'Días' en la Biblia
para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, y la honra de la hermosura de su grandeza, por muchos días, ciento ochenta días.
Y cumplidos estos días, hizo el rey banquete por siete días en el patio del huerto del palacio real a todo el pueblo, desde el mayor hasta el menor que se halló en Susa capital del reino.
En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey, se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban poner mano en el rey Asuero.
Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey saben, que todo varón o mujer que entra al rey al patio de adentro sin ser llamado, por una sola ley ha de morir; salvo aquel a quien el rey extendiere la vara de oro, el cual vivirá; y yo no he sido llamada para entrar al rey estos treinta días.
Ve, y junta a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día; yo también con mis doncellas ayunaré igualmente, y así entraré al rey, aunque no sea conforme a la ley; y si perezco, que perezca.
por aquellos días en que los judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les fue tornado de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno a su vecino, y dádivas a los pobres.
Por esto llamaron a estos días Purim, del nombre Pur. Por todas las palabras pues de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo que llegó a su noticia,
establecieron y tomaron los judíos sobre sí, y sobre su simiente, y sobre todos los allegados a ellos, y no será traspasado, el celebrar estos dos días según está escrito en orden a ellos, y conforme a su tiempo cada año;
y que estos dos días serían en memoria, y celebrados en todas las naciones, y familias, y provincias, y ciudades. Estos días de Purim no pasarán de entre los judíos, y la memoria de ellos no cesará de su simiente.
para confirmar estos días del Purim en sus tiempos señalados , según les había constituído Mardoqueo judío y la reina Ester, y como habían ellos tomado sobre sí y sobre su simiente las palabras de los ayunos y de su clamor.
Y acontecía que, habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque decía Job: Por ventura habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado a Dios en sus corazones. De esta manera hacía Job todos los días.
Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.
Aquella noche ocupara oscuridad, ni fuera contada entre los días del año, ni viniera en el número de los meses.
Ciertamente tiempo determinado tiene el hombre sobre la tierra, y sus días son como los días del jornalero.
Mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.
Abominé la vida ; no quiero vivir para siempre; déjame, pues, que mis días son vanidad.
porque nosotros somos desde ayer, y no sabemos, siendo nuestros días sobre la tierra como sombra.
Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron, y nunca vieron bien.
¿Son tus días como los días del hombre, o tus años como los tiempos humanos,
¿No son mis días poca cosa? Cesa pues, y déjame, para que me esfuerce un poco.
El hombre nacido de mujer, corto de días, y harto de sinsabores;
Si sus días están determinados, y el número de sus meses está cerca de ti; tú le pusiste términos, de los cuales no pasará.
Si el hombre muriere, ¿por ventura vivirá? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga mi transformación.
Entre nosotros también hay cano, también hay viejo, mayor en días que tu padre.
Todos los días del impío, él es atormentado de dolor, y el número de años es escondido al violento.
Mi aliento está corrompido, mis días son cortados, y me está aparejado el sepulcro.
Mis días se pasaron, y mis pensamientos fueron arrancados, los designios de mi corazón.
Gastan sus días en bien, y en un momento descienden a la sepultura.
Puesto que no son ocultos los tiempos al Todopoderoso, ¿por qué los que le conocen no ven sus días?
Mi justicia tengo asida, y no la cederé; no me reprochará mi corazón en todos mis días.
¡Quién me volviese como en los meses pasados, como en los días cuando Dios me guardaba,
como fue en los días de mi juventud, cuando Dios era familiar en mi tienda;
Y decía yo : En mi nido moriré, y como arena multiplicaré días.
Mas ahora los más mozos de días que yo, se ríen de mí; cuyos padres yo desdeñara ponerlos con los perros de mi ganado.
Y ahora mi alma está derramada en mí; días de aflicción se apoderan de mí.
Mis entrañas hierven, y no reposan; días de aflicción me han sobrecogido.
Y Eliú había esperado a Job en la disputa, porque todos eran más viejos de días que él.
