'Arameos' en la Biblia
Cuando vinieron los Arameos de Damasco en ayuda de Hadad Ezer, rey de Soba, David mató a 22,000 hombres de los Arameos.
Entonces David puso guarniciones entre los Arameos de Damasco, y los Arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.
Y David se hizo de renombre cuando regresó de derrotar a 18,000 Arameos en el Valle de la Sal.
Al ver los Amonitas que se habían hecho odiosos a David, los Amonitas mandaron a tomar a sueldo a los Arameos de Bet Rehob y a los Arameos de Soba, 20,000 soldados de a pie, y del rey de Maaca 1,000 hombres, y de Is Tob 12,000 hombres.
Y los Amonitas salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los Arameos de Soba y de Rehob y los de Is Tob y de Maaca {estaban} aparte en el campo.
Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre todos los mejores hombres de Israel, y {los} puso en orden de batalla contra los Arameos.
Y dijo: ``Si los Arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los Amonitas son demasiado fuertes para ti, entonces vendré en tu ayuda.
Entonces Joab se acercó con el pueblo que {estaba} con él para pelear contra los Arameos, y {éstos} huyeron delante de él.
Cuando los Amonitas vieron que los Arameos huían, ellos {también} huyeron delante de Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab se volvió de {pelear} contra los Amonitas y vino a Jerusalén.
Al ver los Arameos que habían sido derrotados por Israel, volvieron a concentrarse.
Hadad Ezer mandó sacar a los Arameos que {estaban} al otro lado del Río (el Eufrates) y fueron a Helam; y Sobac, comandante del ejército de Hadad Ezer, {iba} al frente de ellos.
Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó a Helam. Los Arameos se pusieron en orden de batalla para enfrentarse a David, y pelearon contra él.
Pero los Arameos huyeron delante de Israel, y David mató a 700 hombres de los carros de los Arameos, y a 40,000 hombres de a caballo, e hirió a Sobac, comandante de su ejército, el cual murió allí.
Cuando todos los reyes, siervos de Hadad Ezer, vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con Israel y le sirvieron. Y los Arameos tuvieron temor de ayudar más a los Amonitas.
Y mató cada uno a su hombre; los Arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben Adad, rey de Aram, escapó a caballo con {algunos} jinetes.
El rey de Israel salió y atacó los caballos y los carros, y derrotó a los Arameos {causándoles} gran matanza.
A la vuelta del año, Ben Adad alistó a los Arameos y subió a Afec para pelear contra Israel.
Y los Israelitas fueron alistados y provistos de raciones, y salieron a su encuentro. Los Israelitas acamparon delante de ellos como dos rebaños pequeños de cabras pero los Arameos llenaban la tierra.
Entonces un hombre de Dios se acercó y habló al rey de Israel, y dijo: ``Así dice el SEÑOR: `Porque los Arameos han dicho: ``El SEÑOR es un dios de los montes, pero no es un dios de los valles; por tanto, entregaré a toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que Yo soy el SEÑOR."'"
Acamparon unos frente a otros por siete días. Al séptimo día comenzó la batalla, y los Israelitas mataron de los Arameos a 100,000 hombres de a pie en un solo día.
Y Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: ``Así dice el SEÑOR: `Con éstos acornearás a los Arameos hasta acabarlos.'"
Pero la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los Arameos y al atardecer murió. La sangre de la herida corría hasta el fondo del carro.
Los Arameos, que habían salido en bandas, habían tomado cautiva a una muchacha muy joven de la tierra de Israel, y ella estaba al servicio de la mujer de Naamán.
Y el hombre de Dios envió {un mensaje} al rey de Israel: ``Procura no pasar por tal lugar, porque los Arameos van a bajar allí."
Cuando descendieron hacia él {los} Arameos, Eliseo oró al SEÑOR, y dijo: ``Te ruego que hieras a esta gente con ceguera." Y El los hirió con ceguera conforme a la palabra de Eliseo.
Entonces les preparó un gran banquete; y después que comieron y bebieron, los despidió, y se volvieron a su señor. Y las bandas armadas de Arameos no volvieron a entrar más en la tierra de Israel.
"Si decimos: `Vamos a entrar en la ciudad,' como el hambre está en la ciudad, moriremos allí; y si nos sentamos aquí, también moriremos. Ahora pues, vayamos y pasemos al campamento de los Arameos. Si nos perdonan la vida, viviremos; y si nos matan, pues moriremos."
Los leprosos se levantaron al anochecer para ir al campamento de los Arameos, y cuando llegaron a las afueras del campamento de los Arameos, resultó que no había nadie allí.
Porque el Señor había hecho que el ejército de los Arameos oyera estruendo de carros y ruido de caballos, el estruendo de un gran ejército, de modo que se dijeron el uno al otro: ``Ciertamente el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los Hititas y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros."
Así que fueron y llamaron a los porteros de la ciudad, y les informaron: ``Fuimos al campamento de los Arameos, y vimos que no había nadie allí, ni siquiera {se oía} voz de hombre; solamente los caballos atados, también los asnos atados y las tiendas intactas."
Entonces el rey se levantó de noche y dijo a sus siervos: ``Ahora les diré lo que los Arameos nos han hecho. Saben que estamos hambrientos; por tanto han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: `Cuando salgan de la ciudad, los tomaremos vivos y entraremos en la ciudad.'"
Así que tomaron dos carros con caballos, y el rey {los} envió en pos del ejército de los Arameos, diciendo: ``Vayan y vean."
