'Eran' en la Biblia
Y los que no morían, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo.
Y trabando Samuel de Saúl y de su criado, los condujo al cenadero, y les dio lugar a la cabecera de los convidados, que eran como unos treinta varones.
Y los contó en Bezec, y los hijos de Israel eran trescientos mil y los hombres de Judá treinta mil.
Saúl estaba situado en las afueras de Guibeá, debajo del granado que está en Migrón, y la gente que {estaba} con él {eran} unos seiscientos hombres;
Y los hijos de Saúl fueron Jonatán, Isúi, y Malquisúa. Y los nombres de sus dos hijas eran, el nombre de la mayor, Merab, y el de la menor, Mical.
Cis, padre de Saúl, y Ner, padre de Abner, {eran} hijos de Abiel.
Y los tres hijos mayores de Jessé habían ido a seguir a Saúl en la guerra. Y los nombres de sus tres hijos que habían ido a la guerra, eran: Eliab el primogénito, el segundo Abinadab, y el tercero Sama.
David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y fueron de una parte a otra. Y vino la nueva a Saúl de como David se había escapado de Keila; y dejó de salir.
Y subieron David y sus hombres e hicieron incursiones contra los gesuritas, los gezritas y los amalecitas; porque ellos eran los habitantes de la tierra desde tiempos antiguos, según se va a Shur, hasta la tierra de Egipto.
Las dos mujeres de David, Ahinoam Jezreelita y Abigail la que fué mujer de Nabal del Carmelo, también eran cautivas.
Y los de Israel que eran del otro lado del valle, y del otro lado del Jordán, viendo que Israel había huido, y que Saúl y sus hijos habían muerto, dejaron las ciudades y huyeron; y los filisteos vinieron y habitaron en ellas.
Saúl y Jonatán, amados y amables en su vida, y en su muerte no fueron separados; más ligeros eran que águilas, más fuertes que leones.
Y tenía el hijo de Saúl dos varones, los cuales eran capitanes de compañía, el nombre de uno era Baana, y el del otro Recab, hijos de Rimón beerotita, de los hijos de Benjamín (porque Beerot era contada con Benjamín;
y Sadoc hijo de Ahitob, y Ahimelec hijo de Abiatar, eran sacerdotes; y Seraías era escriba;
y Benaía hijo de Joiada, estaba a cargo de los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran sacerdotes.
Y tenía Mefi-boset un hijo pequeño, que se llamaba Micaía. Y toda la familia de la casa de Siba eran siervos de Mefi-boset.
Así se fueron de en pos de David todos los varones de Israel, y seguían a Seba hijo de Bicri; mas los que eran de Judá fueron adheridos a su rey, desde el Jordán hasta Jerusalén.
Seva {era} escriba, y Sadoc y Abiatar {eran} sacerdotes;
Entonces el rey llamó a los gabaonitas, y les habló. (Los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del residuo de los amorreos, a los cuales los hijos de Israel habían hecho juramento; mas Saúl había procurado matarlos con motivo de celo por los hijos de Israel y de Judá).
Me libró de fuertes enemigos, de aquellos que me aborrecían, los cuales eran más fuertes que yo.
Estos tres que eran de los treinta principales descendieron y vinieron en tiempo de la siega a David a la cueva de Adulam; y el campamento de los filisteos estaba puesto en el valle de Refaim.
Joab dio al rey la cifra del censo del pueblo: había en Israel ochocientos mil hombres valientes que sacaban espada, y los de Judá {eran} quinientos mil hombres.
Por ese tiempo dos mujeres {que eran} rameras, vinieron al rey y se presentaron delante de él.
Y estos eran sus oficiales: Azarías, hijo de Sadoc, {era} el sacerdote;
Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, {eran} secretarios; Josafat, hijo de Ahilud, {era} el cronista;
Benaía hijo de Joiada era sobre el ejército; y Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes;
Ben-hesed en Arubot (de él {eran} Soco y toda la tierra de Hefer);
Ben-geber en Ramot de Galaad (las aldeas de Jair, hijo de Manasés, que están en Galaad {eran} de él: la región de Argob que está en Basán, sesenta grandes ciudades con muros y cerrojos de bronce {eran} de él);
Los de Judá y de Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo y bebiendo y alegrándose.
sin los principales oficiales de Salomón que estaban sobre la obra, eran tres mil trescientos, los cuales tenían a su cargo el pueblo que hacía la obra.
Asimismo el otro querubín tenía diez codos; porque ambos querubines eran de un tamaño y de una hechura.
Y a la entrada del oráculo hizo puertas de madera de oliva; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.
Las dos puertas eran de madera de oliva; y entalló en ellas figuras de querubines y de palmas y de flores abiertas, y las recubrió de oro; recubrió también de oro los querubines y las palmas.
Las dos puertas eran de madera de haya; y los dos lados de una puerta eran redondos, y los otros dos lados de la otra puerta también redondos.
Y todas la puertas y postes eran cuadrados; y unas ventanas estaban frente a las otras en tres órdenes.
Todas estas {obras} eran de piedras valiosas, cortadas a la medida, cortadas con sierras por dentro y por fuera, desde el cimiento hasta la cornisa, y por fuera hasta el gran atrio.
De allí hacia arriba eran también piedras de precio, labradas conforme a sus medidas, y obra de cedro.
Los capiteles que estaban sobre las columnas en el pórtico, tenían forma de lirios, y eran de cuatro codos.
Su boca entraba en el capitel (en el remate que salía de la basa) un codo para arriba; y era su boca redonda, de la hechura (del mismo remate) de la basa, de codo y medio. Había también sobre la boca entalladuras con sus cintas, las cuales eran cuadradas, no redondas.
La hechura de las ruedas {era} como la hechura de una rueda de carro. Sus ejes, sus aros, sus rayos y sus cubos {eran} todos de fundición.
Asimismo los cuatro hombrillos a las cuatro esquinas de cada basa; y los hombrillos eran de la misma basa.
Y en lo alto de la basa había medio codo de altura redondo por todas partes; y encima de la basa sus molduras y cintas, las cuales eran de ella misma.
Hizo las diez basas de esta manera: todas ellas eran de una misma fundición, de una misma medida y de una misma forma.
los calderos, las palas y los tazones; todos estos utensilios que Hiram hizo para el rey Salomón {en} la casa del SEÑOR {eran} de bronce bruñido.
Salomón dejó todos los utensilios {sin pesarlos} porque {eran} demasiados; el peso del bronce no se pudo determinar.
Pero las barras eran tan largas que los extremos de las barras se podían ver desde el lugar santo, {que estaba} delante del santuario interior, mas no se podían ver {desde} afuera; y allí están hasta hoy.
A todo el pueblo que había quedado de los amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos, que no {eran} de los hijos de Israel,
Mas a ninguno de los hijos de Israel impuso Salomón servicio, sino que eran hombres de guerra, o sus criados, o sus príncipes, o sus capitanes, o príncipes de sus carros, o su gente de a caballo.
Y los que Salomón había hecho príncipes y prepósitos sobre las obras de Salomón, eran quinientos cincuenta, los cuales estaban sobre el pueblo que trabajaba en aquella obra.
Y todos los vasos de beber del rey Salomón eran de oro, y asimismo toda la vajilla de la casa del bosque del Líbano era de oro fino; no había plata; porque en tiempo de Salomón no era de estima.
Los caballos de Salomón eran importados de Egipto y de Coa, y los mercaderes del rey {los} adquirían de Coa por cierto precio.
Y tuvo setecientas mujeres {que eran} princesas y trescientas concubinas, y sus mujeres desviaron su corazón.
Hizo también casa de lugares altos, e hizo sacerdotes de entre lo más bajo del pueblo, que no eran de los hijos de Leví.
Entonces pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias y eran doscientos treinta y dos; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, {es decir,} todos los hijos de Israel, siete mil.
Entonces uno {de ellos} salió al campo a recoger hierbas, y encontró una viña silvestre y de ella recogió su falda llena de calabazas silvestres, y vino y las cortó en pedazos en la olla de potaje, porque no sabía {lo que eran.}
Y preguntando el rey a la mujer, ella se lo contó. Entonces el rey le dio un eunuco, diciéndole: Hazle volver todas las cosas que eran suyas, y todos los frutos de las tierras desde el día que dejó las tierras hasta ahora.
Y los hijos de Israel secretamente hicieron cosas que no eran rectas contra el SEÑOR su Dios. Además se edificaron lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas.
e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y adivinaron adivinaciones y eran agüeros, y se entregaron a hacer lo malo en ojos del SEÑOR, provocándole a ira.
y que pusieron en el fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y así los destruyeron.
Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel del SEÑOR e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios; cuando {los demás} se levantaron por la mañana, he aquí, todos eran cadáveres.
Meonotai engendró a Ofra, y Seraías engendró a Joab, padre de Gue-jarasim, porque eran artífices.
Estos {eran} alfareros y habitantes de Netaím y Gedera; moraban allí con el rey para hacer su trabajo.
Estos por sus nombres eran los príncipes en sus familias, y que fueron multiplicados en gran manera en las casas de sus padres.
Y encontraron pastos abundantes y buenos, y la tierra era espaciosa, tranquila y reposada, porque los que habitaban antes allí {eran} los de Cam.
Y sus hermanos por sus familias, cuando eran contados en sus descendencias, tenían por príncipes a Jeiel y a Zacarías.
Los hijos de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada y tiraban con arco, y que {eran} diestros en batalla, {fueron} cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a la batalla.
