'Con' en la Biblia
Estos son los nombres de los hijos de Israel que fueron a Egipto con Jacob; cada uno fue con su familia:
Procedamos, pues, astutamente con él no sea que se multiplique, y en caso de guerra, se una también con los que nos odian y pelee contra nosotros y se vaya de la tierra.
Entonces pusieron sobre ellos capataces para oprimirlos con duros trabajos. Y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramsés.
y les amargaron la vida con dura servidumbre en {hacer} barro y ladrillos y en toda {clase de} trabajo del campo; todos sus trabajos se los imponían con rigor.
Pero las parteras temían a Dios, y no hicieron como el rey de Egipto les había mandado, sino que dejaron con vida a los niños.
El rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, y habéis dejado con vida a los niños?
Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo, diciendo: Todo hijo que nazca lo echaréis al Nilo, y a toda hija la dejaréis con vida.
Pero no pudiendo ocultarlo por más tiempo, tomó una cestilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea. Entonces puso al niño en ella, y {la} colocó entre los juncos a la orilla del Nilo.
Moisés accedió a morar con {aquel} hombre, y él dio su hija Séfora a Moisés.
Oyó Dios su gemido, y se acordó Dios de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
Y ahora, he aquí, el clamor de los hijos de Israel ha llegado hasta mí, y además he visto la opresión con que los egipcios los oprimen.
Dijo además Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: ``El SEÑOR, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros." Este es mi nombre para siempre, y con él se hará memoria de mí de generación en generación.
Y ellos escucharán tu voz; y tú irás con los ancianos de Israel al rey de Egipto, y le diréis: ``El SEÑOR, el Dios de los hebreos, nos ha salido al encuentro. Ahora pues, permite que vayamos tres días de camino al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios."
Pero yo extenderé mi mano y heriré a Egipto con todos los prodigios que haré en medio de él, y después de esto, os dejará ir.
Y daré a este pueblo gracia ante los ojos de los egipcios; y sucederá que cuando os vayáis, no os iréis con las manos vacías,
Y el SEÑOR le dijo: ¿Quién ha hecho la boca del hombre? ¿O quién hace {al hombre} mudo o sordo, con vista o ciego? ¿No soy yo, el SEÑOR?
Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar.
Y tú le hablarás, y pondrás las palabras en su boca; y yo estaré con tu boca y con su boca y os enseñaré lo que habéis de hacer.
Y tomarás en tu mano esta vara con la cual harás las señales.
Y contó Moisés a Aarón todas las palabras del SEÑOR con las cuales le enviaba, y todas las señales que le había mandado {hacer}.
Entonces ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha salido al encuentro. Déjanos ir, te rogamos, camino de tres días al desierto para ofrecer sacrificios al SEÑOR nuestro Dios, no sea que venga sobre nosotros con pestilencia o con espada.
Y al salir de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando.
También establecí mi pacto con ellos, de darles la tierra de Canaán, la tierra donde peregrinaron.
Por tanto, di a los hijos de Israel: ``Yo soy el SEÑOR, y os sacaré de debajo de las cargas de los egipcios, y os libraré de su esclavitud, y os redimiré con brazo extendido y con juicios grandes.
Y Faraón no os escuchará; entonces pondré mi mano sobre Egipto y sacaré de la tierra de Egipto a mis ejércitos, a mi pueblo los hijos de Israel, con grandes juicios.
Entonces Faraón llamó también a {los} sabios y a {los} hechiceros, y también ellos, los magos de Egipto, hicieron lo mismo con sus encantamientos;
Preséntate a Faraón por la mañana cuando vaya al agua, y ponte a orillas del Nilo para encontrarte con él; y toma en tu mano la vara que se convirtió en serpiente.
``Así dice el SEÑOR: `En esto conocerás que yo soy el SEÑOR: he aquí, yo golpearé con la vara que está en mi mano las aguas que están en el Nilo, y se convertirán en sangre.
Pero los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos; y el corazón de Faraón se endureció y no los escuchó, tal como el SEÑOR había dicho.
`Pero si te niegas a dejar{los} ir, he aquí, heriré todo tu territorio con ranas.
Dijo además el SEÑOR a Moisés: Di a Aarón: ``Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los arroyos y sobre los estanques, y haz que suban ranas sobre la tierra de Egipto."
Y los magos hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron subir ranas sobre la tierra de Egipto.
Y así lo hicieron; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, y hubo piojos en hombres y animales. Todo el polvo de la tierra se convirtió en piojos por todo el país de Egipto.
Y los magos trataron de producir piojos con sus encantamientos, pero no pudieron; hubo, pues, piojos en hombres y animales.
