102 casos

'Vestidos' en la Biblia

Y él se acercó y lo besó; y al notar el olor de sus vestidos, lo bendijo, diciendo: He aquí, el olor de mi hijo es como el aroma de un campo que el SEÑOR ha bendecido.

Cuando Rubén volvió al pozo, he aquí, José no estaba en el pozo; entonces rasgó sus vestidos.

Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y después de cargar cada uno su asno, regresaron a la ciudad.

sino que cada mujer pedirá a su vecina y a la que vive en su casa objetos de plata, objetos de oro y vestidos; y los pondréis sobre vuestros hijos y sobre vuestras hijas. Así despojaréis a los egipcios.

Luego Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar: No descubráis vuestra cabeza ni rasguéis vuestros vestidos, para que no muráis y para que El no desate todo su enojo contra toda la congregación. Pero vuestros hermanos, toda la casa de Israel, se lamentarán por el incendio que el SEÑOR ha traído.

y todo el que levante parte de sus cadáveres lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta el atardecer.

``Y el que coma parte de su cadáver lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta el atardecer; y el que levante el cadáver lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta el atardecer.

El sacerdote lo examinará de nuevo al séptimo día; y si la infección ha oscurecido, y la infección no se ha extendido en la piel, entonces el sacerdote lo declarará limpio; es {sólo} una postilla. Y lavará sus vestidos y quedará limpio.

Al séptimo día el sacerdote examinará la tiña, y si ésta no se ha extendido en la piel y no parece estar más profunda que la piel, el sacerdote {lo} declarará limpio; entonces lavará sus vestidos y quedará limpio.

En cuanto al leproso que tenga la infección, sus vestidos estarán rasgados, el cabello de su cabeza estará descubierto, se cubrirá el bozo y gritará: ¡Inmundo, inmundo!

Lavará su cuerpo con agua en un lugar sagrado, se pondrá sus vestidos, y saldrá y ofrecerá su holocausto y el holocausto del pueblo, y hará expiación por sí mismo y por el pueblo.

Y cuando alguna persona, sea nativo o forastero, coma {de un animal} muerto, o que haya sido despedazado {por fieras}, lavará sus vestidos y se bañará en agua, y quedará inmundo hasta el atardecer; entonces será limpio.

Y Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefone, {que eran} de los que habían reconocido la tierra, rasgaron sus vestidos;

Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flecos en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones, y que pongan en el fleco de cada borde un cordón azul.

y quita a Aarón sus vestidos y ponlos sobre su hijo Eleazar. Entonces Aarón será reunido {a su pueblo}, y morirá allí.

Y después que Moisés le quitó a Aarón sus vestidos y se los puso a su hijo Eleazar, Aarón murió allí sobre la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte.

Yo os he conducido {durante} cuarenta años en el desierto; no se han gastado los vestidos sobre vosotros y no se ha gastado la sandalia en vuestro pie.

Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.

y sandalias gastadas y remendadas en sus pies, y vestidos viejos sobre sí; y todo el pan de su provisión estaba seco {y} desmenuzado.

Estos odres de vino que llenamos eran nuevos, y he aquí, están rotos; y estos vestidos nuestros y nuestras sandalias están gastados a causa de lo muy largo del camino.

y les dijo: Volved a vuestras tiendas con grandes riquezas, con mucho ganado, con plata, oro, bronce, hierro y con muchos vestidos; repartid con vuestros hermanos el botín de vuestros enemigos.

El peso de los zarcillos de oro que él pidió fue de mil setecientos {siclos} de oro, sin contar los adornos de media luna, los pendientes y los vestidos de púrpura que {llevaban} los reyes de Madián y sin contar los collares que {llevaban} sus camellos al cuello.

Y Sansón les dijo: Permitidme proponeros ahora un enigma; y si en verdad me lo declaráis dentro de los siete días del banquete, y lo descifráis, entonces os daré treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa.

Pero si no podéis declarármelo, entonces vosotros me daréis treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa. Y ellos le dijeron: Propón tu enigma, para que lo escuchemos.

Y un hombre de Benjamín corrió del campo de batalla, y llegó aquel mismo día a Silo, con sus vestidos rotos y polvo sobre su cabeza.

Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: Rasgad vuestros vestidos, y ceñíos de cilicio, y haced duelo delante de Abner. Y el rey David iba detrás del féretro.

Entonces Hanún tomó a los siervos de David, les rasuró la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.

Entonces el rey se levantó, rasgó sus vestidos y se echó en tierra; y todos sus siervos estaban a su lado con los vestidos rasgados.

Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; {y} así año tras año.

El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con {sus} mantos, en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.

{Lo} vio Eliseo y clamó: Padre mío, padre mío, los carros de Israel y su gente de a caballo. Y no lo vio más. Entonces tomó sus vestidos y los rasgó en dos pedazos.

Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande {a decir} que cure a un hombre de su lepra? Pero considerad ahora, y ved cómo busca pleito conmigo.

Y al oír Eliseo, el hombre de Dios, que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió {aviso} al rey diciendo: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Que venga él a mí ahora, y sabrá que hay profeta en Israel.

Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestidos y como él pasaba por la muralla, la gente miró, y vio que interiormente, llevaba cilicio sobre su cuerpo.

