'Causa' en la Biblia
Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu gran Nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido, si vinieren, y oraren en esta Casa,
Y cuando lo oyó Jeroboam hijo de Nabat, el cual estaba en Egipto, donde había huido a causa del rey Salomón, volvió de Egipto.
Y no escuchó el rey al pueblo; porque la causa era de Dios, para cumplir el SEÑOR su palabra que había hablado, por Ahías, el Silonita, a Jeroboam hijo de Nabat.
Entonces vino Semeías profeta a Roboam y a los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: Así ha dicho el SEÑOR: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac.
Y enojado Asa contra el vidente, lo echó en la casa de la cárcel, porque fue en extremo conmovido a causa de esto. Y mató Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.
En cualquier causa que viniere a vosotros de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos o derechos, habéis de amonestarles de que no sean culpables contra el SEÑOR, para que no venga ira sobre vosotros y sobre vuestros hermanos. Obrando así no serán culpables.
y a ti con muchas enfermedades, con enfermedad de tus entrañas, hasta que las entrañas se te salgan a causa de la enfermedad de cada día.
Y yéndose de él los sirios, le dejaron en sus muchas enfermedades; y conspiraron contra él sus siervos a causa de la sangre de los hijos de Joiada el sacerdote, y le hirieron en su cama, y murió; y le sepultaron en la ciudad de David, mas no lo sepultaron en los sepulcros de los reyes.
Porque el SEÑOR había humillado a Judá por causa de Acaz rey de Israel; por cuanto él había desnudado a Judá, y se había rebelado gravemente contra el SEÑOR.
Pero a causa de los embajadores de los príncipes de Babilonia, que enviaron a él para saber del prodigio que había acaecido en aquella tierra, Dios lo dejó, para probarle, para hacer conocer todo lo que estaba en su corazón.
Y se juntaron a mí todos los temerosos de las palabras del Dios de Israel, a causa de la prevaricación de los de la transmigración; mas yo estuve sentado atónito hasta el sacrificio de la tarde.
los cuales mandaste por mano de tus siervos los profetas, diciendo: La tierra a la cual entráis para poseerla, tierra inmunda es a causa de la inmundicia de los pueblos de las tierras, por las abominaciones de que la han llenado de un extremo a otro con su inmundicia.
Mas después de todo lo que nos ha sobrevenido a causa de nuestras malas obras, y a causa de nuestra gran culpa (ya que tú, Dios nuestro, estorbaste que fuéramos oprimidos a causa de nuestras iniquidades, y nos diste semejante escapadura);
SEÑOR, Dios de Israel, tú eres justo; puesto que nos ha quedado escapadura, como este día, henos aquí delante de ti en nuestras culpas; porque no es posible estar delante de ti a causa de esto.
Así fueron reunidos todos los varones de Judá y de Benjamín en Jerusalén dentro de tres días, a los veinte del mes, el cual era el mes noveno; y se sentó todo el pueblo en la plaza de la Casa de Dios, temblando con motivo de aquel negocio, y a causa de las lluvias.
Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda de día y de noche sobre los que edificaban.
Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
A causa, pues, de todo esto, nosotros hacemos fiel alianza, y la escribimos, signada de nuestros príncipes, de nuestros levitas, y de nuestros sacerdotes.
Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aún retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?
Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa.
Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas?
Temed vosotros delante de la espada; porque sobreviene el furor de la espada a causa de las iniquidades, para que sepáis que hay un juicio.
Porque sacaste prenda a tus hermanos sin causa, e hiciste desnudar las ropas de los desnudos.
A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia.
Por causa de la pobreza y del hambre andaban solos; huían a la soledad, al lugar tenebroso, asolado y desierto.
A causa de la gran violencia clamarán, y darán voces por la fuerza de los muchos.
Unas veces por azote, otras por causa de su tierra, otras por misericordia las hará aparecer.
¿Por ventura harán banquete por causa de los compañeros? ¿Lo partirán entre los mercaderes?
Guíame, SEÑOR, en tu justicia a causa de mis enemigos; endereza delante de mí tu camino.
Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Levántate, oh SEÑOR, con tu furor; álzate a causa de las iras de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Y te rodeará ayuntamiento de pueblos; por causa pues de él vuélvete en alto.
De la boca de los chiquitos y de los que maman, fundaste la fortaleza a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo, y al que se venga.
Porque has hecho mi juicio y mi causa; te has sentado en silla juzgando justicia.
Guímel Ciertamente ninguno de cuantos en ti esperan será avergonzado; serán avergonzados los que se rebelan sin causa.
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
Porque se ha acabado mi vida con dolor, y mis años con suspiro; se ha enflaquecido mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
Porque sin causa escondieron para mí el hoyo de su red; sin causa hicieron hoyo para mi alma.
No se alegren de mí mis enemigos sin por qué; ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
Recuerda y despierta para mi juicio, para mi causa, Dios mío y Señor mío.
Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea ensalzado el SEÑOR, que ama la paz de su siervo.
No hay sanidad en mi carne a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos a causa de mi pecado.
Se pudrieron y se corrompieron mis llagas, a causa de mi locura.
Estoy debilitado y molido en gran manera; bramo a causa del alboroto de mi corazón.
Porque mis enemigos son vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa;
Antes por tu causa nos matan cada día; somos tenidos como ovejas para el degolladero.
Bramarán, se turbarán sus aguas; temblarán los montes a causa de su braveza. (Selah.)
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado.
Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; se han fortalecido mis enemigos, los que me destruyen sin por qué; entonces devolví lo que no hurté.
No sean avergonzados por mi causa los que te esperan, oh Señor DIOS de los ejércitos; no sean confusos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.
Acércate a mi alma, redímela; líbrame a causa de mis enemigos.
Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día.
Por esta causa dejó el tabernáculo de Silo, la tienda en que habitó entre los hombres;
Entonces despertó el Señor a la manera del que ha dormido, como un valiente que grita a causa del vino:
Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.
Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh SEÑOR, cada día he extendido a ti mis manos.
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años según la palabra.
a causa de tu enojo y de tu ira; porque me alzaste, y me arrojaste.
No consintió que hombre los agraviara; y por causa de ellos castigó los reyes.
También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos;
Los locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus iniquidades fueron afligidos,
y con palabras de odio me rodearon; y pelearon contra mí sin causa.
Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno, y mi carne desfallecida por falta de gordura.
Horror se apoderó de mí, a causa de los impíos que dejan tu ley.
Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; pero yo, meditaré en tus mandamientos.
Todos tus mandamientos son la misma verdad; sin causa me persiguen; ayúdame.
Aboga mi causa, y redímeme; vivifícame con tu dicho.
SIN Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón tuvo miedo de tus palabras.
A causa de mis hermanos y mis compañeros hablaré ahora paz de ti.
A causa de la Casa del SEÑOR nuestro Dios, buscaré bien para ti.
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá por causa de mí.
porque a causa de la mujer ramera es reducido el hombre a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón.
El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá, pues, en la siega, y no hallará.
porque el SEÑOR juzgará la causa de ellos, y despojará el alma de aquellos que los despojaren.
porque el redentor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.
Trata tu causa con tu compañero, y no descubras el secreto a otro;
Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo, así la maldición sin causa nunca vendrá.
No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se aíre a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueran mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.
Por esta causa se encendió el furor del SEÑOR contra su pueblo; y extendiendo contra él su mano, lo hirió; y se estremecieron los montes, y sus cadáveres fueron arrojados en medio de las calles. Con todo esto no ha cesado su furor, antes está su mano todavía extendida.
Y vino la nueva a la casa de David, diciendo: Siria se ha confederado con Efraín. Y se le estremeció el corazón, y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del monte a causa del viento.
y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se enternezca tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y del sirio, y del hijo de Remalías.
y será que a causa de la abundancia de leche que darán, comerá manteca; ciertamente manteca y miel comerá el que quedare en medio de la tierra.
Aun las hayas se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.
Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto; todo hombre que de ella se acordare se asombrará de ella, por causa del consejo que el SEÑOR de los ejércitos acordó sobre él.
Y será por señal, y por testimonio al SEÑOR de los ejércitos en la tierra de Egipto; porque al SEÑOR clamarán a causa de sus opresores, y él les enviará Salvador y Príncipe que los libre.
Por esta causa la maldición consumió la tierra, y sus moradores fueron hallados culpables. Por esta causa fueron consumidos los moradores de la tierra, y los hombres se apocaron.
Alegad por vuestra causa, dice el SEÑOR; traed vuestros fundamentos, dice el Rey de Jacob.
Por causa de mi nombre dilataré mi furor; y para alabanza mía te esperaré con paciencia, para no talarte.
Cercano está de mí el que me justifica, ¿quién contenderá conmigo? Juntémonos. ¿Quién es el adversario de mi causa? Acérquese a mí.
Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.
He aquí, que llamarás a gente que no conociste; y gentiles que no te conocieron correrán a ti, por causa del SEÑOR tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.
Por causa de Sion no callaré, y por causa de Jerusalén no reposaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salud se encienda como un hacha.
Oíd palabra del SEÑOR, los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos los que os aborrecen, y os niegan por causa de mi nombre, dijeron: Glorifíquese el SEÑOR. Mas él se manifestará a vuestra alegría, y ellos serán confundidos.
Y hablaré con ellos mis juicios a causa de toda su malicia; que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y a hechuras de sus manos se encorvaron.
Por esta causa las aguas han sido detenidas, y faltó la lluvia de la tarde; y has tenido frente de mala mujer, ni quisiste tener vergüenza.
Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! Que mi alma desmaya a causa de los matadores.
Engordaron y se pusieron lustrosos, y aún sobrepujaron hechos de maldad; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron.
A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí.
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