'Amargura' en la Biblia
Y fueron amargura de espíritu para Isaac y Rebeca.
Y le causaron amargura, y asaetearon, y le aborrecieron los señores de saetas;
Cuando llegaron a Mara no pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas. Por tanto {al lugar} le pusieron el nombre de Mara (Amargura).
``Luego el sacerdote hará que la mujer esté delante del SEÑOR y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos la ofrenda memorial de cereal, que es la ofrenda de celos, y en la mano del sacerdote estará el agua de amargura que trae maldición.
``Y el sacerdote hará que ella pronuncie juramento, y dirá a la mujer: `Si ningún hombre se ha acostado contigo, y si no te has desviado a la inmundicia, {estando} sujeta a tu marido, sé inmune a esta agua de amargura que trae maldición;
``Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un rollo, y las lavará en el agua de amargura.
``Después hará que la mujer beba el agua de amargura que trae maldición, para que el agua que trae maldición entre a ella para {causar} amargura.
Le dará, pues, a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará, y fallará su muslo; y la tal mujer será por maldición en medio de su pueblo.
¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fueran grandes? ¿Habíais vosotras de quedaros sin casar por amor de ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, porque la mano del SEÑOR ha salido contra mí.
Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en gran manera me ha tratado con amargura el Todopoderoso.
Y ella con amargura de alma oró al SEÑOR llorando abundantemente;
Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él delicadamente. Y dijo Agag: Ciertamente se acerca la amargura de la muerte.
Y se juntaron con él los varones afligidos, y todo hombre que estaba adeudado, y todos los que estaban en amargura de alma; y fue hecho capitán de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres.
Y Abner dio voces a Joab, diciendo: ¿Consumirá la espada perpetuamente? ¿No sabes tú que al final habrá amargura? ¿Hasta cuándo no has de decir al pueblo que se vuelvan de seguir a sus hermanos?
Y añadió Husai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están ahora con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado los hijos. Además, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo.
Y luego que llegó al varón de Dios en el monte, se asió de sus pies. Y se acercó Giezi para quitarla; mas el varón de Dios le dijo: Déjala, porque su alma está en amargura, y el SEÑOR me ha encubierto el motivo, y no me lo ha revelado.
¿Por qué se da luz al trabajado, Y vida á los de ánimo en amargura,
Por tanto yo no reprimiré mi boca; hablaré con la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.
Mi alma es cortada en mi vida; por tanto soltaré mi queja sobre mí, y hablaré con amargura de mi alma.
No hay conmigo sino escarnecedores, en cuya amargura se detienen mis ojos.
Y este otro morirá en amargura de ánimo, y no habiendo comido jamás con gusto.
Hoy también hablaré con amargura; que es más grave mi llaga que mi gemido.
Cuando mi corazón se llenó de amargura, y en mi interior sentía punzadas,
El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su alegría.
El hijo loco es enojo a su padre, y amargura a la que lo engendró.
¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo hizo. Andaré temblando con amargura de mi alma todos los años de mi vida.
He aquí, amargura amarga para mí en la paz; mas a ti te alegró librar mi vida del hoyo de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Tu camino y tus obras te hicieron esto, ésta tu maldad, por lo cual amargura penetrará hasta tu corazón.
Hija de mi pueblo, cíñete el cilicio y revuélcate en ceniza; haz duelo como por hijo único, lamento de gran amargura, porque de pronto el destructor vendrá sobre nosotros.
Dálet: Las calzadas de Sion tienen luto, porque no hay quien venga a las solemnidades; todas sus puertas están asoladas, sus sacerdotes gimen, sus vírgenes afligidas, y ella tiene amargura.
Me ha sitiado y rodeado de amargura y de fatiga.
El me ha llenado de amargura, me ha embriagado con ajenjo.
Acuérdate de mi aflicción y de mi vagar, del ajenjo y de la amargura.
Y el Espíritu me levantó, y me tomó; y fui en amargura, en la indignación de mi espíritu, pero la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.
Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de tus lomos, y con amargura; gime delante de los ojos de ellos.
Y se raerán por ti los cabellos, se ceñirán de cilicio, y endecharán por ti endechas amargas, con amargura de alma.
¿Corren los caballos por la peña? ¿Se ara {en ella} con bueyes? Pues vosotros habéis convertido el derecho en veneno, y el fruto de la justicia en amargura;