'Días' en la Biblia
Seis días obrarás, mas en el séptimo día cesarás; cesarás aun en la arada y en la siega.
Y él estuvo allí con el SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos.
Seis días se hará obra, mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo al SEÑOR; cualquiera que en él hiciere obra, morirá.
De la puerta del tabernáculo del testimonio no saldréis en siete días, hasta el día que se cumplieren los días de vuestras consagraciones; porque por siete días seréis consagrados.
A la puerta, pues, del tabernáculo del testimonio estaréis día y noche por siete días, y guardaréis la ordenanza delante del SEÑOR, para que no muráis; porque así me ha sido mandado.
Habla a los hijos de Israel, diciendo: La mujer cuando concibiere y diere a luz varón, será inmunda siete días; conforme a los días que está separada por su menstruo, será inmunda.
Mas ella permanecerá treinta y tres días en la sangre de su purgación; ninguna cosa santa tocará, ni vendrá al santuario, hasta que sean cumplidos los días de su purgación.
Y si diere a luz hembra será inmunda dos semanas, conforme a su separación, y sesenta y seis días estará purificándose de su sangre.
Y cuando los días de su purgación fueren cumplidos, por hijo o por hija, traerá un cordero de un año para holocausto, y un palomino o una tórtola para expiación, a la puerta del tabernáculo del testimonio, al sacerdote;
Y si en la piel de su carne hubiere mancha blanca, pero no pareciere más hundida que la tez, ni su pelo se hubiere vuelto blanco, entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días;
y al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga a su parecer se hubiere estancado, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote le encerrará por siete días la segunda vez.
Y si el sacerdote la considerare, y no pareciere en ella pelo blanco, ni estuviere más baja que la piel, sino oscura, entonces el sacerdote lo encerrará por siete días;
Mas si el sacerdote la mirare, y no pareciere en la mancha pelo blanco, ni estuviere más baja que la tez, sino que está oscura, le encerrará el sacerdote por siete días;
Mas cuando el sacerdote hubiere mirado la llaga de la tiña, y no pareciere estar más profunda que la tez, ni fuere en ella pelo negro, el sacerdote encerrará al llagado de la tiña por siete días;
entonces lo trasquilarán, mas no trasquilarán el lugar de la tiña; y encerrará el sacerdote al que tiene la tiña por siete días la segunda vez.
Y el sacerdote mirará la plaga, y encerrará la cosa plagada por siete días.
entonces el sacerdote mandará que laven donde está la plaga, y lo encerrará otra vez por siete días.
Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el real, y morará fuera de su tienda siete días.
el sacerdote saldrá de la casa a la puerta de ella, y cerrará la casa por siete días.
Y cualquiera que entrare en aquella casa todos los días que la mandó cerrar, será inmundo hasta la tarde.
Y cuando se hubiere limpiado de su flujo el que tiene flujo, se ha de contar siete días desde su purificación, y lavará sus vestidos, y lavará su carne en aguas vivas, y será limpio.
Y cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su carne, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare, será inmundo hasta la tarde.
Y si alguno durmiere con ella, y la inmundicia de ella fuere sobre él, será inmundo por siete días; y toda cama sobre que durmiere, será inmunda.
Y la mujer, cuando manare el flujo de su sangre por muchos días fuera del tiempo de su costumbre, o cuando tuviere flujo de sangre más de su costumbre; todo el tiempo del flujo de su inmundicia, será inmunda como en los días de su costumbre.
Y cuando fuere limpia de su flujo, se ha de contar siete días, y después será limpia.
El buey, o el cordero, o la cabra, cuando naciere, siete días estará mamando de su madre; mas desde el octavo día en adelante será acepto para ofrenda de sacrificio encendido al SEÑOR.
Seis días se trabajará, y el séptimo día será sábado de reposo, convocación santa; ninguna obra haréis; sábado es del SEÑOR en todas vuestras habitaciones.
Y a los quince días de este mes es la fiesta de los ázimos al SEÑOR; siete días comeréis ázimos.
Y ofreceréis al SEÑOR siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación; ninguna obra servil haréis.
hasta el siguiente día del sábado séptimo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis nuevo presente al SEÑOR.
