'Dieron' en la Biblia
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó; y fue grande su ruina.
Y trajeron su cabeza en una bandeja y se la dieron a la muchacha, y ella {se la} llevó a su madre.
Entonces llegaron sus discípulos, y tomaron el cuerpo, y lo enterraron; y fueron, y dieron las nuevas a Jesús.
Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: Fantasma es. Y dieron voces de miedo.
`Porque tuve hambre, y ustedes Me dieron de comer; tuve sed, y Me dieron de beber; fui extranjero, y Me recibieron;
`Porque tuve hambre, y ustedes no Me dieron de comer; tuve sed, y no Me dieron de beber;
Entonces le escupieron en su rostro, y le dieron de bofetadas; y otros le herían con las varas,
y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.
le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustándolo, no quiso beberlo.
Y yendo ellas, he aquí unos de la guardia vinieron a la ciudad, y dieron aviso a los príncipes de los sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido.
Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
Y otras {semillas} cayeron en buena tierra, y creciendo y desarrollándose, dieron fruto, y produjeron unas a treinta, otras a sesenta y otras a ciento por uno.
Los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron para ver qué era aquello que había acontecido.
Cuando sus discípulos oyeron {esto,} fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura.
Y viéndole ellos, que andaba sobre el mar, pensaron que era fantasma, y dieron voces;
Ellos les respondieron tal como Jesús {les} había dicho, y les dieron permiso.
Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra él, diciendo:
Y le dieron a beber vino mezclado con mirra; mas él no lo tomó.
tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra (del evangelio),
Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo; y él les hablaba por señas, y permanecía mudo.
Y cuando {lo} vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño.
Le dieron el libro del profeta Isaías, y abriendo el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
Y los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas; y llamó Juan a dos de sus discípulos,
Y los pastores, como vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por las heredades.
Y cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y El, tomándolos consigo, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida.
Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios; cuando toda la gente vio {aquello,} dieron gloria a Dios.
y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás.
Y cuando ya él descendía, los siervos le salieron a recibir, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive.
Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y este Barrabás era ladrón.
Y como le vieron los príncipes de los sacerdotes, y los servidores, dieron voces diciendo: Cuélguenle de un madero, cuélguenle de un madero. Les dice Pilato: Tomadle vosotros, y colgadle del madero; porque yo no hallo en él crimen.
Pero ellos dieron voces: Quita, quita, cuélguenle de un madero. Les dice Pilato: ¿A vuestro Rey he de colgar de un madero? Respondieron los sumos sacerdotes: No tenemos rey sino a César.
y dieron muerte al Autor de la vida, al que Dios resucitó de entre los muertos, de lo cual nosotros somos testigos.
Y los jóvenes se levantaron y lo cubrieron, y sacándo{lo, le} dieron sepultura.
Al instante ella cayó a los pies de él, y expiró. Al entrar los jóvenes, la hallaron muerta, y {la} sacaron y {le} dieron sepultura junto a su marido.
Pero cuando llegaron los alguaciles, y no los hallaron en la cárcel, volvieron, y dieron aviso,
Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo en la tierra de los judíos y en Jerusalén. Y también le dieron muerte, colgándole en una cruz.
{los apóstoles} se dieron cuenta de ello y huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra, Derbe, y sus alrededores;
Ellos entonces despedidos, descendieron a Antioquía; y juntando la multitud, dieron la carta.
Oídas estas cosas, se llenaron de ira, y dieron alarido diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios!
Mas cuando se dieron cuenta de que era judío, un clamor se levantó de todos ellos, gritando como por dos horas: ¡Grande es Diana de los efesios!
Y como llegaron a Cesarea, y dieron la carta al gobernador presentaron también a Pablo delante de él.
porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se desvanecieron en sus fantasías, y el tonto corazón de ellos fue entenebrecido.
Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aun más allá de sus posibilidades, {dieron} de su propia voluntad,
Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios.
Pero de aquellos que parecían ser algo (cuales hayan sido en algún tiempo, no tengo que ver; Dios no acepta apariencia de hombre), a mí ciertamente los que parecían ser algo, nada me dieron.
y como vieron la gracia que me era dada, Jacobo, Cefas y Juan, que parecían ser las columnas, nos dieron la diestra de compañía a mí y a Bernabé, para que nosotros fuéramos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Ciertamente me gocé mucho cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que hay en ti, así como tú andas en la verdad.
Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios, y se les dieron siete trompetas.
Y en aquella hora fue hecho gran temblor de tierra, y la décima parte de la ciudad cayó, y fueron muertos en el temblor de tierra los nombres de siete mil hombres; y los demás fueron espantados, y dieron gloria al Dios del cielo.
Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila a fin de que volara de la presencia de la serpiente al desierto, a su lugar, donde fue* sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo.
y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Cuál era semejante a esta gran ciudad?
Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en el mar se habían enriquecido de sus riquezas: que en una hora ha sido desolada!
Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el Hades dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras.
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