'Con' en la Biblia
E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
Y tomaba una teja para rascarse con ella, y estaba sentado en medio de ceniza.
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las locas, has hablado. Está bien: recibimos el bien de Dios, ¿y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.
con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí los desiertos;
o con los príncipes que poseen el oro, que llenan sus casas de plata.
¿Su hermosura, no se pierde con ellos mismos? Mueren, y no lo saben.
De día se topan con tinieblas, y en mitad del día andan a tientas como de noche.
pues aun con las piedras del campo tendrás tu concierto, y las bestias del campo te serán pacíficas.
Y en esto crecería aún consolación, si me asase con dolor sin haber misericordia; no que haya contradicho las palabras santas.
¿No me ayudo cuanto puedo, y con todo eso el poder me falta del todo?
que están escondidas por la helada, y encubiertas con nieve.
Por tanto yo no reprimiré mi boca; hablaré con la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.
entonces me quebrantarás con sueños, y me turbarás con visiones.
Ciertamente yo conozco que es así; ¿y cómo se justificará el hombre con Dios?
Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.
Que arranca los montes con su furor, y no conocen quién los trastornó;
¿Cuánto menos le responderé yo, y eligiré mis palabras con él?
Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa.
Pasaron con los navíos de Ebeh; o como el águila que se arroja a la presa.
Aunque me lave con aguas de nieve, y aunque limpie mis manos con la misma limpieza,
Mi alma es cortada en mi vida; por tanto soltaré mi queja sobre mí, y hablaré con amargura de mi alma.
Ciertamente que vosotros sois el pueblo; y con vosotros morirá la sabiduría.
Con Dios está la sabiduría y la fortaleza; suyo es el consejo y la inteligencia.
Con él está la fortaleza y la existencia; suyo es el que yerra, y el que hace errar.
Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría disputar con Dios.
¿Por qué quitaré yo mi carne con mis dientes, y pondré mi alma en mi palma?
las piedras son quebrantadas con el agua impetuosa, que se lleva el polvo de la tierra, de tal manera haces perder al hombre la esperanza.
¿Disputará con palabras inútiles, y con razones sin provecho?
que respondas a Dios con tu espíritu, y sacas tales palabras de tu boca?
porque cubrió su rostro con su gordura, e hizo pliegues sobre los ijares;
No se escapará de las tinieblas; la llama secará sus ramas, y con el aliento de su boca perecerá.
Pero yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios detendría el dolor .
Abrieron contra mí su boca; hirieron mis mejillas con afrenta; contra mí se juntaron todos.
Mi rostro está enlodado con lloro, y mis párpados entenebrecidos;
¡Deseo que pudiese disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!
Oh tú, que despedazas tu alma con tu furor, ¿será dejada la tierra por tu causa, y serán traspasadas de su lugar las peñas?
De todas partes lo asombrarán temores, y con sus mismos pies lo ahuyentarán.
¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, y me moleréis con palabras?
Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos; y he escapado con la piel de mis dientes.
¡Que con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre!
con su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
Sus huesos están llenos de los pecados de su juventud, y con él serán sepultados en el polvo.
por tanto, no sentirá él sosiego en su vientre, ni escapará con su codicia.
Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos.
¡Oh cuántas veces el candil de los impíos es apagado, y viene sobre ellos su contrición, y con su ira Dios les reparte dolores!
Y este otro morirá en amargura de ánimo, y no habiendo comido jamás con gusto.
Amístate ahora con él, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien.
Hoy también hablaré con amargura; que es más grave mi llaga que mi gemido.
¿Por ventura pleitearía conmigo con grandeza de fuerza? No; antes él la pondría en mí.
Allí el recto disputaría con él; y escaparía para siempre del que me condena.
¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, y cubrió con oscuridad mi rostro?
Mas a los violentos adelantó con su poder; se levantó, y no fió a nadie en la vida.
El señorío y el temor están con Dios ; El hace paz en sus alturas.
¿Cómo pues se justificará el hombre con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
¿En qué ayudaste al que no tiene fuerza? ¿Has salvado con tu brazo al que no tiene fortaleza?
El cercó con término la superficie de las aguas, hasta que se acabe la luz y las tinieblas.
El rompe el mar con su potencia, y con su entendimiento hiere la hinchazón suya .
He aquí que todos vosotros lo habéis visto, ¿por qué pues os desvanecéis con vanidad?
Esta es para con Dios la suerte del hombre impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.
No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro.
No se igualará con ella esmeralda de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.
El infierno y la muerte dijeron: Su fama hemos oído con nuestros oídos.
cuando lavaba yo mis caminos con manteca, y la piedra me derramaba ríos de aceite!
A los menesterosos era padre; y de la causa que no entendía, me informaba con diligencia.
Mas ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.
Con la grandeza de la fuerza del dolor mi vestidura es mudada; me ciñe como el cuello de mi ropa.
Te has vuelto cruel para mí; con la fortaleza de tu mano me eres adversario.
Mi piel está denegrida sobre mí, y mis huesos se secaron con ardentía.
Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño,
(porque desde mi juventud creció conmigo el huérfano como con padre, y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda);
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se enojó con furor contra Job; se enojó con furor, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios.
Se enojó asimismo con furor contra sus tres amigos, por cuanto no hallaban qué responder, habiendo condenado a Job.
Ahora bien, Job no dirigió a mí sus palabras, ni yo le responderé con vuestras razones.
No haré ahora acepción de personas, ni usaré con hombre de títulos lisonjeros.
También sobre su cama es castigado con dolor fuerte en todos sus huesos,
Orará a Dios, y le amará, y verá su faz con júbilo; y él dará al hombre el pago de su justicia.
para apartar su alma del sepulcro, y para ilustrarlo con la luz de los vivientes.
Y va en compañía con los que obran iniquidad, y anda con los hombres maliciosos.
Porque dijo: De nada servirá al hombre el conformar su voluntad con Dios.
No carga pues él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.
Que Job no habla con sabiduría, y sus palabras no son con entendimiento.
Porque de cierto no son mentira mis palabras; antes se trata contigo con perfecta sabiduría.
No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en silla para siempre, y serán ensalzados.
Por lo cual de temer es que no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate.
He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él?
Con ellas castiga a los pueblos, y da comida a la multitud.
Con las nubes encubre la luz, y les manda que vayan contra ella.
Tronará Dios maravillosamente con su voz; él hace grandes cosas, y nosotros no lo entendemos.
Con la vehemencia de la lluvia encierra a todo hombre; para que todos los hombres conozcan su voz.
Además de esto con la claridad fatiga las nubes, y las esparce con su luz.
¿Extendiste tú por ventura con él los cielos firmes como un espejo firme?
¿Quién es ese que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría?
¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba por fuera como saliendo de madre;
¿Sacarás tú a su tiempo los signos de los cielos, o guiarás el Arcturo con sus hijos?
¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría? Y los odres de los cielos, ¿quién los hace parar,