Habla a los hijos de Israel, y diles: A los quince días de este mes séptimo será la fiesta de los tabernáculos al SEÑOR por siete días.
Siete días ofreceréis ofrenda encendida al SEÑOR; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida al SEÑOR; es fiesta, ninguna obra servil haréis.
Pero a los quince del mes séptimo, cuando hubiereis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta al SEÑOR por siete días; el primer día será sábado; y el octavo día también será sábado.
Y tomaréis el primer día gajos con fruto de algún árbol hermoso, ramos de palmas, y ramas de árboles espesos, y sauces de los arroyos; y os regocijaréis delante del SEÑOR vuestro Dios por siete días.
Y le haréis fiesta al SEÑOR por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras edades; en el mes séptimo la haréis.
En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos;
Y te has de contar siete sábados de años, siete veces siete años; de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.
Entonces la tierra reposará sus sábados todos los días que estuviere asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus sábados.
Todo el tiempo del voto de su nazareato no pasará navaja sobre su cabeza, hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento al SEÑOR, santo será; dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza.
Y consagrará al SEÑOR los días de su nazareato, y traerá un cordero de un año en expiación por la culpa; y los días primeros serán anulados, por cuanto fue contaminado su nazareato.
E hicieron la pascua en el mes primero, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, en el desierto de Sinaí; conforme a todas las cosas que mandó el SEÑOR a Moisés, así hicieron los hijos de Israel.
En el mes segundo, a los catorce días del mes, entre las dos tardes, la harán; con panes cenceños y hierbas amargas la comerán.
Al dicho del SEÑOR los hijos de Israel partían; y al dicho del SEÑOR asentaban el campamento; todos los días que la nube estaba sobre el tabernáculo, ellos quedaban reposados.
Y cuando la nube se detenía sobre el tabernáculo muchos días, entonces los hijos de Israel guardaban la ordenanza del SEÑOR y no partían.
Y era que cuando la nube estaba sobre el tabernáculo determinado número de días, al dicho del SEÑOR acampaban, y al dicho del SEÑOR partían.
O si dos días, o un mes, o un año, mientras la nube se detenía sobre el tabernáculo quedándose sobre él, los hijos de Israel se estaban acampados y no se movían; mas cuando ella se alzaba, ellos se movían.
Así partieron del monte del SEÑOR, camino de tres días; y el arca del pacto del SEÑOR fue delante de ellos camino de tres días, buscándoles reposo.
No comeréis un día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días;
Respondió el SEÑOR a Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su cara, ¿no se avergonzaría por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después se reunirá.
Así María fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se le reunió María.
Y volvieron de reconocer la tierra al fin de cuarenta días.
Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.
El que tocare cadáver de cualquier persona humana, siete días será inmundo.
Esta es la ley cuando alguno muriere en la tienda: cualquiera que entrare en la tienda y todo lo que estuviere en ella, será inmundo siete días.
Y cualquiera que tocare un muerto a cuchillo sobre la faz del campo, o un cadáver, o un hueso humano, o un sepulcro, siete días será inmundo.
Y viendo toda la congregación que Aarón era muerto, le lloraron treinta días todas las familias de Israel.
Por tanto, he aquí, yo me voy ahora a mi pueblo; ven, te indicaré lo que este pueblo ha de hacer a tu pueblo en los postrimeros días.
Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes cenceños.
Conforme a esto ofreceréis el pan de la ofrenda encendida en olor grato al SEÑOR cada uno de los siete días; se ofrecerá, además del holocausto continuo, con su libación.
También a los quince días del mes séptimo tendréis santa convocación; ninguna obra servil haréis, y celebraréis fiesta solemne al SEÑOR por siete días;
Y vosotros quedaos fuera del campamento siete días; y todos los que hubieren matado persona, y cualquiera que hubiere tocado muerto, os expiaréis al tercero y al séptimo día, vosotros y vuestros cautivos.
De Rameses partieron en el mes primero, a los quince días del mes primero; el segundo día de la pascua salieron los hijos de Israel con mano alta, a ojos de todo Egipto.
Y partiendo de Pi-hahirot, pasaron por en medio del mar al desierto, y anduvieron camino de tres días por el desierto de Etam, y asentaron en Mara.
Y estuvisteis en Cades por muchos días, como parece en los días que habéis estado.
