después de gritar y de sacudirlo con terribles convulsiones, salió: y {el muchacho} quedó como muerto, tanto, que la mayoría {de ellos} decían: ¡Está muerto!

Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.

Y se llevaron vivo al muchacho, y quedaron grandemente consolados.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso