'Echó' en la Biblia
Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía á todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Y dieron á beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la menor, y durmió con él; pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
Y faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol;
Y Jacob erigió un título en el lugar donde había hablado con él, un título de piedra, y derramó sobre él libación, y echó sobre él aceite.
Faraón se enojó contra sus siervos, y á mí me echó á la prisión de la casa del capitán de los de la guardia, á mí y al principal de los panaderos:
ENTONCES se echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besólo.
Y él le dijo: Échala en tierra. Y él la echó en tierra, y tornóse una culebra: y Moisés huía de ella.
Vinieron, pues, Moisés y Aarón á Faraón, é hicieron como Jehová lo había mandado: y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y tornóse culebra.
Pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras: mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
Los carros de Faraón y á su ejército echó en la mar; Y sus escogidos príncipes fueron hundidos en el mar Bermejo.
Juramento de Jehová tendrá lugar entre ambos de que no echó su mano á la hacienda de su prójimo: y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará.
Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al Amorrheo, y al Cananeo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Heveo, y al Jebuseo.
Y degollólo; y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y purificó el altar; y echó la demás sangre al pie del altar, y santificólo para reconciliar sobre él.
En ninguna de estas cosas os amancillaréis; porque en todas estas cosas se han ensuciado las gentes que yo echo de delante de vosotros:
Y si por odio lo empujó, ó echó sobre él alguna cosa por asechanzas, y muere;
Mas si casualmente lo empujó sin enemistades, ó echó sobre él cualquier instrumento sin asechanzas,
Porque es abominación á Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios las echó de delante de ti.
Entonces el hombre que se echó con ella dará al padre de la moza cincuenta piezas de plata, y ella será su mujer, por cuanto la humilló: no la podrá despedir en todos sus días.
Y Jehová los desarraigó de su tierra con enojo, y con saña, y con furor grande, y los echó á otra tierra, como hoy.
Y como iban huyendo de los Israelitas, á la bajada de Beth-oron, Jehová echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron: muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto á cuchillo.
Todo el reino de Og en Basán, el cual reinó en Astaroth y Edrei, el cual había quedado del residuo de los Rapheos; pues Moisés los hirió, y echó.
Y Caleb echó de allí tres hijos de Anac, á Sesai, Aiman, y Talmai, hijos de Anac.
Y Josué les echó las suertes delante de Jehová en Silo; y allí repartió Josué la tierra á los hijos de Israel por sus porciones.
Y Jehová echó de delante de nosotros á todos los pueblos, y al Amorrheo que habitaba en la tierra: nosotros, pues, también serviremos á Jehová, porque él es nuestro Dios.
Y fué Jehová con Judá, y echó á los de las montañas; mas no pudo echar á los que habitaban en los llanos, los cuales tenían carros herrados.
Y dieron Hebrón á Caleb, como Moisés había dicho: y él echó de allí tres hijos de Anac.
Tampoco Manasés echó á los de Beth-sean, ni á los de sus aldeas, ni á los de Taanach y sus aldeas, ni á los de Dor y sus aldeas, ni á los habitantes de Ibleam y sus aldeas, ni á los que habitaban en Megiddo y en sus aldeas: mas el Cananeo quiso habitar en
Empero cuando Israel tomó fuerzas hizo al Cananeo tributario, mas no lo echó.
Tampoco Ephraim echó al Cananeo que habitaba en Gezer; antes habitó el Cananeo en medio de ellos en Gezer.
Tampoco Zabulón echó á los que habitaban en Chîtron y á los que habitaban en Naalol; mas el Cananeo habitó en medio de él, y le fueron tributarios.
Tampoco Aser echó á los que habitaban en Achô, y á los que habitaban en Sidón, y en Ahlab, y en Achzib, y en Helba, y en Aphec, y en Rehod:
Antes moró Aser entre los Cananeos que habitaban en la tierra; pues no los echó.
Tampoco Nephtalí echó á los que habitaban en Beth-semes, y á los que habitaban en Beth-anath, sino que moró entre los Cananeos que habitaban en la tierra; mas fuéronle tributarios los moradores de Beth-semes, y los moradores de Beth-anath.
Y ellos respondieron: De buena gana los daremos. Y tendiendo una ropa de vestir, echó allí cada uno los zarcillos de su despojo.
(Pues que mi padre peleó por vosotros, y echó lejos su vida por libraros de mano de Madián;
Y Abimilech se quedó en Aruma; y Zebul echó fuera á Gaal y á sus hermanos, para que no morasen en Sichêm.
Así que Jehová el Dios de Israel echó los Amorrheos delante de su pueblo Israel: ¿y lo has de poseer tú?
Si Chêmos tu Dios te echase alguno, ¿no lo poseerías tú? Así poseeremos nosotros á todo aquel que echó Jehová nuestro Dios de delante de nosotros.
Después, encendiendo las teas, echó las zorras en los sembrados de los Filisteos, y quemó hacinas y mieses, y viñas y olivares.
Y acabando de hablar, echó de su mano la quijada, y llamó á aquel lugar Ramath-lehi.
Y volviéndose Samuel para irse, él echó mano de la orla de su capa, y desgarróse.
Y viendo su escudero á Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él.
Y cada uno echó mano de la cabeza de su compañero, y metióle su espada por el costado, cayendo así á una; por lo que fué llamado aquel lugar, Helcath-assurim, el cual está en Gabaón.
¿Quién hirió á Abimelech hjo de Jerobaal? ¿no echó una mujer del muro un pedazo de una rueda de molino, y murió en Thebes? ¿por qué os llegasteis al muro?: entonces tú le dirás: También tu siervo Uría Hetheo es muerto.
Amando á los que te aborrecen, y aborreciendo á los que te aman: porque hoy has declarado que nada te importan tus príncipes y siervos; pues hoy echo de ver que si Absalom viviera, bien que nosotros todos estuviéramos hoy muertos, entonces te contentaras.
Y Amasa se había revolcado en la sangre en mitad del camino: y viendo aquel hombre que todo el pueblo se paraba, apartó á Amasa del camino al campo, y echó sobre él una vestidura, porque veía que todos los que venían se paraban junto á él.
Así echó Salomón á Abiathar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Eli en Silo.
En su tiempo Hiel de Beth-el reedificó á Jericó. En Abiram su primogénito echó el cimiento, y en Segub su hijo postrero puso sus puertas; conforme á la palabra de Jehová que había hablado por Josué hijo de Nun.
Y partiéndose él de allí, halló á Eliseo hijo de Saphat, que araba con doce yuntas delante de sí; y él era uno de los doce gañanes. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
Y saliendo él á los manaderos de las aguas, echó dentro la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo sané estas aguas, y no habrá más en ellas muerte ni enfermedad.
Y asolaron las ciudades, y en todas las heredades fértiles echó cada uno su piedra, y las llenaron; cegaron también todas las fuentes de las aguas, y derribaron todos los buenos árboles; hasta que en Kir-hareseth solamente dejaron sus piedras; porque los
Y á Jezabel comerán perros en el campo de Jezreel, y no habrá quien la sepulte. En seguida abrió la puerta, y echó á huir.
Antes anduvo en el camino de los reyes de Israel, y aun hizo pasar por el fuego á su hijo, según las abominaciones de las gentes que Jehová echó de delante de los hijos de Israel.
En aquel tiempo Resín rey de Siria restituyó Elath á Siria, y echó á los Judíos de Elath; y los Siros vinieron á Elath, y habitaron allí hasta hoy.
Hizo también sacar el bosque fuera de la casa de Jehová, fuera de Jerusalem, al torrente de Cedrón, y quemólo en el torrente de Cedrón, y tornólo en polvo, y echó el polvo de él sobre los sepulcros de los hijos del pueblo.
Fué pues la ira de Jehová contra Jerusalem y Judá, hasta que los echó de su presencia. Y Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Y como su escudero vió á Saúl muerto, él también se echó sobre su espada, y matóse.
Y HABITARON los príncipes del pueblo en Jerusalem; mas el resto del pueblo echó suertes para traer uno de diez que morase en Jerusalem, ciudad santa, y las nueve partes en las otras ciudades.
Porque Amán hijo de Amadatha, Agageo, enemigo de todos los Judíos, había ideado contra los Judíos para destruirlos, y echó Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos.
Si tus hijos pecaron contra él, El los echó en el lugar de su pecado.
¿Quién echó libre al asno montés, y quién soltó sus ataduras?