Y los siguieron hasta el Jordán, y he aquí, todo el camino estaba lleno de vestidos e impedimenta que los arameos habían arrojado en su prisa. Entonces los mensajeros volvieron e informaron al rey.

y miró, y he aquí el rey estaba de pie junto a la columna, según la costumbre, y los capitanes y los trompetas estaban al lado del rey; y todo el pueblo del país se regocijaba y tocaba trompetas. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y gritó: ¡Traición, traición!

Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa {real,} el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces.

Y sucedió que cuando oyó {esto} el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.

Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos.

porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de mí, ciertamente te he oído' --declara el SEÑOR.

Le cambió sus vestidos de prisión, y comió en la presencia del rey siempre, todos los días de su vida;

Entonces Hanún tomó a los siervos de David y los rapó, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.

Y alzando David sus ojos, vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros.

todos los levitas cantores, Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes, vestidos de lino fino, con címbalos, arpas y liras, {estaban} de pie al oriente del altar, y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas.

Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; {y} así año tras año.

El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos con {sus} mantos, en la era a la entrada de la puerta de Samaria; y todos los profetas estaban profetizando delante de ellos.

Al llegar Josafat y su pueblo para recoger el botín, hallaron mucho entre ellos, incluyendo mercaderías, vestidos y objetos preciosos que tomaron para sí, más de lo que podían llevar. Y estuvieron tres días recogiendo el botín, pues había mucho.

y miró, y he aquí, el rey estaba de pie junto a su columna a la entrada, y los capitanes y los trompetas {estaban} junto al rey. Y todo el pueblo del país se regocijaba y tocaba trompetas, y los cantores con {sus} instrumentos de música dirigían la alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos, y gritó: ¡Traición! ¡Traición!

Y se levantaron los hombres que habían sido designados por nombre y tomaron a los cautivos, y del botín vistieron a todos los desnudos y les dieron vestidos y sandalias; les dieron de comer y de beber y los ungieron, y condujeron en asnos a todos los débiles y los llevaron a Jericó, ciudad de las palmeras, junto a sus hermanos; entonces volvieron a Samaria.

Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos.

porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído --declara el SEÑOR.

El día veinticuatro de este mes se congregaron los hijos de Israel en ayuno, {vestidos} de cilicio y con polvo sobre sí.

Por cuarenta años proveíste para ellos en el desierto {y} nada les faltó, sus vestidos no se gastaron ni se hincharon sus pies.

Cuando Mardoqueo supo todo lo que se había hecho, rasgó sus vestidos, se vistió de cilicio y ceniza, y salió por la ciudad, lamentándose con grande y amargo clamor.

aun así me hundirías en la fosa, y mis propios vestidos me aborrecerían.

Aunque amontone plata como polvo, y prepare vestidos {abundantes} como el barro;

tú, cuyos vestidos están calientes cuando la tierra está en calma a causa del viento del sur?

Sean vestidos de oprobio mis acusadores, y cúbranse con su propia vergüenza como con un manto.

Miel virgen destilan tus labios, esposa {mía,} miel y leche hay debajo de tu lengua, y la fragancia de tus vestidos es como la fragancia del Líbano.

Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa {real,} el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces.

Y sucedió que cuando oyó {esto} el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.

Sus telas no servirán de vestidos, ni se cubrirán con sus obras; sus obras son obras de iniquidad, y actos de violencia hay en sus manos.

{Joaquín} se quitó sus vestidos de prisión y comió siempre en la presencia {del rey}, todos los días de su vida;

`Tomaste {algunos} de tus vestidos y te hiciste lugares altos de varios colores, y te prostituiste en ellos, cosa que nunca debiera haber sucedido ni jamás sucederá.

También te entregaré en manos de tus amantes y ellos derribarán tus santuarios, destruirán tus lugares altos, te despojarán de tus vestidos, te quitarán tus bellas joyas y te dejarán desnuda y descubierta.

vestidos de púrpura, gobernadores y oficiales, todos ellos jóvenes apuestos, jinetes montados a caballo.

Se apasionó de los asirios, gobernadores y oficiales, vecinos {suyos,} lujosamente vestidos, jinetes montados a caballo, todos ellos jóvenes apuestos.

``También te despojarán de tus vestidos y te quitarán tus bellas joyas.

`Ellos comerciaban contigo en lujosos vestidos, en mantos de azul y bordados, en tapices multicolores, en cordones firmemente trenzados, {que había} entre tus mercancías.

El escudo de los valientes es rojo, los guerreros están vestidos de escarlata, {y} de acero centelleante los carros cuando están en formación, y se blanden las {lanzas} de ciprés.

También Judá peleará en Jerusalén; y se amontonarán las riquezas de todas las naciones circunvecinas: oro, plata y vestidos en gran abundancia.

Cuando le crucificaron*, se repartieron* sus vestidos, echando suertes sobre ellos {para decidir} lo que cada uno tomaría.

Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y {tomaron también} la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.

Por tanto, se dijeron unos a otros: No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, {para ver} de quién será; para que se cumpliera la Escritura: REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES.

y vio* dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.

Porque asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino vestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

Y uno de los ancianos habló diciéndome: Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?

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