Y volvimos, y partimos al desierto, camino del mar Bermejo, como el SEÑOR me había dicho; y rodeamos el monte de Seir por muchos días;
Y los días que anduvimos de Cades-barnea hasta que pasamos el arroyo de Zered, fueron treinta y ocho años; hasta que se acabó toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el SEÑOR les había jurado.
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
El día que estuviste delante del SEÑOR tu Dios en Horeb, cuando el SEÑOR me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oír mis palabras, las cuales aprenderán, para temerme todos los días que vivieren sobre la tierra; y las enseñarán a sus hijos.
yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que presto pereceréis totalmente de la tierra a la cual pasáis el Jordán para heredarla; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos.
Cuando estuviereis en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres al SEÑOR tu Dios, y oyeres su voz;
Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y tengas muchos días sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para siempre.
Seis días trabajarás y harás toda tu obra;
Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
¡Quién diese que tuviesen tal corazón, que me temiesen, y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!
En todo camino que el SEÑOR vuestro Dios os ha mandado andaréis, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de heredar.
Para que temas al SEÑOR tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados.
y nos mandó el SEÑOR que hiciésemos todos estos estatutos, para que temamos al SEÑOR nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días, y para que nos dé vida, como parece hoy.
Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR hizo con vosotros, estuve entonces en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua;
Y fue al cabo de los cuarenta días y cuarenta noches, que el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
Y me postré delante del SEÑOR, como antes, cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo mal en ojos del SEÑOR para enojarlo.
Y me postré delante del SEÑOR cuarenta días y cuarenta noches, como estuve postrado antes ; porque el SEÑOR dijo que os había de destruir.
Y yo estuve en el monte como los primeros días, cuarenta días y cuarenta noches; y el SEÑOR me oyó también esta vez, y no quiso el SEÑOR destruirte.
Amarás, pues, al SEÑOR tu Dios, y guardarás su ordenanza, y sus estatutos y sus derechos y sus mandamientos, todos los días.
y para que os sean prolongados los días sobre la tierra, que juró el SEÑOR a vuestros padres que había de darla a ellos y a su simiente, tierra que fluye leche y miel.
para que sean aumentados vuestros días, y los días de vuestros hijos, sobre la tierra que juró el SEÑOR a vuestros padres que les había de dar, como los días de los cielos sobre la tierra.
Estos son los estatutos y derechos que guardaréis para hacer en la tierra que el SEÑOR el Dios de tus padres te ha dado para que la heredes, todos los días que vosotros viviereis sobre la tierra.
Guárdate de no desamparar al levita en todos tus días sobre tu tierra.
Y comerás delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primerizos de tus vacas, y de tus ovejas, para que aprendas a temer al SEÑOR tu Dios todos los días.
No comerás con ella leudo; siete días comerás con ella panes por leudar, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto todos los días de tu vida.
Y no parecerá levadura en ti, en todo tu término por siete días; y de la carne que matares a la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana.
Seis días comerás panes cenceños, y el séptimo día será fiesta solemne al SEÑOR tu Dios; no harás obra en él .
La fiesta solemne de los tabernáculos harás siete días, cuando hayas hecho la cosecha de tu era y de tu lagar.
Siete días celebrarás fiesta solemne al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escogiere; porque te habrá bendecido el SEÑOR tu Dios en todos tus frutos, y en toda obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.
y vendrás a los sacerdotes levitas, y al juez que fuere en aquellos días, y preguntarás; y te enseñarán la palabra del juicio.
y será cerca de él, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para hacerlos.
Para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; para que tenga largos días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.
porque le ha escogido el SEÑOR tu Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar al nombre del SEÑOR, él y sus hijos todos los días.
cuando guardases todos estos mandamientos, que yo te mando hoy, para ponerlos por obra, que ames al SEÑOR tu Dios y andes en sus caminos todos los días, entonces añadirás otras tres ciudades a más de estas tres;
entonces los dos hombres litigantes se presentarán delante del SEÑOR, delante de los sacerdotes y jueces que fueren en aquellos días;
Cuando pusieres cerco a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruyas su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás; y no la talarás, (porque el árbol del campo es la vida del hombre) para emplearla en el cerco.