Entonces dijo Moisés: He aquí, voy a salir de tu presencia y rogaré al SEÑOR que los enjambres de insectos se alejen mañana de Faraón, de sus siervos y de su pueblo; pero que Faraón no vuelva a obrar con engaño, no dejando ir al pueblo a ofrecer sacrificios al SEÑOR.
he aquí, la mano del SEÑOR vendrá {con} gravísima pestilencia sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacadas y sobre las ovejas.
`Porque {si} yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con pestilencia, ya habrías sido cortado de la tierra.
Y Moisés respondió: Iremos con nuestros jóvenes y nuestros ancianos; con nuestros hijos y nuestras hijas; con nuestras ovejas y nuestras vacadas iremos, porque hemos de celebrar una fiesta {solemne} al SEÑOR.
Y él les dijo: ¡Así sea el SEÑOR con vosotros si os dejo ir a vosotros y a vuestros pequeños! Tened cuidado porque tenéis malas intenciones.
Entonces llamó Faraón a Moisés y le dijo: Id, servid al SEÑOR; sólo que vuestras ovejas y vuestras vacadas queden aquí. Aun vuestros pequeños pueden ir con vosotros.
Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; ni una pezuña quedará atrás; porque de ellos tomaremos para servir al SEÑOR nuestro Dios. Y nosotros mismos no sabemos con qué hemos de servir al SEÑOR hasta que lleguemos allá.
Y Moisés y Aarón hicieron todas estas maravillas en presencia de Faraón; con todo, el SEÑOR endureció el corazón de Faraón, y {éste} no dejó salir de su tierra a los hijos de Israel.
``Y comerán la carne esa {misma} noche, asada al fuego, y la comerán con pan sin levadura y con hierbas amargas.
Y tomaréis un manojo de hisopo, y lo mojaréis en la sangre que está en la vasija, y untaréis con la sangre que está en la vasija el dintel y los dos postes de la puerta; y ninguno de vosotros saldrá de la puerta de su casa hasta la mañana.
Y se levantó Faraón en la noche, él con todos sus siervos y todos los egipcios; y hubo gran clamor en Egipto, porque no había hogar donde no hubiera alguien muerto.
Subió también con ellos una multitud mixta, juntamente con ovejas y vacadas, una gran cantidad de ganado.
Pero si un extranjero reside con vosotros y celebra la Pascua al SEÑOR, que sea circuncidado todo varón {de su casa,} y entonces que se acerque para celebrarla, pues será como un nativo del país; pero ninguna persona incircuncisa comerá de ella.
Y Moisés dijo al pueblo: Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, pues el SEÑOR os ha sacado de este lugar con mano poderosa. No comeréis {en él} nada leudado.
Y lo harás saber a tu hijo en aquel día, diciendo: ``{Esto} es con motivo de lo que el SEÑOR hizo por mí cuando salí de Egipto."
Y te será como una señal en tu mano, y como un recordatorio en tu frente, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca; porque con mano fuerte te sacó el SEÑOR de Egipto.
Pero todo primer nacido de asno, {lo} redimirás con un cordero; mas si no {lo} redimes, quebrarás su cerviz; y todo primogénito de hombre {de} entre tus hijos, lo redimirás.
Y será que cuando tu hijo te pregunte el día de mañana, diciendo: `` ¿Qué es esto?", le dirás: ``Con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto, de la casa de servidumbre.
Será, pues, como una señal en tu mano y como insignias entre tus ojos; porque con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto.
Y Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los hijos de Israel, diciendo: Ciertamente os visitará Dios, y {entonces} llevaréis de aquí mis huesos con vosotros.
y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los {demás} carros de Egipto, con oficiales sobre todos ellos.
Y el SEÑOR endureció el corazón de Faraón, rey de Egipto, y {éste} persiguió a los hijos de Israel, pero los hijos de Israel habían salido con mano fuerte.
Entonces los egipcios los persiguieron {con} todos los caballos {y} carros de Faraón, su caballería y su ejército, y los alcanzaron acampados junto al mar, junto a Pi-hahirot, frente a Baal-zefón.
Y vino {a colocarse} entre el campamento de Egipto y el campamento de Israel; y estaba la nube junto con las tinieblas; sin embargo, de noche alumbraba {a Israel,} y en toda la noche no se acercaron los unos a los otros.
Y entorpeció las ruedas de sus carros, e hizo que avanzaran con dificultad. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos ante Israel, porque el SEÑOR pelea por ellos contra los egipcios.
Y extendió Moisés su mano sobre el mar, y al amanecer, regresó el mar a su estado normal, y los egipcios al huir se encontraban con él; así derribó el SEÑOR a los egipcios en medio del mar.
Soplaste con tu viento, los cubrió el mar; se hundieron como plomo en las aguas poderosas.
En tu misericordia has guiado al pueblo que has redimido; con tu poder {los} has guiado a tu santa morada.
