'Ancianos' en la Biblia
Entonces el rey mandó reunir a todos los ancianos de Judá y de Jerusalén.
Pero muchos sacerdotes y Levitas y jefes de {casas} paternas, que ya eran ancianos y que habían visto el primer templo, cuando se echaban los cimientos de este templo delante de sus ojos, lloraban en alta voz mientras muchos daban gritos de alegría.
Pero el ojo de su Dios velaba sobre los ancianos de los Judíos, y no les detuvieron {la obra} hasta que un informe llegara a Darío, y volviera una respuesta escrita tocante al asunto.
"Entonces preguntamos a aquellos ancianos, {y} les dijimos así: ` ¿Quién les dio orden de reedificar este templo y de terminar este edificio?'
"No impidan esta obra de la casa de Dios, y que el gobernador de los Judíos y los ancianos de los Judíos reedifiquen esta casa de Dios en su lugar.
"Además, éste es mi decreto en cuanto a lo que han de hacer por estos ancianos de Judá en la reedificación de esta casa de Dios: del tesoro real de los tributos del otro lado del río se han de pagar todos los gastos a este pueblo, y esto sin demora.
Y los ancianos de los Judíos tuvieron éxito en la edificación según la profecía del profeta Hageo y de Zacarías, hijo de Iddo. Y terminaron de edificar conforme al mandato del Dios de Israel y al decreto de Ciro, de Darío y de Artajerjes, rey de Persia.
y a cualquiera que no viniera dentro de tres días, conforme al consejo de los jefes y de los ancianos, le serían confiscadas todas sus posesiones y él mismo sería excluido de la asamblea de los desterrados.
"Que nuestros jefes representen toda la asamblea y que todos aquellos en nuestras ciudades que se han casado con mujeres extranjeras vengan en tiempos señalados, junto con los ancianos y jueces de cada ciudad, hasta que la tremenda ira de nuestro Dios a causa de este asunto se aparte de nosotros."
Se enviaron cartas por medio de los correos a todas las provincias del rey para destruir, matar y exterminar a todos los Judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un solo día, el {día} trece del mes doce, que es el mes de Adar, y sus posesiones dadas al saqueo.
En los ancianos está la sabiduría, Y {en} largura de días el entendimiento.
Priva del habla a los hombres de confianza Y quita a los ancianos el discernimiento.
También entre nosotros hay canosos y ancianos De más edad que tu padre.
Me veían los jóvenes y se escondían, Y los ancianos se levantaban {y} permanecían en pie.
Y respondió Eliú, hijo de Baraquel el Buzita, y dijo: ``Yo soy joven, y ustedes ancianos; Por eso tenía timidez y me atemorizaba declararles lo que pienso.
Los de muchos {años} {quizá} no sean sabios, Ni los ancianos entiendan justicia.
Para que encarcelara a sus príncipes a voluntad suya, Y a sus ancianos enseñara sabiduría.
Exáltenlo también en la congregación del pueblo, Y alábenlo en la reunión de los ancianos.
Entiendo más que los ancianos, Porque Tus preceptos he guardado.
Jóvenes y también vírgenes; Los ancianos junto con los niños.
Corona de los ancianos son los nietos, Y la gloria de los hijos son sus padres.
La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y la honra de los ancianos, sus canas.
Su marido es conocido en las puertas {de la ciudad}, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Entonces la luna se abochornará y el sol se avergonzará Porque el SEÑOR de los ejércitos reinará en el Monte Sion y en Jerusalén, Y delante de Sus ancianos {estará Su} gloria.
Entonces envío a Eliaquim, mayordomo de la casa {real,} con el escriba Sebna y los ancianos de los sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías, hijo de Amoz.
Así dijo el SEÑOR: ``Ve y compra una vasija de barro de un alfarero, y toma contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes.
Y se levantaron algunos de los ancianos del país y hablaron a toda la asamblea del pueblo, y dijeron:
Estas son las palabras de la carta que el profeta Jeremías envió desde Jerusalén al resto de los ancianos del destierro, a los sacerdotes, a los profetas y a todo el pueblo que Nabucodonosor había llevado al destierro de Jerusalén a Babilonia.
Entonces la virgen se alegrará en la danza, Y los jóvenes y los ancianos a una; Cambiaré su duelo en gozo, Los consolaré y los alegraré de su tristeza.
Llamé a mis amantes, {mas} ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos han perecido en la ciudad, Cuando buscaban alimento para sí a fin de restaurar sus fuerzas.
Están sentados en tierra, en silencio, Los ancianos de la hija de Sion. Han echado polvo sobre sus cabezas, Se han ceñido de cilicio. Han inclinado a tierra sus cabezas Las vírgenes de Jerusalén.