Y respondió Eliú hijo de Baraquel, buzita, y dijo: Yo soy menor de días y vosotros viejos; por tanto he tenido miedo, y he temido de declararos mi opinión.
Yo decía: Los días hablarán, y la muchedumbre de años declarará sabiduría.
se enternecerá su carne más que de niño, y volverá a los días de su juventud.
Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bien, y sus años en deleites.
¿Has mandado tú a la mañana en tus días? ¿Has mostrado al alba su lugar,
¿Si sabías tú cuando habías de nacer, y si el número de tus días había de ser grande?
Dios es el que juzga al justo; y Dios está airado contra los impíos todos los días.
Vida te demandó, y le diste largura de días por siglos y siglos.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la Casa del SEÑOR reposaré para siempre.
Una cosa he demandado al SEÑOR, ésta buscaré; que esté yo en la Casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR, y para inquirir en su templo.
Lámed ¿Quién es el hombre que desea vida, que codicia días para ver el bien?
Yod Conoce el SEÑOR los días de los perfectos; y su heredad será para siempre.
No serán avergonzados en el mal tiempo; y en los días de hambre serán saciados.
Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me decían todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
¿Por qué he de temer en los días de adversidad, cuando la iniquidad de mis calcañares me cercará?
Mas tú, oh Dios, los harás descender al pozo de la sepultura; los varones sanguinarios y engañadores no vivirán ni la mitad de sus días; pero yo confiaré en ti.
Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Días sobre días añadirás al Rey; sus años serán de generación a generación.
Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.
Consideraba los días desde el principio, los años de los siglos.
Consumió por tanto sus días en vanidad, y sus años en tribulación.
Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos.
Has acortado los días de su juventud; le has cubierto de afrenta. (Selah.)
Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos nuestros años según la palabra.
Los días de nuestra edad son setenta años; y de los más valientes, ochenta años, y su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
Para contar nuestros días haznos saber así, y traeremos al corazón sabiduría.
Sácianos de mañana de tu misericordia; y cantaremos, y nos alegraremos todos nuestros días.
Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el mal.
Tus testimonios son muy firmes; tu Casa, oh SEÑOR, tiene hermosa santidad para largos días.
para hacerle descansar en los días de aflicción, entre tanto que se cava el hoyo para el impío.
Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar.
Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.
El afligió mi fuerza en el camino; acortó mis días.
Dije: Dios mío, no me cortes en el medio de mis días; por generación de generaciones son tus años.
El varón, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo,
Sean sus días pocos; tome otro su oficio.
Porque ha inclinado a mí su oído, le invocaré en todos mis días.
¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?
Bendígate el SEÑOR desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida.
Me acordé de los días antiguos; meditaba en todas tus obras, meditaba en las obras de tus manos.
El hombre es semejante a la vanidad; sus días son como la sombra que pasa.
porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán.
Largura de días trae en su mano derecha; en su izquierda riquezas y honra.
con él estaba yo ordenándolo todo; y fui su delicia todos los días, teniendo solaz delante de él en todo tiempo.
Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te añadirán.
El temor del SEÑOR aumentará los días; mas los años de los impíos serán acortados.
Todos los días del pobre son trabajosos; mas el de buen corazón tiene un convite continuo.
El príncipe falto de entendimiento multiplicará los agravios; mas el que aborrece la avaricia, prolongará sus días.
Guímel Ella le dará bien y no mal, todos los días de su vida.
Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que mi corazón anduviese en sabiduría, y retuviese la locura, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
Porque ni del sabio ni del loco habrá memoria para siempre; pues en los días venideros ya todo será olvidado, y también morirá el sabio como el loco.
Porque todos sus días no son sino dolores, y sus ocupaciones molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.
Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira.
He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.
Si el hombre engendrare cien hijos , y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales el hace que sean como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Todo lo he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días .
y que al impío nunca le irá bien, ni le serán prolongados los días, que son como sombra; por cuanto no temió delante de la presencia de Dios.
Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.
Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días que has de vivir en este lago de vanidad, que te son dados; todos los días de tu vanidad debajo del sol; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo en que trabajas debajo del sol.