Porque los caballos de Faraón con sus carros y sus jinetes entraron en el mar, y el SEÑOR hizo volver sobre ellos las aguas del mar; pero los hijos de Israel anduvieron por en medio del mar sobre tierra seca.
Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó en su mano el pandero, y todas las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas.
Cuando lo midieron con el gomer, al que había recogido mucho no le sobró, ni le faltó al que había recogido poco; cada uno había recogido lo que iba a comer.
Mas no obedecieron a Moisés, y algunos dejaron parte del maná para la mañana {siguiente,} pero crió gusanos y se pudrió; y Moisés se enojó con ellos.
Y la casa de Israel le puso el nombre de maná, y era como la semilla del cilantro, blanco, y su sabor era como de hojuelas con miel.
Entonces el pueblo contendió con Moisés, y dijeron: Danos agua para beber. Y Moisés les dijo: ¿Por qué contendéis conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR?
Y clamó Moisés al SEÑOR, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? Un poco más y me apedrearán.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo y toma contigo a algunos de los ancianos de Israel, y toma en tu mano la vara con la cual golpeaste el Nilo, y ve.
Y Moisés dijo a Josué: Escógenos hombres, y sal a pelear contra Amalec. Mañana yo estaré sobre la cumbre del collado con la vara de Dios en mi mano.
Y vino Jetro, suegro de Moisés, con los hijos y la mujer de Moisés al desierto, donde {éste} estaba acampado junto al monte de Dios.
Y mandó decir a Moisés: Yo, tu suegro Jetro, vengo a ti con tu mujer y sus dos hijos con ella.
Ahora sé que el SEÑOR es más grande que todos los dioses; ciertamente, esto se probó cuando trataron al pueblo con arrogancia.
Y Jetro, suegro de Moisés, tomó un holocausto y sacrificios para Dios, y Aarón vino con todos los ancianos de Israel a comer con el suegro de Moisés delante de Dios.
Con seguridad desfallecerás tú, y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no puedes hacerlo tú solo.
Y todo el monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.
El sonido de la trompeta aumentaba más y más; Moisés hablaba, y Dios le respondía con el trueno.
Entonces dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros y escucharemos; pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.
Si entró solo, saldrá solo; si tenía mujer, entonces su mujer saldrá con él.
entonces su amo lo traerá a Dios, y lo traerá a la puerta o al quicial. Y su amo le horadará la oreja con una lezna, y él le servirá para siempre.
Si ella no agrada a su amo que la había destinado para sí, permitirá que sea redimida. Pero no podrá venderla a un pueblo extranjero, por haberla tratado con engaño.
Sin embargo, si alguno se ensoberbece contra su prójimo para matarlo con alevosía, lo tomarás {aun} de mi altar para que muera.
Si {dos} hombres riñen y uno hiere al otro con una piedra o con el puño, y no muere, pero guarda cama,
y se levanta y anda afuera con su bastón, el que lo hirió será absuelto; sólo pagará por su tiempo perdido, y lo cuidará hasta que esté completamente curado.
Si alguno hiere a su siervo o a su sierva con una vara, y muere bajo su mano, será castigado.
pero si ya ha salido el sol, habrá culpabilidad de sangre. Ciertamente, {el ladrón} debe hacer restitución; si no tiene con qué, entonces será vendido por {el valor de} su robo.
Si alguno deja que un campo o viña sea pastado {totalmente,} y deja suelto su animal para que paste en campo ajeno, hará restitución con lo mejor de su campo y con lo mejor de su viña.
Si alguno seduce a una doncella que no esté desposada, y se acuesta con ella, deberá pagar una dote por ella para {que sea} su mujer.
A cualquiera que se eche con un animal, ciertamente se le dará muerte.
Si prestas dinero a mi pueblo, a los pobres entre vosotros, no serás usurero con él; no le cobrarás interés.
Lo mismo harás con tus bueyes {y} con tus ovejas. Siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.
No propagarás falso rumor; no te concertarás con el impío para ser testigo falso.
pero el séptimo año la dejarás descansar, sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que ellos dejen, coman las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña {y} con tu olivar.
Guardarás la fiesta de los panes sin levadura. Siete días comerás pan sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo señalado del mes de Abib, pues en él saliste de Egipto. Y nadie se presentará ante mí con las manos vacías.
No ofrecerás la sangre de mi sacrificio con pan leudado; ni la grosura de mi fiesta quedará hasta la mañana.
No harás pacto con ellos ni con sus dioses.
Sin embargo, Moisés se acercará solo al SEÑOR, y ellos no se acercarán, ni el pueblo subirá con él.
Y Moisés escribió todas las palabras del SEÑOR. Levantándose muy de mañana, edificó un altar al pie del monte, con doce columnas por las doce tribus de Israel.