Yacen por tierra en las calles Jóvenes y ancianos; Mis vírgenes y mis mancebos Han caído a espada. Has matado en el día de Tu ira, Has hecho matanza, no has perdonado.
La presencia del SEÑOR los dispersó, No volverá a mirarlos. Ellos no honraron a los sacerdotes, Ni tuvieron piedad de los ancianos.
Los príncipes fueron colgados de sus manos, Los rostros de los ancianos no fueron respetados.
Los ancianos han dejado de estar a las puertas {de la ciudad}, Los jóvenes de su música.
~`Vendrá calamidad sobre calamidad, y habrá rumor tras rumor. Entonces buscarán visión del profeta, y la ley desaparecerá del sacerdote y el consejo de los ancianos.
Y sucedió en el año sexto, en el {día} cinco del mes sexto, que estando yo sentado en mi casa con los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor DIOS.
Frente a ellos estaban de pie setenta hombres de los ancianos de la casa de Israel. También Jaazanías, hijo de Safán, estaba de pie entre ellos, cada uno con su incensario en la mano; y el aroma de la nube de incienso subía.
Entonces Dios me dijo: ``Hijo de hombre, ¿has visto lo que hacen en la oscuridad los ancianos de la casa de Israel, cada uno en su cámara de imágenes grabadas? Porque ellos dicen: `El SEÑOR no nos ve; el SEÑOR ha abandonado la tierra.'"
"Maten a viejos, jóvenes, doncellas, niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquen a ninguno sobre quien esté la señal. Comenzarán por Mi santuario." Comenzaron, pues, con los ancianos que {estaban} delante del templo.
Entonces vinieron a mí algunos de los ancianos de Israel y se sentaron delante de mí.
En el año séptimo, el {día} diez del mes quinto, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí.
``Hijo de hombre, habla a los ancianos de Israel y diles: `Así dice el Señor DIOS: `` ¿Vienen a consultarme? Vivo Yo, que no Me dejaré consultar por ustedes,"' declara el Señor DIOS.
Los ancianos de Gebal y sus mejores obreros estaban contigo Reparando tus junturas; Todas las naves del mar y sus marineros estaban contigo Para negociar con tus productos.
Oigan esto, ancianos, Y presten oído, habitantes todos de la tierra. ¿Ha acontecido cosa semejante en sus días, O en los días de sus padres?
Promulguen ayuno, Convoquen asamblea; Congreguen a los ancianos {Y} a todos los habitantes de la tierra En la casa del SEÑOR su Dios, Y clamen al SEÑOR.
Reúnan al pueblo, santifiquen la asamblea, Congreguen a los ancianos, Reúnan a los pequeños y a los niños de pecho. Salga el novio de su aposento Y la novia de su alcoba.
Y sucederá que después de esto, Derramaré Mi Espíritu sobre toda carne; Y sus hijos y sus hijas profetizarán, Sus ancianos soñarán sueños, Sus jóvenes verán visiones.
"Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Aún se sentarán ancianos y ancianas en las calles de Jerusalén, cada uno con su bastón en la mano por causa de sus muchos días.
`` ¿Por qué Tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan."
Desde entonces Jesucristo comenzó a declarar a Sus discípulos que debía ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Cuando Jesús llegó al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a El mientras enseñaba, diciendo: `` ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién Te dio esta autoridad?"
Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,
Mientras Jesús estaba todavía hablando, Judas, uno de los doce (discípulos), llegó acompañado de una gran multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.
Los que prendieron a Jesús Lo llevaron ante el sumo sacerdote Caifás, donde estaban reunidos los escribas y los ancianos.
Cuando llegó la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo celebraron consejo para dar muerte a Jesús.
Entonces Judas, el que Lo había entregado, viendo que Jesús había sido condenado, sintió remordimiento y devolvió las treinta monedas de plata (30 siclos: 432 gramos de plata) a los principales sacerdotes y a los ancianos,
Al ser acusado por los principales sacerdotes y los ancianos, nada respondió.
Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a las multitudes que pidieran a Barrabás y que dieran muerte a Jesús.
De igual manera, también los principales sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, burlándose {de El,} decían:
Después de reunirse con los ancianos y deliberar con ellos, dieron una gran cantidad de dinero a los soldados,
(Porque los Fariseos y todos los Judíos no comen a menos de que se laven las manos cuidadosamente, observando {así} la tradición de los ancianos.
Así que los Fariseos y los escribas Le preguntaron: `` ¿Por qué Tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen con manos inmundas?"
Jesús comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar.
Llegaron de nuevo a Jerusalén; y cuando Jesús andaba por el templo, se acercaron a El los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos,
En ese momento, mientras Jesús estaba todavía hablando, llegó Judas, uno de los doce {discípulos,} acompañado de una multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.