Los siguieron hasta el Jordán, y resultó que todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos diferentes que los Arameos habían arrojado en su prisa. Entonces los mensajeros volvieron e informaron al rey.
Y el pueblo salió y saqueó el campamento de los Arameos. Entonces una medida de flor de harina se vendió a un siclo y dos medidas de cebada a un siclo, conforme a la palabra del SEÑOR.
Entonces fue con Joram, hijo de Acab, a la guerra contra Hazael, rey de Aram, en Ramot de Galaad; y los Arameos hirieron a Joram.
Y el rey Joram regresó a Jezreel para ser curado de las heridas que los Arameos le habían hecho en Ramot, cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Entonces Ocozías, hijo de Joram, rey de Judá, descendió a Jezreel para visitar a Joram, hijo de Acab, porque estaba enfermo.
pero Joram había regresado a Jezreel para ser curado de las heridas que los Arameos le habían hecho cuando peleó contra Hazael, rey de Aram. Y Jehú dijo: ``Si es el deseo de ustedes, que nadie se escape ni salga de la ciudad para ir a anunciar{lo} en Jezreel."
Y el SEÑOR dio a Israel un libertador, y escaparon del poder de los Arameos; y habitaron los Israelitas en sus tiendas como antes.
Y dijo: ``Abre la ventana hacia el oriente, y él {la} abrió." Entonces Eliseo dijo: ``Tira." Y él tiró. Y {Eliseo} dijo: ``Flecha de victoria del SEÑOR, y flecha de victoria sobre Aram, porque derrotarás a los Arameos en Afec hasta exterminar{los.}"
En aquel tiempo Rezín, rey de Aram, recuperó a Elat para Aram, y echó a los Judíos de Elat completamente; y los Arameos vinieron a Elat y allí han morado hasta hoy.
Entonces el SEÑOR envió contra Joacim bandas de Caldeos, bandas de Arameos, bandas de Moabitas y bandas de Amonitas. Y las envió contra Judá para destruirla, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de sus siervos los profetas.
Cuando vinieron los Arameos de Damasco en ayuda de Hadad Ezer, rey de Soba, David mató a 22,000 hombres de los Arameos.
Entonces David puso {guarniciones} en Aram de Damasco; y los Arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.
Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre los mejores hombres de Israel y {los} puso en orden de batalla contra los Arameos.
Y dijo: ``Si los Arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los Amonitas son demasiado fuertes para ti, entonces yo te ayudaré.
Entonces se acercó Joab con el pueblo que {estaba} con él para enfrentarse en combate con los Arameos, y {éstos} huyeron delante de él.
Cuando los Amonitas vieron que los Arameos huían, ellos también huyeron delante de su hermano Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.
Al ver los Arameos que habían sido derrotados por Israel, enviaron mensajeros, y trajeron a los Arameos que {estaban} al otro lado del Río (Eufrates), con Sofac, comandante del ejército de Hadad Ezer, al frente de ellos.
Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó {frente} a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los Arameos, {éstos} pelearon contra él.
Pero los Arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los Arameos a 7,000 {hombres} de los carros y 40,000 hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.
Cuando los siervos de Hadad Ezer vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los Arameos no quisieron ayudar más a los Amonitas.
Sedequías, hijo de Quenaana, se había hecho cuernos de hierro y decía: ``Así dice el SEÑOR: `Con éstos acornearás a los Arameos hasta acabarlos.'"
La batalla arreció aquel día, y el rey de Israel fue sostenido en el carro frente a los Arameos hasta la tarde; y murió al ponerse el sol.
Ocozías también anduvo conforme al consejo de ellos, y fue con Joram, hijo de Acab, rey de Israel, a hacer guerra contra Hazael, rey de Aram, en Ramot de Galaad. Los Arameos hirieron a Joram,
Y aconteció que a la vuelta del año, el ejército de los Arameos subió contra Joás; y vinieron a Judá y a Jerusalén, destruyeron de entre la población a todos los oficiales del pueblo, y enviaron todo el botín al rey de Damasco.
Ciertamente, el ejército de los Arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó a un ejército muy grande en sus manos, porque los de Judá habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
Cuando los Arameos se alejaron de él (dejándolo muy herido), sus mismos siervos conspiraron contra él a causa de la sangre del hijo del sacerdote Joiada, y lo mataron en su cama. Joás murió, y lo sepultaron en la ciudad de David, pero no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
Por lo cual el SEÑOR su Dios lo entregó en manos del rey de los Arameos, que lo derrotaron, tomaron de él gran número de cautivos y {los} llevaron a Damasco. Y también él fue entregado en manos del rey de Israel, el cual lo hirió con gran mortandad.
Cuando se dio {este} aviso a la casa de David: ``Los Arameos han acampado en Efraín," se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento.
Los Arameos en el oriente y los Filisteos en el occidente, Que devoran a Israel a boca llena. Con todo eso no se aparta Su ira, Y aún está Su mano extendida.
"Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra, dijimos: `Vengan y huyamos a Jerusalén ante el ejército de los Caldeos y ante el ejército de los Arameos.' Por eso habitamos en Jerusalén."
`` ¿No son ustedes para Mí como hijos de Etiopía, Oh Israelitas?" declara el SEÑOR. `` ¿No hice Yo subir a Israel de la tierra de Egipto Y a los Filisteos de Caftor y a los Arameos de Kir?