Los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en la tierra; eran muy numerosos desde Basán hasta Baal-hermón, Senir y el monte Hermón.
Y estos son los que servían con sus hijos: de los hijos de los coatitas {eran} Hemán el cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel,
El hijo de Uzi {fue} Israhías. Y los hijos de Israhías {fueron} Micael, Obadías, Joel e Isías; los cinco {eran} todos jefes.
Y sus hermanos por todas las familias de Isacar, contados todos por sus genealogías, eran ochenta y siete mil hombres valientes de gran valor.
Y contados por sus genealogías, por sus linajes, los que eran cabezas de sus familias, resultaron veinte mil doscientos hombres valientes de gran valor.
Y Saharaim engendró hijos en los campos de Moab, después que dejó a Husim y a Baara que eran sus mujeres.
Azel tuvo seis hijos y estos {eran} sus nombres: Azricam, Bocru, Ismael, Searías, Obadías y Hanán. Todos estos {fueron} hijos de Azel.
Y los hijos de Ulam eran hombres fuertes de {gran} valor, arqueros, y tuvieron muchos hijos y nietos, ciento cincuenta {en total.} Todos éstos {fueron} de los hijos de Benjamín.
Los porteros {eran:} Salum, Acub, Talmón, Ahimán y sus parientes (Salum el jefe,
{estacionado} hasta ahora a la puerta del rey, al oriente). Estos {eran} los porteros del campamento de los hijos de Leví.
Todos éstos, escogidos para ser los porteros en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus aldeas, a los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente.
Así ellos y sus hijos eran porteros por sus turnos a las puertas de la Casa del SEÑOR, y de la Casa del tabernáculo.
Porque había en el oficio cuatro de los más poderosos de los porteros, los cuales eran levitas que tenían a su cargo las cámaras, y los tesoros de la Casa de Dios.
Estos eran cabezas paternas de los levitas por sus generaciones, cabezas paternas, que habitaban en Jerusalén.
Azel tuvo seis hijos y estos {eran} sus nombres: Azricam, Bocru, Ismael, Searías, Obadías y Hanán. Estos {fueron} los hijos de Azel.
Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huído, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades, y huyeron: y vinieron los Filisteos, y habitaron en ellas.
Entonces se fue David con todo Israel a Jerusalén, la cual es Jebús; donde estaban los jebuseos que eran los habitantes de aquella tierra.
Benaía hijo de Joiada, hijo de un hombre valiente, de grandes hazañas, de Cabseel; que mató a dos hombres de Moab que eran fieros como leones; también descendió y mató a un león dentro de un foso, en tiempo de nieve.
Estos son los que vinieron ante David en Siclag, estando él aún encerrado por causa de Saúl hijo de Cis; y eran de los valientes ayudadores de la guerra.
Estaban armados con arcos, y usaban tanto la mano derecha como la izquierda {para lanzar} piedras y {tirar} flechas con el arco. {Eran} parientes de Saúl de Benjamín.
También de los de Gad se pasaron a David en la fortaleza en el desierto, hombres fuertes y valientes, entrenados para la guerra, diestros con el escudo y la lanza, cuyos rostros eran como rostros de leones, y {eran} tan ligeros como las gacelas sobre los montes.
Y cuando él iba a Siclag, se pasaron a él de Manasés: Adnas, Jozabad, Jediaiel, Micael, Jozabad, Eliú y Ziletai, capitanes de miles que eran de Manasés.
Estos ayudaron a David con una compañía; porque todos ellos eran hombres valientes, y fueron capitanes en el ejército.
Los hijos de Judá que llevaban escudo y lanza {eran} seis mil ochocientos, equipados para la guerra.
De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes {eran} doscientos; y todos sus parientes {estaban} bajo sus órdenes.
Todos éstos, hombres de guerra, que podían ponerse en orden de batalla, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para hacer rey a David sobre todo Israel; también todos los demás de Israel eran de un mismo parecer para hacer rey a David.
Y asimismo los que les eran vecinos, hasta Isacar y Zabulón y Neftalí, trajeron pan en asnos, camellos, mulos, y bueyes; comida, y harina, masas de higos, y pasas, vino, y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.
Así Hemán, Asaf, y Etán, que eran cantores, alzaban su voz con címbalos de bronce.
Y Berequías y Elcana eran los porteros del arca.
Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía, y Eliezer, los sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios; Obed-edom y Jehías eran también porteros del arca.
Cuando eran pocos en número, muy pocos, y forasteros en ella,
y Sadoc hijo de Ahitob, y Abimelec hijo de Abiatar, eran sacerdotes; y Savsa, escriba;
y Benaía hijo de Joiada era sobre los cereteos y peleteos; y los hijos de David eran los primeros, a la mano del rey.
De éstos, veinticuatro mil debían dirigir la obra de la casa del SEÑOR, seis mil {eran} oficiales y jueces,
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