Llevaron a Jesús al sumo sacerdote, y se reunieron todos los principales sacerdotes, los ancianos y los escribas.
Muy de mañana, los principales sacerdotes prepararon enseguida una reunión con los ancianos, los escribas y todo el Concilio (Sanedrín); y atando a Jesús, Lo llevaron y Lo entregaron a Pilato.
Al oír {hablar} de Jesús, el centurión envió a El unos ancianos de los Judíos, pidiendo que viniera y salvara (sanara) a su siervo.
y les dijo: ``El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día."
Aconteció que en uno de los días, cuando Jesús enseñaba a la gente en el templo y anunciaba (predicaba) el evangelio (las buenas nuevas), {se} enfrentaron a El los principales sacerdotes y los escribas con los ancianos,
Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido contra El: `` ¿Como contra un ladrón han salido con espadas y palos?
Cuando se hizo de día, se reunió el Concilio (Sanedrín) de los ancianos del pueblo, tanto los principales sacerdotes como los escribas, y llevaron a Jesús ante su Concilio, diciendo:
`Y SUCEDERA EN LOS ULTIMOS DIAS,' dice Dios, `QUE DERRAMARE DE MI ESPIRITU SOBRE TODA CARNE; Y SUS HIJOS Y SUS HIJAS PROFETIZARAN, SUS JOVENES VERAN VISIONES, Y SUS ANCIANOS SOÑARAN SUEÑOS;
Sucedió que al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus gobernantes, ancianos y escribas.
Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: ``Gobernantes y ancianos del pueblo (de Israel),
Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos y {les} contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.
Y alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y cayendo sobre {él}, lo arrestaron y {lo} trajeron al Concilio (Sanedrín).
Y así lo hicieron, mandándola a los ancianos por mano de Bernabé y de Saulo.
Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Como Pablo y Bernabé tuvieran gran disensión y debate con ellos, {los hermanos} determinaron que Pablo y Bernabé, y algunos otros de ellos subieran a Jerusalén a los apóstoles y a los ancianos para tratar esta cuestión.
Cuando llegaron a Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia, los apóstoles y los ancianos, e informaron de todo lo que Dios había hecho con ellos.
Entonces los apóstoles y los ancianos se reunieron para considerar este asunto.
Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, escoger de entre ellos {algunos} hombres para enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé: a Judas, llamado Barsabás, y a Silas, hombres prominentes entre los hermanos,
y enviaron esta carta con ellos: ``Los apóstoles, y los hermanos que son ancianos (presbíteros), a los hermanos en Antioquía, Siria y Cilicia que son de los Gentiles, saludos.
Según pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos tomados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que los observaran.
Desde Mileto mandó {mensaje} a Efeso y llamó a los ancianos de la iglesia.
Al día siguiente Pablo fue con nosotros {a ver} a Jacobo (Santiago, hermano de Jesús), y todos los ancianos estaban presentes.
de lo cual pueden testificar el sumo sacerdote y todo el Concilio (Sanedrín) de los ancianos. De ellos recibí cartas para los hermanos (Judíos), y me puse en marcha para Damasco con el fin de traer presos a Jerusalén también a los (creyentes) que estaban allá, para que fueran castigados.
los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: ``Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo.
Cinco días más tarde el sumo sacerdote Ananías descendió a Cesarea con algunos ancianos {y} con un abogado {llamado} Tértulo; y presentaron al gobernador sus cargos contra Pablo.
acerca del cual, estando yo en Jerusalén, los principales sacerdotes y los ancianos de los Judíos presentaron acusaciones contra él, pidiendo sentencia condenatoria contra él.
Los ancianos que gobiernan bien sean considerados dignos de doble honor, principalmente los que trabajan en la predicación y en la enseñanza.
Por esta causa te dejé en Creta, para que pusieras en orden lo que queda, y designaras ancianos en cada ciudad como te mandé.
Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia.
¿Está alguien entre ustedes enfermo? Que llame a los ancianos de la iglesia y que ellos oren por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor.
Por tanto, a los ancianos entre ustedes, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada:
Asimismo {ustedes,} los más jóvenes, estén sujetos a los mayores (los ancianos). Y todos, revístanse de humildad en su trato mutuo, porque DIOS RESISTE A LOS SOBERBIOS, PERO DA GRACIA A LOS HUMILDES.
Y alrededor del trono {había} veinticuatro tronos. Y sentados en los tronos, veinticuatro ancianos vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en la cabeza.
los veinticuatro ancianos se postran delante de Aquél que está sentado en el trono, y adoran a Aquél que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo:
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