Y envió sus saetas, y desbaratólos; Y echó relámpagos, y los destruyó.
Ahora echo de ver que Jehová guarda á su ungido: Oirálo desde los cielos de su santidad, Con la fuerza de la salvación de su diestra.
Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelech, y él lo echó, y fuése. BENDECIRÉ á Jehová en todo tiempo; Su alabanza será siempre en mi boca.
Bendito Dios, Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.
Y echó las gentes de delante de ellos, Y repartióles una herencia con cuerdas; E hizo habitar en sus moradas á las tribus de Israel.
Echó tinieblas, é hizo oscuridad; Y no fueron rebeldes á su palabra.
Y él les echó las suertes, y su mano les repartió con cordel: para siempre la tendrán por heredad, de generación en generación morarán allí.
Los cuales sacaron á Urías de Egipto, y lo trajeron al rey Joacim, é hiriólo á cuchillo, y echó su cuerpo en los sepulcros del vulgo.
Y el aljibe en que echó Ismael todos los cuerpos de los hombres que hirió por causa de Gedalías, era el mismo que había hecho el rey Asa por causa de Baasa, rey de Israel: llenólo de muertos Ismael, hijo de Nethanías.
Destruyó el Señor, y no perdonó; Destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob: Echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, Deslustró el reino y sus príncipes.
Y brotó, é hízose una vid de mucha rama, baja de estatura, que sus ramas la miraban, y sus raíces estaban debajo de ella: así que se hizo una vid, y arrojó sarmientos, y echó mugrones.
Y dirás: Cómo se echó entre los leones tu madre la leona! entre los leoncillos crió sus cachorros.
Mas ellos se rebelaron contra mí, y no quisieron obedecerme: no echó de sí cada uno las abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio de la tierra de Egipto.
Y engrandecióse hasta el ejército del cielo; y parte del ejército y de las estrellas echó por tierra, y las holló.
Y el ejército fué le entregado á causa de la prevaricación sobre el continuo sacrificio: y echó por tierra la verdad, é hizo cuanto quiso, y sucedióle prósperamente.
Descendí á las raíces de los montes; La tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre: Mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh Jehová Dios mío.
Y llegó el negocio hasta el rey de Nínive, y levantóse de su silla, y echó de sí su vestido, y cubrióse de saco, y se sentó sobre ceniza.
Pues poned ahora vuestro corazón desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento al templo de Jehová; poned vuestro corazón.
Y él dijo: Esta es la Maldad; y echóla dentro del epha, y echó la masa de plomo en su boca.
Asi ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, de vosotros los que oís en estos días estas palabras de la boca de los profetas, desde el día que se echó el cimiento á la casa de Jehová de los ejércitos, para edificar el templo.
Y como fué ya tarde, trajeron á él muchos endemoniados: y echó los demonios con la palabra, y sanó á todos los enfermos;
Y si yo por Beelzebub echo fuera los demonios, ¿vuestros hijos por quién los echan? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Y si por espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado á vosotros el reino de Dios.
Mas él no quiso; sino fué, y le echó en la cárcel hasta que pagase la deuda.
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera todos los que vendían y compraban en el templo, y trastornó las mesas de los cambiadores, y las sillas de los que vendían palomas;
Y sanó á muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba decir á los demonios que le conocían.
Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó á sus pies.
Y como vino una viuda pobre, echó dos blancas, que son un maravedí.
Entonces llamando á sus discípulos, les dice: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca:
Porque todos han echado de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su alimento.
Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo que es hecho de mano, y en tres días edificaré otro echo sin mano.
Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo estará en pie su reino? porque decís que en Beelzebub echo yo fuera los demonios.
Pues si yo echo fuera los demonios en Beelzebub, ¿vuestros hijos en quién los echan fuera? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, cierto el reino de Dios ha llegado á vosotros.
Y les dijo: Id, y decid á aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y acabo sanidades hoy y mañana, y al tercer día soy consumado.
Y dijo: De verdad os digo, que esta pobre viuda echó más que todos:
Porque todos estos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.
Y algunos de ellos querían prenderle; mas ninguno echó sobre él manos.
El cual recibido, metieron también nuestros padres con Josué en la posesión de los Gentiles, que Dios echó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David;
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